30.12.09

El progresismo

Ser progresista hoy en día es la moda. Hace algunos años los parlamentarios se sacaban muestras de pelo para demostrar que no eran drogadictos. Será por eso que algunos muestran relucientes calvas.

La moda en esta campaña presidencial, ahora, es demostrar quién es verdaderamente progresista. ¿El progresismo le ayudará a pagar sus cuentas al final del mes?
Explicar qué es progresismo resulta complejo. Es una moda. ¿Quién inventó el progresismo? ¿Es una nueva filosofía?
Para algunos viene de Oriente, para otros nace luego que cae el muro de Berlín, la Unión Soviética y se develan los crímenes y violaciones a los derechos humanos del marxismo internacional, para otros, es parte de ser social demócrata, explicación de Ricardo Lagos Weber. Según ha indicado, el senador electo, el primer progresista en Chile fue su padre Ricardo Lagos Escobar.
El asunto es que hoy los dos candidatos presidenciales se declaran progresistas. Compiten en señalar sus propias y personales interpretaciones de esta palabra.
Pese a todas las promesas, se ha caído de nuevo en las descalificaciones. Se monta una campaña que no responde a lo que la ciudadanía entiende de una definición inventada para sacar provecho político, no para servir a la ciudadanía.
Hice un ejercicio, la pasada semana, preguntar al chileno que votará el 17 de enero qué entiende por progresismo. Lo invito que usted, haga el mismo ejercicio.
Las respuestas fueron tan claras como: Progresismo es eliminar el IVA a los libros. Es eliminar el 7% de la salud a los jubilados, es cumplir con la promesa de rebajar el IVA en dos puntos. Se debe recordar el IVA partió con un 15%. Los políticos lo fueron subiendo con diferentes argumentos, incluso con la promesa de una eventual rebaja que nunca se cumplió. La más sensata definición fue, “el progresismo no existe, solo sirve para engrupir”.
Progresismo es saber que la verdad no es absoluta, ni los gobernantes iluminados. Progresismo es ir a la par con el mundo. Creer en el bien social de toda una comunidad. Actuar con honestidad en los actos de gobierno. Luchar lealmente por obtener el favor de los votantes.
No es progresismo decir que lo peor que le puede pasar a este país es que gobierne la derecha, eso es totalitarismo. Hacernos creer que siempre deberemos ser gobernados solo por un sector es pretender la mexicanización de la política. Tener para cada elección, como ocurrió por mucho tiempo en México, un tapado que seguro era electo presidente.
Decir que es progresista solo un sector, una parte del país, es soberbia pura, falta de tolerancia y de autocrítica ante sus propias carencias y defectos.
¿Eran progresistas los que levantaron un muro en Berlín?
¿Son progresistas los que pretendieron callar, dar refugio en nuestra Embajada en Rusia y luego en Chile, a quien ordenó matar a tiros a todo quien saltara el muro en Berlín? Eso ocurrió cuando muchos de los que nos gobiernan, vivían en Alemania Oriental. Nada dijeron de esas violaciones a los derechos humanos.
¿Son progresistas los que quieren mantenerse en el poder solo para seguir teniendo una pega segura?
Para el 17 de enero ¿tiene alguna importancia autodenominarse progresista?
Los que como usted o yo no tenemos otra alternativa de progreso que trabajar intensamente, de la mañana a la noche, no tiene peso o valor como se autodenominen los candidatos.
La agenda del progresismo nunca ha reconocido la pertenencia tutelar de la izquierda, menos en un país donde el centro político está vacante, se es de centro izquierda o de centro derecha. ¿En qué lugar se encuentra el más de 80% de los chilenos independientes? La dura, como dicen los jóvenes, es que ese 80%, que rechaza la política y los políticos, migra constantemente.
Si es por temas progresistas, terminemos con una salud donde siguen existiendo colas y demora para atenderse. Siguen existiendo trabajadores del Estado que se dan el lujo de rechazar un bono de 11 millones de pesos, mientras gente de pocos recursos recibe uno de $30 mil pesos.
Progresismo es poder caminar por las calles sin ser asaltado. Salir de casa sin encontrarse que te han robado.
Lo más progresista es ser creíble, de lenguaje sencillo y que provoque en los electores confianza en el cumplimiento de las propuestas. Lo demás, progresismo incluido, es música.

26.12.09

Hay que evitar que la derecha gobierne.

Evitar que la derecha gobierne parece ser la consigna más importante de la campaña del equipo oficialista. No se trata de hacer mejoras o propuestas en lo que se ha hecho en 20 años. Solo importa evitar que gobierne la derecha.
¿Le importa eso a la gente?


