30.6.07

La parka de Bachelet y los chocolates de Monckeberg


A veces en política hay pequeños gestos que nos muestran una cara amable, lamentablemente como excepción, no como una regla de uso frecuente. Sin embargo, en medio del tráfago de descalificaciones, acusaciones, políticos que son llevados a la justicia, otros destituídos de sus cargos, mientras sus colegas de partido se disputan con ardor los restos que quedan, lo acontecido en Chillán, entre un diputado opositor y la Presidenta Bachelet, es una pausa reconfortante.

Para los que no se enteraron la historia es muy sencilla, ocurrió la semana que ha terminado. La Presidenta participaba en una ceremonia pública, en medio de un frío intenso, cuando notó que el diputado de RN Nicolás Monckeberg, muy desabrigado, tiritaba de frío. Rapidamente le prestó su parca al aterido parlamentario de la oposición.

Terminada la ceremonia, el diputado comentando el gentil gesto de la mandataria comentó a los periodistas; "La Presidenta, con su gentileza habitual, me vio con frío y me prestó su parka. Yo feliz se la acepté. El frío es más fuerte, que las diferencias políticas”.

Devolviendole el gesto, más tarde, el diputado le obsequió a la Presidenta Bachelet una caja de chocolates.

A lo mejor lo que les he contado no tiene ninguna importancia, pero si la política tuviera más de gentilezas que de asperezas, las chilenas y chilenos nos entenderíamos sin tanto odio y con un mayor grado de mutuo entendimiento.

Lo narrado permite entrar a otro tema que tiene relación, en cómo en política, las verdades se alteran y, de manera artificial, se generan problemas.

El senador Adolfo Zaldívar fue pasado al tribunal de disciplina de la DC, un error a mi juicio que le ha traído más críticas que beneficios a la directiva de Soledad Alvear, sin embargo, provocó una situación extraña, cuando se da a la publicidad una carta de adhesión al líder del ala colorina, por parte de un grupo de tres conocidos sacerdotes.

Parecía extraña una intervención de personajes religiosos, muy vinculados a la defensa de los derechos humanos, en un problema político interno de la DC.

El senador Zaldivivar recibió un mail del teólogo Jaime Escobar, anunciandole un artículo en que apoyan la posición del senador, de votar en conciencia en el senado, sobre los fondos para el “transantiago”. El artículo sería publicado en la revista “Reflexión y Liberación”, fundada hace casi dos décadas por Rafael Gumucio.

El artículo de marras, además de la firma del teólogo Escobar, lleva la de los sacerdotes José Aldunate y José Rodríguez, y contiene una ácida crítica a la directiva de Soledad Alvear. Uno de los párrafos señala; "Y si de pasar cuentas se trata como los sicilianos o de acusar a un senador democrático de “estar” con la derecha, en honor a la verdad un solo antecedente: ¿Pasaron al Tribunal Supremo del PDC a los dirigentes que apoyaron y aplaudieron el Golpe de Estado el 11 de septiembre de 1973, encabezados por Patricio Aylwin y Carlos Figueroa, entre otros?".

La revista sale a fines de mes pero creo que el artículo nunca verá la luz pública aunque ha circulado profusamente por internet. Dos de sus firmantes Aldunate y Rodriguez han desconocido su autoría.

Escobar ha explicado que esto ha ocurrido porque en la revista suelen redactar artículos que son suscritos por varias personas sin que necesariamente ellas conozcan los contenidos de los textos. (¿?)

"Mi falta, y asumo la responsabilidad, es que no les avisé al padre Aldunate y al padre Rodríguez que iban sus firmas en el correo de apoyo al senador Zaldívar. Todo fue porque tenemos una confianza de 25 años y nosotros mandamos privadamente una nota y ponemos los nombres de tres o cuatro personas y después acá la secretaria que nos coopera se las manda para que las autoricen y esta vez no los pudimos ubicar. Ahí estuvo el error".

