26.5.12

Política sacramental



La política en nada se parece a la religión, sin embargo, con el tiempo empieza a imitarle y a consagrar figuras como sagradas e intocables. Al son de trompetas de falsos profetas, proclaman a los cuatro vientos las virtudes y ocultan las humanas faltas y pecados.

Por lo menos llevamos un mes, siendo espectadores de los ataques que, desde el oficialismo, se lanzan contra una ex presidenta, la única que hemos tenido en Chile, como si se tratara de responsabilizar a Noé del diluvio universal, llueven las recriminaciones sobre algo ocurrido hace dos años.

El clima es propicio, la proximidad de elecciones municipales, parlamentarias y presidenciales, hace que la política busque, en la viejas historias, una manera clásica comunicacional para debilitar las presuntas ventajas de sus rivales.

Se ha perdido el sentido y la razón de la política y transformado, hace tiempo, en una forma dogmática, donde la verdad de cada cual es la que vale y el resto son simples pecadores que han errado el rumbo.

Por otro lado pasean en andas, en procesiones y manifestaciones, a una presunta santa de la política, una figura llena de todas las virtudes, donde sus errores no pueden ser mencionados, intocable, esperando que decida descender de las alturas de la ONU, para ingresar al templo de La Moneda, trayendo con ello toda clase de bendiciones, mejorías y progreso.

El pueblo, cansado de tanto profeta político grandilocuente, les ha vuelto la espalda a todos si miramos las encuestas. Las demandas de los postergados van por delante de los presuntos redentores terrenales. ¡Qué se creen! En su soberbia siguen con los viejos métodos, unos y otros.

Patético es ver parlamentarios levantando pancartas en el congreso, apoyando peticiones ciudadanas que ellos, en su momento, ignoraron o ni siquiera se enteraron. Hoy la política va detrás y la ciudadanía delante.

No hay derecho ni razón para que nos quieran enredar, en que si Michel es santa o pecadora. Todos tenemos una opinión de los errores que se cometieron el 27 F.

Ya la política no guía ni conduce. La ciudadanía a tomado el báculo en el peregrinar por un desierto donde hace tiempo la izquierda, el centro y la derecha se han extraviado.

16.5.12

Las banderas escondidas

La Concertación ha tenido banderas escondidas, ocultas durante 20 años. Eso se desprende de lo que ha dicho, en medio de la euforia de su triunfo, el nuevo Presidente del PPD Senador Jaime Quintana. ¿De qué banderas se trata, las de la U.P. o del Frap? ¿Son las banderas del pasado que, como fantasmas, ondean en el presente?

De los dos conglomerados políticos más gravitantes en la política nacional, la Concertación es la que obtiene menos apoyo, eso es una verdad ratificada en variadas encuestas, Hacen una primaria para elegir un candidato que postule a la alcaldía en Providencia, y el socialista sale tercero en tanto dos independientes ocupan el primer y segundo lugar. Solo 3.600 vecinos se interesan en concurrir a las urnas.

Cuesta abajo en la rodada, el PPD por lo menos su nuevo Presidente, anuncian un viraje a la izquierda, creyendo con ello que interpretan a la ciudadanía. Invitan a ser parte de la Concertación al P.C. que sigue considerando que una dictadura, si es comunista es legítima y si viola los derechos humanos también es correcto. Un P.C. que nunca ha criticado a las FARC que asesinan, secuestran, y trafican drogas.

Pero en la Concertación se necesitan milagros y refuerzos y, aunque el diablo venda cruces, el P.C. es bienvenido incluyendo futuros ministerios de un hipotético gobierno. Los milagros vendrán del norte.

Hasta la D.C. aunque pida explicaciones por lo del “viraje a la izquierda”, sabe que viene una reedición del populismo estatal, en tiempos en que el capitalismo desatado también está en crisis.

Tenemos nuestra propia “profecía Maya” repetiremos, con la conjunción de las mismas caras políticas de siempre, los errores del pasado.

El senador Quintana comienza a desempolvar las banderas escondidas. El Presidente de la D.C. advierte: “tengo la impresión de que junto con dividir, con polarizar y con izquierdizar, el gran problema es que ahuyenta al voto moderado de centro, que no quiere conflicto, que no quiere polarización, que no quiere izquierdización. Y por lo tanto termina constituyéndose, y esa es la paradoja de correrse hacia la izquierda, en un subsidio a la derecha”.

