31.12.10

La última encuesta

Cuando cierra el año, difícil, lleno de dolores y preocupaciones, la encuesta CEP, la más creíble y prestigiada por sus aciertos, deja en el oficialismo y la oposición una sensación de insatisfacción.
Cada cual mira la paja en el ojo ajeno, pero la viga política en el propio se pasa por alto.


Con un ojo se gobierna y con el otro se vigila lo que pueda pasar en los próximos tres años, cuando una nueva elección presidencial nos ponga en la órbita de las campañas política que, conforme a la tradición, se inician al tercer año de gobierno.
Las encuestas adquieren gran relevancia y, a veces, los programas de trabajo, las actitudes políticas, los acciones previstas, incluyendo el rumbo político, cambia con fuertes golpes de timón según lo que el pulso ciudadano recomienda.
La encuesta Cep, dada a conocer el jueves, no dejó contento a nadie. En la Moneda como en las sedes partidarias de la Concertación las caras se vieron muy largas. Aunque cada cual endosó al adversario las perdidas, no se pudo ocultar que nadie puede llevar el agua de los votos ciudadanos a su propio molino.
El Presidente Piñera aumenta el rechazo, especialmente en la Región Metropolitana, 40% aprueba su trabajo y el 41% lo rechaza. En regiones le fue mejor, 47% lo apoya y el 28% desaprueba su gestión.
En la oposición, de los cuatro presidentes de partidos de la Concertación tres descendieron en la aprobación ciudadana, si tomamos como referencia la encuesta de Junio – julio. Carolina Toha (PPD) bajo de 50% a 45%; Ignacio Walker (DC) de 36% bajó a 31%, José Antonio Gómez (PRSD) de 35% a 24%. El único presidente de partido opositor que sube levemente es Osvaldo Andrade, de 25% a 26%.
Las cuentas como se puede apreciar no resultan alegres ni para unos ni otros.
Lo que más preocupa a la oposición es que su labor recibe un amplio rechazo. No ha podido encontrar la dirección correcta o la forma de hacer una gestión moderna desde su rol de estar fuera del gobierno. Da la impresión que los 20 años de poder adormecieron el sentido de creatividad, impulsar ideas novedosas que hicieran el contrapunto a las iniciativas del gobierno.
Los resultados son francamente malos para la Concertación. En la medición de su desempeño como oposición el nivel de aprobación solo llega a un magro 24%. En la medición anterior registraron 29% que ya era poco convincente en cuanto a su gestión. En Cuanto a la Coalición por el cambio – gobernante – el resultado fue de un 41% de aprobación.
Cuando una agrupación de partidos, que ha perdido el gobierno, quiere reconquistar el poder le resulta difícil avizorar un buen futuro con esas cifras. Las encuestas revelan que sus principales liderazgos comienzan a ser odiosos para los electores, como le ocurre a Camilo Escalona Girardi o Pizarro, este último Presidente del Senado.
La única figura importante sigue siendo, en la oposición, Michelle Bachelet, quien recibe un apoyo transversal. Es alta valoración no garantiza volver a la Moneda, dado que pese a su alta popularidad debió entregar el gobierno a la coalición de derecha.
En el oficialismo tampoco la tienen fácil, con una política comunicacional extremadamente débil, y con personajes que, con sus frases o declaraciones, se prestan para alimentar las críticas, como el “reguleque” de la ex directora de la Junji, debe potenciar urgentemente una figura presidencial. Por el momento tiene dos, el ministro Golborne y el ministro Lavín.
La tarea está en convencer a un 58% de Chilenos que “no pesca” a los políticos. Un porcentaje importante que está desilusionado de cómo trabajan los políticos, como gobiernan y como se oponen a los que gobiernan.
Para este año 2011 un 56% de los encuestados confía que será bueno o muy bueno. Mirando para atrás el 2010 solo fue regular, razón para afirmarlo se tiene, si solo hacemos el balance de las repercusiones del terremoto del 27 de febrero.
Revertir lo que nos ha desagradado y mostrar signos más positivos es lo que los chilenos juzgaran en las próxima encuestas.
Buena tarea para los propósitos que se deben abordar el año que se inicia.

26.12.10

¿Las sanitarias, no?

La política tiene esas cosas ingenuas y casi simpáticas, se llaman inconsecuencias y se manipulan de acuerdo a si se gobierna o se está en la oposición. Si en un momento se privatizan empresas del Estado, cuando otro gobierno, de distinto signo pretende vender lo que queda entonces se rasgan vestiduras y se deja caer ceniza sobre las cabezas en señal de luto y dolor.

La Concertación, en dos gobiernos, privatizó las sanitarias en Chile. Lo hizo sin complejos, pese a que pasaban por encima de las ideologías de izquierda que quieren todo en manos del Estado.
Es más, en el gobierno de Ricardo Lagos se dispuso que el 35% que quedaba en poder del Estado, fuera prescindible. Por ley sin necesidad de consultar al parlamento se podía vender el remanente que se había entregado limpiamente, en su mayoría, a empresas extranjeras.
Hoy, cuando el gobierno del Presidente Piñera quiere hacer uso de lo que el Gobierno de la izquierda dispuso, libertad de vender el 35% en poder del estado, surge el fuerte griterío parlamentario. Confían en la mala memoria de los chilenos, en la ingenuidad de la opinión pública.
La izquierda chilena, que gobernó durante 20 años, vendió las sanitarias y luego declara que si se estima conveniente, también pueden vender el resto, que solo da derecho a percibir una fracción de utilidades y a nominar un director, que obviamente no hace mayoría frente a la empresa privada que compró.
La explicación que ofrece el ex Presidente Lagos es, por decir lo menos, increíble: "La decisión de derogar el artículo que obligaba al Gobierno a tener el 35% de las acciones de las sanitarias, tuvo que ver con las negociaciones que Chile había terminado con la Unión Europea. Ésta había reclamado en las negociaciones con Chile la existencia de esta suerte de acción dorada, que implicaba la participación por ley del Gobierno en las sanitarias"
Reconoce Ricardo Lagos que para vender no se necesita ley alguna, menos intervención en el parlamento, como la izquierda señala ahora que, incluso, pretende ir al tribunal constitucional. Parlamentarios, opositores ni siquiera recordaban que fue la propia Concertación la que declara prescindibles las acciones. No pretendan que creamos que la Unión Europea poco menos que nos obligó a establecer ese aspecto. ¿No fue Chile que se enfrentó en la ONU a Estado Unidos, en la segunda guerra del golfo, porque le habría de temblar la mano por un 35% de acciones de las sanitarias, ante la Unión Europea?
La izquierda privatizó estas empresas, que eso quede bien claro. En ese momento nadie dijo nada. La mayoría gobernante estuvo de acuerdo y la mayoría parlamentaria votó ese acuerdo. ¿A quién quieren engañar?
Hoy, el gobierno quiere destinar los recursos que ese 35% rendirá a inversiones en empresas del Estado.
Cuando el presidente de la D.C. declara: "Aquí está la diferencia entre un Gobierno que actúa unilateralmente por vía administrativa, por decisión del Ejecutivo y de forma inconsulta, y un Gobierno como el del año 98 del Presidente Frei con el ministro Lagos Escobar, que actuó en el Parlamento, por ley y consultando a todo el mundo"
¿Se consultó a todo el mundo, alguien levantó la voz cuando se deja la libertad de vender las acciones en el Gobierno de Ricardo Lagos?
La izquierda afirma que el 35% deja una utilidad de 100 a 150 millones de dólares anuales. Pregunto: ¿Si el 35% de las acciones deja una utilidad de esa naturaleza, cuánto dejaría si el estado tuviera el 100 % que privatizó la izquierda cuando era gobierno? ¿Están ahora arrepentidos?
El senador Lagos Weber dice: "Piñera es lento para vender sus propias empresas y rápido para vender las empresas del Estado. Eso es una vergüenza" No fue Piñera el que vendió las sanitarias, fue el padre del senador Lagos. Seguramente ese capítulo de la historia lo olvidó. Fue su padre el que, además, estableció que las acciones remanentes se podían vender.
Tampoco se pretende vender ninguna empresa del Estado. ¿No fue la concertación la que privatizó las carreteras en Chile?
Cuando Lagos, padre del senador, inventó el tren al sur, no se dilapidó el dinero del Estado. Cuando el Transantiago se entrega a determinados concesionarios privados no produce el peor desastre en el transporte, provocando un subsidio permanente para que pueda seguir funcionando.
Cada cual, en política, quiere mirar con el ojo que más le conviene. El de la izquierda, parece estar tuerto.

4.12.10

Reformas electorales

Uno de los temas más importantes, posteriores al retorno a la vida democrática normal, ha sido una reforma profunda al sistema electoral.

Entre otros cambios declarados, pero nunca enfrentados, por falta de consenso político, se encuentran terminar con el sistema electoral binominal y, profundos cambios, con inscripciones automáticas, voto voluntario y sufragio de chilenos en el extranjero.

En lo personal, lo he señalado en más de una oportunidad, nunca he sido partidario del sistema binominal, me parece no refleja lo que son las minorías y mayorías políticas. La intención de quienes formularon este criterio, se basó en que llevaría a la formación de grandes bloques, alianzas de partidos, para lograr sumar votos que pudieran elegir a los candidatos.
Desde el punto de vista, anteriormente expuesto, se cumplió el objetivo, nacen dos grandes conglomerados, bastante variopintos en cuanto a sus posturas valóricas y visiones de gobierno. El sistema, sin embargo, desorienta al electorado por una razón muy sencilla, a ratos quienes son oficialistas toman posiciones opositoras frente a su propio gobierno. Durante 20 años observamos en la Concertación una falta de alineamiento político. Nacieron los “díscolos” y posteriormente movimientos que se escindieron definitivamente del “arco iris” concertacionista.
Actualmente la alianza por Chile, de verdad uno no sabe cómo llamarles definitivamente, a veces se autodenominan coalición por el cambio, sufre el mismo problema. No hay unanimidad, ni en los partidos que integran estas agrupaciones, o en el accionar de los parlamentarios, que desarrollan sus propias órbitas y movimientos de traslación ideológica frente a determinadas posturas, en este universo de la política chilena. No faltan los satélites más pequeños, que orbitan de planeta en planeta partidario, sin ser capturados por la fuerza de gravedad de ninguno de ellos. Ejemplos claros, el PRI; el PRO y el PC.
¿Esta galaxia quedaría deshecha si se termina el sistema binominal y volveríamos al polvo de estrellas con múltiples partidos? Definitivamente creo que no, ahora, hay una ciudadanía más culta, que aprendió a pensar por cuenta propia, que tiene enlaces, aún no medidos en su potencia, en redes sociales, diarios ciudadanos, correos electrónicos.
La balanza ya no se mueve de la misma manera que en el pasado. El fenómeno comunicacional de la gente, individualmente concebido, les permite migrar ya no por definiciones ideológicas, de un candidato a otro. Se niega a quedar cazada en las redes conocidas como “izquierda, derecha, centro izquierda, centro derecha y, últimamente, progresista”.
Si la política no ve estos fenómenos sociológicos, en tiempo breve, no van apuntar en la dirección correcta.
El uso permanente de “la pobreza”, como un elemento común del vocabulario político electoral, unido al de “los más desposeídos”, suenan falsos ante la cantidad de escándalos que se producen con el uso de los recursos del Estado, el actuar individual y colectivo de quienes gobiernan, o legislan.
El voto ciudadano se orienta más por valores, que por declaraciones de principios. Importa la honestidad, la credibilidad, ser ejecutivo, acogedor, franco, consecuentes etc. Esos, podríamos interpretarlos como los valores ideológicos del ciudadano del siglo XXI. Curiosamente, aquellos ciudadanos, son los que no quieren inscribirse en los registros electorales. Son los que no creen en la palabrería que se generó en el lenguaje de la guerra fría el siglo pasado.
Un alto porcentaje de quienes son parte de la dirigencia política chilena, permanecen con los códigos del 1900, donde los rencores del pasado, la cuentas por cobrar, los resentimientos, permanecen ocultos, pero acechando, para saltar a la palestra en cualquier momento.
Inscripción automática, voto voluntario y ojalá voto de chilenos en el extranjero, sin condiciones, nos pondrán al día para que el oído de quienes legislan o constituyen el poder ejecutivo, escuchen a una ciudadanía, que votando o absteniéndose de hacerlo puede hablar más fuerte que nunca, en una democracia completa y no circunscrita a las minoría políticas partidarias que, hoy, nominan candidatos y acceden al poder, en el gobierno o en el parlamento.