En la medida que transcurren los días y se aproxima la fecha fijada para segunda vuelta cunde, en el gobierno y el oficialismo, la sensación que se pierde el poder. La bizantina discusión, que aún se mantiene, si deben irse los presidentes de partidos de la Concertación es una clara demostración de diagnósticos político errados.
Se ha tratado de convencer a la ciudadanía que 44 % es menos que 29%. Se ha tratado de convencer que no perdió en primera vuelta el candidato del gobierno, porque sumando votos, que no fueron logrados, igual se ganó, aunque la mayoría parlamentaria no existe.
Perdió en la primera vuelta la propia Presidenta Bachelet que apostó en una sola y desgastada carta toda su popularidad. La legítima autoridad moral, que le da casi un 80% de apoyo a su gestión, la desperdició saliéndose de su papel de jefe de Estado para asumir la de jefa de campaña en las sombras.
El 29% de la votación Frei, la pérdida de todos los doblajes, y algunos candidatos que se salvaron solo gracias al sistema binominal fueron, de alguna manera, un derroche de su personal prestigio.
En esta segunda vuelta no hay más llamados presidenciales, seguramente tampoco puerta a puerta ministeriales. El mensaje ciudadano fue claro, gobierne hasta el último día, como lo prometió. Gobierne para todos los chilenos como fue el mandato que recibió de la ciudadanía y no exclusivamente para los fines electorales de una concertación que no ha sabido renovarse.
Evitar que gobierne la derecha resulta un contrasentido, cuando el programa económico, exitosamente aplicado en estos últimos años, nada tiene que ver con el programa de la Unidad popular de los años 70.
Evitar que la derecha gobierne, como único gran objetivo estratégico político, resulta inconsecuente, si le vamos a creer a las promesas que “vamos a vivir mejor”, “más Estado” “más impuestos”.
Nos prometieron que nadie se repetiría el plato, caras nuevas, y ya ven, son los mismos, salvo honrosas excepciones, los que siguen comiendo del mismo plato durante 20 años, incluso llevándose algunos hasta el plato.
Piñera, por su parte, no lo tiene fácil. Si gana tiene solo 4 años para demostrar que la caricatura que de ellos, la derecha, se hace no es real en el siglo XXI.
Debe convencer que su programa representa una diferencia, cambio y progreso real para quienes están bajo la línea de pobreza o en la inmensa mayoría que se define como clase media. No debe ponerse a igualar las promesas del adversario.
Tiene que demostrar que ejercerá el gobierno para servir al país. Que implementará leyes justas, pero severas, para combatir la delincuencia. Que introducirá cambios en la gestión de salud y no permitirá los abusos que hoy, impunemente, hacen algunas Isapres.
El triunfo, que ya se percibe, implica desafíos. Es una oportunidad para sacudirse aquellos mitos que la vieja izquierda aún le atribuye.
Piñera no lo tendrá fácil si gobierna, pero ese es el desafío. No se espere ética de una concertación que calla ante los asesinatos que comete las FARC en Colombia, que silencia el encarcelamiento de disidentes políticos en Cuba, o que aplaude la política estatista de Chávez en Venezuela.
Hay muchas inconsecuencias en quienes demonizan a lo que llaman derecha.
Quienes nos gobiernan, lo primero que hicieron fue cambiarse al barrio alto, comprar una casa en algún balneario. Auto del año. Isapre, no Fonasa y sus hijos, en colegios pagados particulares.
Los que dicen que hay separar la política de los negocios, cuando dejaron la política siguieron con los negocios. Directorios de empresas importantes, asesorías para aprovechar los contactos con el gobierno. Todo eso se llama inconsecuencia.
No se trata de evitar que gobierne la derecha, se trata de evitar que se destapen las ollas podridas y los escándalos que aún no se conocen. Escándalos que por años solo se vienen murmurando.
Que no gobierne la derecha, así puede evitarse conocer el lado oscuro de la galaxia gobernante.

19.12.09

La semana después

Los dos candidatos, Piñera y Frei, que disputaran la segunda vuelta buscan los díscolos votos de Marco Enríquez. Al diputado, lo han transformado en un dispensador de votos. Un cajero automático del cual no se tiene la clave para que entregue los sufragios. Se aprietan muchos botones sin dar con la fórmula.

Hace una semana, un día como hoy, todos nos aprestábamos a votar por Presidente y
parlamentarios. Las encuestas venían anticipando resultados pero, cada cual, esperaba algún milagro divino o un rayo tronante que viniera de lo alto y alterará lo que era lógico.
La más asertiva fue CERC. Sus resultados causaron preocupación en el oficialismo porque bajaba al candidato del gobierno bajo la crítica línea, ya mala, del 30% y lo situaba en 29%, lo que finalmente se confirmó.
No fue bueno el resultado para Frei. Tampoco era lo esperado en su comando y aunque aparecieron celebrando, la verdad; toda respiraba a derrota. Me remito a lo señalado el jueves por el Diputado reelecto Marcelo Díaz: “Aquí hubo una derrota, porque alguien intentó convencernos de que el 44% que sumamos los parlamentarios de la Concertación es lo mismo que el 44% de Piñera, y creo que eso es una suerte de insulto a la inteligencia, al sentido común. Perdimos la elección presidencial y hay que decirlo con esa claridad” – declaraciones a radio ADN.
Los politólogos y asesores hacen toda clase de análisis y predicciones. Resulta, sin embargo, simplista sumar porcentajes de Marco como si fueran para Frei.
Hay tres interpretaciones para el 20% “Marquista”.
Primero hay gente que desilusionada de la concertación, especialmente del amiguismo, la corrupción, la falta de ideas, y el continuismo de las figuras dirigentes, miraron a quien apareciera rompiendo, violentamente, con un pasado sin duda exitoso, para traer nuevas ideas, desafíos importantes y re encantando a figuras jóvenes.
Segundo hay gente que no le gusta, y no le seguirá gustando en segunda vuelta, el candidato Frei.
Y hay gente que votaron por Marco, para que pasara a segunda vuelta y que probablemente votará por Piñera.
Tanto el oficialismo, como la oposición, se equivocan al creer que canjeando ideas de Marco obtendrán más votos de apoyo. Para muchos electores el programa casi no importa. Resulta falso escuchar a Frei decir que vamos a vivir mejor, siendo parte de un gobierno que lleva 20 años y que no lo ha hecho mal, pese a todos los errores cometidos.
No resulta convincente escuchar a una oposición que promete cambios de toda naturaleza, que no tendrá el tiempo, cuatro años, ni los recursos para cumplir todo lo que se ha prometido.
Resulta un engaño flagrante escuchar las propuestas del freísmo, especialmente en reformas económicas, papel del estado y control sobre la economía, que se contraponen con los acuerdos que ufanan, con mérito por cierto, al gobierno por el ingreso a la OCDE.
La gente hoy votará por la figura del candidato, con sus defectos y virtudes. Votaran por quien perciban más cercano. Por último al que no se disfrace de una cosa diferente de lo que es.
Piñera es empresario y debe demostrar que esa capacidad de éxito la puede aplicar en beneficio de los chilenos.
El comando de Frei no puede seguir cometiendo el error de minimizar su figura detrás de mujeres. En la primera vuelta fue la Presidenta Bachelet, ahora, el mismo error. Emerge con gran fuerza Carolina Tohá y, sin pretenderlo, eclipsa al candidato. Ya se habla de Tohá como una futura figura presidencial.
Ojo con los actos de campaña. Un error se paga caro. El encuentro en el court central del Estadio Nacional, a lleno completo, fue negativo. En el recuerdo no queda la imagen de las cinco mil personas reunidas, solo resulta noticia el abucheo sonoro a los dirigentes del oficialismo.
Si alguien duda del apoyo comunista a Frei, puede olvidarse, ellos no tienen otra alternativa más que de aportar sus votos. El comunismo gracias a su alianza con la Concertación tiene tres diputados, pese al absurdo sistema binominal, no devolver la mano sería un error que no provocaran.
Las promesas de campaña ya fueron formuladas. Al momento de votar la mayoría ni se acordará de ellas. En una segunda vuelta, lo sustantivo, es que no se repiten los mismo números, ni sumando o restando.
La llegada será, a favor de quien gane, no superior a tres o cuatro puntos.

