27.4.12

Clostridium difficile en la política.

Las denuncias realizadas por los diputados médicos, que hacen campaña política con delantal blanco y estetoscopio al cuello, Juan Luis Castro y Marco Antonio Nuñez, de manera irresponsable armaron toda una historia, con la bacteria Clostridium difficile en la Posta Central.

Probablemente la falta de práctica de la medicina y el aprovechamiento político de su calidad de médicos, que no ejercen, crearon un escándalo bacteriológico. Todo es válido cuando se trata de atacar al gobierno y a sus colegas de profesión.

Cualquier estudiante de medicina sabe que la bacteria Clostridium difficile, la andamos trayendo a cuestas todos, junto con muchas otras más que nuestro organismo se encarga de mantener bajo control. En los hospitales, pese a todas las contramedidas que se adopten muchas veces atacan, especialmente a pacientes con bajas defensas, como suele ocurrir en las UCI de hospitales y Clínicas.

Mi larga experiencia en temas de salud, me permite recordar, a mis lectores, que para minimizar las infecciones que pueden ocurrir se crean, en cada institución de salud, los llamados “comités de infecciones intrahopitalarias”, hay pacientes que son portadores activos de estas bacterias que hacen su desembarco en camillas, instrumental, y algunas por el aire. Se les combate en forma preventiva con desinfecciones permanentes y barreras mediante elementos materiales, guantes, mascarillas, zapatos especiales, ropa de pabellón etc.

Pero estos políticos de delantal y estetoscopio esa verdad la ocultan para hacer escándalo en la posta central, amparandose en una presunta ignorancia de la ciudadanía. Es más, dieron a conocer una ficha médica públicamente, algo que está prohibido por ley. La ficha médica es de uso exclusivo de los médicos y propiedad, por decirlo de una manera, del paciente o de su familia, en caso de fallecimiento. Solo ellos pueden autorizar su difusión pública.

Los doctores Castro y Núñez, olvidaron el juramento de Hipócrates de Cos, que en su última parte dice: “Si observo con fidelidad mi juramento, séame concedido gozar felizmente mi vida y mi profesión, honrado siempre entre los hombres; si lo quebranto y soy perjuro, caiga sobre mí, la suerte adversa".

Parece que ello hicieron el juramento de “Hipócrita”



19.4.12

Hora de cambiar

El escándalo que provocó el capítulo de la asignaciones para gastos de los senadores de la República, dos millones mensuales de aumento per cápita, abrió la polémica en torno a sus funciones y su permanencia en la “Cámara Alta”, donde las caídas duelen más que en la “Cámara Baja” de los diputados, que pasaron piola, pese a que sus asignaciones también fueron reajustadas a inicios de año.

En el aumento de las asignaciones de gastos hay dos miradas, la primera se refiere a una comparación; una circunscripción electoral es mayor que un distrito electoral. La primera se refiere a “los padres conscriptos” como se les denominada antes del 73, ahora ni hablar de “conscriptos”, porque suena a militar. Lo de padres podía pasar, aunque muchos ya pintan para abuelo, por las veces en que han sido reelectos. La segunda mirada corresponde a la justificación del aumento, en el sentido que se deben recorrer más kilómetros y atender a mayor cantidad de personas, pero las sospechas van por el lado de las circunscripciones pares que van a elección pronto. Algunos críticos estiman, que esas asignaciones, ayudaran al “clientelismo electoral” más que a constatar lo bien o mal que están las comunidades que representan.

El acuerdo de subir las asignaciones, comisión especial mediante, fue absolutamente transversal. Las ideologías quedaron fuera cuando del bolsillo se trata. El dinero unido jamás será vencido.

Pero no faltó un diputado aguafiestas, Guillermo Teiller. Se debe reconocer que los comunistas promueven un estado de pobreza permanente, y esa forma de vida parecida al anacoretismo, les ha acostumbrado a vivir con menos dinero. La propuesta a los senadores de parte de Teiller fue que se bajaran el sueldo a dos millones y medio de pesos. Les quedará bien, señaló el diputado, tomando en consideración muchos chilenos viven con un sueldo mínimo de 172 mil pesos.

Bueno, ante tanto gasto, a lo mejor es hora de renovar la mitad del senado, no reeligiendo a los mismos de siempre. Ha llegado el momento de cambiar caras que ya se han añejado, por rostros nuevos, diputados que estén dispuestos a mantener su espartana actitud, de acuerdo a lo crítico que han sido con los senadores.