27.11.10

Política de verdad

Uno de los aspectos que ha desprestigiado a la política chilena y que a denominado a quienes son parte de ella como una clase aparte, incluidos prebendas y arreglines, actos corruptos y malos ejemplos ciudadanos, es el hecho que no siempre sus actividades son revestidas de seriedad, estudio y ecuanimidad, más allá de la legítimas diferencias de opinión.
Estamos entrando en una zona en que la política debe orientarse hacia objetivos que hagan de esta función algo serio. Política de verdad, no de conventillero, que se queda en declaraciones de principios arraigados a historias pasadas o en definiciones con apellidos, izquierda o derecha, que parecen bastante obsoletas.
La reforma educacional, sistema binominal, inscripción automática, voto voluntario, voto de chilenos que viven en el extranjero, son asuntos serios, capitales para una democracia. Sin embargo, si la discusión discurre tratando ser consecuentes con los apellidos y las viejas banderas del pasado, querrá decir que los políticos profesionales viven en el siglo pasado.
Algunos siguen atacando a Pinochet y otros defendiéndole. La izquierda sigue pensando que el General puede ser mencionado como un baldón que desacredita a quienes apoyaron su gestión de gobierno. En el otro lado piensan que la izquierda sigue representando los principios estatizantes de la Unidad Popular.
Cayó hace rato el muro de Berlín y una de las dictaduras criminales que representaron la otra cara de la medalla de la izquierda marxista. Nuestro hermano mayor, como le llamó en Salvador Allende, terminó en la hoguera ideológica de sus propios errores, en un pira donde se consumió la órbita de todas aquellas naciones del pacto de Varsovia.
Como ocurrió en Chile, los cambios se hicieron pacíficamente. Ni barricadas o sangrientos enfrentamientos. La sabiduría ciudadana, menos calenturienta que la política, empujó los cambios y fundió en fraternales abrazos a naciones, por muchas décadas divididas, atomizadas, como consecuencia de la segunda guerra mundial y de la propia guerra fría.
En política, el ciudadano tiene derecho a una mayor participación. Es la militancia activa, no necesariamente en un partido o ideología determinada, la que puede manifestar en el voto. La inscripción automática y el voto voluntario entregan una poderosa herramienta ciudadana, la abstención. El cuerpo social puede demostrar, negándose a votar, su descontento, ello obligará a los reelectos por varios períodos a cambiar o irse a trabajar, con horario controlado, como lo hace la inmensa mayoría de las chilenas y chilenos.
Se propone introducir cambios en el sistema binominal. Bien pensado. Durante mucho tiempo ha sido esa una bandera de lucha de la concertación, pero en honor a la verdad nunca ha existido la voluntad política, más allá de floridos discursos, de hacer un cambio de fondo. Los políticos, del oficialismo y la oposición, siempre han sacado cuentas en que distritos y circunscripciones pierden o ganan. Cuando hay senadores y diputados que saben que terminado el binominal se les termina el trabajo, y no siguen adelante.
El Senador Andrés Allamand, invitado a un debate en la sede del PPD se los dijo claramente que, nunca, más allá de reflotar el tema han tenido la voluntad política de ir en serio con una ley. Espero que el Gobierno del Presidente Piñera lo haga y que cada cual se saque la careta.
El voto del chileno en el extranjero, a mi juicio, debe ser sin exclusiones. Si algunos están pensando que todo chileno que vive fuera del país es una exiliado allendista y que por lo tanto sumará votos a la coalición de izquierda, se equivoca absolutamente. Los que debieron dejar el país por la fuerza o por el temor a ser perseguidos, viven en países democráticos y de plena libertad. Muchos conocieron el socialismo real, de las delaciones y la policía secreta, especialmente en la Alemania Oriental, por lo tanto saben cuáles son las diferencias, pero la Patria nunca se desarraiga, porque vive en cada cuál, en las historias pasadas de muchas generaciones, en los recuerdos. La chilenidad no se puede probar solo con venir un determinado número de veces al país.
La política de verdad es pensar en todos, con el alma, no con la izquierda o la derecha.

20.11.10

¡Puro pueblo!

¡Soy puro pueblo! Por eso me eligen, exclamó a manera de explicación el Diputado René Alinco luego que fuera sorprendido manejando su auto, en presunto estado de ebriedad. Presunto porque se negó a la alcoholemia que todo ciudadano debe hacer en dichas circunstancias.

El diputado Alinco, celebró con varios tragos por sobre lo normal el que Chile ganara a Uruguay y que, de paso, se despidiera con emoción al entrenador argentino Bielsa. No es la primera gracia del diputado por la zona austral, antes fue sorprendido con una dama en un entrevero íntimo que la justicia no consideró ofensa a la moral, tiene razón no escandalizaba a nadie, quizás por ello no se habló más del asunto.
Pero, ahora, cuando dice ser parte de nuestro pueblo, miente e insulta a quienes dice representar. Hace mucho tiempo que el honorable cambió de clase social. En el sur lo sorprendieron en una camioneta, presumo de su propiedad, en Santiago lo controla carabineros manejando un auto, presumo también, de su propiedad con fuerte aliento etílico.
No es delito tener dos vehículos, una camioneta y un auto. Un sueldo de casi siete millones de pesos, más gastos de representación y otras prebendas permiten tener ese status que nadie le puede criticar, pero de allí a decir que es “puro pueblo” hay una tremenda distancia.
La gente modesta, con la que el diputado quiere compararse, para ganar 200 mil o 300 mil pesos, debe trabajar mucho y naturalmente sus celebraciones se hacen con la solidaridad de varios que, la noche del partido, juntaron algunos pesitos, pero ese pueblo no tiene dinero para comprar un auto y manejar en presunto estado de ebriedad, ese lujo se lo puede dar el diputado Alinco, poniendo de paso en riesgo la vida de quien se cruce por su camino.
Una figura pública, representante de la ciudadanía que lo eligió, sabe perfectamente que la imagen y la conducta que se observe puede ser un buen o un mal ejemplo ante el resto de los chilenos.
Este asunto que tiene un rasgo policial, nos lleva a otros temas de la política contingente y del mundo en que sus actividades se desarrollan.
No puede escapar al escrutinio ciudadano las peleas del último presupuesto, ya tratado la semana pasada. Utilizar la discusión presupuestaria para tomar revanchas políticas fue devolver la mano al oficialismo que utilizó lo mismo, en el pasado, cuando eran oposición a los gobiernos de la concertación.
Los chilenos solo observan estas peleas, guardan silencio, pero naturalmente la balanza electoral se inclina, de uno u otro lado, dependiendo de las señales que la opinión pública percibe.
Otra polémica se instaló al finalizar la semana por las críticas que, en Japón, hizo el presidente Piñera refiriéndose al crecimiento experimentado en los últimos gobiernos. No es bueno utilizar la tribuna de prensa, fuera del país, para hablar de política interna. Las discrepancias son recogidas por el periodismo foráneo, de allí que el Presidente Lagos deslizara fuertes críticas al respecto. Es verdad, Chile hace años no crecía al ritmo que hoy lo está haciendo, sin embargo se debe reconocer que influye la reactivación económica en el mundo, aunque ya hay señales de debilitamiento en el entorno global que, nuevamente, colocan una luz amarilla de lo que pueda venir en los próximos meses.
Chile crece mucho gracias a los proyectos que permiten desarrollar los niveles históricos del precio de cobre y las probabilidades de mantenerse en un mediano plazo. Para cantar victoria aún hay que esperar cómo se comportan las economías norte americana y europea.
“El puro pueblo”, una frontera indefinida entre modo de vida, educación y renta, parece ser a quien la política chilena dirige todos su mensajes, pero quedan en eso, promesas de redención en lo económico, trabajos estables y bien remunerados. Muchas veces “el pueblo”, con una imagen poco clara de quiénes son y dónde están, adquiere rostros dependiendo del prisma político con que se le observa, probablemente seguirá esperando, especialmente cuando quienes dicen ser sus representantes, buscan venganza en las discusiones parlamentarias, o enviando mensajes como que manejar en estado de ebriedad, un buen auto, es ser también “puro pueblo”.
¿Y ellos que piensan? En un libro, un autor, cuyo nombre en este momento no recuerdo escribió, con muy justa razón “No hay malos políticos, hay malos electores”.

13.11.10

¿Para donde cortamos?

Un dicho en el campo, de uso común, cuando existe la duda qué camino tomar, cuál es la mejor dirección para llegar a un lugar determinado, es preguntarse “¿Para dónde cortamos compadre?
Muchos chilenos se deben estar preguntando lo mismo ante el juego que la clase política ha desarrollado en estos últimos días. Acusaciones de intervención en una votación que afecta al futbol, y el rechazo de algunas partidas del presupuesto, pese a los acuerdos solemnemente convenidos.

En una encuesta que publica el diario “La Tercera”, hasta ayer sábado, ante la pregunta ¿Estás de acuerdo con el rechazo al presupuesto de la Segegob, (Secretaría General de Gobierno), por parte de diputados de la oposición y los argumentos para ello?, el 64% de quienes respondieron no estaba de acuerdo con el rechazo y solo un 36 % apoyaba esa posición.
Nada nuevo bajo el sol. Jugar con el presupuesto de la nación, tomar venganzas ridículas, a costa del patrimonio de todos los chilenos, es una vieja jugarreta que revela la calidad de las prácticas políticas en Chile. Nadie está libre de culpa, es la vuelta de mano. No se trata de un acto irresponsable de la Concertación, hoy en la oposición. Es hacer lo mismo que en el pasado, el actual oficialismo, votaba cuando gobernaba la izquierda en nuestro país. Recuerdo la aprobación de un $1 en algunas partidas, como diría un español, solo por joder.
Debemos preguntarnos ¿nuestro país, se merece esta clase de legisladores? Existía un acuerdo, logrado luego de arduas conversaciones entre el oficialismo y la oposición, cada cual cedió la suyo, pero al final, por “quítame estas pajas”, la izquierda se enoja con la ministra Ena von Baer y se toma venganza.
Al final, en algún momento, el presupuesto se aprobará, con recortes más y aumentos en algunas partidas, pero se pierde el tiempo. La discusión política llega a niveles de riña que nada tiene que ver con una democracia moderna.
La brújula se ha perdido, peor, la seriedad de quienes son “nuestros representantes”, queda en claro es la misma que puede tener un payaso en una tarde dominguera de circo barato, sin excepciones.
La postura de la izquierda, es la misma que, cuando gobernaba la Concertación, recibieron de la Alianza. Ahora peor, la votación se pierde porque muchos diputados de gobierno no se encuentran en la sala, la madrugada del viernes.
En definitiva pierde el país, se enrarece la atmósfera y se le falta el respeto a toda la ciudadanía.
Los partidos que nos gobiernan y quienes se oponen a los partidos que nos gobiernan, más que representarnos, mantienen “una pichanga”, a lo Evo cuando juega a la pelota, patadas van y vienen. Como se juega sin árbitro, pasa lo que pasa.
Parece que la clase política sigue sus propios códigos. ¿Cuánto importa la ciudadanía en sus actuaciones?, definitivamente nada. Ya cumplimos con el obligado acto de votar, obligados, bajo amenaza de multa. Llevamos a un sillón parlamentario a damas y caballeros, que, con honrosas excepciones, se olvidan del elector y ejecutan lo que sus propias y bastardas venganzas les aconsejan.
Un motivo cualquiera sirve para crear escándalos y atacar al adversario. En el pasado fue el caso Spiniak, donde se pretendió involucrar a un senador. Recuerden cuando a un menor, otro parlamentario, de manera progresista, le regaló un par de zapatillas, lo metió en un taxi y lo envió a TVN, para que hiciera un declaración basada en mentiras. Ese parlamentario es, ahora, un “honorable” senador de la República.
El tema que ahora les preocupa, parece, es una elección en la ANFP.
Es la misma manera de actuar en el pasado, acusaciones de intervención basadas en rumores, donde nadie se hace responsable de su procedencia. Comisión investigadora para que analice quién lo dijo y se busquen responsables de una supuesta intervención. ¿Se les paga para que pierdan el tiempo de esa manera?, ¿reciben un millonario honorario, para que ejecuten sus particulares venganzas? En nuestro país hay leyes que demoran años en fútiles discusiones. Para hacer política, que solo busca atacarse mutuamente, uso generalizado de formas políticas que son insultos para la ciudadanía, no agrega valor a nuestra tan manoseada democracia.
No se trata de hacer diferencias entre oficialismo y oposición, ambos sectores son iguales.¿Ahora, para donde cortamos compadre?