5.12.09

A un semana del primer tiempo

Para opinar de política debemos estar enterados del fútbol. Nada hay más parecido que el peloteo, los pases y “cachañas” para convertir el gol por la copa de La Moneda.
El viernes, todos estábamos preocupados del sorteo de los grupos para el mundial del 2010. Ahora esperamos el primer tiempo de una carrera presidencial llena de incógnitas que se juega en el estadio de Chile.


El equipo Frei tiene entrenadora, nada menos que la propia Presidenta de la República quien, para los efectos de campaña, solo representa a la Concertación. Desde tribunas su barra está integrada por Ministros, Subsecretarios, Jefes de Servicio, Intendentes y Seremis, que llegan al estadio político después de las seis de la tarde, aunque algunos ensayan sus gritos de apoyo a toda hora del día.
Piñera, por su parte, tiene dos grandes barras bravas, equivalentes a juntar a los partidarios de la Universidad de Chile, la Católica y Colo Colo, gritando todos por un mismo equipo, pero, sin olvidar sus múltiples diferencias.
En el estadio de Chile, cada cierto tiempo y a pocos minutos de terminar la primera parte del encuentro, para irse a camarines, se enfrentan los barristas, especialmente en los asientos de V costa y en otros distritos, violentamente, rompiendo sus respectivos bombos, mientras los jefes de barra se querellan los unos con los otros, como si el partido se jugara en la galería y no en la cancha.
Henríquez Ominami juega con un planteamiento desconcertante que tiene, especialmente complicados a sus rivales.
Posee rapidez de desplazamiento y hace jugadas que nadie espera en el tradicional peloteo político. Con un entrenador preparado en Cuba, que se maneja con gran soltura, tanto en los negocios grandes como en la venta al menudeo, tiene helicóptero propio como Piñera, puede recibir instrucciones para enfrentar las más difíciles estrategias de sus rivales y ha puesto una nota de suspenso en el resultado del encuentro.
En la cancha está, también, la réplica del antiguo equipo de Magallanes. Barra fiel, pese a los muchos años sin “campeonar”, pero sale a la cancha a los sones de la “bandita” que nunca le falla, con su manojito de claveles rojos, pocos pero ahí están siempre.
Comenzó bien, relajado, con un esquema de juego que ya se había olvidado, muy practicado en la década del 70.
Como ha ocurrido con el fútbol europeo, propuso arreglar el partido para el segundo tiempo que se jugará en Enero, pero nadie quiere hacerlo hasta no ver quién domina en la primera fracción y especialmente porque el público quiere un encuentro limpio sin arreglines.
Lo más molesto, ocurre siempre en encuentros de esta categoría, que el administrador del estadio ha entrado en una suerte de fiebre de trabajo, arreglos de todos los recintos del estadio, con el público ya sentado, lo que ha ocasionado tacos, empujones y reclamos. No falta quien diga, sin embargo, que estos encuentros que se disputan cada cuatro años, se hicieran más seguidos ya que se mejoran los accesos al estadio, el agua potable, y hasta la iluminación.
Incluso asiento nuevo que se pone, tiene cinta, tijera y bandeja para ser inaugurado, aunque los jugadores, hace rato. están en la cancha.
Cada cierto tiempo el marcador electrónico de las encuestas, señala un tanto que permite establecer un cierto dominio de la cancha que pone nervioso al rival.
El progresismo es la nueva estrategia de juego, todos la usan. Los que juegan como en los 70 señalan a todos los vientos, que ellos la inventaron y que el resto, por monería se adjudican la propiedad.
Además, ya no se juega para la galería, los de abajo, como antes. Los estrategas descubrieron que en este estadio es muy numerosa la clase media, que con gran esfuerzo compra una entrada con asiento numerado o, por lo menos, en la sombra y tratan de lucirse con vistosas jugadas dedicadas a ellos y a los jubilados. Estos últimos siguen comprando su entrada a los revendedores, con un 7% adicional para preservarles el derecho a tener licencia por enfermedad y no trabajar. ¿Son jubilados?
El segundo tiempo lo veremos en enero, solo dos equipos y una final de miedo.
Por hoy escribimos de fútbol, la próxima semana tendremos tema de sobra con la política.

27.11.09

¿Más Estado?

El candidato del gobierno ha manifestado, reiteradamente, que hay que tener más Estado. No es una frase al azar, más que eso, no se duda la intención correcta que ella representa. Los hechos, sin embargo, demuestran que el “más Estado” es para algunos que profitan del mismo.

