29.9.07

Uso correcto de los recursos.


El 30 de noviembre debe quedar despachada la ley de presupuesto de la nación con una notable expansión del gasto fiscal. Los recursos están, la voluntad de mantener un control sobre los mismos ha sido reiterada por la autoridad económica, solo queda esperar que las cosas se cumplan correctamente.

Cuando se habla de presupuestos expansivos, los gobiernos de la Concertación no siempre pueden exhibir, ante la ciudadanía, una conducta pulcra en el manejo de las inversiones del estado. Por alguna razón los buenos administradores del oficialismo han ido, paulatinamente, abandonando el buque insertándose en la actividad privada. Los relevos no siempre han reunido las competencias necesarias, en cuanto a conocimiento y a ética pública.

No se puede generalizar. En la raya para la suma el resultado del manejo macro económico ha sido extraordinariamente responsable, con el aliento de precios de intercambio favorables, y el extraordinario éxito en la apertura de tratados comerciales con las economías más desarrolladas del mundo. Nunca antes Chile había obtenido, en su historia, logros tan significativos en esta materia.

Pese a todo lo señalado siempre hay malas noticias. La manera de hacer política en el país, el chanchullo, el amiguismo, la componenda, el uso de resquicios legales, los cálculos políticos que valora o discrimina iniciativas sobre la base de cuantos votos puede representar una iniciativa determinada, constituye el factor desequilibrante al momento de emplear los recursos.

El oficialismo se ufana, muchas veces, del aumento del gasto en salud, en seguridad ciudadana, en infraestructura etc. Una ley económica básica es que el monto del gasto, o de la inversión no es lo fundamental, no constituye un único argumento, es tan solo una base. Lo que importa es como se invierten los recursos y que efecto producen.

El reciente paro médico ha demostrado que pese a todas las inversiones hay graves falencias en la salud. Que en importantes patologías del AUGE, un logro que duda cabe como programa, no se cumplen los plazos legales de atención.

El caso más estremecedor es el de Katherine Casas-Cordero, en Maipú, asesinada por su pareja. En Julio y en Agosto presentó denuncias en el tribunal de familia por violencia. Fue citada a audiencia para el 12 de Octubre, sin ningún tipo de medidas de protección. El 25 de Septiembre era cruelmente asesinada.

Hoy los tres poderes del estado discuten quién tiene la culpa. La ministra del Servicio Nacional de la Mujer, Laura Albornoz dice: “No se necesita que haya una audiencia para decretar medidas de protección. Cuando existen presunciones de riesgo, que es algo que debió evaluar el tribunal, cuando se recibió a la mujer que fue asesinada, se pueden decretar medidas de protección”

La jueza Gloria Negroni acusó al Gobierno de no otorgar los recursos, hay un proyecto para aumentar jueces y personal de apoyo, en el congreso nacional, al que no se le ha puesto urgencia para su despacho

La verdad es que la ley en su concepción es buena, pero al igual que el transantiago, los ferrocarriles, los puentes que se caen y otros dineros malgastados, la implementación de los proyectos no hacen honor a un empleo eficiente.

Los tribunales han debido atender la derivación, por parte de Carabineros, solo el año pasado de 96.000 denuncias por violencia intrafamiliar.

Desde el año 2006 que se advierte que los tribunales están colapsados. El gobierno propone nombrar en total 316 jueces. La oposición piensa que su número debe elevarse a 517 en todo el país.

Estas discusiones de lo poderes públicos no le devolverán la vida a Catherine, ni su madre a dos pequeños niños.

24.9.07

Seguridad ciudadana, en busca de la causa perdida.

Luego de la trágica muerte, asesinado presuntamente, por un joven de 18 años durante las protestas del 11 de septiembre del cabo Cristian Vera, el gobierno ha meditado profundamente de las repercusiones que ese hecho ha causado en la opinión pública.