5.11.10

Chile, un país entretenido.

Escribo este comentario desde Arica; la puerta norte de Chile, mucho de norte poco de puerta. La ciudad se nos ha envejecido. Muchas promesas en cada elección, pero un lento desarrollo posterior.
Ahora los ariqueños viven mirando hacia Tacna, no porque ellos lo quieran, el centralismo los ha dejado sin mucho en que pensar.
Mirando Chile, desde las orillas del morro glorioso, sin embargo, vemos un país entretenido.

Es este país nuestro, un trozo de tierra que lo tiene todo, una caja de sorpresas donde se entrecruzan los sentimientos más dispares y las actitudes más inconsecuentes.
Contemplo como languidece este puerto, de tantas gestas gloriosas, mientras en Santiago se discute si Chile 21 debe recibir los fondos para mantenerse como un centro de estudios, o deben entregarse al instituto Igualdad, porque los Ominami ya no son de la Concertación que acusa tener la patente de lo que se llama “Progresismo”. El platillo se pasa en Europa donde concurrirán, diputados y senadores, olvidándose los temas importantes, los nuestros, los de todos los chilenos, que requieren que alguien, los legisladores, le echen una mano.
El que da las platas para el progresismo, el representante en Chile de la Fundación Friedrich Ebert Stiftung, Albrecht Koschützko, pidió “más criterio y solidaridad” en la discusión por la ayuda internacional. “Los partidos progresistas deben tratarse con más solidaridad, sobre todo ahora que están en la oposición”, dijo Koschützko.
País entretenido es aquel donde Aguiló, PS, y Estévez, PS, se reprochan por los votos que dio en la ANFP, por parte de la Universidad Católica.
Aguiló, que para hacer reproches no se complica, le reclama a Estévez, no solo su voto futbolero, le representa que siendo socialista no ha vacilado en ser director de una AFP, ¿será porque en algo se parece la sigla a ANFP? O puede significar disléxicamente hablando, no a la AFP.
Mientras Arica espera un progreso, que no llegó en los 20 años de la Concertación, pinta para lo mismo, con la Alianza por Chile, Aguiló, critica al Presidente Piñera, porque pilotea un helicóptero de la Fuerza Aérea, y amenaza con pedir un informe sobre el particular.
Aunque Piñera sea piloto de helicóptero, Aguiló cree que es una de sus funciones de parlamentario, hacer esas fiscalizaciones. Para la próxima elección que no elija la Cámara de Diputados, podría presentar sus papeles en la Dirección de Aeronáutica Civil ya que pareciera estar allí su vocación.

Chile es un país divertido, también, cuando la clase política discute si interpela o no a la Ministra de Vivienda Magdalena Matte. Interpelar o no interpelar, emulando a Hamlet, solo falta la espada envenenada de Laertes, o el vino igualmente envenado, por si falla la espada.
No puedo dejar de pensar en el drama de 2Hamlet, Príncipe de Dinamarca”, cuando se teje tanta trama en la política chilena. De país entretenido nos transformamos en país dramático.
La discusión sigue, en un bando, se toma la interpelación como una venganza de ofensas pasadas, y en el otro, como una afrenta que se hace gratuitamente. Todos olvidan que la interpelación seria, documentada y observada con altura de miras, contribuye a la claridad en temas que pudieran suponerse oscuros.
No estamos políticamente maduros, para entender, como otras democracias lo hacen desde mucho tiempo, que los grandes temas requieren de preguntas inteligentes y respuestas del mismo tenor cuando ambos atributos son escasos, todo se transforma en un largo preámbulo de “que te interpelo o que no te interpelo”. Entre esas amenazas se nos ha ido la semana.
Fuera de mi habitación el mar mantiene su rumor cadencioso de olas de orillas. Un poco más allá, las luces de la ex isla del alacrán, parpadean en una tenue neblina de anochecer.
Estoy en Arica, donde a sus habitantes le importa poco si Estévez votó, en nombre de los cruzados caballeros, por la lista de Segovia, y si ha cometido algún pecado capital, en los mandamientos socialistas. Al ser parte del directorio, jugosa dieta incluida, de una AFP. Podría esta ser la Asociación de Futbol Particular y Aguiló le está mal juzgando.
Les importa poco que digan, ahora, que se va a impugnar a Segovia. O que se va Bielsa y llega el “Bichi”.
A los ariqueños lo que les “agobia” ver pasar el progreso, más allá de la frontera, y aquí nada.
Entretenido, nuestro país.

30.10.10

El caso del jarrón perdido

Por décadas lo que era de propiedad fiscal, de todos los chilenos, finalmente no era de nadie. Siempre se ha considerado al fisco como el gran dispensador de favores.
Si se puede, al fisco se le roba, se le estafa, se elude pagar los impuestos. Es de todos pero no es de nadie. Cuando conviene, hablamos del dinero de todos los chilenos.
Un presidente, cuando estafaron a la CORFO (casi 84 mil millones de pesos), dijo que era como robarse un jarrón.
El concepto del país en que vivimos, encierra solo el territorio. Nuestras posesiones materiales y el derecho a vivir y trabajar, además de un carnet de identidad y los derechos ciudadanos, pasa de largo en cuanto a la correcta administración de los recursos.
Para muchos, el país se licita cada cuatro años, para que un sector político determinado haga usufructo, político y económico, o lo acomode a las particulares visiones – programa de gobierno – de la derecha o de la izquierda. El centro político hace tiempo que ha desaparecido.
Los ciudadanos vivimos y trabajamos pagando impuestos. Escuchamos a la clase política hablarnos de un futuro de grandeza y riqueza que nunca parece llegar a nuestros bolsillos, más bien, por la vía de los impuestos, van al fisco, la caja mágica de la que se surten todos los proyectos. Por estos días, los representantes del pueblo, debaten el presupuesto de la nación. ¿Defienden nuestros intereses?
Los chilenos, generalmente, no nos involucramos en las discusiones de las comisiones mixtas, menos en largos discursos y declaraciones de senadores y diputados. Deberíamos meditar qué es lo que, en honor a la verdad, estas damas y caballeros están decidiendo en cuanto a nuestro dinero.
Si usted está convencido que lo que produce el cobre, lo que generan las recaudaciones fiscales, son parte del “ingreso per capita”, debería seguir los debates en que se mezclan opiniones muy personales y otras orientadas por el prisma político de cual. La verdad, no tiene importancia, prima la ideología del “honorable” que vota, con orden de partido o sin ella, lo que opine usted o yo, no tiene valor ni importancia.
¿Alguna vez en la vida, su senador o diputado, el mismo que le pidió su voto, le ha consultado cuántos recursos deben invertirse en mejorar las calles y veredas de la ciudad donde usted vive y transita? ¿Le han preguntado cómo le gustaría que se financiara la educación pública?
El dinero del Estado sigue siendo para muchos, en política. una gran cantidad de jarrones que se pueden tomar, como el caso de CORFO, o que se pueden transar irresponsablemente como fue con el cobre a futuro de Codelco, o con las platas de Chile Deportes, el Transantiago, la tierras compradas a sobre precio por la Conadi, los puentes que se caen solos por mal construidos o nulamente inspeccionados, las coimas etc.
El presupuesto de la nación, nuestro dinero, se transa en arreglines y componendas. Es moneda de cambio, para cobrar añejas cuentas políticas.
Me he dedicado algunas horas, perdidas por supuesto, pero mi profesión me obliga a ello, a mirar el canal de la cámara y del senado. Me queda la impresión de ver a mercaderes que luchan por un dinero que ni siquiera administran, procurando que los que gobiernan vean dificultada su acción, restringiendo algunas partidas, rechazando otras, en un ejercicio que se asemeja a una revancha de viejas cuentas políticas.
Qué importa, cuando para un Presidente, que se estafe la caja fiscal en miles de millones de pesos, es como robarse un jarrón. Lo malo que el jarrón se lo roban porque dejan la puerta abierta y además desde dentro le pasan los datos al que se lo lleva impunemente.
Los chilenos olvidamos con facilidad que una secretaria leía los correos de su jefe, en el Banco Central, y que en la CORFO no existían las mínimas normas de control interno.
Cuando en estos días se discute el presupuesto de la nación, esperamos que “el dinero de todos los chilenos” se reparta bien y no se manosee con intereses políticos que, a veces, no representan los legítimos deseos de progreso del ciudadano que no tiene privilegios especiales.

22.10.10

¿Y después qué?

Ha finalizado el rescate de los 33 mineros. Queda una sensación de vacío. Leer los diarios nos vuelve a la rutina, accidentes asaltos, una que otra figurita de la farándula que protagoniza un escándalo.
El eco de los 33 mineros, ahora convertidos en figuras que podremos ver en programas de T.V. o en portadas de revistas, comienza a diluirse lentamente.

Que viene luego del exitoso rescate de los 33 mineros de la mina San José.
Decenas de iniciativas e investigaciones, para explicarse racionalmente,las causas de un accidente que mantuvo en vilo al mundo entero, no exagero, están en marcha.
Para quien conozca el tema hay mucho de especulación y poco de verdad. La oposición rompe lanzas porque la Ministra del Trabajo dijo que existían antecedentes que la mina tenía problemas. Grita inmensa de senadores y diputados, cruzada por toda suerte de propuestas y amenazas de medidas de “apriete” a cuanta institución tenga que ver con el tema.
Resulta incomprensible que la oposición lance su carga contra la ministra Merino, por algo que dijo, cuando aún no pueden explicar por que el gobierno, del que formaron parte en el pasado, no entregó mayores recursos a las entidades que pueden fiscalizar y sancionar a quienes incumplen las normas de seguridad.
Sernageomin no contaba con recursos para cumplir los deberes que el código minero y las leyes respectivas le otorgan, sin embargo, aún así, el director Regional de Atacama clausuró la mina y señaló, con claridad, que no debería funcionar más, Gobierno de la Concertación año 2007.
Junto con la señalada clausura se indican todas las fallas detectadas en la explotación del yacimiento y las carencias, segunda vía de escape en caso de alguna emergencia. Más preocupante de si el gobierno tenía noticias de los problemas de la mina es establecer que esos problemas los conocía el Gobierno pasado, por años. Ridículo rasgar vestiduras ahora por una situación conocida.
Más parece toda esta arremetida un esfuerzo por lanzar una cortina de humo ante las últimas declaraciones, por escrito, del destituido Director Regional de Sernageomin, de Atacama, Antón Hraste
"Como podría extrañarnos la ocurrencia de casos como el de la mina San José de Atacama, en que ningún profesional se opuso a su reapertura a sabiendas de que no se debía reabrir al menos en las circunstancias en que estaba en ese momento, sin que se inspeccionara con la dedicación y frecuencia necesaria, y a sabiendas de que a mí me habían sacado del cargo de director regional por oponerme a su reapertura".
Cuando se ordena la reapertura ninguna medida solicitada por Sernageomin fue ejecutada, tampoco se hizo un revisión acuciosa de los sectores que reunían mayor cantidad de problemas.
Antón Hraste señala que fue cesado en sus funciones por su fuerte oposición a que San José siguiera funcionando dado que no existían adecuadas estudios geológicos y geo mecánicos. Es más denuncia el constante peligro de ser despedidos si se notaba demasiada exigencia, aparentemente por el alto nivel de empleo que genera la mediana y pequeña minería
"El director nacional se transforma en juez y parte y puede destituir a cualquier funcionario, aunque sea de la planta profesional, lo que lo transforma en el dueño del servicio y personaje omnipotente, lo que eventualmente le permitiría ceder o participar de cualquiera presión política o transacción económica para reabrir una faena minera o dar cualquier facilidad en la explotación, quedan expuestos a perder su trabajo ante presiones de los dueños de las minas sancionadas".
Que viene ahora, la típica política del cambio repentino, nos pasamos al otro extremo. Aplicándose la ley en su integridad serán varios cientos las faenas que tendrán que cerrar, de no encontrarse una política de fomente minero que sea integral, incluyendo el financiamiento que garantice un trabajo más seguro, con programas de explotación racionales que requieren de alta inversión.
Muchas pequeñas empresas de cinco o diez trabajadores no podrán afrontar el costo de tener una mina segura, si no encuentran un financiamiento adecuado para cumplir con los requisitos actuales y los que vendrán.