El señalizador de viraje ya está puesto, aunque se maneje contra el tránsito.

10.5.12

Lecciones de las encuestas



Las encuestas son como los balances una foto de un momento determinado. Muchos creen que las encuestas son las únicas que marcan la verdad de un resultado, no es así, por el contrario muestran una parte de la verdad.

A juzgar por los resultados de la última encuesta, la de Adimark en la semana que finaliza, los chilenos no tendremos Presidenta o Presidente de la Concertación, objetivo que tampoco logrará la Alianza.

Los concertacionistas no pueden aspirar como conglomerado político a regresar a la Moneda. Con un magro 19% solo les queda llorar, implorar un milagro para que Michelle Bachelet diga que sí, en ese caso no sería la Concertación la que volvería al poder sino que la carismática ex Presidenta. ¿Tendría alguna moral la Concertación para imponerle su programa de gobierno a una candidata que, “in extremis”, buscan con afán para recuperar el poder?

El magro resultado obtenido por ambos conglomerados políticos, el que gobierna y el que no ha logrado obtener unidad de propósitos para ganarse el electorado, señala que los vientos en política soplan de “sotavento” y no hay caso de un viento más maniobrable como el de barlovento.

Falta que se pregunte en las encuestas, si de vientos se trata, qué opina el electorado cuando se pretende navegar con ambos vientos, la cantidad de maniobras y manejos de aparejos de acuerdos y conveniencias cuando se hace con el Partido Comunista, antiguo socio de añejas dictaduras. Eso no se ha preguntado.

Ganan en las encuestas aquellos que no están contentos con nadie y con nada. Ganan las demandas sociales que, con razón o sin ella, piden todo gratis creyendo que el Estado tiene recursos que nunca se terminan. Marx, Engels, Lenin, Stalin, demostraron que la aplicación de esa doctrina terminaba ahogando al proletariado que decían defender, arruinando a sus estados como ocurrió con la vieja Unión de Repúblicas Socialista Sovieticas.

Es la forma de hacer política, oficialista y opositora, de gestar alianzas contra natura, la que está en crisis con un parlamento absolutamente desacreditado.

Los porcentajes son la pesadilla de aquellos que han hipotecado doctrina e ideas en el altar de las encuestas, vagando mirando hacia el norte.

4.5.12

Progresismo, entre la verdad y la mentira



¿Pueden llamarse progresistas los mismos que gobernaron el país durante 20 años? ¿Es el progresismo una manera programática o una definición más, tras la cual se esconden las viejas consignas de la izquierda tradicional? mezcla de quienes muestran una sensibilidad social, pero aceptan la “dictadura del proletariado”.

En política es importante el marketing y el uso frecuente de consignas, manera rápida de convertir a un electorado incauto. Mucho de lo señalado lo veremos en las tres campañas electorales que se aproximan, municipales, parlamentarias y presidenciales.

Más de cinco millones de electores esperan ser conquistados por las diferentes visiones ideológicas que, en lo doctrinario dominan las cúpulas partidarias, ya que la ciudanía siempre ha tenido otros parámetros para decidir su voto.

Oficialismo y oposición, la política en general, se encuentra profundamente debilitada de cara a una ciudadanía que, hace bastante tiempo, les ha dejado en el camino castigándoles con una total indiferencia.

Lo que le falta a la política chilena es “consecuencia”. Se adora lo que antes se quemó y se quema lo que se adoraba.

El slogan que hoy ha puesto de moda la Concertación el “progresismo”, está basado en una mezcla de añejos idearios marxistas, con utopías sociales que no fueron capaces de aplicar cuando gobernaron al país.

Progresismo, que no impide hacer alianzas con el Partido Comunista, defensor acérrimo de dictaduras, Cuba y Corea del Norte, con fuertes herencias de violaciones sistemáticas a los derechos humanos, incluyendo su apoyo a las Farc de Colombia.

Guido Girardi, no ve problemas en que ingresen a un eventual gobierno de Bachelet, ministros comunistas, partido totalitario que cuando gobierna lo hace sin aceptar otras manifestaciones doctrinarias.

El progresismo es interpretativo y auto referente. Es un apellido que se usa como propaganda y que nunca ha sido definido con claridad. Es una máscara para que los mismos que ya gobernaron el país vuelvan por sus fueros, incluyendo una presidenta muy querida en lo personal, pero que de ser candidata se tendrá que adaptar a nuevas reglas que bogaran contra las que utilizó en su mandato.