5.9.13

Cómo viene la mano.

Cómo viene la mano.
Las dos últimas encuestas, CEP y Adimark, y el cumplimiento de 40 años del pronunciamiento militar, o del golpe según el senador Udi Hernán Larraín, o de la dictadura según el Presidente Piñera, hay otro “golpe” en política. La evaluación de las dos principales coaliciones en la última encuesta llega en empate a un 22%.
Frente a las próximas elecciones – Cores, Congreso Nacional y Presidencial – en el marco de voto voluntario, augura una concurrencia difícil de predecir en las urnas. La política y la delincuencia, no es una comparación, son algunos de los aspectos que más aparecen desacreditando a quienes pretenden representarnos en diferentes áreas del Estado de Chile.
En lo referente a los 40 años muchos se erigen como jueces de lo que ocurrió y en el país se ha mostrado una parte de la historia, no el origen de la perdida de nuestra democracia y ello siembra confusión en los que no vivieron directamente los 1000 días de gobierno de la U.P.
Fue la clase política la que no pudo construir acuerdos, cada uno en su trinchera. Fue la soberbia de quienes solo obtuvieron un 36,6 % de votos, gestando cambios que la mayoría de los chilenos de ese tiempo rechazó.
La política, sigue siendo fuente de la polarización que el país vive, lo provoca una amenaza cuando la ciudadanía, tiene la facultad de votar o no sin que esté obligada.
Si la concurrencia a las urnas es muy baja, el parlamento, el gobierno regional representado por el Core, y el de la República, no tendrán el sustento necesario y la representatividad que otorgan las mayorías ciudadanas. Serán obviamente legítimos pero tendrán que prestar atención a lo que todos sabemos pero nadie reconoce, repetición de nombres y verdaderas líneas dinásticas, en la izquierda, el centro y la derecha.
Desorden absoluto para ser parte de las reformas, que la clase política introdujo, como las primarias, donde faltó establecer su obligatoriedad, solo voluntarias y vinculantes, revela una falta de compromiso con la democracia.
Los 40 años y todo lo que representó para uno u otro lado, dolores y quebrantos, no hay que olvidar que eso será difícil que se repita, con la segunda vuelta presidencial, nunca más la minoría gobernará a una mayoría.
Por ello es necesario votar, así sea nulo o blanco, pero la ciudadanía debe demostrar que el fundamento de una democracia estable es el voto.

30.8.13

CEP o no CEP

Emulando al gran dramaturgo Inglés, Shakespeare, parece que la encuesta última, que ha causado tanto revuelo, plantea los candidatos el “ser o no ser”. Como toda encuesta que se respete puede ser interpretada de las más diferentes maneras. Nadie pierde, nadie gana. Así es la política.
El oficialismo después de todos los problemas resultantes de la primaria, el retiro de Golborne que no ha perdido adhesión en la gente, la renuncia de Longueira, las polémicas provocadas por Ossandon y la entrada tardía a la campaña de Evelyn Matthei, avizoran un futuro complicado.
Sin embargo las encuestas no representan una muestra creíble para nadie, especialmente esta última que se hace con Matthei recién entrando en carrera. Sin embargo, es obvio que Bachelet tiene la mejor opción, aunque registre una caída de 11 puntos como personaje mejor considerado, manteniéndose igual en el primer lugar con un 64%, antes tenía un 75%.
El segundo lugar lo ocupa Laurence Golborne con 45% y un retroceso de 6 puntos en la medición, noviembre diciembre de 2012.
El tercer lugar lo obtiene Andrés Velasco que sube de 38 a 43%. En este listado Matthei ocupa el lugar 11.
En este revuelto panorama la pregunta predominante, de ser la tendencia Cep correcta, es ¿hay segunda vuelta? Según ME-O y Parisi, cada uno de ellos asegura que sí habrá segunda vuelta y sus nombres estarán en el voto. La derecha puede tener en Parisi su propio “Catapilco” y por su parte Bachelet tiene a ME-O cuya única opción es crecer, todo lo demás sería derrota. Y además debe poner orden a los desencuentros, como en Copiapó, entre P.C. y P.S.
Quedemos entonces con una duda de fondo; ¿Estas encuestas son creíbles, cuando “guatearon” bastante en las municipales? ¿Su metodología basada en el voto obligatorio, necesita más recorrido en el escenario de inscripción automática y voto voluntario, para tener un grado importante de certeza?
Las próximas semanas mostraran cifras que se acercaran más a la verdad. Cuando hay voto voluntario una encuesta debería requerir respuesta, solo de quienes manifiesten su disposición a votar, y definan luego, por quién van a votar.
Pero si la intención de estar en las urnas no queda clara el CEP o no CEP, conduciría a interpretaciones erróneas.