16.10.10

C.H.I.


Suena mejor cuando estas letras se gritan, más cuando se hace colectivamente.
Es un grito que une a todos los chilenos, sin ninguna distinción. Fue lo más escuchado durante todo el proceso de rescate de los mineros de San José. Una señal de triunfo, complemento del agitar de banderas, abrazos y lágrimas de la madrugada del miércoles pasado.

La noche del martes y la madrugada del miércoles, 1.200 millones de personas, sencillamente no durmieron, observando por la televisión un rescate inédito en el mundo, capturado en todos sus detalles, hasta los más íntimos, y que nos conmovieron profundamente.
Fue la culminación de un esfuerzo titánico por quitarle a la montaña la vida de 33 hombres, capaces de resistir durante 70 días en condiciones de temperatura y humedad muy desfavorables.
Cada día, había algo que inventar, cada día, un nuevo problema que resolver. Nadie desmayó, todos trataron de entregar su mejor esfuerzo hasta el límite.
Papel fundamental fue la decisión del gobierno de dirigir y orientar la maniobra de rescate. Arriesgó, para algunos, capital político, pero la verdad que interpretó el sentir de familiares y la inmensa mayoría de chilenos.
Frente a todos los consejos en contra que pudo recibir, se impuso el estilo Piñera. Es un estilo que lo llevó a ausentarse de la asunción del mando del Presidente de Colombia. De enviar, como adelantado, a su ministro de minería a la Tercera Región.
Sigo teniendo desacuerdos de mantener el silencio de la participación de varias empresas privadas y reconocer, con oportunidad, el aporte que entregaron, manejo comunicacional del cual discrepo absolutamente.
El protagonismo, legítimamente ganado, y la dirección de las faenas, correspondía a las autoridades por la decisión de involucrarse directamente en una operación que podía parecer inmensamente incierta. ¿Están vivos o muertos?, no se podía saber, sin embargo no se debe olvidar que la T-130 fue aportada por una empresa privada que pagó todos los costos del trabajo de perforación.
Muchas empresas del mundo privado, nacionales y extranjeras, unieron sus esfuerzos a un gobierno que demostraba un sentido de humanidad y organización de gran eficiencia, con dos ministros destacados en terreno, con los mejores hombres de Codelco y Enap, empresas del Estado de Chile, generando planes y programas y aportando con su experiencia y conocimiento, para inventar una nueva forma de rescate.
No existía manual o protocolo que sirviera de punto de partida o referencia, tanto en el área de la ingeniería como de la salud.
Tres objetivos debían cumplirse. El primero, ubicarlos y encontrarles con vida – casi una aguja en el pajar – el segundo recuperarlos del estado en que se encontraban, luego de 17 días de aislamiento, el tercero, más complejo, tener una fórmula válida y segura para extraerlos del fondo de la mina.
Tangencialmente, ser muy trasparente frente a la sociedad, aplicando la tecnología de las comunicaciones, de esa manera se pudo hacer llegar imágenes de todo lo que ocurría, en el fondo de la mina, como en el exterior. Para muchos un gran riesgo, pero el estilo del Presidente Piñera primó, a mi juicio, no por un afán publicitario, fue un gesto de audacia y valentía para que todo Chile se sintiera orgulloso, como país, que desde las entrañas de un cerro minero de Atacama podían emerger, en buena salud, con alegría, 33 compatriotas que asombraron al mundo.
Ese es el Chile que nos gusta, el que no vacila en sus decisiones, que actúa con eficiencia y sin esconder nada.
¡Cuánto necesitamos ese espíritu durante el terremoto del sur! Ahora sabemos que somos capaces de enfrentar todos los peligros que una naturaleza difícil pone en nuestro camino.
En la mina San José, todos izaron, espiritualmente, la capsula Fénix 2.
Desde el primero hasta el último minero, la alegría de verles bien, la valentía de los rescatistas, la emoción de todos los que tuvimos la suerte de estar a metros del túnel de escape, y el alivio de sus respectivas familias demostró que, con decisión, Chile puede escalar los sitiales de grandeza, como país, que se proponga.
Por eso: C.H.I.

2.10.10

¿Derechos universales?


Por mucho tiempo los “Derechos humanos” han sido esgrimidos, ideológicamente, como una herramienta de carácter político. Dependiendo del color del cristal con que se le mira adquieren mayor o menor relevancia.
No resultan ser derechos universales que tienen una sola y única interpretación. Cada cual lo hace según sea su conveniencia.

Si observamos, sin pasión, lo ocurrido con la decisión del gobierno del matrimonio Fernández - Kirchner, que hoy gobierna en Argentina y la decisión de la Conare de ese país, refleja la permanente actitud inamistosa hacia Chile que data de siempre, con la sola excepción del Ejército libertador en el siglo XIX.
Al negarse la extradición del militante del Frente Manuel Rodriguez, Galvarino Apablaza, para que enfrente la justicia en Chile, no quiero referirme solo a la afrenta que representa señalar que la justicia Chilena, el estado de derecho vigente en nuestro país, no garantizan para el acusado, un juicio justo, se trata de algo peculiar que distingue a los gobiernos de ese país, Argentina, no tiene una política exterior. Las relaciones internacionales del país transandino se elaboran mirando sus conflictos internos.
Tenemos una larga historia donde la hermandad y los buenos deseos, digamos con absoluta claridad, no son más que palabras de buena crianza. Durante el conflicto de 1879 fuimos presionados, por ese país “hermano”, para solucionar asuntos limítrofes en la Patagonia.
No me refiero a las relaciones con el pueblo argentino, el acento hay que colocarlo en el estilo de gobernar y en una política de relaciones, entre países, donde los acuerdos y el respeto mutuo es lo que menos se honra.
La temperatura política interna allí, indican las posiciones que se deben tomar ante determinadas materias.
En la década del 50 se privilegian los conflictos limítrofes como una manera de minimizar el descontento contra el gobierno de Perón y los sucesivos golpes de estado y asonadas posteriores. Palena y Laguna del desierto, son algunas muestras a las que debemos añadir nuestras concesiones, a mi juicio excesivas, en campos de hielo sur, década de los 90.
El llamado gobierno de los Kirchner busca que el matrimonio cambie anillos políticos, en Casa Rosada, para las próximas elecciones, para ello hay que favorecer a la izquierda, su base electoral permanente. Enviar a Apablaza a Chile no sería bien visto por una base de apoyo que el matrimonio necesita.
Los derechos humanos no importan, se usan a su amaño. ¿Qué cosa distinta sería si un senador de izquierda hubiere sido asesinado en Chile, en democracia, como ocurrió con el senador Jaime Guzmán? no se dejaría piedra por remover para lograr la plena justicia No es lo que ha ocurrido en nuestro país.
En nombre de los derechos humanos aíslan a naciones y gobernantes que piensan distinto que la extrema izquierda, que a través de grupos armados, de los cuales posteriormente reniega o no condena directamente, consideran legítimo el atentando a la vida y los secuestros.
No esperemos de Argentina, como gobierno, una actitud diferente. Su política internacional obedecerá, históricamente, a simple cálculo de los votos que suma o resta una determinada acción.
Nuestro país ha sido ofendido en su democracia y en su garantía de un debido proceso:
"no es comprensible que en definitiva se nos diga que nuestros tribunales no son objetivos para poder juzgar a Apablaza, lo cual me parece ofensivo a nuestro Estado de Derecho y a la justicia chilena". (Alejandra Sepúlveda Presidenta de la Cámara de Diputados)
“un hecho muy lamentable, porque la resolución del gobierno Argentino significa, en la práctica, desconocer el Estado de Derecho en Chile y me parece que es muy negativo para las relaciones entre ambos países". (Jorge Pizarro, Presidente del Senado)
"si (Apablaza) está procesado por la justicia chilena por un crimen cometido en nuestro país, el asesinato de un senador, el secuestro de personas, lo normal es que la propia justicia chilena hubiera podido terminar de conocer esa causa y aplicar nuestra legislación y las sanciones que corresponden". (Presidente de la República Sebastián Piñera)
"enemistarse (con el Gobierno argentino) no corresponde, me parece absurdo" (Diputado del P.C. Guillermo Teiller)
Por sus dichos les conoceréis.
¿Derechos universales?

25.9.10

La otra herencia

Cuando se produce un cambio de gobierno no se hace “borrón y cuenta nueva”, ojalá así fuera, pero la democracia dice que todo sigue y se hereda.
El Gobierno del Presidente Sebastián Piñera recibió una herencia con activos y pasivos, a partir de ellos inició la construcción de su propio legado.
La herencia más compleja que recibió la administración Piñera fue el tema de relativa exclusión de la etnia Mapuche. Con el paso del tiempo una situación de muchas injusticias fue enquistando, en los 20 años de la concertación, un clima de desconfianza que, luego, deriva en acciones cada vez más violentas.
Hoy quienes están presos y han presionado en los últimos meses con una prolongada huelga de hambre, fueron metidos a la cárcel, enjuiciados por la ley anti terrorista, por el gobierno de la Presidenta Bachelet.
Actuar de noche, enmascarados, azuzados por políticos irresponsables, atacando a personas indefensas como conductores de camiones, o pacíficos pasajeros de un bus, no calza con ese pueblo altivo, valiente, que iba a pecho desnudo contra el invasor español. Entre la historia que nos enseñaron, con los versos heroicos de “La Araucana”, se interpusieron otras pasiones y, digámoslo, las ambiciones y la corrupción, el juego de gobiernos que tranquilizaron sus conciencias comprando tierras, incluso pagando sobre precios. Los escándalos de Conadi mostraron que se había elegido un camino fácil, por veinte años, sin atreverse a mirar el problema de fondo.
Por un lado los extremistas, que se darán siempre independiente de idioma y de razas. Por otro lado los oportunistas, incluso los europeos que llegaron a América a conquistar y saquear tierras ancestrales. Sus descendientes al otro lado del océano atlántico, ahora, rasgan vestiduras por una causa que, sus antepasados, destruyeron a sangre y fuego.
Enredando toda la trama de luchas, que se remontan a la llegada de extranjeros a las tierras americanas hace más de 500 años, está la desvergonzada actitud de quienes, siendo gobierno ayer, hoy muestran una actitud de lavarse las manos y clamar por justicia a quienes ellos mismos demandaron, hicieron legalmente encarcelar y aplicaron leyes de las cuales hoy abjuran.
Queda la impresión que esperan se produzca alguna muerte para que el actual gobierno quede desacreditado, obteniendo de ello pingues ganancias políticas.
Los parlamentarios que, ridículamente, ayunaron en un acto de absurda solidaridad, nunca levantaron un dedo por la causa mapuche cuando el gobierno, del que formaban parte, pedía su encausamiento bajo las leyes anti terroristas.
La herencia que recibió el Presidente Piñera, se complicó cuando se inicia la huelga de hambre de los comuneros. No se hizo en la administración anterior, ahora, parecía propicio presionar más, hay que decirlo, con una cueca avivada por la oposición, como si ellos fueran inocentes y no corresponsables de aplicar medidas legales que hoy quieren reformar a su manera.
Las soluciones no son fáciles. No se trata que un gobierno, que actúe responsablemente y con apego a las leyes, diga finalice los juicios y todos quedan libres. Este tema lo maneja la justicia, un poder autónomo del Estado, eso los políticos, de oposición y oficialismo, lo saben bastante bien, sin embargo, los discursos siempre se disfrazan y queda la impresión que, más que buscar una solución, se trata de proseguir la guerrilla parlamentaria que marca el actuar de una oposición que privilegia el enfrentamiento y no el acuerdo.
El Congreso Nacional, en ambas cámaras, debe asumir la responsabilidad histórica de trabajar rápido las reformas legales que están pendientes. Si son consecuentes con la causa mapuche trabajen rápido. Recordemos, cuando tuvieron que legislar para ellos sacaron una ley en 24 horas, ahora, legislen para Chile protegiendo al que es agredido, dejando de lado los oportunismos políticos.
Legislen por una justicia sin excesos, pero también sin rendiciones ante la violencia y la injusticia.
Como en toda herencia se recibe lo bueno y lo malo. El inventario dice que hay causas que, los que hoy las defienden, nunca fueron solucionadas y solo se parcharon sin llegar al fondo del problema.
Quienes ahora gobiernan, lamentablemente, deben hacerse cargo de “la otra herencia”, la que menos se conoce en toda su cruda realidad.

