22.4.10

Conflictos de interés


Parece ser la palabra, a falta de otro argumento mejor, que más utilizará la oposición.
La señal es clara, cualquier cargo ocupado por una persona destacada y con méritos puede crear un conflicto de interés. ¿No será que nos hemos acostumbrado a la mediocridad del fracaso y poco éxito, para enjuiciar a las personas que se nominan ahora?


Fue una buena señal la dada por el presidente Piñera. Reunirse en pleno con la oposición en el palacio de “Cerro Castillo”, para hablar con franqueza los temas atingentes al gobierno, lo reconocieron parlamentarios de la oposición. El senador radical, José Antonio Gómez declaro: “Ayer ( martes) fue una reunión muy buena, muy franca, directa. El Presidente nos planteó el proyecto de reconstrucción que tiene, cuáles son los recursos que requiere, y nosotros le planteamos nuestras diferencias, pero también le dijimos que era nuestro ánimo apoyar todo aquello que nos permitiera reconstruir Chile. No tengo recuerdo que un Presidente se haya juntado con toda la oposición en una discusión tan amplia, por eso hay que valorar el acto democrático que se ha hecho, yo felicito realmente al Presidente por la iniciativa”.
Queda claro que el dialogo es un buen camino de entendimiento y rectificación, cuando es necesario, para que nuestro país no se empantane en discusiones estériles. El senador Gómez lo deja muy claro, cuando expresa: “Yo podré tener diferencias de fondo, podré decirle al Presidente que no me parecen algunas cosas, en ese sentido seré duro en algún momento, pero no me voy a equivocar si es que no existe decisión del Presidente de corregir lo que hemos planteado. No voy a obstaculizar un proyecto que en definitiva permite obtener recursos rápidos para reconstruir el país, no entraría nunca en una forma así de obstrucción política”.
Quedan algunos temas que resolver. Vender Chilevisión ya parece cosa acordada y las negociaciones se han iniciado, tema resuelto como argumento de oposición y de “conflicto de intereses”.
Resulta complejo definir donde está el conflicto y donde los intereses ya que, para que no existieran, se tendría que pensar en buscar en la mediocridad, en los fracasos y en las incapacidades, a las futuras autoridades.
Se podría llegar al ridículo más absoluto de decir, por ejemplo, que hay conflicto de interés si la Universidad de Chile contrata a un jugador que estaba anteriormente en la plantilla de la U.C.
Ya se han escuchado críticas por el nombramiento de ministros y otros altos cargos que provienen de la empresa privada. La pregunta es ¿de donde quieren que salgan si no es de trabajos exitosos?, más aún, renuncian a un mejor sueldo que en la administración fiscal.
La cantera política no siempre entrega la mejor gente.
Algunos reclaman porque se está designando a Diego Hernández como Presidente de Codelco. Conflicto de interés gritan, porque viene de la empresa BHP Billiton, donde se desempeña como presidente de metales base. Deja una remuneración que fluctúa entre 800 y 1.600 millones de pesos anuales, para recibir un sueldo que será del orden entre un 10% a un 20% de esa cantidad.
No dicen lo mismo del actual presidente de Codelco Juan Pablo Arellano que, probablemente, sea parte del directorio de Lan Chile en representación de las AFP.
En este país todos podríamos tener conflictos de interés. ¿Quién tiene la estatura moral para juzgar cuando lo hay y cuando solo es un pretexto para minimizar los éxitos, privilegiando el mundillo de la mediocridad?
Todo depende del color del cristal con que se mire. Podríamos decir que hay conflicto de intereses cuando un parlamentario, hay muchos, mantienen su negocios privados en marcha y sus acciones de sociedades anónimas muy bien resguardadas.
En política la hipocresía es reina. Ver la paja en el ojo ajeno y ocultar la viga que asoma en el propio, es un arte que se practica con frecuencia y constancia.
Más importante que la política de la mala fe, es la ética pública, es la seguridad que no habrán sobresueldos, sin pagar impuesto a la renta. Más importante es saber que no existirán coimas por negocios que aún permanecen ocultos, silenciosos y enterrados.
Por sobre todo que no se disfrace, con el argumento de los conflictos de interés, el enriquecimiento ilícito, las pegas fiscales sin justificación, el “apernamiento” en los cargos de personajes que viven de la política, con un sueldo fiscal.