Hace algunos años en uno de los encuentros “Enade”, expuso el ex Jefe de Gobierno español, miembro del Partido Socialista Obrero Español, Felipe González, un político de otro nivel, que fue capaz de colocar a España como uno de los países de mayor y más rápido crecimiento en Europa.
González dijo, entre otras muchas verdades. ! Se necesita un Estado pequeño, pero musculoso ¡
Al explicar lo de musculoso se refería a leyes claras, justas y potentes, que controlen la gestión interna del gobierno, evite los abusos de los sectores privados, y que permita al Estado mantenerse a la cabeza de enfocar los esfuerzos necesarios para desarrollar el bien común de la sociedad.
Pero en Chile pareciera que el “más Estado” se ha transformado en pegas para aquellos que exhiben un carné partidario. Para quienes poseen un buen padrino, senador, diputado o presidente de partido, que logra colocar a sus operadores políticos para, al final, alzarse con el Santo y la limosna.
Los ineficientes provocan que el Estado pague constantes indemnizaciones. El viernes la Corte Suprema condenó al Serviu Metropolitano a pagar un millón de pesos a decenas de propietarios de las tristemente celebres “casas COPEVA”
Los sobresueldos, pagados en efectivo y por debajo de los respectivos escritorios, se denunciaron públicamente. Se reconoció que así era pero se obtuvo de Impuestos Internos un dictamen que les liberaba de pagar impuestos, los mismos que el chileno común y corriente se le descuenta por planilla.
“Más Estado”, para encontrarnos con noticias recientes que hay miles de millones de pesos repartidos por CONADI, de los cuales no hay rendición.
“Más Estado” cuando nos anuncian que se contratará una auditoría externa para revisar algo, que la Contraloría General de la República ya ha constatado. ¿Más gastos para favorecer a una empresa afecta o necesitada del algún amigo del régimen?
Me salto los escándalos del Mop Gate o Mop Ciade, Chiledeportes, la distribución de ayuda con fines políticos en los desastres de la II Región y en el puerto de San Antonio, los empleos de emergencia ocupados para campañas parlamentarias, Transantiago, el tren al sur y así una larga letanía de escándalos.
Esta semana que termina es ahora la Subdere protagonista de otra situación que pone en duda el “más Estado”
“La Contraloría, a través de tres informes, reveló un millonario desorden financiero de proyectos con fondos del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) en distintas regiones del país, todos a cargo de la Subsecretaría de Desarrollo Regional (Subdere), dirigida por el PS Mahmud Aleuy.
Los documentos establecen una grave “falta de control” para distintas iniciativas hacia los sectores más desposeídos, como también la preservación patrimonial y tratamiento de aguas servidas para zonas rurales.
Básicamente, el organismo fiscalizador halló que los proyectos carecen de cuentas corrientes propias, lo que no permite controlar hacia dónde van dirigidos los fondos.” (El Mostrador.cl)
La publicación adjunta tres informes de la Contraloría revelando graves fallas de gestión, incluyendo el pago de intereses por un prestamos BID que aún no se utiliza completamente.
En el proyecto sobre aguas servidas, aprobado el año 2008, por US$ 200 millones sólo se han usado 57, señala la Contraloría. Cuando eso ocurre a mucha gente perjudicada por que se atrasan obras que benefician a la gente más necesitada.
Se transfirieron $12 mil millones a Intendencias de distintas regiones del país. Sin embargo, la Subdere todavía no tiene una cartera de proyectos que le permita usar los fondos, dice la Contraloría.
¿Este es el “más Estado” que ya tenemos y se promete aumentar?
Lo que se debe buscar es un Estado profesional, donde los ejecutivos del mismo, sean profesionales capacitados, en gestión moderna, control y planificación estratégica. No quienes han sido directivos de un partido político, secretario o secretaria de algún Senador o Diputado.
En definitiva un Estado pequeño, pero musculoso, honesto y serio.

20.11.09

La metamorfosis

Cuando Gregorio Samsa, vendedor viajero, despierta en su cama una mañana, se da cuenta que se ha transformado en un insecto. Se pregunta ¿Qué me ha ocurrido?
La novela de Kafka es una realidad en la política chilena. ¿Quiénes son en realidad los candidatos?


Nada me ha recordado tanto a Kafka que la actual elección presidencial. ¿Qué se esconde detrás de cada candidato?
Unos despiertan descubriendo que son la presidenta Bachelet. Otros que han perdido su fortuna y son pobres. Otros sencillamente han vuelto a la década del 70 y otros pensando que son parte del reality ¿Quién quiere ser presidente?
En definitiva la mayoría habla no pensando en el bien común. No compiten defendiendo sus verdaderas ideas, lo hacen midiendo cuántos votos obtienen con una determinada propuesta.
Cada cual quiere ser más progresista que el otro. No se habla de voto, se habla de aparecer en la papeleta. No se habla de primera vuelta, todos trabajan para la segunda y discuten, por lo menos dos, quien pasa a los comicios de Enero.
La concertación la tiene difícil. Cuando se piensa en cambio, su mejor candidato ya fue presidente y aunque tenga un discurso diferente es claro que no es su discurso, está construido para las demandas de electores que, en una amplia mayoría, están desencantados de la política.
Altos próceres del oficialismo, en su momento, no se atrevieron a enfrentar al electorado Frei, hay que reconocerlo ha sido perseverante, estratégicamente supo posicionarse y sabiendo que lo que se le venía no era fácil se atrevió.
Ha perdido, sin embargo, algunos atributos que le eran propios como la seriedad y la moderación. El discurso suena forzado y poco auténtico. Su caída con las notas presidenciales, cuatro para Allende, declarándose, previamente, heredero político es una demostración que no ha escapado a la metamorfosis que afecta a todas las candidaturas.
Ha faltado en el discurso de cada candidato, se lo están dando a todos en bandeja, el mayor acento en las políticas hacia el mundo del deporte. Chile clasificado al mundial. Dos figuras relevantes, una en natación y otra en gimnasia, tienen figuración internacional y parece que el deporte no fuera tema.
El deporte une a los chilenos, lo que no hace la política con su desgastado discurso que unos son buenos y otros malos. Con una caricatura de una izquierda que cayó junto con el muro de Berlín y una derecha tipo siglo XIX que tampoco existe.
La ciudadanía percibe una realidad diferente a esos gastados y añejos discursos.
Las visiones apocalípticas, antiguo testamentarias de lo que pasará si gana Piñera, ya no se creen y no provocan ningún efecto.
Tampoco se puede desconocer que la Concertación ha gobernado 20 años de manera positiva, provocando un desarrollo importante en el país. Su éxito se radicó en que nada de lo que fue el viejo discurso estatista de la izquierda marxista de la U.P. se ha aplicado.
Sin embargo se repitieron el plato muchos. Siguieron llegando a los altos cargos los que esquilmaron a ferrocarriles, que idearon un Transantiago con una porfía que le ha costado al país miles de millones de dólares, mientras la gente en regiones pide más posibilidades para seguir creciendo.
Hasta el momento actual donde los problemas no se solucionan si no hay un paro, una protesta, algún escándalo que afecte a una sociedad inocente, castigada por la burocracia y la falta de voluntad para lograr acuerdos sensatos, que favorezcan a la gente que dicen representar
El problema que tiene la candidatura del gobierno es que se quedaron en el pasado.
En el camino se perdieron las ideas y se apoderaron las cúpulas partidarias de los cargos más relevantes. Son figuras que ya cumplieron su papel, muchas de ellas brillantemente, pero que han permitido que se pierdan o desilusionen jóvenes generaciones que vieron que sus posibilidades eran ocupadas por personajes que solo se dedican, con honrosas excepciones, a medrar de los sueldos fiscales.
Hoy la Concertación y su candidato buscan lo imposible, parecerse a la Presidenta, que precisamente le ha dado a su gobierno un sello personal, diferente a la concertación, ese es su gran activo.
Mientras todo esto pasa, el votante espera.
La metamorfosis prosigue.