17.9.10

Chile entre dos centenarios

El Chile del bicentenario me sorprende, en la mina San José, escribiendo desde un lugar donde, por circunstancias del destino, podemos apreciar, bajo la perspectiva del rescate más inédito en la historia de la minería mundial, el valor e ingenio cuando vamos tras un objetivo común.

Miro el cerro de las banderas, 32 chilenas y una boliviana, y pienso que estos 200 años quedaran marcados por lo mejor de la Patria, la auténtica solidaridad. No reconoce banderías políticas ni oportunismos. Ese es el Chile que nos gusta.

En la madrugada del martes 18 de septiembre de 1810 se registraba en Santiago un inusitado movimiento militar. Tropas y milicianos tomaban estratégicas posiciones en la capital del país, preludio de un acontecimiento extraordinario.
Aunque con una mayoría de descendientes de España y muchos criollos, nacía el primer intento de tener un gobierno que se despegara del Virreinato del Perú y obviamente de la corona de Fernando VII cautivo de los hermanos Napoleón.
Los patriotas, contaban con mayoría en la ciudad y con la adhesión de los altos mando militares así como del propio “Conde de la Conquista”, don Mateo de Toro y Zambrano, frisaba ya los ochenta años. El desplazamiento de las tropas obedecía, más que nada, a una necesidad de mostrar la decisión para efectuar un acto de independencia al cual, el partido español, se oponía abiertamente. Otra razón era evitar los desordenes, que los partidarios, podrían provocar después de reconocida la primera junta de gobierno.
La asamblea citada para ese día, debía celebrarse en la sede del cabildo de Santiago, pero dado lo estrecho del lugar se optó por hacerla en el edificio destinado al “tribunal del consulado”, inaugurado solo tres años antes.
Faltando pocos minutos para las nueve de la mañana, 350 personas se encontraban en el recinto, cien menos que las que oficialmente se habían invitado.
No era Chile un país consolidado, con límites sólidos, fronteras que indicaran con claridad la soberanía territorial. Todo era del Rey y la consolidar la Patria en 200 años tendríamos largas y desgastadoras guerras. Cumplido el Bicentenario aún tenemos límites que aclarar.
Se encontraban allí los jefes de las diversas corporaciones, los prelados de las distintas órdenes religiosas y muchos de los vecinos más importantes de Santiago. No se encontraba presente el regente de la Real Audiencia, lo que señalaba claramente la oposición y protesta del alto tribunal a todo lo que se acordase en la asamblea convocada.

No se había permitido la entrada a ningún hombre menor de veinticinco años. La mayoría de los presentes eran de avanzada edad y representaban a casi todas las familias de la aristocracia colonial.
Unos momentos después de las nueve de la mañana hace su ingreso el Conde de la Conquista, precedido por el cabildo y acompañado por su secretario y un asesor. Todos toman asiento en los sillones del estrado en medio del respetuoso silencio de la concurrencia.
Poniéndose de pie, se dirigió a los asistentes con estas únicas palabras “Aquí está el bastón; disponed de el y del mando”.
No todo fue fácil. El 18 de Septiembre ningún representante del tribunal supremo, o Real Audiencia, se hizo presente en la asamblea. Pese a los reclamos del pueblo que exigía que los oidores comparecieran a prestar juramento, y dado lo avanzado de la hora se acordó citarlos para el día miércoles 19 de septiembre a las 12 del día a cumplir con ese gesto solemne.
La Real Audiencia se empeñó en no cumplir con esa obligación. Exigieron que previamente se les enviara copia del acta de constitución de la Junta de Gobierno. Esta se negó, en términos claros y perentorios enviando una nota escrita al alto tribunal que en una de sus partes decía: “Concurriendo V.S. a este palacio, en la hora, que se tiene prefijada, se leerá previamente el acta de la instalación de la junta provisional gubernativa, para que, impuesto de su contenido, le preste, V.S. su reconocimiento”.
El 19 de Septiembre a punta de pistola los “oidores” debieron escuchar la voz de los ciudadanos y firmar el acta correspondiente.
No sería la última vez que Chile conocería del uso de la fuerza para consolidar fronteras, usos políticos y democracia moderna.
Aún con 200 años somos una nación joven con muchas imperfecciones e injusticias que corregir, pero aquí, en una mina donde tantas voluntades se aúnan junto a 33 mineros, está ese Chile hermano que, a veces, creemos ya no existe.

10.9.10

¿Qué se creen?

El trabajo parlamentario es parte importante de una nación democrática.
A los representantes de la ciudadanía se les pide actuar de manera seria, pensando en el bien común y no sacando cuentas electorales para acomodar sus posiciones, emitir declaraciones o votar en el parlamento.
Sentirse tocados por una mano sobre natural, protegidos a todo evento y con privilegios superiores al que tiene un ciudadano común, nadie lo acepta.
¿Qué se creen?

El conflicto mapuche ha seguido escalando en la medida que trascurren los días. Una huelga de hambre que sobrepasa los 60 días, pretende doblegar el imperio de la ley, tapar las balaceras en que los acusados han participado, la quema de bienes privados y fiscales, el asalto a un bus con pasajeros y otros crímenes que a ningún ciudadano, común y corriente, se le perdonaría.
Probablemente la ley antiterrorista, o la justicia militar, no son las más adecuadas para ser aplicadas, pero pertenecer a un etnia originaria no representa tener carta blanca para que, en sus legitimas reivindicaciones, se proceda con la violencia que algunos comuneros mapuches lo han hecho.
Nunca los gobiernos de la concertación fueron al meollo del asunto, hacer modificaciones de fondo a la ley. Los actuales huelguistas de hambre son presos de la Concertación. Sus gobiernos les acusaron y sometieron a juicio con apego a la ley. Hoy parlamentarios opositores solidarizan con los enjuiciados, declaran huelga de hambre solidaria, bien les hace, dado que queda claro que sus cuerpos están muy bien alimentados. Hay otras maneras de reducir el volumen abdominal que aprovecharse de una situación dolorosa como la que enfrenta el pueblo Mapuche
Cuatro diputados montan un show digno de la mejor farándula, ¿por qué no lo hicieron cuando eran gobierno y encarcelaban a quienes ocupaban fundos, quemaban casas y bodegas, robaban madera e incendiaban vehículos de trabajo?
Ahora, hipócritas, abrazan la causa indígena, justo cuando el gobierno envía modificaciones legales de fondo, a la justicia militar y a las leyes anti terroristas. ¿Por qué la Concertación no lo hizo, qué les frenó?
Eligieron en ese entonces el paternalista camino de comprar tierras para entregarlas a comunidades que presionaron por la devolución de sus tierras ancestrales.
Estos diputados ¿qué ejemplo dan de ejercicio de la democracia, donde la justicia dirime los conflictos, solidarizando con aquellos que vulneran la ley? Como legisladores se están colocando al otro lado de la barrera, infringen la ley y envían una señal equivoca en cuanto a que se sienten parte del problema, no responsables de encontrar una solución.
Se desprestigia la función parlamentaria con actitudes de hipócrita solidaridad que no practicaron cuando eran parte del gobierno.
No resulta legítimo que la ley sea torcida porque alguien utiliza la huelga de hambre como un arma de presión. Pronto asaltantes y asesinos que quieran obtener privilegios podrían utilizar las mismas herramientas.
Si las leyes que se les aplican a los comuneros no son las justas, está la voluntad del gobierno de cambiarlas, ello no extingue el delito, se juzga bajo otra forma jurídica. Allí hay una manera civilizada de solucionar un controversia, eso, o tendremos un congreso nacional de gente muy delgada.
Francamente la señal enviada por estos cuatro parlamentarios es de una inconsecuencia que agrega argumentos a quienes pensamos que, la política en Chile, es poco seria, llena de privilegios para algunos honorables.
Se quieren quedar a la fuerza en el interior de una cárcel y luego reclaman porque fueron desalojados. ¿Qué se creen, intocables, de la realeza política?
Nadie duda, hay que hacer justicia al pueblo Mapuche, pero no olvidemos los escándalos de la Conadi que pagaron sobreprecios y despilfarraron recursos de todos los chilenos. Los violentistas son los menos, pero esa violencia no puede significar impunidad. El que agrede, quema, asalta o roba, da lo mismo, independiente de su raza, lengua o nacionalidad, tiene que ser sometido a un juicio justo y recibir una pena acorde con la falta cometida. Desconocer estos principios básicos de convivencia y respeto a la ley, es atentar contra la propia democracia.

4.9.10

200 años y no maduramos

Hemos entrado al mes en el cual la patria celebra su primer bicentenario. Pronto 200 años nos distanciaran de la primera Junta de Gobierno.
En rigor no se trató de la Independencia de Chile. No fue el nacimiento de una nueva República, solo nos ajustamos a un acuerdo de resguardar el reino para el Rey Fernando VII prisionero de los franceses.