15.4.10

¿De quién es la culpa?

Grandes especulaciones frente al “conclave de la Concertación”. Muchos esperaron que hablaran de sus problemas.
Una catarsis sería bueno expresaban otros.
Al final fuertes críticas de “los presidentes” al primer mes de Piñera y, en definitiva, palabras que eluden los diagnósticos.
¿De quién es la culpa que la Concertación perdiera el gobierno de la república y los privilegios de los cuales disfrutó durante 20 años?
Autocalificado como los mejores gobiernos de la historia de Chile se olvidaron de algo, tuvieron un trampolín importante, se encontraron con un país que salía de un gobierno autoritario, con graves violaciones a los derechos humanos, y una ciudadanía que quería cambios. Recibieron, un país distinto al que habría entregado Salvador Allende, si su período constitucional hubiera terminado de manera normal.
El Banco Central tenía dinero, el abastecimiento de alimentos era normal, las colas habían desaparecido y existía una administración pública eficiente. El centralismo ya no era brutal como en el pasado, por el contrario, apareció la regionalización y especialmente los FNDR, que permiten hoy contar con recursos de decisión local.
A partir de allí se pudieron emprender importantes reformas que impactaron fuertemente en el desarrollo del país. El mérito principal de la Concertación fue que, sin reconocerlo, prosiguieron en la ruta económica que el gobierno militar había marcado. Hay que reconocer que mejoraron los aspectos sociales, sin olvidar que el primer mapa de la pobreza extrema también lo levantó el gobierno plebiscitado en 1989.
El primer gobierno recuperó las confianzas perdidas, abrió la “caja de pandora” de los derechos humanos,hizo justicia “en la medida de lo posible”. Nadie buscaba el fracaso, mérito de la clase política, que no se puede desconocer.
El germen de la derrota comienza incubarse, en medio de exitosas gestiones y un panorama mundial que avanzó, rápidamente, a la globalización.
La Concertación debió reconocer que el terrorismo era una realidad en Chile, no una consigna para restringir libertades. Crean “la oficina” y emplean métodos, ajustados a la ley, que la extrema izquierda aún les reprocha.
Pero vienen dos gobiernos más, culminando con el cuarto, una Presidenta que se retira con un 84% de “popularidad”.
La Concertación no ha sabido interpretar las cifras electorales, menos las encuestas, como la IPSOS de esta semana.
La “gente”, de la cual tanto se habla en las campañas electorales no se sintió interpretada, curiosamente, ni de uno u otro lado.
Se escribió y discutió quién era más progresista, término que se puede interpretar según la ponencia de cada cual., “La gente” no lo entendió. Entienden como progreso, tener un mejor trabajo, estable, bien pagado. Entienden vivir en casas bien diseñadas, seguras, no Copevas.
A “la gente” le gusta un barrio seguro, los buenos colegios.
“La gente”, sintiendo una gran simpatía por la Presidenta Bachelet, castigó el intervencionismo electoral. Presentía que, ahora, la lucha no era por sus intereses, la lucha se libraba por mantener el poder y las prebendas. El idealismo de la Concertación, la mística y la creatividad, que fueron sus grandes activos, en alguna parte del camino se perdieron, de a poco, sutilmente, y no se dieron cuenta. Con las excepciones obvias, había más interés en mamar y profitar de los puestos del Estado que servir a los ciudadanos.
Lo que fracasó, fue un proyecto desdibujado, con un candidato que no ofrecía el desafío de la novedad. En elecciones presidenciales eso vale mucho.
No deben perder el tiempo buscando culpables, flagelarse innecesariamente. Ha fallado la forma de hacer política, de complementarse. No se visualizó, oportunamente, que el elector es esencialmente práctico, la majadería ideológica no la entiende, no la quiere, tampoco le gusta.
Me quedo con lo expresado por el docente de la Universidad de Chile, Sergio Micco (DC) sobre las razones de la derrota – El Mercurio 11 de abril - “..la institucionalización y la burocratización del poder, hasta perder contacto con la sociedad civil y los incentivos llamados colectivos, la patria y el bien común, son sustituidos por incentivos selectivos: status , poder y dinero eso es lo que nos ocurrió”.
Importante que, el actual gobierno también piense en ello, ahora.

