27.10.06

El oro de Hong Kong y el deporte

No me cabe duda que el título del presente artículo les llamará a confusión, sin embargo, no hay otra forma de analizar un fenómeno político basado en la desinformación y en el uso abusivo de métodos de comunicación, donde la ética de la política actual no reconoce fronteras.

Es una suerte de poker donde el juego consiste en quién inventa un cuento más escandaloso, perdiéndose todo el sentido de la realidad.

Cuando arreciaban los comentarios sobre la investigación de la contraloría en Chiledeportes, el diario de gobierno, La Nación, publica que en Hong Kong se ha descubierto un depósito de oro de 9 toneladas a nombre del General (r) Augusto Pinochet. La cancillería, a través del ministro Alejandro Foxley, dice que la información proviene “de una fuente seria y fidedigna”.

Desde la oposición la crítica no se hace esperar. Tratan de tender una cortina de humo, dicen, desde el gobierno para desviar la atención de las malversaciones de recursos en Chiledeportes.

El Gobierno asegura que todo se ha investigado reservadamente, aunque lo del oro, fue filtrado al diario oficialista, nadie sabe de donde.

Parece que en política vale lo de “su escándalo y otro más”.

Al examinar los documentos en los que se basó la cancillería, que recibe la denuncia el viernes 13 de Octubre y solo los entrega a la justicia y al Consejo de Defensa del Estado diez días después, se pueden apreciar, a simple vista algunas inconsistencias.

Los documentos que no son originales, solo fotocopias, indican que se trata de depósitos por 9 millones 620 mil kilos de oro, certificados por la empresa alemana Schell Security. En buen castellano esa cantidad representa el doble de la oferta anual de oro de todo el mundo.

La noticia señalaba nueve toneladas y los certificados, no originales, hablan de 9 millones 620 mil kilos, la sola fracción representa 620 toneladas.

¿Montaje comunicacional?, ¿Simple falta de acuciosidad de la cancillería que, teniendo, durante diez días la documentación, no hizo la revisiones y consultas internacionales?

Y así todo se enredó. El Banco, supuesto depositario de este tesoro, señala taxativamente en una declaración conocida el jueves, que se trata de documentos falsos proporcionados por un comerciante en oro de los Estados Unidos quien, no puede aclarar el nombre de quien se los proporcionó desde Alemania.

Mientras la polémica se desata, lo de Chiledeportes se mezcla con algo que no tiene nada que ver. Los políticos hacen grandilocuentes declaraciones, a favor o en contra. Muchos de los que aparecieron de inmediato expresando su opinión hoy guardan un avergonzado silencio.

Se reúne la comisión de deportes de la Cámara de Diputados, para escuchar a la subsecretaria de deportes, y el diputado Fidel Espinoza (PS) le dice al diputado de la Udi Ramón Barros “anda a contar los lingotes de oro”. La oposición se retira de la comisión sin escuchar a Catalina Depassier y sigue el escándalo.

Como de poker se trata, entonces, aparece un misterioso mail enviado supuestamente por un funcionario de gobierno, militante del PPD, con una lista de 10 parlamentarios, de ese partido, con asignaciones de un millón y medio de pesos para proyectos deportivos, lo que también parece un burdo montaje y es desmentido enérgicamente por los supuestos implicados. "Nos irrita y nos indigna que un funcionario de Gobierno y, además, militante del PPD haya creído que éste era un tipo de gestión que podía realizar" (Declaración oficial de la directiva del PPD)

¿Es esta una política seria? ¿Vivimos en un país democrático y civilizado donde se puede permitir a la clase política este circo romano?

Ave Cesar, los que van a morir en las garras de los montajes, de la comunicación mediática y absurda, te saludan.

No son, los que opinan con ligereza, capaces de poner cada cosa en su justa dimensión. Se condena sin pruebas. Se señalan culpables, en ambos casos, cuando las investigaciones solo se están iniciando.

Todos entran a la arena de las descalificaciones, mirando las cosas según conviene. Los políticos hablan de justicia, entonces, más serenidad y paciencia, dejemos que ella opere.