El acuerdo que el 18 de septiembre es el día de la independencia ya está aceptado aunque el acta de fundación de la República de Chile está fechada el 1° de enero de 1818 en la ciudad de Concepción.
Un acto histórico hizo que el jueves pasado las estatuas ecuestres de O’Higgins y Carrera se juntaran, mirando a la Moneda, sin embargo ambos nos traerán al recuerdo las disensiones existentes entre ambos patriotas.
Señalo lo anterior pensando que hemos heredado la genética de una discordia constante en lo político. Es imposible que pensemos igual o que tengamos visiones convergentes en cuanto se trata a la política, eso no es condenable, por el contrario hacer surgir nuevas ideas y enfoques.
Tenemos, sin embargo, la costumbre pequeña de evitar las razones para emplear, como el principal argumento, la descalificación y la ironía.
200 años y nuestra manera de hacer y entender la política no madura. La inconsecuencia preside la discusión diaria. Cada cual reclama la aplicación de derechos y forma de gobierno mientras apoya otras que están en las antípodas de lo que se le pide internamente a nuestra República, como es apoyar la dictadura castrista en Cuba o las Farc en Colombia.
La polémica del bicentenario, podría existir algún concurso al respecto, se radica en dos frentes, ¿sabía la concertación, o ignoraba, los planes para asesinar al senador Jaime Guzmán? ¿Vaciló la Presidenta Bachelet para ordenar que las FF.AA. salieran a controlar los robos que en vivo y en directo transmitía la televisión chilena, en las 48 horas siguientes al terremoto del 27 de febrero? Mañana lunes, conoceremos las conclusiones de la comisión investigadora destinada a establecer qué falló el 27 de febrero. Unos culpan al gobierno pasado y otros a las FF.AA.
No hay acuerdo, todos inocentes, cuando aquellos que predicaron la violencia, hoy esconden la mano para condenar el asesinato, en el ejercicio de su cargo, del único senador de la República en la historia de la nuestra nación bicentenaria.
Nos falta madurar. Nos falta reconocer nuestras debilidades y errores. Nos cuesta asumir que una nación, libre y soberana, se construye aprendiendo de los errores. Los personalismos que, en los inicios de nuestra vida independiente, fueron obstáculos para unirnos frente a un enemigo común, parecen ser parte integrante de la forma en que los actuales políticos pretender enfrentar el presente y construir un futuro.
Sin embargo algo bueno tenemos. Ante la desgracia nos unimos. En la catástrofe somos solidarios. Terremotos, inundaciones, volcanes enfurecidos nos unen. En la desgracia somos amigos, generosos, pero en la vida diaria nos andamos mirando el color que tenemos, la clase social donde nos ubicamos, de qué lado “pateamos” con la izquierda o con la derecha. Del centro nadie habla, porque es como un segundo nombre, todos lo tienen pero se usa para mitigar la fuerza del apellido. Hoy, o somos de centro derecha o de centro izquierda. Cuesta reconocer que se es de derecha o de izquierda. Hay una razón para negar la paternidad del apellido político, porque los extremos tienen un historial que los desprestigia.
En los 200 años de vida independiente hemos renegado y abrazado las más diversas causas, algunas de las cuales, legítimamente, deben avergonzarnos. Somos los que hacemos “mea culpa” pequeños, silenciosos y luego dejamos todo “al juicio de la historia”, como si fuera un ser independiente y justiciero. Gran engaño porque la historia se escribirá conforme sea el ideario de los que gobiernen.
Cuando observamos la política del siglo XXI, la diferencia está que nadie porta pelucas blancas ni zapatos con hebillas como en el siglo XIX.
Seguimos disfrazando la cosas como cuando al grito de ¡Junta queremos!, firmamos un documento garantizando la propiedad de nuestro territorio a S.M. Fernando VII de Borbón “El deseado”.
De eso casi 200 años.

27.8.10

Nunca más.

Atardece en Copiapó. Me encuentro a 60 kilómetros, en el corazón de la mina San José.
Somos parte con varias centenas de personas, incluyendo las autoridades del Gobierno nacional y regional, de Codelco, la Armada de Chile, Carabineros y otros, de la recién bautizada operación San Lorenzo.


Objetivo rescatar con vida a 33 mineros atrampados ha setecientos metros de profundidad.
Mientras escribo estas líneas, puedo sentir el ruido permanente de las maquinas. Es un sonido espeso que desde el cinco de agosto es parte del paisaje de cerros que nos rodean. Esa fecha, jueves, un turno completo se internó en la mina para hacer su trabajo normal, la manera de ganarse la vida entendiendo que, en esta mina en particular, la vida se puede ganar perdiéndola.
La historia es conocida y no es mi tarea repetirla para ustedes. Poco a poco, sin embargo, hemos ido aprendiendo una lección, nadie tenía la experiencia necesaria para todo lo que debería venir. Había una primera etapa llena de contrastes, llantos y a ratos desesperación. Esa etapa la hemos vivido muchos de manera completa.
Superado el difícil momento de tomar contacto y sentir que la esperanza brotaba de 17 millones de corazones, cuando llega el mensaje “Estamos bien, los 33 en el refugio” era esperable la alegría. El equipo de ingenieros, las propias autoridades y todos los que de una u otra manera estamos involucrados en el rescate, sabíamos que venía otra etapa, más compleja que la primera, hay que rescatarlos.
Nunca se había hecho en Chile y creo que pocas veces en el mundo o quizás nunca, una operación a tal profundidad. Es un tema complejo. Mucha ingeniería, geología geomecánica, estudios de planos ha sido necesaria, para que ningún cálculo falle.
A lo señalado esta la complejidad de mantener un soporte vital oportuno, seguro, constante y adecuado para hombres que han demostrado ser muy fuertes en lo anímico y sicológico, pero que con el paso del tiempo, la espera que puede ser angustiante verán puesta a prueba su voluntad y resistencia.
Hemos sido testigos de largas reuniones de planificación, somos parte del círculo de mando asesor, dispuesto por el Ministro de Salud Jaime Mañalich y la Intendenta de Atacama Ximena Matas, nada se ha dejado al azar.
Sabemos que desde el extranjero se han interesado en informarse y documentar esta experiencia. El viernes un equipo de la cadena HBO inició las filmaciones de un documental sobre lo que aquí está ocurriendo.
Pero a lo indicado en estas líneas deben agregarse dos palabras, “nunca más”. Es este un accidente perfectamente evitable, sin embargo nos queda la sensación que pudo más la codicia que el valor de la vida humana.
Todos somos parte del problema. Todos hemos aprendido una lección. Ahora aquellos que investigan en la Cámara de Diputados, el Gobierno, los especialistas tienen la responsabilidad de ser capaces de legislar inteligentemente, no para que la Minería cierre sus puertas, pero para que los grandes, los medianos y los pequeños tengan las herramientas y la legislación adecuada para hacer de la seguridad en el trabajo un activo tan importante, como el precio del cobre o del oro.
Somos un país con vocación minera, pero debemos ser un país consciente que la riqueza que se extrae no puede significar la muerte de quienes viven de esa actividad.
Es preciso que los pequeños mineros obtengan algún tipo de crédito para invertir en seguridad y tecnología. Que no se transforme en una cacería de brujas que provoque cesantía y cierres indiscriminados de faenas.
Debe formarse conciencia que esta actividad requiere de una explotación ordenada, un plan de trabajo racional, coherente con la seguridad de quienes allí laboran.
Florear la mina para aprovechar un buen precio, comerse los pilares para completar tonelaje, siempre conlleva graves accidentes, dolor y pérdidas de vida.
El sol cae lentamente en dirección a la costa a Caldera, cruzando el camino de los japoneses. Aquí en los cerros de “La San José”, pronto llegará la oscuridad. Miles de luces, luciérnagas del trabajo se encenderán. El ruido de las perforadoras, el rechinar de las orugas seguirán taladrando nuestros oídos, mientras a 700 metros, 33 almas escuchan y esperan, hoy se dormirán soñando que el sol les alumbra y les calienta la piel.
Nosotros seguiremos repitiéndonos, nunca más, nunca más...

21.8.10

Comunicación y política

Si un extranjero lee las publicaciones de nuestro país puede creer que llega a Chile, poco menos, al borde un enfrentamiento civil.
Tal es el desorden comunicacional que inspira la política que, los disensos y las polémicas, entre y contra, son abrumadoras proyectando una imagen de puntos de vista irreconciliables.

Puede ser que las nuevas generaciones de políticos, alimentados con leche de computadoras, con colados de “twiter y face book”, aquellos que buscan amistades válidas en el “ciber espacio” le ha hecho falta vivir con las amistades del barrio. Les pena no haber jugado una pichanga en la cuadra de la casa o discutir, cuando estudiantes, de otros temas en el recreo largo de las 10.
No sabemos, en política, quien es quien. La Udi tiene sus propias peleas internas con las elecciones y sus candidatos, traumatizados por el simple ejercicio democrático de renovar su directiva.
En el PPD se enojan algunos, por la resurrección de Vidal que asume responsabilidades en el tema municipal.
En la concertación no hay acuerdo sobre cómo debe funcionar el royalty. El Senador Girardi se le arranca a la DC, con el caballo ensillado, como en sus mejores tiempos cuando regalaba zapatillas para que inculparan a otros en el caso Spìniak.
La foto del día, la cuña en la radio, la imagen en la tele, son los iconos para ser un buen político. Los debates inteligentes, bien argumentados, han sido, paulatinamente reemplazados por barbas y cabellos peinados casual, para hacer de la política un trozo más de la subdesarrollada farándula criolla.
Hacemos noticia internacional porque alguien dicta cuál es la moda que se tiene que utilizar para ir a trabajar en una Intendencia.
Toda estas polémicas no son patrimonio de un sector, oficialismo u oposición, por el contrario res una cueca que avivan, también, los ex Presidentes, a excepción de don Patricio Aylwin, que persisten junto con la ex mandataria, en mantener su protagonismo. Cuesta quedar al margen, comunicacionalmente. Las mieles de la fama están llamando y una de esas puede surgir segunda nominación presidencial.
Los almuerzos en la Moneda, bicentenario por medio, solo sirven para elevar la tribuna que finalmente aviva la polémica. No agrega valor a un gesto unitario, frente a los 200 años de la República.
Las comunicaciones, la imagen de la política chilena, van de mal en peor. La Concertación, que se niega a vivir su duelo, a enfocarse en que la pérdida, luego de 20 años, no es un accidente casual sino que el fruto de acciones de corrupción que permitieron que se abusara del poder y desilusionó a su electorado. La creencia que la invocación a Pinochet, en cada momento, era el único y mejor argumento, les sigue sin enfocarse en un diagnóstico correcto de su derrota.
Tanto los que gobiernan como los que ahora tienen un rol opositor se exigen a cada momento “meas culpas”. Todos quieren golpes en el pecho, “acúsome padre”, y no razones para solucionar los problemas.
Se piensa más en no perder la mano en el poker de la vida diaria, que en los ciudadanos aquellos que desean soluciones rápidas no posturas doctrinarias que, a veces, no las comparten ni siquiera “la base partidaria”.
Mientras el Presidente de la República emprende una gira por el país, los que antes gobernaron envían a protestar a quienes apoyaron los gobiernos pasados durante 20 años. Sus pliegos y peticiones son las mismas, que en dos décadas, nunca fueron escuchadas.
Las comunicaciones y la política no se llevan bien cuando se alimentan de inconsecuencias y de un vergonzoso oportunismo.
La política está construyendo una imagen país, en este bicentenario, que nos muestra como una nación dividida hasta en los temas más nimios. En lenguaje huaso parece que anduviéramos a rebencazos.
Que nadie se enoje porque en la cápsula del tiempo, que se quiere enterrar en Santiago, para ser abierta en los próximos cien años, lo que va ganando como representativo de Chile, sea un “quiltro”.
Probablemente es razonable que, entre tanta discusión estéril, en la fronda de descalificaciones mutuas, salte desde la capsula en un siglo más un quiltro el cual, con sus ladridos, represente de buena manera lo que, a ratos, parece ser la discusión política de hoy.

14.8.10

Que la política no meta su cola.

Una lista larga de parlamentarios hizo aparición esta semana en la Mina San José, en la III Ragión, todos con palabras condenatorias y con amenazas legislativas. Los fuegos del infierno, de la política chilena, se ciernen amenazantes sobre aquellos responsables de esta tragedia, que nuevamente afecta a la minería chilena.