10.4.10

Ambiente raro

Se respira en el aire político, casi siempre enrarecido, un ambiente contaminado, donde cuesta distinguir el rol definitivo que asumirá oposición y oficialismo.
Cada sector da la impresión de caminar a tropezones, sin distinguir por dónde va el camino definitivo. Fenómeno muy notorio en dirigentes partidarios y parlamentarios en general.

Leo en cartas al director del diario el mercurio una. La escribe Fanny Pollarolo, ex diputada socialista en los períodos 1994-98 y 1998 – 2002. ¿Por qué me llama la atención? La ex parlamentaria y ex funcionaria de SENAME, que a mi juicio hizo un excelente trabajo en esa organización, explica la razones que justifican que solicitara presentar su renuncia, Jefa del Departamento de Derechos y Responsabilidad Penal Juvenil, a contar del 14 de abril, lo que fue aceptado por el nuevo Director de SENAME, Francisco Estrada Vásquez, en letras de Pollarolo “distinguido abogado y experto en infancia y justicia juvenil”. El retraso en dejar el cargo le ha traído críticas de un lado y otro.
No cabe duda que la destacada ex parlamentaria desea hacer entrega de sus responsabilidades, de manera ordenada, detallada y en un tiempo razonable, lo que deja claro en su nota.
En estas primeras semanas del gobierno de Sebastián Piñera ha existido de parte de la oposición una estrategia muy clara, criticar la demora en la designación de los cargos, como si el gobierno del Estado y el traspaso de las responsabilidades, dependieran exclusivamente de la militancia política, no de la acuciosidad funcionaria en un país unitario, donde el Estado comprende a todos los chilenos. Traspasados los cargos, la segunda estrategia es criticar a los nombrados.
Por su parte en el oficialismo se han cometido errores gruesos en algunas nominaciones. Designados y en propiedad del cargo, han tenido que ser removidos, sus antecedentes personales no estaban acordes con el cargo a desempeñar.
En los casos antes señalados, está la mano mora de algunos parlamentarios, no identificados, quienes actuaron como presentadores o avales de esas personas que han hecho pasar más de un mal rato al gobierno.
Es lamentable la política Neanderthaliana que se practica como estilo en nuestro país, primitiva, que no permite visiones distintas de nación y no encuentra formas mejores de coincidir y trabajar. Preferiríamos, ya que estamos hablando, figurativamente, de una suerte de antropogénesis de la política practicada, en las últimas décadas - la palabra que uso viene del griego anthropos (Hombre) y génesis (nacimiento, aparición) significa el proceso evolutivo que condujo desde algunos primates hasta nuestra especie (homo sapiens sapiens)- Tenemos un factor de unidad, una esperanza de encuentro que es, desgraciadamente, el terremoto de febrero.
¿Qué esperanza tiene para más de dos millones de chilenos que perdieron el esfuerzo familiar y personal de muchos años, reclamar cuando Piñera dice que en 20 días se ha avanzado más que en 20 años? Obvio que no corresponde a la realidad, es una frase política de contenido mediático, que no significa nada ante la realidad constatada. Gran escándalo, polémicas y declaraciones. ¿Ayuda eso a construir más viviendas de emergencia, a recuperar alguna de las más de 4000 camas de hospital perdidas?
Dice Piñera que “solo los muertos y los santos no tienen conflictos de interés”. Nuevamente declaraciones, descalificaciones, defensas. ¿Ayuda eso a retirar las miles de toneladas de escombros que aún permanecen en calles y sitios de seis regiones del país?
Vemos a parlamentarios corriendo presurosos a presentar documentos acusatorios a la Contraloría de la República, a nominar comisiones investigadoras.
La ciudadanía, estupefacta, sufre estas rencillas estúpidas, de políticos que aún no comprenden que tenemos un país herido, ciudadanos síquicamente alterados, que ven, escuchan y leen, a dirigentes, de un lado y otro, que discuten, replican y se ofenden.
Cuidado, los que gobiernan y los que se oponen a los que gobiernan. La ciudadanía tiene más poder que ellos, lo demostró en la última elección, cuando fue capaz de desbancar dos décadas de militancia a cargo del Estado.
Políticos, concéntrense en el país que hay que poner de pie. Maduren de una vez, de lo contrario el voto ciudadano les castigará, sin excepciones.