24.8.13

El último boy scout

Si mucha gente joven e idealista pensó que los líderes del movimiento estudiantil serían consecuentes, haciendo honor a su independencia, a las justificadas críticas que emitieron contra la clase política, ahora estarán desilusionados. Esta semana cayó el último boy scout, Giorgio Jackson, la Concertación lo capturó y por muchas explicaciones que entreguen,  ya no marcan él ni sus compañeros y compañeras un camino diferente.
Se han rendido a la tentación de ser parte de lo que antes criticaron.
La culpa, de una política enredada y una lucha encarnizada para nombrar candidatos, la tiene el sistema binominal. La fórmula electoral no ha sido un aporte a la modernización de nuestra democracia y, en su mantención, existe complicidad de todos los actores partidarios.
La aparición de caras nuevas, dejaba la sensación que una generación de relevo se estaba preparando. En un principio daba la impresión que no se alinearían con ningún partido, incluyendo a quienes militaban en el P.C., sin embargo la conveniencia electoral, la camisa de fuerza que pone en las nominaciones, el sistema binominal, los llevaron a caer en las mismas prácticas de quienes controlan la política en el Congreso y en los partidos, que son los mismos.
Hasta el final Jackson mantuvo su Independencia pero, finalmente, se rindió con la aplicación que inventó la Concertación de abstenerse de presentar candidatos en el distrito donde se inscribió, misma fórmula que permitió que el P.C. llegara a la Cámara de Diputados.
Personalmente creo en una democracia, donde mayorías y minorías estén representadas, para bien o mal, por los votos que se obtienen y no por fórmulas mañosas, que llevan a profundas divisiones internas en los mismos partidos. Nacieron de esas fórmulas los “díscolos” y los “descolgados”.
Bueno sería que los políticos legislaran para que las figuras independientes, pudieran acceder al parlamento con mayor facilidad, tomando en consideración que casi el 90% de los chilenos no militan en partidos.
Cayó el último boy scout. Su discurso se perdió como un grito aislado y cedió a la reglas del juego que fija una minoría, desprestigiada, caduca y llena de zancadillas. Las encuestas señalan su desprestigio.
Lo del “blindaje” de  Jackson y la actitud del R.N. Ossandon, son muestras de la distancia que existe entre las ideas y .la ambición.

15.8.13

Paris vaut bien une messe

PARIS VAUT BIEN UNE MESSE


La Moneda también.

Enrique IV de Navarra quiso ser rey de Francia, pero tenía el impedimento que no era católico. Pronuncia su famosa frase: “París bien vale una misa”, con ello manifestaba estar dispuesto a convertirse para que le dejasen acceder al trono. Bachelet al reunirse con los líderes comunistas del movimiento estudiantil, hace algo parecido.

La Moneda y el parlamento bien valen toda clase de vueltas de carnero, golpearse el pecho y abjurar del pasado, todo sea por los votos que, parece, no serán muy fáciles para aquellos que se declararon victoriosos antes de tiempo.

Esta semana la Ex Presidenta Michelle Bachelet se reunió en el segundo piso del salón de conferencias del Museo de Arte Contemporáneo, con ex líderes estudiantiles que organizaron protestas entre los años 2005 y 2012. El objetivo, hablar y explicar la posición de la Concertación en los 20 años que gobernaron el país sin dar una solución clara a los problemas de la educación.

La cita, fue coordinada por el dirigente comunista, mandato de su partido, ex presidente de la Feusach Camilo Ballesteros. El PC, buscaba entregar una señal de apoyo del movimiento estudiantil a la candidatura concertacionista. Mayoritariamente eran miembros de la J.C. No asistieron de Revolución Democrática ni de Izquierda Autónoma, que también protagonizaron las movilizaciones del 2011. En verdad si siquiera fueron invitados por sus críticas a la candidata.