Mientras escribo este artículo de opinión, a pocos metros de donde me encuentro se siente, con fuerza, el martinete de las perforadoras, rodeadas de vapor y polvo que incansablemente horadan las entrañas de la tierra para tratar de encontrar, en un gran esfuerzo de cientos de voluntarios, a 33 hombres que nos imaginamos, Dios quiera que así sea, esperando su rescate.
Chile, acostumbrado a reaccionar cuando las cosas pasan, no siempre actuando con anticipación, espera con ansiedad que tanto esfuerzo, tanta oración, tanta angustia de los familiares, sea recompensada y la mina devuelva a esta gente que se gana la vida, muchas veces perdiéndola.
Nos pasó con el terremoto, muchos hemos tenido antes, nos damos cuenta que aún no sacamos enseñanzas de los desastres. Nos pasó con el manejo de los fondos públicos, que luego que se robaron millones de dólares, se dictan leyes que aseguren la probidad en la administración de los recursos de todos los chilenos.
Miro al frente, una torre blanca de las perforadoras que penetran la tierra día y noche. En el lugar más alto uno de sus operadores ha colocado, hace días, una bandera chilena, símbolo de la gente común, de aquellos que no gobiernan y tampoco legislan, son los que producen, con la cabeza agachada, para llevar el pan diario a la mesa de su casa.
Giro la vista, y a los lejos, en las blancas carpas del campamento esperanza, hay clavadas en el cerro 33 banderas, también chilenas que nos dicen en el lenguaje de los símbolos, “no nos olviden”.
Bajo la vista a mis pantalones embarrados, con el trajín de más de una semana, y mis pensamiento vuelan a lo lejos, hace más de 40 años a un mes de febrero de 1964, zapatos y pantalones embarrados tirando una línea telefónica de más de cuatro kilómetros, para contar la historia de los siete mineros de Andacollo.
Es la historia que se repite, mucho que aprender, bastante que legislar. Los políticos harían bien en nos florearse tanto, con una nube de periodistas detrás, y concentrarse en legislar para que estas cosas no vuelvan a ocurrir.
Ahora, descubren que Sernageomin no cuenta con los recursos suficientes. Que la tecnología que manejan, en cuanto equipos, no sirve para el siglo XXI, que no tienen los vehículos necesarios. Condenan a otros, los que tienen la responsabilidad de asignar presupuestos acordes con la actividad minera nacional.
Yo, defiendo a la gente de Sernageomin. En su momento han hablado, se han quejado de lo mucho que se les pide y lo poco que se les entrega. Sus tareas de fiscalización necesitan de largos recorridos, buenos y seguros vehículos, instrumental etc. Ahora se les condena en boca de aquellos que proponen y los que aprueban las leyes y el dinero.
Que la política no meta su cola. Los que gobiernan y han gobernado, como los que legislan o han legislado en el pasado, deben también asumir su responsabilidad.
Veremos si el tiempo no hace olvidar a quienes llegan, desde el parlamento, a conocer la cruda realidad de la pequeña minería. Hay mucho trabajo por hacer, como fortalecer a los organismos fiscalizadores, dotándoles de Ingenieros, no solo expertos en la prevención de riesgos, aumentar los geólogos e ingenieros Geomecánicos en Sernageomin y especialmente tener en cuenta experiencias pasadas.
Se debe tener a mano planes de contingencia inmediata, cuando todas las buenas prácticas de explotación minera fallen, porque la naturaleza se cruza en el camino del hombre.
Fuertes sismos, fallas geológicas difíciles de detectar, vetas cada vez más complejas de manejo, son elementos a considerar.
Esta es, la minera, una industria no renovable y se requiere de un manejo legislativo moderno. Hay que revisar el código minero con el criterio que la productividad no se detenga pero, la seguridad debe ser un activo a considerar porque, cuando se vulnera son vidas humanas las que peligran.
Me quedo mirando la bandera, que flamea en lo alto de la torre de perforación, y pienso que Chile tiene que aprender de sus dolores y que la política es más útil cuando trabaja en silencio.
El viento agita en lo alto los colores patrios y en nuestros corazones la esperanza.

7.8.10

Política y diplomacia

Si alguien pensó que la última encuesta Adimark le había complicado la tarea al gobierno, probablemente, se equivocó. Pese a varias caídas en los porcentajes, el triunfo diplomático que se anotó el Presidente Sebastián Piñera, al lograr un apoyo indubitable del Gobierno de Ecuador en la discrepancia, que en la frontera marítima norte de Chile, mantiene con Perú, terminó al oficialismo por alegrarle la semana.

Todavía se discuten los resultados de la última encuesta mensual que hace Adimark. La lección es una sola, las variables que provocan que la opinión pública cambie de opinión son muchas y, a veces, de fácil corrección.
Aunque los políticos siempre dicen que no se gobierna en base a la encuestas, siempre ellas causan algún dolor y provocan reflexiones. No puede ser diferente en el gobierno de la Alianza por Chile, de “Coalición por el cambio no tiene nada”, y es así que han surgido algunos anuncios bien recibidos por la clase política y por una suerte de ósmosis se transmite a la ciudadanía.
Veamos las cosas que han comenzando a notarse y que, seguramente, en la próxima encuesta estarán representadas en los resultados. Un acercamiento tibio y una mejoría en el lenguaje e intenciones políticas del oficialismo con la oposición. Debe agregarse el reintegro de los recursos del FNDR a las regiones, restringidos a causa del terremoto y el aumento de los mismos, así como mayores recursos para las municipalidades. Sumemos el crecimiento, superior a lo pronosticado del Imacec y cerremos la semana con la firma de un acuerdo conjunto con Ecuador que, claramente, favorece la posición chilena en la controversia que se mantiene con el Perú en la Corte Internacional de la Haya, por los límites marítimos en la zona norte. Se puede agregar, además, los elogiosos comentarios del Presidente de Bolivia Evo Morales, sobre el trato que ha mantenido con el Presidente Piñera.
En una declaración conjunta, los gobiernos de Ecuador y Chile, en la parte fundamental señalan: “...la plena coincidencia respecto de la vigencia, alcances y contenidos de la Declaración de Santiago de 1952 y del Convenio sobre Zona Especial Fronteriza Marítima de 1954”.
Posteriormente el Presidente de Ecuador declaró a los periodistas. “Hemos conversado con el Presidente chileno el respeto absoluto a los tratados internacionales y una visión conjunta que tienen Chile y Ecuador en cuanto a los derechos del mar, que le asisten a ambas naciones”.
De alguna manera queda en claro que Sebastián Piñera ha demostrado que su reconocida capacidad empresarial la está replicando, con igual éxito, en el campo de la diplomacia, acompañado por un Canciller, al cual se consideraba como un absoluto inexperto, que se mueve con singular habilidad, asesorado por un equipo de cancillería que se quiere profesionalizar al máximo.
¿Qué le falta al gobierno para mejorar su posición frente a la opinión pública? Algo, a nuestro juicio, básico en política y que no es otra cosa que cacarear los huevos que se ponen sin pecar de soberbia, pero mostrando que los compromisos se cumplen y oportunamente.
Los traspiés de nombramientos de personas que no dieron el ancho y que se repitieron en varias ocasiones fueron criticados. La lección para no cometer esos errores debieron recogerse de igual experiencia, los chilenos las olvidamos con mucha facilidad, del gobierno anterior cuando se dijo que existiría paridad de género y que nadie se repetiría el plato.
Hoy se reconoce, además, que la política comunicacional del gobierno debe reorientarse. No es un problema de quien es la vocera. Las críticas para Ena Von Baer, más de oportunidad política, no tienen una razón de peso, el problema es el diseño. Ministerios e Intendencias, donde las cosas se están haciendo bien pero en medio de un silencio, de los resultados, que hábilmente la oposición aprovecha para atacar y reforzar sus propias posiciones políticas.
La comunicación debe ser fluida y oportuna, contar a la ciudadanía, con fuerza, sobre los temas que le son más cercanos, empleo, salud, educación, seguridad ciudadana, acceso a la vivienda etc.
El oficialismo ha tomado la bandera de los derechos humanos, de todos los derechos humanos, incluyendo lo que incomoda a algunos sectores opositores, como el caso de Cuba.
En definitiva una semana de la cual el gobierno puede sacar varias cuentas alegres en este batido de Diplomacia y política.

31.7.10

Encuesta y otras yerbas.

La semana política que finaliza nos trajo novedades. Entre otras la encuesta CEP, cada cual la interpreta como quiere, pero revela que lo que se discute, políticamente, no es lo que le interesa al ciudadano común y corrientes.
Se arman aburridas polémicas que no está en la agenda del país, aquel que vota y elige.


Esperada por todos, aparentemente es la encuesta más confiable para la clase política, CEP dio a conocer sus resultados la semana que finaliza. ¿Sorpresas?, aparentemente ninguna, los resultados son variables pero en lo que se refiere a la evaluación presidencial los “guarismos” estuvieron en la lógica para períodos similares de gobierno en sus primeros cuatro meses.
Hay algunos aspectos que sin embargo invitan a la reflexión, me imagino que a los involucrados también. Cuando se analiza el nivel de aprobación o desaprobación al papel que cumple la oposición, independiente de la posición política, la Concertación obtiene una aprobación de 26% y una desaprobación del 35%, hay un 26% que no aprueba ni desaprueba y 13% que no responde.
Para muchos la oposición, se incluye al P.C., ha sido dura, negativa y amarga. Se opone como si gobernara, crítica como si lo que debiera estar en las leyes es el programa del perdedor y no de la coalición que ganó la presidencia.
Ha sido difícil para los que gobiernan, excluidos democráticamente del poder por 20 años, insertarse en el sistema burocrático del Estado, como para quienes por dos décadas disfrutaron de las mieles, a veces en medio de episodios de corrupción, que entrega el poder.
Los roles de ambos bloques no han sido asumidos en toda su potencia y eso queda reflejado en las encuestas.
Los resultados muestran un aparato comunicacional oficialista que se ha manejado muy mal, en ello la Concertación supo manejar con maestría los códigos comunicacionales y el lenguaje de los medios, invirtiendo ingentes sumas de dinero en propaganda, legítima y bien enfocada a sus objetivos políticos.
Sin embargo la encuesta demuestra que al dejar el entramado que se puede tejer, desde las altas esferas, la Concertación baja en la evaluación ciudadana. Las cifras impactan por la falta de decisión para enfrentar las nuevas tareas no asumidas.
El año 2008, mismo período, solo un 25% les aprobaba, el año 2009 en tres mediciones de ese año fue subiendo de la mano de Michelle Bachelet, 36,38, y 41 % en Octubre. En esta encuesta, los que fueron gobierno solo logran un 29 % de probación. La coalición por el cambio va, de menos a más, alcanzando un 41%, en tanto que la desaprobación baja de un 38% en octubre del 2009 a un 25% el 2010.
Las cifras son variadas y ofrecen la posibilidad de estudios más detallados para los politólogos y dirigentes partidarios.
Hay un tema que llama la atención se refiere a la política embarcando a la ciudadanía en discusiones ideológicas que, a la mayoría, ya no interesan, eso produce una profunda desafección con el elector.
Cuanto se discutió el tema del indulto, declaraciones, publicaciones, protestas. En la mesa, por semanas, el tema de los derechos humanos. La encuesta Cep muestra que ese aspecto solo le importa a un 3%. Tenemos internalizado lo importante de estos derechos y la garantía de su respeto pero, parece entenderse, la clase política muestra sus inconsecuencias cuando aquellos regímenes afines a sus ideologías los violan, flagrantemente, como Cuba, y nada se dice. El ciudadano común y corriente asume que más que un tema ético, es una herramienta política que se usa cuando conviene.
Lo que más preocupa a la ciudadanía es, la delincuencia, los asaltos y los robos, allí el gobierno ha puesto uno de los acentos de su gestión. Le sigue la salud, la educación, el empleo, los sueldos y la pobreza.
La pobreza y la encuesta CASEN, nos aterrizó en una realidad no pensada, estabamos peor que antes.
Recomiendo leer un artículo escrito por el ex ministro del trabajo, (A2 El Mercurio 28 de Julio) Osvaldo Andrade (P.S.), no puedo estar más de acuerdo con su planteamiento, especialmente cuando señala que el 70% de lo más pobres tienen trabajo. Escribe Andrade, en uno de sus párrafos, “Ni el añejo chorreo ni el burocrático asistencialismo resolverán este dilema; sólo la negociación y el acuerdo de sindicatos y empleadores mejorará la productividad y transferirá parte de esta a los salarios”.
Queda camino por andar y muchas futuras encuestas por analizar.

21.7.10

La política de los pobres


Cada día parece más desordenada la política chilena. En algunos casos demuestra la ignorancia de algunos parlamentarios, como un diputado, amenazó con una acusación constitucional al Subsecretario de Deportes, lo que no se contempla en la constitución.
Otros pecan de inconsecuencia. Hay quienes dicen que la pobreza es culpa de otros, no de los que gobernaron.