3.4.10

Política y Semana Santa

Resulta difícil escribir de política en Semana Santa.
Cuando creyentes y no creyentes, algunos recogen con sinceridad lo que significa esta fecha, y otros lo asumen como un feriado más, los políticos siguen con sus mutuas descalificaciones. El misterio de la redención para esa clase no tiene significado.


No quisiera ver la política bajo el signo de las creencias religiosas, opción que cada cual elige según su fe, o prácticamente, en la manera de entender la vida.
Los políticos, sin embargo, son de una actitud diferente. Nunca como en estas últimas semanas las descalificaciones han cruzado de un lado y otro.
La Concertación aún no se repone de su derrota de enero. Se encuentra en la búsqueda de su identidad perdida. Como dijo el senador Ignacio Walker (DC), aún no encuentra el tono ni la música. Oposición y Gobierno tienen algo en común, no se acostumbran a los roles que, ahora, se han cambiado.
Como si fuera poco, al desconcierto que afecta a los que hasta este mes eran oficialistas, se suma un terremoto que ha cambiado todas las prioridades. Los nombramientos de los altos cargos se postergaron, frente a la necesidad de ocuparse de miles de chilenos sin cobijo, otros sin alimentos, y muchos con el duelo de familiares muertos o desaparecidos.
La recién estrenada oposición dispara a diestra y siniestra, para ellos el nuevo gobierno debiera poner en pie el país e iniciar su gestión de inmediato, como si nada hubiera ocurrido.
Por su parte los partidos, ahora oficialistas, también disparan sin afinar la puntería produciendo bajas, con fuego amigo, en el propio palacio de la Moneda.
Al igual con las réplicas que parecen no terminar, en política ocurre lo mismo. ¿Podrá el espíritu de Semana Santa hacer reflexionar a los políticos que los ciudadanos, que no somos militantes, la inmensa mayoría de los chilenos, queremos escuchar propuestas, sentir que la unidad nacional es una verdad frente a un tragedia como la vivida el 27 de febrero?
En esta semana se siguen escuchando las críticas al Presidente Piñera, todas relacionadas con su fortuna, como si fuera ese tema más importante que reconstruir el país. Las acusaciones hacen recordar lo dicho por el senador Jaime Guzmán, cuya muerte hace 19 años se recordó esta semana: “Si lo mejor de nuestra gente se aleja del servicio público y solo se dedica a ganar plata, nuestras ideas, nuestros principios, nuestros valores, se van a perder, y no se quejen después del Chile que van a vivir nuestros hijos, con los bolsillos llenos pero el alma vacía”.
A Piñera se le ataca porque decide dedicarse al servicio público. Con su posición económica no tendría necesidad de hacerlo, y recibir ataques que mas huelen a malsana envidia, pero ha decidido poner su talento al servicio del país. Se le pide de todo en cuanto a su dinero, incluso lo que la ley no contempla.
Por eso política y Semana Santa no se llevan, ni se dan tregua. Los que dicen ser representantes del espíritu cristiano olvidan lo que representa la palabra consecuencia.
Muchos concertacionistas de militancia partidista activa, como Daniel Fernández (PPD) Director Ejecutivo de TVN, ha renunciado a su cargo para asumir desde el 1ª de Mayo la vicepresidencia ejecutiva de HidroAysén, proyecto que el partido en que milita, nunca a mirado con buenos ojos, están migrando hacia la empresa privada a la que tanto han denostado en el pasado.
Hay que confiar que esta semana que hoy finaliza, con todos los momentos de reflexión espiritual que representa, permita recuperar valores más superiores que den tregua a tanta guerrilla inconsistente.
Hay millones de chilenos que necesitan casa, trabajo, educación y atención de salud.
Hay millones de chilenos que piden más solidaridad, menos egoísmo. Más efectividad y menos demagogia.
Hay millones de chilenos ven como personajes, que quieren postular a cargos partidarios, hacen esfuerzos por aparecer en primera plana, solo para posicionarse frente a sus electores, para ello lo mejor es criticar.
Un solo voluntario de un techo para Chile, de la Cruz Roja, Defensa civil, militar, marino, carabinero, aviador o detective ha hecho más de lo que hace un político dedicado a encontrar todo malo.
Es el momento de ponerse a trabajar para que otra catástrofe, que parece ser parte del destino de nuestra tierra, no nos sorprenda desprevenidos