En política, creanlo pasa esto y otras cosas, que no contribuyen precisamente a prestigarla.

Volvemos al inicio de nuestro artículo. Cuando la Presidenta se preocupa de prestar su parka a un diputado opositor, y este responde con una caja de chocolates a esa gentileza, podemos pensar que no todo está perdida y que la política sigue siendo “ el arte de lo posible”, ojalá.

23.6.07

Democracia representativa.


El tema del Transantiago a develado varias fallas graves de nuestra democracia representativa, nadie ha inventado en esta materia algo mejor por lo tanto es lo que hay.

No impide la naturaleza de este sistema de convivencia de una nación, como la nuestra, debatir algunos temas que en los últimos 15 días han quedado develados con singular fuerza y claridad.

1.- Cuando se diseña mal una política pública y se implementa peor, todos los chilenos debemos pagar los costos de ese error. Sin conocer lo ya gastado, suerte de misterio doloroso, debemos pagar US$ 290 millones, de los cuales se asegura se devolverán por el AFT US$ 190 millones.

2.- Como una manera de compensar al resto del país, por el problema creado en Santiago, las regiones recibirán otros US$ 290 millones, de los cuales también se deberán retornar al fisco la cantidad de US$ 190 millones.

Aunque unánimemente los parlamentarios de la coalición de gobierno señalaron que sentían vergüenza, y se condolían de la frustración, humillaciones y molestias ocasionadas a los usuarios de los sistemas de transporte público, por “lealtad” al gobierno y a la concertación, votaban a favor de entregar este dinero.

Como situación política es normal en una democracia representativa. Se dijo y escribió mucho, en estos días, de promesas que se hicieron a parlamentarios de promover otras iniciativas favorables, a sus distritos y circunscripciones, a cambio de sus votos.

No nos consta, por lo cual lo que señalamos no es una afirmación que se pueda probar, salvo en los próximos meses si algo parecido a lo dicho comienza a ocurrir en algunas regiones del país.

Pero la secuela mayor queda aún por resolver. ¿Qué libertad tiene un representante popular, senador o diputado, nominados como “Honorables”, para votar en libertad de conciencia respetando el bien común y no sujeto a “lealtades” y órdenes de partido?

Surge una pregunta candente. ¿En una democracia representativa, a quién se representa, al partido político que le nomina como candidato, o a la ciudadanía que con su voto, “libre y soberano”, le elige?

El caso del senador Adolfo Zaldívar colocará el tema en el tapete. A mi juicio la DC se ha comprado gratis un problema, que creo terminará haciéndole daño frente a la ciudadanía electoral, defínase esta como aquella inscrita electoralmente y votante regular.

El senador votó en contra de la asignación de los recursos para el Transantiago, si antes, los responsables políticos de su implementación, no renunciaban a sus cargos y quedaban claramente identificados ante la ciudadanía.

El argumento de no votar por una orden o acuerdo del partido, no es suficiente para acusarlo ante el Tribunal Supremo de la DC. Adolfo Zaldívar advirtió “si por defender o representar a los millones de santiaguinos que han sido humillados y vejados por el Transantiago me pasan al Tribunal, no tengo ningún problema, sólo quiero advertir que están poniéndose al borde de la Constitución”.

Qué dice la constitución, en la Ley 18.603 publicada el 23.03.1987 y modificada por la ley 19884 de 05.08.2003, ley orgánica constitucional de los partidos políticos: “Artículo 32.- En ningún caso podrán los partidos políticos dar órdenes de votación a sus Senadores y Diputados ni realizar recomendaciones en los casos en que el Senado esté llamado a obrar como jurado”

Lamentable que un caso en que un senador decide votar libremente y en conciencia, sea juzgado, “políticamente”, por preferir representar a la ciudadanía que le elige y no al partido del cual depende su futura nominación.

¿Es esta la democracia representativa que los chilenos queremos? ¿No será que por razones como esta, la política es una de las actividades menos prestigiadas en nuestra vida republicana?





