28.6.12

El baile de los que sobran y de los que faltan.



Bastó que el ex ministro de Hacienda de la Presidenta Michelle Bachelet, Andrés Velasco, hablara de las presiones del Senador Girardi para colocar en puestos de gobierno a personas de su confianza, léase claramente operadores políticos, para que la pista de baile partidario se encendiera a tope.

Cuando surgieron las primeras revelaciones de las supuestas presiones de un senador sobre el todo poderoso ministro de Hacienda de la ex Presidenta Bachelet, Andrés Velasco, era claro que surgirían muchas voces, a favor y en contra, de Guido Girardi. Para unos, el discutido parlamentario, quien tiene muchas historias, como las de las cartas en la Cámara de Diputados, el caso Spiniack y manipulaciones propias del “muñequeo” que tiene la política, es inocente como una blanca paloma y para otros, es la encarnación misma del mal, aquel que juega con cartas marcadas, busca eternizarse en el poder y procrear una red de contactos que le sustenten en las posiciones de mayor influencia.

Toda esta semana que termina, hemos tenido un baile de declaraciones y contra declaraciones, donde aparecen algunos que sobran, y no están, evidentemente los que faltan.

Los que faltan son los que están esperando que alguien los saque al baile, ofendidos o defendidos por el senador Girardi. Los que sobran son dispensadores de prebendas, que hace tiempo deberían dejar sus cargos.

Cuando estalla una bomba publicitaria de alto impacto muchos envidian no aparecer o no ser interrogados sobre el particular. Ministros, subsecretarios, parlamentarios, incluso el ex Presidente Lagos, no vacilan en decir que fueron presionados por las agencias de empleo parlamentarias, que; dejémonos de payadas, han existido siempre en nuestro país.

Lo del Senador Girardi no es nuevo ni debe llamar a escándalo, es de uso y abuso habitual, elegantemente se le llama, “cuña política”, otros más sofisticados le dicen “empujoncito”, algunos “tener santos en la corte”, mejor dicho en el parlamento.

Estamos en pleno baile dónde varios se disfrazan y ponen los ojos en blanco para decir, que estas cosas nunca han pasado en política, otros agregan, quiero ver las pruebas, cuando bien saben que esas artimañas y manipulaciones nunca dejan huellas.

“El que esté libre de culpa...etc.”



23.6.12

Que si y que no.




La política chilena se ha centrado, lamentablemente, en temas; se dialoga, no se dialoga. Es Bachelet candidata presidencial, sí o no. Siete mil pesos, del sueldo mínimo, que separa la propuesta del gobierno del piso fijado por la Concertación y parte de RN.

Lo primero es el dialogo, donde da la impresión que todos están sordos. Cuando la Concertación dice que sus temas son las reformas políticas, especialmente el sistema binominal, desde el gobierno dicen que les están haciendo imposiciones. El gobierno plantea que el tema son los problemas de la gente.

Un dialogo es para conversar, analizar y argumentar. Un dialogo se produce cuando se tienen puntos de vista diferentes y prioridades de temas distintos, de lo contrario no sería necesario conversar. El dialogo siempre es componente de una negociación, pero los políticos se atrincheran en sus posiciones y descalificaciones.

En definitiva, ni la oposición o el oficialismo, tienen la grandeza suficiente para entender que la mayoría ciudadana está cansada de peleas absurdas que no conducen a nada. ¡Conversen de una vez y ya!

Otro tema es Michel Bachelet, icono representativo del poder perdido, luz entre las tinieblas para aquellos que añoran el poder. Unos se preguntan si la carta enviada a la D.C. anuncia su postulación presidencial, otros creen ver que en sus opiniones al dialogo hay una clara intromisión en la política contingente. Algo de cordura a primado en medio de la calentura cerebral de ministros, diputados y senadores, está claro que una ex presidenta puede opinar de lo que se le ocurra, hasta el Presidente Piñera almorzó este año con ella y con otros ex presidentes, la reunión fue para hablar de temas políticos. Bachelet, al término de la merienda hizo declaraciones parecidas a las que ahora se le cuestionan.

Lo último, es el sueldo mínimo que favorece a unos 800 mil trabajadores, la CUT ha pedido 250.000 pesos, el gobierno ofrece 193 mil pesos, y muchos en RN, y la Concertación habla de por lo menos 200 mil pesos.

Nos dicen que este un país que crece, que tiene pleno empleo, que promueve a los grupos de menos recursos, ¿Es muy difícil que los empleadores abran un poco más la billetera a una mano de obra que igual resulta barata?

¿Que si y que no? Es el sino de la política chilena.