La serenidad, la reflexión y pensar en el bien del país ha mostrado a una clase política inmadura, dividida, solo preocupada de desacreditar al adversario. Ha llegado incluso a pelear con su propia sombra, especialmente con la pobreza, en la anterior coalición gobernante.
Senadores, como Andrés Zaldívar, creen que la Concertación debe hacer una profunda revisión de los errores cometidos durante su último gobierno, pero esa necesidad ha sido reemplazada en una constante, criticar al gobierno por todo. Cada escándalo que las nuevas autoridades descubren, se deriva a la excusa que solo son pretextos para atacar a la ex mandataria Michel Bachelet.
La encuesta Casen desató las críticas, incluso de la Iglesia. Se nos había vendido la idea que la pobreza se batía en retirada ante los amplios programas sociales que se había puesto en marcha en el último cuatrienio, pero las cifras mostraron lo contrario.
Los análisis dejaban en claro que, a más recursos invertidos, nulo avance, solo un gran retroceso. Un sector de la Concertación hizo una fuerte autocrítica, mientras otro defendía la obra de la ex Presidenta, auto flagelantes y auto complacientes, emergieron nuevamente en una coalición que se niega a enfrentar sus propios fantasmas.
La verdadera igualdad de oportunidades y la meritocracia, se fueron por la borda. Llegaron, en todos los niveles o permaneció, en el gobierno pasado, un grupo de personajes que desviaron fondos, pagaron sobre precios, en definitiva, dilapidaron los recursos del Estado impidiendo que el dinero llegara a los pobres de Chile.
El resultado conocido no explica que todo sea culpa de la crisis mundial, ya que se nos aseguró, a los chilenos, que el país tenía dinero de reserva para enfrentarla. Lo que ayer era una fortaleza hoy suena a disculpa y justificación.
Proyectos mal gerenciados, con administradores deficientes y poco capacitados, hicieron que el dinero se fuera a cualquier parte, menos donde se debía invertir.
Negar esos hechos es desconocer que los chilenos estamos más, y oportunamente, informados que antes.
La constante perorata contra la iniciativa privada. El ensalzamiento del servicio público como única virtud nos deja donde estamos, en un profundo interrogante, sin reconocer si se ha entrado a saco en los recursos fiscales, en nombre de los pobre, o ha sido simple ineficiencia.
Crecimiento y justa redistribución fue lo que faltó y la encuesta Casen lo señala con claridad.
Acaba de conocerse, por ejemplo, otro escándalo de sobre precio de terrenos; la Armada vendió en Quinteros tres hectáreas a un particular el año 2008 por una suma cercana a los 100 millones de pesos, las mismas que, después, el Minvu compró en 700 millones de pesos para la construcción de los conjuntos sociales El Mirador 1 y 2, vale decir el Ministerio de la vivienda pagó siete veces el valor original. ¿Quién se benefició? con el sobreprecio, lo pobres no, por supuesto, hay un sumario ordenado la semana pasada.
Da la impresión que la V Región la llevaba en esto de los escándalos con el dinero Fiscal.
Esa autocrítica al dinero que se perdió, en Codelco, en Corfo, Chiledeportes, Onemi, Conadi, Ministerio de la Vivienda, Transantiago, pago de sobresueldos, Mop Gate etc., no se ha hecho en profundidad, solo se lanza una cortina de humo por los conflictos de interés, un supuesto sobre lo cual no hay ninguna acusación clara de que el Estado ha sido defraudado. Para lo que está probado, incluyendo condenas, solo el silencio.
Ocurrió en salud, con viajes al extranjero, un total de 3.193 viajes, vale decir 16,6 a la semana, incluyendo exóticos destinos como Tailandia, Vietnam, Malasia, Kazajistán, Emiratos Árabes, Kenia, Mali etc., en los últimos cuatro años
Incluso un funcionario del departamento de informática del Ministerio fue a España y no regresó. Tenía permiso sin goce de sueldo. El Ministerio le prorrogó el contrato y le siguió pagando el sueldo durante dos años por un total de 31 millones 323 mil 739 pesos.
Nos vieron, perdonen la expresión, las canillas, a los pobres también.




15.7.10

Las polémicas Bicentenario

No tenemos remedio. Nuestra clase política no tiene remedio. Está en los genes de todos, el chaqueteo, el pelambre y complicarnos la vida, incluso, ante los momentos más importantes de nuestra Patria.
¿Cuántos días feriados?, la encuesta Casen y para terminar, un indulto pedido por la Iglesia Católica. Sin conocer sus términos, esta última propuesta, desató un vendaval de críticas.


A dos meses de celebrar el bicentenario, Chile nos parece más dividido que nunca. La afirmación no es un simple capricho, debo agregar, nos dividen los políticos, aquellos que hablan y opinan sobre las leyes, las reformas, los proyectos. Son quienes copan la agenda informativa y provocan, en la mayoría independiente de nuestro país, un estado de zozobra y obligan a tomar partido a favor de uno u otro grupo.
Todos, oficialistas y oposición, lanzan leña a la hoguera de las polémicas. Tenemos derecho a preguntarnos si, en medio de descalificaciones, con pañuelos de desilusión, saldremos a bailar la gran cueca del Bicentenario. Emularemos, acaso, a patriotas y realistas que se enfrentaron cuando se realiza la primera Junta de Gobierno.
La Iglesia Católica, en la esencia del espíritu cristiano, propone un “Indulto Bicentenario”, una excepción para perdonar a personas que pudieran merecer la compasión del Estado. Surgen voces sobre el tamaño y la calidad de ese acto de misericordia. La legítima posición de la Iglesia no ha encontrado el eco que se buscaba, es más, salen a relucir los odios, rencores y descalificaciones mutuas, que desde hace 40 años siguen dividiendo a los chilenos.
Cada cual, alzando su propia y personal verdad, quiere ver a quienes les ofendieron de diferentes maneras tras las rejas, ojalá para siempre.
Oficialismo y oposición no tienen acuerdo. Nadie le pregunta a la ciudadanía, solo se escuchan las voces de quienes acceden, dados sus cargos parlamentarios, de gobierno o dirigentes de la política, a los medios masivos de comunicación.
El espíritu unitario de la nacionalidad, del mismo himno nacional, y la misma bandera se pierde en el tráfago de la discusión pequeña y de los argumentos ligeros.
Parece que nuestro país ha perdido en doscientos años el sentido de unidad, de causas justas y mayoritarias. Nuestra historia, lamentablemente, está marcada desde los inicios de disensiones. O’Higgins y Carrera, Balmaceda y los congresistas, de allí en adelante nos hemos jugado la independencia, en asonadas, golpes y matanzas.
Somos apenas 17 millones de habitantes y no hay voces serenas, líderes, que nos vuelvan a las raíces de un país que cuide de todos y de su progreso, progreso más en base al trabajo tesonero que a formulas políticas milagrosas.
Discutimos sobre la pobreza y en vez de unirnos, buscamos culpables, cuando la responsabilidad es compartida. Que cada cual haga lo suyo. El que genera empleo que pague la justa remuneración. El Estado que administre los recursos sin pensar en los votos que le reportará un determinado programa. Que los dineros sean administrados con eficiencia, pensando en los desposeídos, no viendo en cada rancho, y en cada familia que apenas sobrevive, una urna electoral.
En un país de 17 millones de personas que aún, después de 200 años, tengamos más de dos millones de personas en pobreza nos debe preocupar. La clase política cree que la solución es descalificarse mutuamente, están equivocados.
Es el momento de poner a todos los chilenos y chilenas, con buena voluntad, a trabajar intensamente para que cada hogar pueda decir que tiene más oportunidades. A sentirnos orgullosos de la tierra que habitamos, donde creamos que cada generación ha entregado su aporte.
No cabe duda que hay causas para unirnos, como nos unió un mundial de fútbol. Ahora tenemos la oportunidad de comenzar una tarea que no es deportiva, pero inmensamente noble. Derrotemos la pobreza sin pensar en el lucimiento de un Presidente, de un sistema político determinado, o de una receta partidaria infalible.
Más que polémicas o indultos, que parece no tenemos la madurez para apoyarlos, vamos por algo más sublime que es la solidaridad con aquellos que esperan tener trabajos, justamente remunerados, hogares que no se llueven en el invierno, hijos que puedan superar a su padres y enorgullecerlos con sus logros,
¿Es una utopía? Al Bicentenario le hace falta una gran utopía nacional.

10.7.10

Radiografía de una derrota

Hay dos libros que leer por aquellos que se interesan en el análisis político. Uno es “La estrella y el arcoíris”, autores Andrés Allamand y Marcela Cubillos, el otro, “Radiografía de una derrota”, del sociólogo Eugenio Tirono.
Ambos textos hacen reflexiones de los aspectos políticos que rodearon la derrota de unos y el triunfo de otros.

Debo confesar que cuando Eugenio Tironi anunció la publicación de “Radiografía de una derrota”, me puse en campaña para encontrarlo en alguna librería: Pese a una búsqueda constante parecía desaparecido. Pensé, mal pensado, que algún mecenas de la concertación agotó toda la edición para que nadie lo leyera.
Esta semana pasando por una librería, de aquellas que venden solo libros, veo en la vitrina el mentado y tan buscado texto.
Frente a la tensa situación política, con una oposición renuente a todo lo que provenga del gobierno, y un sector oficialista que no logra encontrar el justo término medio para negociar y avanzar en sus proyectos, hay párrafos del libro que resultan esclarecedores.
A la Concertación, luego de 20 años de gobernar, con una oposición bastante caballerosa y colaboradora, recuerden la mano que le dio Pablo Longueira a Ricardo Lagos cuando comenzaron los escándalos del MOP, le ha costado comprender que ya no tienen el poder, que lo han perdido, con ello las prebendas y cargos públicos de los que disfrutaron.
Del libro de Tironi estas líneas: “Necesita (la Concertación) una visión, un programa, una organización. La Concertación, pensaba, carecía de aquello. Lo que el estrecho triunfo de Lagos dejaba en evidencia era que la Concertación y sus partidos no habían cambiado al ritmo del país que ellos mismos habían transformado desde el gobierno. Así, mientras la ciudadanía se <>, los partidos se <>, perdiendo sus vínculos con la sociedad civil y llenándose de militantes que eran o aspiraban a ser funcionarios públicos”.
Hay muchos funcionarios públicos, que no son de carrera, que siguen a contrata, honorarios que llegaron a la administración pública con contratos precarios, anuales, donde el mérito r fue la presión de algún partido.
Tironi, ex socialista cuando las papas quemaban, y como lo escribe en su libro, nadie hacía cola para ingresar a ese partido, milita posteriormente en el PPD formando parte de la comisión política. Luego del Gobierno del Presidente Aylwin, pasó a la empresa privada y creó una exitosa consultora, además de escribir sus ya conocidas columnas de análisis político.
Volvamos a su libro: “Las cosas iban bien hasta que, cierto día, el diputado Esteban Valenzuela, a la sazón secretario general del PPD, me remitió una citación formal para que explicara por qué, en una columna periodística, había señalado que la UDI era un partido democrático, Respondí que iría a la citación, pero no a explicar la condición democrática de la UDI, cosa obvia, toda vez que los propios parlamentarios del PPD convivían y hacían acuerdos con ella en el Congreso”
Tironi escribe que, la reunión, era para representarle la incompatibilidad de su condición de empresario y consultor de empresas, con ser dirigente del PPD.
“Radiografía de una derrota”, es interesante. Al leerlo queda claro la trastienda de un estilo de hacer política tercermundista y aprovechador.
Los fraudes, la mala administración de los recursos públicos que conocemos, ahora, todos los días, revelan una cultura de la estatización para beneficio político. Los ciudadanos somos una excusa. La rapiña y el pillaje, de algunos, terminaron por ocultar en la sombras el desarrollo experimentado por el país.
Ahora da la impresión que se han desempolvado los viejos textos de estrategia política, de los 70, para iniciar una contienda que mira los intereses partidarios, dejando en cero las necesidades del país y sus habitantes.
El forcejeo de oficialismo y oposición resulta patético en torno a temas como el Royalty minero, el Transantiago, la salud y los desordenes administrativos, heredados de los gobiernos anteriores.
La Concertación ya no tiene el subsidio y la influencia de ser gobierno, les costará más recuperar el poder.
El oficialismo, por su parte debe aprender las lecciones que dejó el abuso del poder, el aprovechamiento del Estado, los errores, que posibilitaron la derrota de una coalición que por 20 años, no cabe duda, fue exitosa.