11.11.09

La búsqueda del tesoro

Todo niño, en sus juegos, soñaba con descubrir en algún lugar desconocido el tesoro escondido de algún pirata. Un cofre inmenso del cual hacerse gratuitamente, quitado a otros, y disfrutarlo como propio. Para los niños un sueño, para la clase política una realidad. El tesoro público.
No quiero ser exagerado en esta apreciación, pero la lucha desatada por ganar el poder es comparable a un grupo de personas interesadas en hacerse del gobierno y, más que favorecer a la ciudadanía, instalar en cargos de privilegio a sus más destacados operadores políticos, amigos y familiares.
La lección que dejan, las últimas décadas, hace que el votante desconfíe.
Candidatos que, colgados de los programas de empleo, utilizaron a gente humilde para sus propios fines electorales. Ministros que recibieron sobre sueldos, sin pagar impuestos como lo hacen todos los chilenos. Otro que recibió de regalo un costoso caballo de un empresario, favorecido con contratos del ministerio que representaba, son algunos ejemplos.
Altos cargos que luego de servir al Estado migran a la empresa privada, con jugosos sueldos, pero que se mueven en el entorno regulado por algún ministerio o servicio público donde sirvieron, lo que permite el uso personal de una red de contactos.
Funcionarios públicos que ven peligrar sus cargos, única y exclusivamente, por denunciar actos de corrupción de personajes importantes. Pese a que lo hacen en conformidad a una ley, esa ley resulta letra muerta, como ocurre en el Consejo Nacional de la Cultura, donde nada se hace cuando se exonera a quienes han denunciado, con valentía, a los que se han aprovechado de recursos puestos bajo su administración, para fines personales.
La puerta giratoria de la justicia, que tanta polémica ha causado, entre el candidato del Gobierno y los altos magistrados de la Corte Suprema, tiene replica en la puerta giratoria de funcionarios que entran y salen del gobierno. ¿Caras nuevas?¿nadie se repite el plato? ¡Pamplinas!
Cuando se termina la pega que da el gobierno de turno, de inmediato a buscar otra en la “demonizada” empresas privada, a la que se acusa de todos los males y se amenaza con mayores impuestos.
En un país de tan poca población como el nuestro, la empresa privada que genera más del 80% del empleo, son la Pymes, las mismas que los actuales candidatos al parlamento prometen ayudar en todos sus discursos.
Este tesoro al que tantos aspiran encontrar todos los sectores políticos pasa, además, por otras decisiones que se hacen utilizando el dinero de todos. Se inaugurará un museo de la memoria. Parece justo, pero resulta que solo representa una parte de la memoria de Chile, con una parte de la historia que, naturalmente, no quisiéramos repetir.
Da la impresión que la memoria de los chilenos empieza el 11 de Septiembre de 1973. ¿Y qué pasó antes? ¿Donde está la memoria de las marchas amenazantes de los militantes extremistas? ¿Dónde está la memoria de los muertos en atentados y bombazos antes de 1973? ¿Dónde está la memoria a los mineros del cobre, de El Teniente cuando, marchando hacia Santiago con sus familias, sufrieron una fuerte represión en el puente que cruza el río Maipo?
¿Donde está la memoria, en ese museo construido con el dinero de todos, de las tomas ilegales de edificios de departamentos, que se construyeron para gente de clase media, que había ahorrado, y eran arrebatados por otros que solo querían que les fueran regalados?
¿Dónde está en la memoria de los bloques de pescado congelado, que capturaban las flotas rusas porque las nuestras habían sido intervenidas y esquilmadas?
¿Porqué, no colocan algunas latas de “chancho chino”, o el pan negro del cual solo podíamos comprar medio kilo?
La memoria colectiva es un todo, no algo parcial. Tanto antes como después del 11 de septiembre. hay acciones que debemos recordar y errores que no se deben repetir, incluidos las graves violaciones a los derechos humanos.
No es bueno que la historia de Chile de esos períodos se escriba parcialmente.
Quienes la narran, según les conviene, fueron aquellos que callaron ante un muro en Berlín, y ante los crímenes de las policías secretas de la RDA, o de la URSS.

6.11.09

La política del pelotazo II


“Yo siempre le hablo con mucha claridad a la gente y hoy quiero hacer lo mismo. Fue una torpeza, es natural que alguien en mi cargo esté interesado en las propuestas que hacen los candidatos con las implicancias fiscales y económicas evidentes, pero no era el momento ni el lugar estarlo haciendo, y así se lo voy a explicar a los miembros de la comisión mixta de presupuesto esta tarde”
Ministro de Hacienda Andrés Velasco.