¿Se analizó lo primero? los errores y malas señales que el Gobierno envió a la ciudadanía cuando, de manera pública, apareció en la televisión, descalificando el actuar de la policía uniformada, la Presidenta de la República. Con razón o sin ella, eso es un error comunicacional enorme. Si había algo que reprochar debería hacerlo en privado. La confusión del momento donde miles de estudiantes tenían prácticamente arrinconado y sorprendido al gobierno, seguramente provocó esa declaración que, a mi juicio, fue un mensaje que impactó, creo, al carabinero que era notificado que si usaba la fuerza, autoridades civiles, que no saben lo que es recibir piedrazos, ser quemados vivos, recibir balazos, defenderse de todo tipo de proyectiles caseros y cuidarse de no recibir ácidos corrosivos en el rostro, les hacían para que actuaran sin repeler.

Y en esas y otras manifestaciones callejeras, vimos como se quemaba una ventana del palacio de la moneda, la policía retrocediendo ante grupos que les agredían en completa impunidad, hasta finalizar con actos que se repiten en varias ciudades del país, incluso la nuestra, donde grupos de vecinos se unen para defender a delincuentes e impedir la acción de quienes tienen el deber legal de proteger la seguridad de la ciudadanía.

Y comienza toda suerte de diagnósticos, Que es el lumpen, palabra que puede definir muchos conceptos y que, finalmente, suena justificación más que definición, los traficantes de drogas etc.

La Presidenta a dicho que primero quiere tener un diagnóstico, eso es imposible cuando la violencia del delincuente, del narcotraficante, se confunde y mimetiza con la violencia de palabra y acción que impulsa la pasión política.

El jueves, en la Moneda se efectuó una reunión cumbre. Se anunciaran medidas para disminuir la violencia callejera, el tráfico de drogas, y la criminalidad. ¿Habrá alguna medida de cordura para que senadores mediáticos no agredan a carabineros, y protesten contra el gobierno que dicen apoyar con mucha fuerza?

El párroco de la Iglesia de San Cayetano, de la población La Legua, sacerdote francés Gerard Ouisse dice “La semana pasada nos reunimos 18 personas de acá, representantes de diversas organizaciones y con distintas orientaciones políticas o religiosas, y llegamos a la conclusión que el problema no es la miseria material, que la hay, sino la miseria cultural y la falta de ética”, esto en referencia al narcotráfico que pone armas en manos de jóvenes. Agrega el sacerdote Ouisse que por la vía de los análisis institucionales, siempre se llegua a lo mismo: “más carabineros, más cárceles, más represión”. Desde su mirada evangelizadora “el punto de partida es la educación”.

Los políticos, según el color del cristal con que se mire tienen su propia y particular visión. Piñera señala que la principal diferencia respecto del Gobierno es que en La Moneda "no hay voluntad" real de desactivar a los grupos que provocan desmanes.

"Cuando el senador (Alejandro) Navarro le pega a un carabinero, lo que está haciendo es mandarle un mensaje a cientos de miles de jóvenes que prácticamente se sienten con el derecho de matar a un carabinero como ocurrió con el cabo segundo Cristián Vera"

El presidente del partido Radical, el senador Gómez expresa piensa “Creo que se cometería un error si sólo se sanciona y no se contemplan medidas para reinsertar a un sector de la población”

El senador Orpis (UDI) piensa que "la verdad es que el diagnóstico está bastante claro y hace bastante tiempo. Yo creo que más que comisiones, lo que se necesita es tomar acciones porque no se necesita formar comisiones para sacar las armas de las poblaciones, hay que tomar medidas". Esto dicho en el contexto de crear alguna comisión investigadora para el tema.

Finalmente la voz oficial, representada por el Ministro secretario General de Gobierno expresa que los desmanes del 11 de septiembre corresponden a “delincuencia pura y dura y ésta se combate con mano firme, medidas muy estrictas y aplicando el derecho en toda su dimensión”. El ministro, llamó a la oposición a no sacar ventaja política de esta materia y a colaborar para “construir un consenso respecto a cómo enfrentar el tema”.
Cuando la política diagnostica y elucubra las medidas, que Dios nos pille confesados.

15.9.07

¿Delincuencia, lumpen o política?

Los sucesos del pasado 11 de septiembre han provocado una fuerte polémica en la sociedad chilena. Cada cual busca encontrar una explicación y, de verdad, da pena oír a los políticos, con las excepciones de siempre, hablar de frustraciones en la gente, desigualdades económicas, colusión con el narcotráfico, y complejas situaciones sociológicas.