Que si el oro de Hong Kong es falso, entonces tengamos la grandeza de esperar cuál es la real dimensión de lo que ha ocurrido en Chile Deportes, antes de seguir en una pugna que solo nos coloca frente al mundo como un país lleno de ruidos y fantasía.


21.10.06

¿Quo vadis América?


Las recientes y reiteradas votaciones en la asamblea general de la ONU, para designar un miembro no permanente en el Consejo de seguridad, en el cupo reservado a América latina, nos muestra, claramente, como nuestro continente, incluyendo el caribe y Centroamérica, mantiene un rumbo errático, donde cualquier concepto de unidad y solidaridad entre naciones ha sido desterrado.

Siempre en política, especialmente cuando se analizan los grandes movimientos ideológicos, es difícil vaticinar lo que vendrá en esta materia, pero, cuando se trata de América, desde la dominación española a nuestros días, la constante es la misma.

Nos encerramos en nuestras fronteras, nos cubrimos de un gran nacionalismo, que cada cierto tiempo disfrazamos con discursos llenos de las frases, “socios estratégicos”, “pueblos hermanos”, “objetivos comunes”, “sueños de nuestros libertadores” etc.

No somos, en pleno siglo XXI, capaces de ponernos de acuerdo para designar un miembro del Consejo de seguridad, un ente de la ONU, que para los efectos no vale nada, dada su arcaica estructura donde quienes mandan son las naciones que permanecen indefinidamente y que tienen derecho a veto a las resoluciones que allí se adoptan. Es la hipocresía política en su más clara y alta expresión.

América cae en el juego, y se pelea a muerte.

¿Quo vadis América?, que sacrifica su destino común y su complementación de riquezas y aptitudes, por caudillismos locales que se disfrazan de nuevas revoluciones, de reivindicaciones de raza, y de anacronismos como la dictadura cubana, que algunos gobernantes siguen tomando como un ejemplo, a la vez que proclaman su apego a la democracia.

¿Quo vadis América? donde los países se chantajean, unos a otros, con el gas y con la energía.
¿Quo vadis América?, donde la política le promete a los ciudadanos redenciones sociales que nunca se cumplen, de la cual se nutren en votos entregando promesas.

¿Qué pasa con esta América joven que no es capaz de imitar a una Europa, territorio de dos grandes guerras mundiales, de crueles fracciones territoriales, de mutilaciones étnicas, de grandes migraciones. Europa un gran crisol de razas e idiomas fundidos por los horrores de la intolerancia religiosa, y por la sed de conquista.

Mirenla hoy, contémplenla hoy. Vean como sus fronteras son solo una referencia geográfica. Con una moneda común, con parlamento y con un destino que coloca a Europa como ejemplo de labrarse un destino colectivo, pese a tanto odio y división del pasado reciente.

Y en América, el populismo crece, alentado por la ingenuidad de gente desesperada en su pobreza, que busca y trata de encontrar a cada rato redentores.

Pero miren esta América que cuando trasladan el cuerpo de uno de sus líderes más potentes de las décadas del 40 al 70, son capaces de liarse a balazos miestran trasladan, en una suerte de fetichismo, su cadáver.

¿Quo vadis América?, más preocupada de las “mea culpa” por la ofensas del presente y del pasado.

“Mea culpa” de los europeos porque llegaron a este continente y casi exterminaron a los pueblos originarios.

Si de “mea culpa” se tratara invoquemos a Cristo y preguntemos “El que esté libre de culpe, arroje la primera piedra”.

Los musulmanes deberían hacer un “mea culpa”, por los 850 años de dominación en España.

Muchas naciones deberían hacer un “mea culpa” por el colonialismo, por las crueldades de la Guerra.

“Mea culpa”, por la guerra de la independencia. “Mea culpa” por la guerra del Chaco. “Mea culpa” por las dictaduras militares. “Mea culpa” por las ideologías revolucionarios de conquistar el poder por la fuerza de las armas.

¿El mundo debería ser, entonces, un gigantesco confesionario con grandes centros de penitencia, y millones y millones de mujeres y hombres golpeándose el pecho, mea culpa, mea culpa?