En la reunión, Bachelet dijo estar consciente de que muchos marcharon contra su gobierno, “Varios de ellos probablemente marcharon en las calles recordándome, por decirlo de alguna manera, con carteles y todo eso. Hemos hablado con franqueza, con la verdad, pero también yo les he contado cosas que tal vez ellos no conocían”,

Bachelet les dijo que su gobierno no abordó con mayor decisión cambios a la educación y ello se debió, en parte, a que algunos asesores no le habían sabido transmitir la real dimensión de los problemas. ¿Gobernaron los asesores?

Por ello la política tiene explicación para todo. Como Enrique IV de Navarra podemos afirmar, con propiedad que “La Moneda vaut bien une messe”, o por decirlo mejor algunas mentiras blancas.

Vallejo, Cariola y Ballesteros, postulantes al parlamento deben pensar lo mismo. No importan los ideales solo valen los votos.



8.8.13

Los movimientos sociales

Los movimientos sociales
Ahora que los nombres de las próximas elecciones se están definiendo, vale preguntarse ¿qué es un movimiento social? ¿Cuál es la voz de la calle? Tienen desconcertados a los políticos y dando palos de ciegos a los mismos de su clase conformada por algunos elegidos, como los presidenciables y los que esperan repetirse el plato en el parlamento.
Los estudiantes que se toman establecimientos educacionales y universidades, que bajan" las tomas" para no perderse las vacaciones de invierno para, en tiempo más, volver a lo mismo. ¿Son un movimiento social? ¿Marchas de 150.000, estudiantes y trabajadores representan a la mayoría de los capitalinos, cuando Santiago tiene casi seis millones de habitantes?
Un corte de camino o neumáticos encendidos, bastan para poner nerviosos a los parlamentarios, proclives a reaccionar el desorden y la destrucción. Escuchan a las minorías violentas y gritonas, a estudiantes que pasan meses sin ir al colegio. A los que escriben libros sobre el país que sueñan y aún no se han ganado un peso trabajando, a las pancartas desafiantes, mientras una mayoría silenciosa contempla como se disfrazan de encapuchados para lanzar molotov. Cada vez que “la calle” quiere expresarse pierde desde el modesto kiosquero, hasta el comercio asaltado por turbas, unidas por la ignorancia y la flojera.
Algunos candidatos ofrecen bonos y beneficios, con cargo a los impuestos de los que trabajan sin pedir nada, sin quemar ni una hoja de papel, sin gritarle a nadie.  La política acostumbra a un sector de chilenos, a vivir gratis sin esfuerzo. Se entregan miles de viviendas sociales a personas que no las necesitan y las arriendan.
¿Quién pagara la cuenta, el Estado?
La voz de la calle, los movimientos sociales que nadie sabe cuánto pesan, salvo su violencia,  creen tener derecho a que se le de, lo que otros ganan con  esfuerzo.
La voz de la calle se expresa en marchas, cortes de vías y destrucción de bienes públicos, ¿qué se consigue? nada, solo algo de prensa,  ante una mayoría que no habla. No me cabe duda que los que observan los desordenes, el ingreso de la protesta a la Catedral de Santiago, la intolerancia de las ideas que sean contrarias a sus objetivos, se expresaran con votos.
Las elecciones serán las mejores redes sociales para quienes ya se cansan de aguantar a los que prometen “sacar a cien”.   

3.8.13

¿Se repetirá la historia?