En todas las opiniones escuchadas una verdaderamente razonable, creo que expresada por el mejor diputado de la Cámara, su presidente Patricio Walker, “ me molesta que haya agrupaciones que siguen explicando este tipo de delitos por cuestiones sociológicas".

"Algunos representantes del Frente Manuel Rodríguez explican esto por la desigualdad y los bajos ingresos. Eso no es aceptable". El diputado tiene toda la razón. Nuestro país crece, para algunos a ritmo muy lento, pero las exportaciones aumentan año con año, la cesantía disminuye y ahora solo el brote inflacionario nos preocupa. Tenemos tratados comerciales con las economías más desarrolladas del mundo.

Desde la propia coalición oficialista surgen opiniones tan increíbles como la del secretario general del PS, Marcelo Schilling, quien señala que es también relevante la desigualdad social al intentar explicarse los hechos de violencia, en especial frente a la constante "incitación a un consumo de alto estándar, principalmente a través de la TV, que se puede traducir en irritación".

Si el gobierno nos dice, todos los días que la pobreza ha disminuido y es uno de sus logros importantes, resulta insólito asegurar que los avisos de la TV impulsan a robar supermercados, destruir colegios y asesinar carabineros.

Aquí hay una alta responsabilidad de la clase política chilena, sin excepciones, ellos todos los días compiten con un lenguaje descalificador, con ironías, como la del propio Ministro Secretario General de Gobierno al hablar del “millonario Piñera”, como si ser exitoso fuera un estigma, un delito.

Ese tipo de lenguaje, las agresiones entre parlamentarios, la contienda entre comunistas y socialistas para demostrar quien es mas leal al ex presidente Allende, la siembra del odio constante por lo ocurrido hace más de 30 años sigue, por boca de esta elite parlamentaria y gobernante, dividiendo a los chilenos entre los unos y los otros.

Por eso si usted, lectora o lector, se compra con mucho esfuerzo un auto nuevo, es probable que a los pocos días se lo rayen con un clavo, o le roben la radio o le tiren una piedra. No importa si en su mejoría de vida usted ha trabajado de sol a sol, no faltara el político que siga hablando que es una desigualdad que a usted le vaya bien. Si hace una ampliación en su casa, si la pinta bonita para el dieciocho no faltara quien le raye sus murallas con spray, mientras en la Cámara de Diputados duerme una iniciativa, por tres años, que castiga esa conducta.

Desde la oposición se señala que el culpable de la violencia es el gobierno. No creo que así sea, pero sí es responsable y en ello hay una diferencia notable. Todo Gobierno no puede eludir su responsabilidad de dar seguridad a la ciudadanía. La culpabilidad es una actitud dolosa, no aplicable a esta situación.
Con el Gobierno, todos somos responsables ciudadanamente. Padres, que no les interesa si sus niños están quebrando vidrios, lanzando bombas incendiarias, quemando neumáticos, robando y asaltando.

La clase política, con sus ejemplos de descalificar, en cada oportunidad al adversario, de hacer declaraciones irónicas, de inducir a diagnósticos errados a la ciudadanía, nos conduce por el camino del antagonismo.

Los que vivimos como periodistas la década del 70 vemos, con mucha preocupación como el lenguaje político y la violencia que genera en la sociedad, nos golpea nuevamente.

El gobierno es responsable, no culpable, cuando vimos el año pasado, con asombro, a la Presidenta Bachelet descalificando el actuar de carabineros. Hoy se llora la muerte de un cabo que estaba impedido de responder, más allá de defenderse con su escudo y su valor, de quienes como los cobardes siempre lo hacen, le dispararon en la oscuridad de la noche.

Hoy nos prometen mano dura, actuar hasta las últimas consecuencias. Primero, que la política modere su lenguaje panfletario. Que los políticos dejen de lado la ambición enfermiza por mantenerse o conquistar el poder, como si fuera un trofeo necesario para derrotar al adversario. Cuando dejen de lado ese odio enfermizo que les anima y trabajen para que vivamos y progresemos en paz, con justicia real y piensen solo en Chile y su bienestar, terminaran los saqueos, las bombas, los rayados y los robos.