¿Quo vadis América?, si no somos capaces de perdonar nuestro pasado, aprender de el, recoger sus lecciones, no repetir los errores, y de verdad integrar nuestras fronteras.

Nuestros gobernantes, salvo honrosas excepciones, siguen con el lenguaje parvulario de añejos nacionalismos, de reivindicaciones que, parece, solo funcionan en una sola dirección, la de quien detenta el turno del poder.

Seguiremos votando entre Guatemala y Venezuela sin que nadie quiera ceder, porqué así somos.

¿Quo vadis América?

14.10.06

Un Intendente silencioso

Esta ha sido una semana donde la farandulización de la política ha estado más presente que nunca. Ya estamos siendo notificados, poco a poco, que tendremos 30 diputados más y en el senado 10 honorables.

Como una manera de cambiar el sistema binominal, pero sin perder fuerza política y dejar tranquilo al sector que se ha denominado “izquierda extra parlamentaria”, oficialismo y oposición están decidiendo un aumento de sillones parlamentarios sin ningún interés en lo que piensa la mayoritaria sociedad chilena.

El sistema binominal que a mi juicio ya es anacrónico en la vida política nacional, puede cambiarse a un sistema proporcional, algunos le llaman mejorado o lo que sea, sin tener que aumentar los cupos parlamentarios, un mayor costo fijo para el erario nacional.

Pagamos un punto más de IVA, pobres y ricos porque, nos dicen, se precisan mayores recursos, pero cuando se trata de pagarle sueldos y asignaciones adicionales a la “clase política”, siempre el dinero sobra.

Las encuestas evalúan muy mal al parlamento.

Se han aprobado leyes que después son criticadas por los mismos que las votaron favorablemente. Seguramente no las estudiaron y tampoco estuvieron muy atentos a la discusión de sala.

Muchos acusan baja asistencia ya que parte de su tiempo lo dedican a actividades político partidaria, que no agregan valor, para la mayoría de los chilenos que no tenemos militancia.

No quiero generalizar, porque hay buenos parlamentarios, estudiosos y serios y son un aporte al país, pero, lamentablemente, son minoría.

El sistema electoral permite que la votación de un buen parlamentario arrastre a una comparsa de políticos que solo quieren una foto de primera pagina, o aparecer frente a un personaje de notoriedad pero que en definitiva pasan, sin pena ni gloria.

El bochorno del homenaje a las campeonas mundiales de hockey sobre patines, no solo revela ignorancia, falta de organización si no que, además, un aprovechamiento mediático de la fama de unas muchachas que, casi a pulso, sacaron un título que enorgullece al deporte de nuestro país.

Hago estas reflexiones luego de observar la competencia, casi salvaje, que desató entre algunos parlamentarios y otras figuras públicas, la última visita de la Presidente Michelle Bachelet a la Región.

Daba pena ver a algunas personas “pechando” por estar a su lado. Buscando con ello vestirse, políticamente, con la popularidad de la mandataria.

Sin embargo no pasó desapercibida la actitud del Intendente Regional, sobrio, silencioso, desplazado, por el afán de robar cámara de algunos, en una segunda fila.

La imagen del Intendente Regional se ha visto potenciada por su sobriedad que la ciudadanía es capaz de percibir con absoluta claridad. Su actitud permanente refleja a una persona que hace mucho y habla poco.

Alguna experiencia tengo en manejo se imagen. La regla de oro es que debe responder a una verdad, a un estilo de ser y comportamiento que se pueda comprobar.

La buena evaluación no se obtiene saliendo al lado de la Presidenta en una foto, donde como dueño de casa tiene todo el derecho a estar. Esta se logra con gestión, con ideas, con un buen equipo, que lo tiene, y con un manejo sobrio de las comunicaciones personales, algo que el Intendente Ricardo Cifuentes ha logrado plenamente.

La ciudadanía busca y desea autoridades y parlamentarios que tengan un grado importante de transversalidad. No significa esconder sus visiones personales, pero entender que la verdad se compone de muchas partes y anida en variadas posiciones.

Hoy a nadie extraña la buena evaluación que obtiene, de la opinión pública, el Intendente Cifuentes, porque sentimos que nos representa con una gestión sin estridencias innecesarias.