10.4.12

Acúsome Padre



Acúsome Padre, que la Semana Santa me puse reflexivo frente a la política y las ideologías, eso creo que es pecado, especialmente si se medita sobre quienes gobiernan las sociedades. Mercaderes del templo donde se legisla, pero también se miente.

Confieso que en la reflexión aparece la hipocresía de los que prometen y no cumplen, de los que peregrinan a Cuba y no denuncian la opresión, o el despotismo de una familia. Confieso que hay pecado cuando se adoran a nuevos becerros, forrados en el oro que no les pertenece.

Hace tiempo escribí un artículo, en un diario ciudadano, donde describí el gobierno de los Castro en Cuba. Mea culpa, que para muchos fui como una persona ciega sin cayado, esquivando las piedras de un camino sinuoso. Algunos lo leyeron, entre ellos un muy querido amigo, comunista, yo no le miro la etiqueta a quien elijo como compañero de ruta. El, ya fallecido, ateo por la gracia de Dios, confeso creyente a la hora de su muerte, escribió en el mismo diario, alabando mi artículo y diciendo que me encontraba razón en lo escrito, se llamaba “La Cuba de Fidel”. El título, ex profeso, era irónico pero en su contenido decía que, cuando Fidel se fuera con sus barbas al otro mundo, del cual creo está convencido sin dudar, dada sus largas audiencias a dos Papas, los cubanos le deberían una buena educación y un buen sistema de salud, además de hacer, como costumbre, lo que a nosotros cuesta tanto, bajar de peso. Ellos viven en una dieta permanente.

Acúsome Padre, que en Varadero nada falta, que un profesor Universitario cargó mis maletas, porque la propina de un dólar que yo le di, representaba el 10% de su sueldo, Arrepíentome, pecador, porque mi mesa fue atendida por una geóloga que me ofreció la carta de una cena y no habló de minas, de rocas o de tesoros escondidos en las serranías isleñas.

Derramo sobre mi cabeza, las cenizas de la culpa por no entender la revelación que representó Michelle Bachelet, corriendo desatada, para estar con el nuevo profeta de la revolución, en pobreza y desigualdad, tampoco de la beata Camila, descubriendo el faro de luz que mana de Fidel.

Ciego de mí que no veo en Fidel, la carta de navegación para Chile.

Acúsome Padre.

5.4.12

Primarias y encuestas

Primarias y encuestas



Podrá discutirse que las primarias para definir algunos candidatos, donde no hubo acuerdo, para completar la lista de postulantes a alcaldes, no representó a todo el electorado es una cosa, pero como aproximación a una mejor democracia es un paso importante.

Fue el tema del pasado fin de semana, que trajo sorpresa, descalificaciones, justificaciones y berrinches, pero esta política de sala cuna que tenemos hoy en Chile, con perdón de las guagüitas, da para eso y mucho más.

La votación, hay que decirlo se mezcló, no solo votaron los “concertacionistas”, también lo hicieron ciudadanos independientes, la mayoría de votantes en Chile lo son, no hay que olvidarlo. Si hay algo que se aprende, en el análisis de la política, es que los independientes podemos tener una línea de pensamiento que se identifica con una tendencia política, pero no tenemos vendida nuestra alma electoral a nadie.

En el caso de la Serena, injustamente a mi juicio, se dijo que el candidato del radicalismo Roberto Jacob había recibido apoyo de la derecha. Eso es atribuir que por una orden de partido determinado, los independientes habían concurrido en masa a votar en La Serena. Lo que se debe reconocer, partiendo de la afirmación que la mayoría de los votantes son independientes, no militan ni adhieren a consignas u órdenes de partido alguno, que Jacob es un candidato transversal y si hay elecciones que se ganan, con esa característica, es la municipal. Los ciudadanos votan por la persona y especialmente quien, pese a ser leal a su ideología, no antepone aquello a los sentimientos ciudadanos, de progreso, aseo, y seguridad, entre otros anhelos.

Roberto Jacob, gana la elección porque su discurso estuvo centrado en la gente, no en la política ni en la militancia. Mantuvo el foco en las debilidades de lo que no se hizo o se cumplió de manera parcial. Interpretó el orgullo herido de una ciudadanía descontenta con un municipio altamente endeudado comparando, con sana envidia, el desarrollo imparable que ha tenido Coquimbo, desde el Alcalde Velásquez y proseguido, pese a todas las polémicas, por “el hombre de blanco” el Alcalde Oscar Pereira.

Las ideologías y las militancias no mandan.