La Centro Derecha tiene mucho que aprender le cuesta unirse. Se pelean y se separan por diferencias, a veces valóricas, otras sencillamente de estrategia política. La Udi se molesta porque Allamand competirá con Zalaquett  en Santiago Poniente, y R.N. porque Golborne  va en el Oriente.
Nunca piensan en positivo, de antemano asumen que dos candidaturas fuertes no permiten un doblaje. Cada cual quiere un candidato que aporte votos, pero que no le gane al de su partido.
Nos preguntamos se repetirá la historia en la Alianza con tanto tironeo a quien, con toda seguridad, será la candidata única del conglomerado oficialista.
R.N. decidirá en su consejo nacional si ratifica el apoyo que la directiva del partido entregó a Evelyn Matthei. En la centro derecha, surgirá el mismo síndrome de auto destrucción que enfrentaron a Lavín con Piñera. Recordaran que la suma de los votos de ambos candidatos era mayor de quienes votaron por Bachelet en primera vuelta. En Segunda la histona fue diferente, se sumaron los votos de otros candidatos de la izquierda chilena, incluyendo al P.C: que ahora corre por dentro, pero además a Piñera se le restaron muchos votos de los “lavinistas”.
El oficialismo se está consumiendo en ridículas pasadas de cuenta, piensan cupularmente y no escuchan a sus militantes y simpatizantes.
Inventaron algo nuevo que la candidata congele su militancia, eso sería más lógico cuando asumiera como Presidencia de la República, hacerlo antes no tiene ningún significado. Renace la vieja lucha de siempre de la UDI y R.N. que ha provocado el alejamiento de la vida partidaria de muchos militantes que prefirieron independizarse políticamente, ante directivas que solo se miraban el ombligo, sin percatarse que la lucha por el poder es también una conquista de las conciencias de los electores, que ahora no son obligados a votar.
Hay en política una doble tarea, convencer al elector que su voto es necesario y, además, convencerlo porqué un candidato es mejor que otro.
Pero las rencillas entre los dos partidos oficialistas, también ocurren en la Concertación  con  la irrupción del P.C. una trabajosa lista parlamentaria.
La última guinda de la torta, Bachelet pide que se suspenda la agenda legislativa. Su comando no quiere ley del deporte hasta después de las elecciones. ¿Se paraliza el país, para no perjudicar a la señora?

25.7.13

La política se pone faldas

Quien lo pensaría, dos mujeres disputarán la presidencia de la República, el resto de los candidatos harán su mejor esfuerzo pero tal como en literatura existe el “realismo mágico”, en política existe el “realismo político”.
La ficción se confunde con lo verdadero. Dos mujeres con historias diferentes pero paralelas, ambas hijas de generales y parte de lo que se ha llamado “la familia militar” Ni el mejor novelista, podría imaginar una trama de tanto suspenso.
Si Carlos Larraín no dice otra cosa, la Alianza deja atrás una semana, como señaló el Presidente Piñera, para olvidar. Aunque no se crea quien cortó el queque fue Allamand, al no aceptar ser candidato. Viejo zorro, el ex senador sabía que era una apuesta muy arriesgada ir con dos candidatos a primera vuelta, de perder el oficialismo, y salir detrás de Matthei, su carrera política terminaría de manera desastrosa.
Sinceramente creo que la Concertación no esperaba este desenlace, era para ellos el peor escenario y el menos posible, pero la política se define como “el arte de lo posible”. Hace una semana aposté, con otros cinco amigos, una cena gratis en un  prestigioso restaurant de La Condes en Santiago, cuando debatíamos quién sería el candidato de centro derecha. Mi nombre era la ex ministra Matthei.
El oficialismo no tenía otra salida. Golpeado fuertemente por la intempestiva renuncia de Longueira, la única manera de seguir en la pista era salir combatiendo, como los viejos y experimentados boxeadores y creo que la figura elegida es altamente competitiva.
Matthei elimina la diferencia de género, una ventaja indiscutible de Bachelet. Ambas saben acercarse a la gente, una más buena persona y hábil, la otra más dura y polémica. Las dos candidatas saben manejarse en un mundo de varones, donde la mujer que saca la cabeza por sí sola, sin ayudas mayores ni pitutos debe tener carácter y de vez en cuando esgrimir el lenguaje de batalla que los hombres usan de manera frecuente, pero cuando lo hace una mujer nos escandalizamos.
Nunca en la historia política de Chile habíamos tenido un enfrentamiento democrático donde las faldas, bien puestas y bien ganadas, sean las que predominen en un mundo donde mandaban los hombres.
Lo importante es que la Concertación no vuelva a la lógica del 73, o pretendan transformar una carrera presidencial en el “sí o el no”.