En definitiva un Intendente silencioso pero ejecutivo y gestor.

7.10.06

Administrar y gestionar.


Esta semana que termina ha estado dedicada, principalmente, aparte de las polémicas por el voto de Chile a Venezuela, sí o no, al presupuesto 2007, el más expansivo de los últimos años.

Sin pretender ser aguafiestas en esta materia hay que recordar una ley inmutable de la economía, los presupuestos no son buenos por la cantidad de dinero y las actividades que ellos pueden generar, fundamentalmente, el éxito pasa por la forma en que se administran los recursos, control, eficiencia y la manera como se gestionan, vale decir cuanto valor se agrega a la inversión oportuna, en los proyectos involucrados, y como se obtiene la mayor rentabilidad social o económica del dinero involucrado.

Aunque creo que todos aplaudimos la alta inversión social y el destino de los recursos fiscales a diferentes áreas, no es malo recordar lo que pasa cuando falla el concepto de una correcta administración, especialmente el control.

Recordemos el pasado reciente, especialmente en los programas como los de empleo de emergencia. Solamente en una comuna, San Antonio, el PGE (Programa de generación de empleo) la Contraloría ha denunciado que, a lo menos, 15 iniciativas por un total de $ 334.582.000 fueron empleados para proselitismo político. Esta denuncia, en estas semanas en poder del ministerio público, se suma a los hechos que se investigan en Quillota, Valparaíso y San Felipe, sin olvidar los acontecimientos de Choapa.

No pretendemos prejuzgar en cuanto a la administración y a la gestión que el actual gobierno haga de los recursos que, seguramente, aprobará sin mayores dificultades el congreso, pero, del pasado hay que extraer algunas lecciones, especialmente en la administración y control, así evitaremos que a las pérdidas de recursos mal empleados, se sumen las pérdidas de los recursos mal controlados, como el caso del puente Loncomilla, las casas Copeva, las viviendas que se han tenido que demoler por estar mal construidas, las vías que a poco de pavimentarse, deben repavimentarse etc.

En medio de todas estas alegrías de un presupuesto importante en su monto, tampoco se debe olvidar que la manera de gestionar también hace una diferencia. Son millones de pesos que el estado ha debido cancelar por indemnizaciones de obras que no se terminaron, como algunas cárceles concesionadas, o por demora en la entrega de terrenos en vías concesionadas en Santiago.

En muchas áreas el gasto y la inversión, pensando en el futuro, pueden ser gestionados más eficientemente. Siempre se escucha cuánto aumentó la inversión en Educación, sin embargo esta igual generó la crisis de mayo. Mucho se ha invertido, y no se puede desconocer, en salud, pero igual la población, y los gremios tienen la percepción que no mejora pese a todos los avances.

En definitiva los presupuestos no son buenos o malos solo por la mayor o menor cantidad de recursos y el destino hacia el cual se dirigen, lo serán si se administran bien, con un buen control, oportuna disposición de los fondos, adecuada planificación y, como se gestionan para que su rendimiento sea óptimo en oportunidad y cobertura.

Mucho dinero se ha malgastado en anteriores administraciones por políticos, inescrupulosos, que hoy deben enfrentar a la justicia, pero también por la mala calidad de gestión o el no cumplimiento de las tareas fiscalizadoras.

Alegrémonos por un presupuesto expansivo como el del año 2007, pero que nadie se adelante a pensar que, por ese solo hecho, será exitoso y traerá beneficios para todos los chilenos, lo sabremos si se administra bien y se gestiona eficientemente.

El ideal es que el dinero no se quede enredado en un exceso de burocracia, en el pago de todo tipo de gestores, que hacen bajar el líquido destinado a invertir en solucionar problemas y crear caminos de auténtico desarrollo para todos los chilenos.

El Gobierno debe implementar sistemas que permitan medir, objetivamente, el resultado de la aplicación del presupuesto, especialmente en el área de los programas. Si solo se ejecutan obras, sin medir su calidad y eficiencia, se volverán a cometer los mismos errores que ya conocemos y lamentamos.