Siguen los pelotazos en la política chilena. Poco podemos esperar los ciudadanos de la actual clase política que nos gobierna, como de aquellos que se oponen a los que nos gobiernan.
El único acto honesto que hemos visto esta semana, fue del Ministro mejor evaluado del gobierno de la Presidenta Bachelet. Sorprendido mirando la página web del candidato oficialista Eduardo Frei mientras se discutía la ley de presupuesto, su declaración, reconociendo su error, no es común en los políticos de nuestro país.
Cualquiera puede cometer errores, meter la pata, equivocarse, pero cuando ello ocurre hay que reconocerlo y disculparse como lo ha hecho Velasco. Queda la sensación que en esta carrera presidencial, la Concertación, no habría pasado tantas angustias si hubiere levantado una candidatura de alguien que no tiene problemas en reconocer que es un ser humano que puede cometer errores.
Como contrapunto, resulta absurda la explicación que dio un funcionario, de la campaña oficialista, por los dichos de Frei de “la puerta giratoria”, donde con todas sus palabras le endosó la culpa de la delincuencia a la actitud de los tribunales que liberan con mucha facilidad a los detenidos. Dijo Frei “La puerta giratoria no es mía ni del Gobierno, es de los tribunales. Eso hay que terminarlo”.
Los dichos del candidato del oficialismo, trajo las críticas del poder Judicial, incluyendo al Presidente Subrogante de la Corte Suprema, Ministro Milton Juica, quien señaló sobre el particular; “Sorprende que el ex Presidente diga estas palabras, porque fue él, precisamente, el que presentó el mensaje del Código Procesal Penal, en que explícitamente reconoce que esto es un código garantista y que lo excepcional sean las medidas cautelares, especialmente la prisión preventiva. Los invito a que lean el mensaje del Código Procesal Penal y dice todo lo contrario a lo que ahora se afirma”. Agregó el ministro Juica “El tema de la seguridad hay que discutirlo con seriedad y no sobre la base de slogan de carácter político que no reflejan una realidad. Una persona que quiera tener una representación popular tiene que hablar con mucha más seriedad”,

Serio y responsable sería que, el candidato del Gobierno, reconociera que su juicio fue equivocado. Eso lo haría creíble y más cercano a sus electores. Nadie es Dios, menos en política.
También resulta desproporcionada la reacción opositora de amenazar con una acusación constitucional al Ministro de Hacienda. Pelotazos van y vienen mientras los ciudadanos, me imagino, ven este circo romano en que se ha transformado la campaña política.
Lo más gracioso es ver con qué facilidad se firman compromisos para toda clase de grupos que plantean sus necesidades. ¡Su promesa y dos más! ¿Dónde está la seriedad? ¿Dónde está el respeto mínimo por la inteligencia de los electores? Se promete todo lo que se pide, incluyendo las cosas más banales.
La lucha por conservar el poder para unos y de ganarlo para otros, hace perder toda racionalidad. Candidatos van de torpeza en torpeza, en tanto sus sacristanes, replican y amenazan, incluyendo en sus dichos destemplados a la propia Contraloría General de la República.
En definitiva cada cual hace sus propias trampas. Tolerancia cero para los errores no forzados de los candidatos. Todos se vigilan para señalar la paja en el ojo ajeno.
Ya se están repartiendo los votos, nuestros votos, para una segunda vuelta, como si no tuviéramos opinión propia. Como si usted o yo, estimada lectora y lector, no tuviéramos la libertad de discernir a quien vamos a apoyar en enero.
Nuestra capacidad de decidir se transa al mejor postor. Es una falta de respeto increíble a la ciudadanía.
Los políticos no se han dado cuenta que muchas cosas han cambiado, entre ellas, que al electorado no se le puede arrear como si fuera un rebaño. Menos agarrarlo a pelotazos.
Falta mucho para el mundial.

30.10.09

¿La tercera edad está demás?