16.6.07

¡A Cerrar el Congreso!


Hay que cerrar el congreso nacional. No sirve para nada, solo gastar dinero inútilmente si algunos sectores oficialistas arman un griterío, cuando un grupo de senadores quieren hacer su trabajo, estudiar un proyecto de Gobierno y hacerle las indicaciones pertinentes.

No ahora, según el oficialismo, con las excepciones que más adelante anotaremos, pretende que todo se apruebe a fardo cerrado, sin que, a quienes la ciudadanía ha elegido, democráticamente, tengan derecho a opinar diferente. ¿No es la esencia de la democracia representativa el derecho a discrepar? ¿O el congreso por ser leal al gobierno debe transformarse en un simple buzón? Si así fuera no gastemos los miles de millones de pesos que cuesta su mantención. Mejor cerramos sus puertas y que el gobierno haga y apruebe lo que le plazca.

Empecinados en que se entreguen, a un sistema de transporte fracasado, 290 millones de dólares, sin ningún control de uso, hasta la extorsión política se está utilizando: "Los senadores Frei y Ominami fueron elegidos para desempeñar los cargos de presidente y vicepresidente del Senado por los senadores de la concertación y, por lo tanto, les corresponde la particular responsabilidad de representarlos, contribuyendo a la aprobación de los proyectos concordados entre el gobierno, la concertación y sus bancadas" (declaración el viernes en la Moneda – patio de los cañones muy apropiado para ello – de los presidentes de los partidos de la concertación)

"Tenemos que unirnos, dice la Presidenta, para sacar adelante las cosas que la gente necesita, y no colocar por encima otro tipo de discusiones, a veces estériles, porque la gente espera más de nosotros".

¿Pero que espera la gente? Casi es obvio un transporte digno, que nos los humille todos los días. Mejorías auténticas en un sistema impuesto a la fuerza, inconsulto, mal diseñado y pésimamente implementado.

Guillermo Teiller, presidente del partido Comunista, en el marco de una charla en la Universidad Alberto Hurtado dijo que no es casualidad que en el parlamento se produzcan tantas diferencias entre los legisladores oficialistas, además que nadie sabe cuántos millones de dólares se están invirtiendo en el Transantiago, que está mal diseñado desde su base porque se privilegió el negocio de las empresas privadas y no el resolver las necesidades de los usuarios, y tampoco hubo participación de la ciudadanía en el proyecto.

El senador Adolfo Zaldívar expresó el viernes que frente a la iniciativa "voy a actuar con total libertad, a mí no me van a presionar ni a inducir a la inconsecuencia".

"Tal como está el proyecto, no me convence, y por eso el Gobierno debe buscar acuerdos dentro de la Concertación. Las indicaciones al Transantiago me parecen justas y necesarias, y por eso he comprometido mi apoyo a las presentadas por Ominami, que van en la dirección correcta" Alejandro Navarro, Senador PS.

Finalmente en su columna semanal en la Web del Senado, el Senador Eduardo Frei escribe: “La transparencia, que a algunos parece tanto molestarle, es un elemento esencial en cualquier política pública. Más aún lo es en este caso, el que ha estado salpicado desde su origen por una serie de decisiones poco afortunadas como cambios reiterados en las reglas del juego, contratos abiertamente perjudiciales para los intereses del Estado y escasa claridad en los temas financieros”

“El objetivo no es otro que perfeccionar el proyecto para que sea más transparente, sobre todo porque sólo está destinado a enfrentar una emergencia y no soluciona el problema de fondo del Transantiago”

“Respecto a un tema tan delicado como éste, lo menos que puedo hacer para salvaguardar el interés colectivo y del Estado de Chile es exigir una rendición de cuentas de lo que se está haciendo en forma periódica y transparente. Conforme a ello, reitero que no estoy dispuesto a dar un cheque en blanco al Transantiago, menos cuando se trata de platas que pertenecen a todos los chilenos”

Si a Frei la concertación no le escucha y junto Ominami son públicamente descalificados, queda claro, cerremos el congreso. Sobrarían dólares para el Transantiago y no existiría ninguna discusión que moleste a los gobernantes.