16.6.12

Dialogando con el dialogo.




Una polémica, que amenaza con develar otros problemas internos en los bloques políticos mayoritarios, es la que se ha desatado desde hace 15 días. No hay acuerdo para dialogar con el Gobierno, pero el problema es mayor, no hay acuerdo entre quienes necesitan, la oposición, dialogar con el gobierno.

Quien gobierna es el que marca la pauta. La democracia, cacareada y acariciada por muchos, parece funcionar solo cuando sirve a un lado político determinado. La misma democracia, en sus usos y costumbres, nos enseña que quien gana el gobierno lo hace en razón de una mayoría que se inclina favorablemente por programas que abarcan todo el espectro de las expectativas ciudadanas.

La subdesarrollada política chilena pretende que quienes gobiernen lo hagan conforme las ideas de los perdedores de una elección, ello hace que al transformarse, en opositores-perdedores, dediquen parte importante de su tiempo a torpedear al gobierno de turno, en palabras del Senador Quintana, Presidente del PPD, no dar facilidades para que un gobierno termine exitosamente su período.

El dialogo se plantea en que el gobierno cambie sus propuestas de acuerdo a lo que le gusta a la Concertación, pero hay un detalle, esta última perdió la elección y con ella su propio programa. Lo importante de un dialogo es que se reconoce que el derrotado representa una parte de la ciudadana por lo cual conversando se pueden consensuar acuerdos intermedios que deje satisfechas a las partes. Cuando no se quiere dialogar es la política la que pierde credibilidad y confianza frente a una ciudadanía, que cada vez, mas evalúa negativamente a senadores, diputados y partidos políticos.

Lo peor de un dialogo “mal parido”, es cuando una de las partes, la Concertación está dividida como nunca antes. Dice Camilo Escalona (P.S.), Presidente del Senado “La coexistencia de dos estrategias antagónicas nos paraliza en la Concertación”.

Tiene razón el Honorable Senador ya que su colega Quintana les tiene parados en el semáforo de los acuerdos, con la luz roja y el viraje señalizando hacia la izquierda a la tentadora calle que les muestra el P.C.

De esa manera cuando uno de los dialogantes no tiene clara su tarea ¿qué se puede esperar?

Las próximas elecciones nos podrían entregar una respuesta.

1.6.12

La verdad entre lo que se dice y lo que se hace.



"Si nos hubiesen creído en ese momento, y la Presidenta hubiese informado al país lo que había pasado, se habrían salvado vidas en Talcahuano, que es donde el tsunami fue dos horas después".

Declaración del Alcalde de Juan Fernández ante la comisión 27F.

La polémica con acusaciones cruzadas, entre oficialismo y oposición, fue noticia esta semana. Unos acusan a la Presidenta de ocultar, por consejo de sus asesores, la verdadera magnitud del tsunami que había azotado a Juan Fernández, con lo cual se perdieron por lo menos un par de horas que habrían permitido alertar al continente de este fenómeno.

"El pueblo está destruido por completo, todo destruido. Por la situación del momento, y la imposibilidad en que estamos, no tenemos un catastro de daños, fallecidos o desaparecidos. (...)No. No hubo sismo. Acá no se sintió un sismo, y eso fue el problema que se suscitó porque el mar comenzó a subir, en un tsunami empieza a subir, y era de noche y no hubo sismo. Ése fue el problema que se suscitó". Esto es lo que informó, directamente a la Presidenta, el cabo Raúl Díaz, a las 6:50 horas.

La Presidenta declara a la primera comisión, cuya misión era establecer las fallas de los organismos públicos en esta tragedia, "Efectivamente existió una... información que tenemos entregada tanto por observadores desde allá como por el retén de Carabineros, es que habría habido, no sé si puedo calificarlo de tsunami, pero al menos una ola de gran proporción”

Nadie le puede pedir a una Presidenta que deba conocer la diferencia entre una ola y un Tsunami, pese a que el cabo Díaz se lo menciona expresamente, por ello habla de una ola en tanto la Armada de Chile le había entregado información en contrario.

La Presidenta por consejo entre otros de la “Jupi”, decidió minimizar lo ocurrido y perdió el valioso tiempo de dos horas que podrían haber permitido evacuar la zona costera.

Falló la Armada de manera lamentable e indujo a las autoridades a una apreciación errónea.

Hoy la política hace un festín en su propio provecho.

Para los chilenos, el gobierno y sus instituciones no cumplieron su tarea y el liderazgo ejecutivo se lo llevó el agua, con más de un centenar de vidas de chilenas y chilenos, esa es la única verdad.