La política chilena está mostrando su peor cara. Ahora resulta que la tercera edad tiene como destino retirarse a la vida privada, dar alimentos a las palomas o sencillamente preguntarse ¿Dónde está Elisa?
Si no quiere que un diputado lo trate de “demente senil”, nunca tenga la gentileza de alabar a un adversario.
La política ha demostrado, esta semana que termina, su peor cara.
Bastó que Gabriel Valdés, D.C. ex ministro, ex senador, ex diplomático, dijera que Piñera podría ser un buen presidente para que los políticos “progresistas” le tildaran de senil, demente, anciano, y que debería estar en su casa dedicándose a cualquier cosa menos a participar en la vida política activa.
Como en Chile practicamos las costumbres de las barras bravas, es pecado, para algunos diputados y senadores, tener un gesto de cortesía o reconocer cualidades al adversario. Ese fue el pecado de Gabriel Valdés para que fuera “basureado” por el diputado Aguiló, la diputada Saa y el senador de su propio partido Jorge Pizarro.
Parece que en política las buenas costumbres están interdictas y de paso los años pasan y pesan y quienes somos parte de la tercera edad, hemos perdido el derecho ciudadano y democrático de opinar diferente.
No se me ocurre pensar que Gabriel Valdés vote en diciembre por alguien diferente a Frei que, seguramente, es su candidato. Si así lo hace ¿se transforma acaso en una mala persona? Absolutamente no. Es una persona consecuente con su ideología y trayectoria.
Si Valdés opina que Piñera puede ser un buen Presidente, ¿cuál es el pecado? Los que sienten la debilidad política, la sensación de una derrota temprana, ven enemigos en cualquier lugar, incluso en su propia casa.
Lamentable la manera en que han tratado a un líder de la oposición al Gobierno militar. Los que hoy le critican aún jugaban a las bolitas cuando Gabriel Valdés salía a la calle a expresar sus ideas.
De paso se insinúa, que todos los que somos mayores de 60 años deberíamos retirarnos a la vida privada, sin estridencias. Estos políticos, como el diputado Aguiló, se olvidan que la gente mayor también vota. ¿Somos solo útiles para las elecciones? Se olvida que algún día podría tener la misma edad de Gabriel Valdés.
Pecado de soberbia y pecado de orgullo creerse dueño de la verdad absoluta y que el que piensa distinto, si tiene sus años, es un demente senil.
El ex Presidente Patricio Aylwin, que pronto cumplirá 92 años dijo claramente el jueves sobre estos comentarios de Pizarro, Aguiló y Saa: “Me parece una insolencia y una idiotez plantear las cosas en ese término”. “Gabriel tiene una vida de servicio al país, una vida pública reconocida como ministro de RR.EE., como senador y en otras actividades que merecen el respeto de todos los chilenos”
Qué dirán ahora, Aguiló y compañía, cuando lean la entrevista que publica la revista “Qué Pasa” con declaraciones del ex Ministro de Agricultura del gobierno de Patricio Aylwin, militante radical, Juan Agustín Figueroa con dichos como: “si Enríquez-Ominami pasa a la segunda vuelta, es difícil anticipar la velocidad con la que seguirá creciendo. Basta ver lo que pasó con Fujimori en 1990, cuando nadie daba un peso por él y terminó derrotando a Vargas Llosa”.
O esta otra opinión: “Respecto a la carta presidencial del oficialismo, Figueroa es claro en señalar que la campaña de Eduardo Frei se encuentra “cuesta abajo en la rodada”.
“El hecho de que algunas encuestas arrojen un empate entre Frei y Marco Enríquez-Ominami significa el desmantelamiento de la campaña de Frei, sobre todo cuando se retiran figuras relevantes de su orgánica, como ocurre con Eugenio Tironi”.
“Frei hizo un mal gobierno y, lo he dicho varias veces, es un hombre de condiciones medias, que no se destaca ni se convierte así en “el” candidato”.
¿Figueroa, también hombre de la concertación, esta con demencia senil?
No es la edad la que hace la diferencia. No se gobierna fijando una cuota de cuántos años se deben tener para ser Ministro. Hemos tenido gente brillante y muy joven, pero no es esa la única cualidad, habría que agregar preparado, con experiencia e inteligente. Por si es posible, honesto.

6.10.09

La clientela electoral

El total de personas que votará en los próximos comicios presidenciales y parlamentarios asciende a 8.285.186. De ellos, un 47,4% son hombres y un 52,6%, mujeres.
De los nuevos inscritos, 211.224 electores, 159.447 son jóvenes menores de 30 años, lo que equivale a un 75,4% de los nuevos electores.

La clientela electoral son aquellas ciudadanas y ciudadanos que están habilitados para votar. Es la moderna vitrina electoral donde una cantidad importante de persona sale a mirar las ofertas. Estas no se encuentran al interior y al pie de cada producto, curiosamente en cada campaña, el vitrineo, se transforma en un verdadero remate, donde el que puja por quedarse con los votos tienta con toda suerte de promesas. Casi parece una apuesta de póker. Tu promesa y dos más.

No han faltado en la presente campaña los que tiran barro a la vitrina del adversario para dispersar a los clientes, diciéndoles que el producto está contaminado y les espera toda suerte de males de consumirlo.

Uno de los candidatos dice que de ganar la derecha vendrán graves conflictos sociales, un cataclismo que poco menos destruirá la paz de nuestro país. Desde su mismo lado le responde, al profeta de los desastres, el ex Presidente Patricio Aylwin: “Yo no soy partidario de crear tensiones innecesarias. Los chilenos somos libres para elegir, estamos en una democracia, mi candidato es Frei, soy de la Concertación, creo que es mejor para el país que la Concertación siga gobernando Chile, pero no creo que haya que ser catastrofista”

Desde la otra banda Piñera también tercia en la disputa: “ Frei, ha pasado de una campaña del terror a una campaña sucia y ahora quiere volver a que Chile sea un país que en lugar de unirse quiere retrotraernos a las mismas divisiones y odiosidades del pasado".

"Ellos combatían la campaña del terror y ahora son los campeones del terror. Se la jugaban por elecciones libres y ahora son los campeones de la intervención, y ellos prometían la alegría y ahora quieren traernos la odiosidad",

Presento una nueva teoría, la de la vitrina invertida. Son ahora los electores que, de producto consumible por los candidatos, mutan en consumidores de candidatos y para ello la mejor manera se impresionar a los más de ocho millones de electores de diciembre es actuar con inteligencia, material bastante mezquino en estos días.

Veamos algunos dichos de esta semana que pueden impresionar o no al elector. La primera regla es no pelear entre sí mismos, cosa que no ocurre, por ejemplo, en uno de los dos grandes bloques. La Alianza ya aprendió las lecciones del pasado, pero la Concertación está inmersa en una pugna que le hace un inmenso daño. El diputado Fulvio Rossi que disputa una senaduría por el norte acusa Frei, su candidato presidencial de intervencionismo electoral. Desde el partido en que milita, su Presidente el senador Escalona aclara que Rossi presentó excusas privadas a Frei por sus dichos.

En este pimponeo de declaraciones, Rossi replica: “Con mucho respeto, le digo a Camilo Escalona que no necesito voceros. Le agradecería que no usara mi nombre para decir inexactitudes, puesto que mantengo a firme mis dichos sobre lo ocurrido, porque sigo pensando que estos gestos afectan claramente la unidad de la coalición”

A la clientela electoral le cuesta, seguramente, entender estos dimes y diretes. Pero la política esta de miedo y más que “por sus hechos les conoceréis”, parece primar lo de “por la boca muere el pez”

Los electores quieren un rayado claro de la cancha, pues ya lo tienen en cuanto al color del arcoíris, más cargado al rojo que a otras tonalidades. En el discurso de conmemoración del triunfo del “no”, en la alocución principal se dijo: “Estamos aquí convocando a la izquierda como émbolo de un nuevo proyecto para Chile y estamos convocando a participar en ese proyecto a todos los ciudadanos y ciudadanas, a todo el pueblo chileno que el 5 de octubre de 1988 votó No”,

No agregamos todo lo que se ha atacado a Marco Enríquez Ominami a quien cada vez lo alejan más de tener simpatías por sus ex compañeros de ruta.