8.9.07

El senador Navarro y el 39,1 %


Escribo este artículo influido por dos hechos relevantes, la última encuesta Adimarc que otorgó un nivel de 39, 1 % de aceptación a la gestión de la Presidenta Bachelet, el más bajo de sus 18 meses de gobierno, y el palo en la cabeza que recibió el senador Alejandro Navarro durante la manifestación de la CUT.

Tengo la sensación y soy muy sincero al expresarlo, que la mayoría de la clase política, oficialismo y oposición, están disparando toda suerte de dardos, de palabra, acción u omisión, contra el palacio de La Moneda y su habitante más importante la primera mandataria, así bien en femenino.

Si nadie entiende a la oposición en sus guerrillas absurdas, casi de coche cuna en política, menos se entiende a quienes tienen que enfrentar los problemas y disfrutar de las mieles del éxito, cuando se es gobierno.

La concertación, rápidamente, se descoloca cuando los trabajadores salen a la calle. Les cuesta creerlo, ya que en sus genes, especialmente la izquierda, han estado acostumbrados a integrarse con los que protestan. Les es difícil asumir que son parte y co responsables de gobernar, correr los riesgos, hacer gestión y también equivocarse. El que gobierna siempre debe enfrentar esas alternativas.

Cuando las cosas van bien muchos se suben al carro. Todos juran lealtad eterna a la mandataria, loas a su presidencia, elogios a cada iniciativa que va al parlamento, sin embargo, cuando se necesitan los votos no todos están. Cuando hay que cerrar filas para lo bueno y lo malo, mucho rehuyen el bulto.

Finalmente se protesta contra el propio gobierno, aduciendo la libertad de manifestarse en democracia. Es justo que así sea, pero los que son co responsables con la presidenta no pueden estar siempre en las dos trincheras.

¿Qué hacía el senador Navarro involucrado en la protesta, agrediendo carabineros y recibiendo un palo en la cabeza? Seguramente se tendrá que colocar en Wiquipedia, el Art. 60 de la Constitución política de Chile, que en algunas de sus líneas señala “.cesará en su cargo el diputado o senador que ejercite cualquier influencia ante las autoridades administrativas o judiciales a favor o representación del empleador o de los trabajadores en negociaciones o conflictos laborales sean del sector público o privado. Cesará asimismo, en sus funciones que de palabra o por escrito incite a la alteración del orden público”.

El senador Navarro no solo recibió un palo en la cabeza hecho lamentable por cierto, pero oculto, como un video posteriormente lo puso en evidencia, el fue primer agresor, saltándose absolutamente el ya mencionado Artículo 60.

Debemos recordar que el artículo de marras, forma parte de la Constitución de la República firmada el 17 de Septiembre de 2005, por el Presidente Ricardo Lagos Escobar y todo su gabinete.

Escándalo por el palo al senador, silencio absoluto cuando un carabinero es quemado por una bomba molotov, agredido y golpeado por turbas descontroladas. En el congreso nadie grita, reclama o visita al carabinero, hombre o mujer, herido en actos de vandalismo.

El senador incita a una protesta contra su propio gobierno y la Presidenta que el contribuyó a elegir. Su actitud de ser agresor y permitir que se mostrará parcialmente la verdad, mereció duros comentarios de otro senador de la República, Jorge Pizarro, quien había solicitado, antes que se conociera el último video, se investigara el incidente. “Me arrepiento, porque las imágenes de Navarro, son vergonzosas. Como dicen en el campo, fue por lana y salió trasquilado, y no es primera vez que sucede esto lamentablemente. Voy a hablar con el presidente Frei para manifestarle que todo lo que solicité la semana pasada quede sin efecto".

El 39,1 %, es resultado de una actitud de ser o no ser, de estar o no estar, en definitiva de apoyar a la Presidenta Bachelet cuando los vientos son favorables, pero cuando soplan tormentosos, mirar para otro lado, ¿porqué la presidenta es mujer?

Cuando dio la cara por el Transantiago demostró tener más pantalones, que muchos que a la hora de asumir responsabilidades se esconden. ¿Varonil actitud?