9.6.07

Cuesta servir a dos señores


La Biblia, para los creyentes, es una buena fuente de inspiración y aunque sus versículos datan de épocas distintas y de situaciones diferentes, en política hay algunos “honorables” que la citan con frecuencia aunque, muchas veces, de manera incompleta. La que obtiene el primer lugar es aquella que dice, “cada día trae su propio afán”, solo se le menciona hasta allí, cuando de manera completa es “Mateo 6: 34 Así que, no os afanéis por el día de mañana, porque el día de mañana traerá su propio afán. Basta a cada día su propio mal”, pero como la última frase no viene, en la mayoría de los casos, al contexto en que se le señala en cuanto a la preocupación latente por algún problema específico, se le menciona parcialmente.

A los políticos que tan arduamente han discutido sobre el destino de 290 millones de dólares, primero díscolos y reticentes a aprobarlos así como así, han terminado alineándose con los acuerdos que sus directivas o consejos políticos, el pasado lunes en la Moneda.

Y la pregunta es ¿aprobar ese dinero es lo que esperan sus electores? Los 290 millones de dólares es una solución real o solo representa mantener el pago a los privados, que nada pierden, en un servicio que ha fracasado.

Los empresarios del transporte del Transantiago tienen garantizados un ingreso seguro, independiente del pasajero transportado. No se dice la verdad completa cuando se señala que, desde el miércoles, se pagara por pasajero que canceló su ingreso al bus. Eso será solo para el pago de una parte del dinero que, por contrato el estado garantizó a la empresa transportista.

Las cúpulas partidarias han transado en darle al gobierno, legalmente, un dinero que necesita para cerrar el año, sin tener que financiar el faltante con un alza de tarifas para cumplir el contrato a los privados que licitaron el servicio.

Uno se imagina que los parlamentarios saben todas estas verdades. Conocen que algunos conspicuos personajes de la concertación, aceptaron altos cargos durante el proceso de diseño e implementación en las empresas privadas. El socio mayoritario, del tan vilipendiado, AFT es el Banco del Estado de Chile, y el Presidente procede de esa institución.

Hace un par de días ha renunciado al directorio, remunerado, de la empresa Alsacia, una de las concesionarias, el Vicepresidente del Partido Socialista Ricardo Solari y en buena hora que lo haga ya que desde el punto de vista de la ética política su posición era insostenible.

¿A quien deben obedecer en sus aspiraciones los parlamentarios, exclusivamente, a sus directivas políticas o al electorado que les elige?

Apliquemos entonces una cita bíblica a la cual son aficionados algunos personajes de la clase política chilena “Mateo 6.24 Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas”
No digo que facilitar por ley los dólares que pide el gobierno pueda ser una mala decisión, pero hay dos condiciones que se deben cumplir. La primera que el dinero solucione las carencias del sistema y genere una mejor calidad de vida al ciudadano que utiliza el transporte público. La segunda es que equitativamente las regiones reciban igual trato, sin condiciones de devolución y de dirección específica de la inversión, como propone el gobierno.

Es tarea de los parlamentarios mejorar el proyecto y dar garantías, a sus electores, que no estarán sirviendo a dos señores, las cúpulas partidarias por un lado y a quienes, en una democracia, confían con el voto su representación.

Los electores también esperan que se generen las investigaciones necesarias que, de manera independiente, ajena a las ideologías, establezca las responsabilidades políticas de un sistema, que tanta amargura y humillación a traído a una cantidad importante de familias santiaguinas.

Junto con no servir a dos señores se pueda identificar algunos nombres que, en este capítulo del Transantiago, han “servido a las riquezas”.




2.6.07

¿Se nos acaban las energías?


