3.1.13

Lo que no dicen las encuestas

La encuesta CEP de esta semana entró de lleno a la carrera presidencial. Aunque nada esté claro en cuanto a los candidatos definitivos y Bachelet aún no se pronuncia y se deja querer, políticamente, hay algunas cosas que las encuestas no dicen.

Los resultados dados a conocer el jueves pasado muestran, en intención de voto, a Michel Bachelet en el primer lugar con un 54%, en tanto frente a la pregunta ¿Quién le gustaría que fuera Presidente? registra un 49%. Más atrás, Laurence Golborne, con un 11%, Andrés Allamand, con un 5%, Marco Enríquez Ominami, con 4%, y Andrés Velasco y Franco Parisi con 2%.
Un 18% no sabe o no contesta quien es su candidato.
En cuanto al resultado eventual de primarias un 67% votaría por Bachelet, seguida por Velasco con un 6%, Ximena Rincón con un 2%, Claudio Orrego con un 1% y con menos del 1% José Antonio Gómez del P.R.
En la Alianza, bastante revuelta con sus peleas de siempre, un 37% votaría por Laurence Golborne, un 18% por Andrés Allamand, y un 32% no votaría, o emitiría un voto blanco y nulo, y un 13% no sabe o no contesta.
Muchos en la Alianza dan por descontado que si se presenta Bachelet gana, lo que explica que arrojen la toalla un 32%, prefiriendo no votar.
En la Concertación saben que su única carta es la ex presidenta, el resto de los candidatos, por el momento, son acompañamiento que de fallar la postulación que dan por segura, les costaría mucho remontar.
La oposición, ha levantado banderas de lucha que han sido tradicionalmente del P.C. el partido que asegura que en Cuba, Corea del Norte y Siria, existen gobiernos democráticos. ¿Esas banderas las adoptaría Bachelet?
Muchas reformas que no hicieron los gobiernos de la Concertación, las ha hecho la centro derecha, incluso tengo la impresión que los empresarios no aman hoy a Piñera tanto, como amaron en el pasado a Lagos.
La centro derecha, con el fatalismo político tradicional abandona la lucha sin dar batalla, o por lo menos así lo hacen quienes se dicen sus votantes. Un gobierno que enfrentó exitosamente la reconstrucción post terremoto, que ha creado más empleos en la historia, que ha mantenido una economía sana, mientras las grandes naciones enfrentan a millones de cesantes, parece no tener herederos.