1.9.07

Las anchas alamedas


El miércoles 29 fue la protesta convocada por la CUT contra el gobierno, y por las reivindicaciones sociales, que esta organización, multisindical, estima no han sido satisfechas.

Una vez más quedó claro que estas convocatorias, no por voluntad de sus organizadores, son aprovechadas por quienes buscan delinquir impunemente, destruir y provocar situaciones de violencia.

Quedó también en claro como, en la concertación, resulta difícil separarse de aquellas antiguas banderas de lucha y conciliarlas con el apoyo y lealtad al gobierno y a la Presidenta de la República.

Acostumbrados a la adhesión a temas sobre los cuales, no cabe duda, el gobierno de Bachelet ha hecho grandes esfuerzos en cuanto a equidad social, les cuesta a muchos concertacionistas mantenerse como parte del oficialismo, responsables de los actos de gobierno, y de lo bueno o malo que Chile a vivido y vive en estos últimos 18 años.

Ya ha quedado gastado el argumento de culpar al gobierno militar de todos los males. Cuatro Presidentes de la Concertación han ocupado la Presidencia en elecciones democráticas, con las respectivas mayorías parlamentarias que no se pueden discutir, pero cuesta sumarse al oficialismo cuando los trabajadores le representan a los gobernantes que están descontentos.

El ministro Secretario General de Gobierno, Ricardo Lagos Weber, casi resignado, declaraba el jueves pasado, “no es contradictorio y ha ocurrido en el pasado y seguramente ocurrirá en el futuro, que sobre determinados temas parlamentarios o partidos políticos de la coalición piensen distinto, tengan una postura diferente a la política general del Gobierno, porque esta es una coalición. Sin embargo, creo que la oportunidad y la forma en que se pueden expresar esos disensos hay que verlos con mucha responsabilidad y lo dejo a juicio de la ciudadanía pensar si es que en esta oportunidad eso se cumplió o no".

La polémica suscitada después del 29, donde el oficialismo parlamentario, incluyendo un ministro de estado y la oposición, apoyaron la protesta nacional de la CUT, quedó entablada de inmediato dejando en la ciudadanía, no comprometida políticamente, una sensación desilucionante de los códigos y conductas de la clase política en general.

Soledad Alvear, senadora y presidenta de la DC declaró, “los partidos de gobierno debemos apoyar al gobierno, y eso es lo que Chile espera de quienes votaron por parlamentarios de gobierno y por los partidos políticos que acompañamos a la Presidenta Bachelet”.

Sergio Bitar, presidente del PPD, expresó, “cada partido asume su responsabilidad. Nosotros vamos a analizar en la Concertación cómo actuamos para darle el máximo respaldo al gobierno en la línea de los planteamientos de los trabajadores, pero sin la necesidad de recurrir a hechos que a veces perdemos el control y que generan más bien un retroceso que un avance”.

La presidenta Michelle Bachelet por su parte señaló, “ Quiero decir que el compromiso de ser gobierno hay que asumirlo plenamente, no se puede apoyar al gobierno día por medio"

Camilo Escalona senador y presidente del PS, dijo "Lamentablemente al final, en el balance, prevalecen en la retina de la gente los destrozos (...) en ese plano, muchos critican el apoyo del PS a la marcha. No obstante, el tratar como una especie de paria a la CUT (...) me parece un gravísimo error, que no estamos dispuestos a fomentar".

Ricardo Lagos Escobar, ex presidente de la República, “Estos episodios le hacen un daño a Chile, la forma que tenemos los chilenos de expresarnos es distinta. Para eso conquistamos la democracia. El Chile real es el que trabaja cada día, el que hace un esfuerzo diario y el que quiere cuidar lo que tenemos”.

En definitiva la CUT ha puesto el dedo en la llaga de las desigualdades sociales, que persisten luego de cuatro gobiernos de la concertación. El gobierno, por su parte, tiene que enfrentar, muchas veces, a opositores desde la derecha y a opositores que surgen del propio oficialismo.

Esta vez no se permitió que se abrieran, a lo menos para la CUT, “las anchas alamedas” de las que habló, en su póstumo discurso el Presidente Allende.