Repentinamente nuestro país, que nadie puede dudar está por entrar en las ligas mayores, con un crecimiento superior a lo esperado, con una economía que tiene importantes reservas y un gasto público histórico, especialmente, en cuanto a inversión social, parece que se le están acabando las energías.

Tenemos dos Chile, uno negro y oscuro si lo miramos con el prisma opositor, y otro brillante y triunfador si lo miramos con el cristal oficialista. Ni lo uno ni lo otro. Somos un país que se está desarrollando, con muchas políticas públicas acertadas, pese a voces negativas que siguen creyendo que solo se crece por lo que hacen los gobiernos, desprestigiando o desconociendo la creatividad e innovación del sector privado.

Sin embargo se nos está acabando la energía, no la que impulsa ideas o iniciativas, se acaba la que recibimos para que las industrias se muevan. No solo para que usted encienda la cocina de su desayuno o pueda darse una reconfortante ducha, sino que para que este país prosiga los procesos productivos de toda naturaleza, que son el motor de la economía y el crecimiento.

Los economistas han señalado, desde diferentes perspectivas, que para vencer la fuerza de gravedad que nos mantiene apegados al subdesarrollo, necesitamos una fuerza propulsora de un siete a un ocho por ciento de crecimiento promedio anual.

La semana pasada Argentina nos cerró la canilla del gas natural por 48 horas. El susto fue grande, estuvimos a punto de quedarnos sin gas para los domicilios que se surte de ese hidrocarburo. Nos hicieron creer que eso era muy grave, pero se está ocultando que el problema más complejo, aún, es que hace bastante tiempo no tenemos el gas natural comprometido para que los procesos industriales y, especialmente, de generación de energía eléctrica funcionen a valores económicos estables.

Está a punto de quebrar la empresa GasAtacama que surte de electricidad al SING (sistema interconectado del norte grande), y que representa el 90% de la electricidad que consumen las empresas mineras en Tarapacá y Antofagasta. La causa, ahora debe generar electricidad, exclusivamente, con diesel de alto costo.

Al iniciar el siglo XXI nos casamos con una sola matriz energética, ante la promesa Argentina de contar con un hidrocarburo barato. El Gobierno no desarrolló ningún otro esquema que pudiera prever la falta de gas natural. Apostamos a un solo proveedor.

Resulta patético, leer la polémica desatada entre la ex ministra Blanlot, el ex Ministro Rodríguez y el senador Girardi sobre quien advirtió o no, con anticipación, que esta crisis se iba a producir. Todos se señalan culpables entre sí, entretanto los chilenos miramos el espectáculo que ofrecen las autoridades responsables, en su momento, de evitar este tipo de grandes errores.

Se habla, y los políticos son buenos para ello, de energía atómica o eólica, sin embargo se califica o descalifica estas alternativas sin ningún estudio al respecto. ¿Qué se está haciendo?¿Cuántas universidades o grupos de investigadores han recibido recursos para ver como solucionaremos el problemas en los próximos cinco años?
Resulta desalentador comprobar como se gastaron 24 millones de dólares, para estudiar un plan de transporte que ha resultado un fracaso. Cómo se piden 290 millones de dólares más para superar los resultados del fracaso, previamente estudiado y pagado.

Si solo todo el dinero que se ha gastado, en reconstruir puentes que se caen, poblaciones que se autodestruyen, colegios que no se pueden utilizar por fallas estructurales, o pistas de aterrizajes como la de Pudahuel que se deben reconstruir, más todo lo que se han robado malos funcionarios y administradores políticos, se hubiera dedicado a estudiar, en serio, la matriz energética, este país que, obviamente, progresa ya tendría un presente del cual disfrutar los chilenos.

Lamentablemente, el presente, el disfrutar hoy de los sacrificios de la generaciones pasadas, no está en la agenda política, donde por décadas y décadas no han ofrecido “un futuro mejor”. Claro sin futuro no hay promesas y sin promesas los políticos, con honrosas excepciones, no sabrían que hacer.