La clientela electoral tiene que tomar decisiones. De los más de ocho millones, ¿cuántos se habrán desencantados de las ofertas políticas y anularan su voto o lo harán en blanco, tan en blanco como los ofertantes irreales que, nunca como antes, hemos escuchado?

Creo que, electoralmente, muchos, no están escuchando la voz del mercado

1.10.09

De China a Chile en un clic

Mientras en Chile nos preparamos para elecciones en diciembre, China comenzó a vivir, a contar del 1° de Octubre, los festejos del 60 aniversario de la fundación de la R.P. de China.
Hoy en Shanghai estamos en el cuarto día de festejos, que en el mundo no se pueden desconocer y 550 millones de chinos han salido de paseo a diferentes ciudades de este país.
La tercer potencia económica que vive, entre el marxismo y el capitalismo, sin problemas ni cargo de conciencia, permite con la tecnología de un país desarrollado, escribir de la política chilena con un solo clic de nuestro “Netboock”. Es lo que haremos. ¡Gambei!

“Ni hao Ma”. No resulta difícil ver la política chilena a la distancia cuando podemos enterarnos de lo que ocurre sin problemas, reflexionar y dar algunas opiniones.
La semana se había iniciado con vientos de polémica encendida.
Dos situaciones alimentaron la hoguera de las pasiones políticas. La primera comenzó con el debate presidencial y “Trasparencia Internacional”. El capítulo chileno resultó gravemente damnificado. Su directorio reconoció que un informe publicado a nivel internacional no fue conocido y menos debatido, lo que naturalmente representó la visión particular de los funcionarios rentados que lo redactaron.
El informe sobre corrupción y uso de información privilegiada en la empresa privada, así como el empleo por parte del candidato del oficialismo, Eduardo Frei, para atacar a su contrincante Sebastián Piñera, provocó toda clase de comentarios.
La reunión, esta semana, de “Chile Transparente”, presidida por el ex Presidente de la República Patricio Aylwin, terminó con la renuncia del Secretario General del directorio, el D.C. Jorge Navarrete, y el rechazo, por unanimidad, a la renuncia que había presentado la titular, ex Ministra de Minería, Karen Poniachik.
¿Capítulo cerrado?, probablemente, pero con una consecuencia favorable. Hoy “Chile Transparente” es más conocido en su integración, como en sus funciones. Es una ONG que está compuesta por gente con diferentes visiones políticas, lo que es saludable. Su directorio corregirá una irregularidad, que le restó prestancia y méritos, como que sus integrantes no fueran informados del texto que se elaboró, publicó y se utilizó políticamente. Lo más grave, como quedó demostrado, que era sesgado y con graves inexactitudes legales. El acuerdo de corregir ese aspecto, conocer con oportunidad lo que se informa mediante una propuesta elaborada por “hombres buenos”, seguramente, zanjará el conflicto.
Organismos como “Chile Transparente” son necesarios. Su independencia de juicio debe estar garantizada por la rigurosidad de sus estudios y la veracidad de los argumentos.
El segundo tema de polémica, que llevó a violentas acusaciones desde la Concertación, lo puso sobre la mesa Marco Enríquez Ominami, cuando en una entrevista en el diario La Nación de Buenos Aires, dijo que “ni soñando votaría apoyaría en segunda vuelta a Eduardo Frei”
Toda suerte de denuestos y anatemas cruzaron el campo de la política chilena.”Busca la destrucción de la concertación”, “exigimos que aclare qué significa que, habiendo sido parlamentario de la Concertación, apoyado por su partido, el socialista y habiendo renunciado a ello, expresamente señale que en una segunda vuelta no apoye al candidato de la Concertación. Por una mínima conciencia, tiene que explicarlo”, dijo el diputado Juan Carlos Latorre, presidente de la D.C.
La respuesta del candidato alternativo fue clara y lógica. “Probablemente me entendieron mal, no me pongo en el escenario de no pasar a segunda vuelta. No voy a votar por el senador DC porque el que va a pasar a segunda vuelta soy yo”.
En estos meses que restan de campaña, la epidermis de los candidatos, sus seguidores, integrantes de batucadas y murgas que forman parte de la nueva manera de buscar el favor de los votantes, estará en extremo sensible.
A la distancia, con 12 horas adelantadas de diferencia, las cosas se aprecian con una óptica distinta, tranquila, en una ciudad que tiene dos millones más de habitantes, que toda la población de Chile.
Y pensar que pese a las 36 horas de vuelo que nos separan, sin contar escalas, estamos a solo un clic, que me apresto a pulsar, de Chile y sus polémicas. ¡Gambei!

25.9.09

Liquidación por término de giro

Luego de ver el primer debate presidencial queda la sensación, por la cantidad de ofertas, que el elegido para la primera magistratura de la nación gobernará por un decenio.
¿Irresponsabilidad en las promesas o desesperación por seguir en el poder? No hay duda que la racionalidad será más poderosa que la danza de millones de dólares que se comprometen a diestra y siniestra.


24 puntos de rating marcaron el debate presidencial de TVN. Menos que la más mala de las teleseries y, obviamente, inalcanzable para los más de 77 puntos del debate Aylwin – Büchi.
La gente, como le llaman los políticos, sigue enviando el mensaje que siente desprecio por las peleas pequeñas, por las rancias rencillas del pasado, por tanta promesa sin fundamento ni seguridad de ser cumplidas.
No será el más agresivo el electo. Lo será quien se perciba como sincero, eficiente y leal con sus principios y no mostrando oportunismo para ganar votos fáciles. Ello no ocurrirá ante una ciudadanía que tiene más información. El debate electrónico es hoy común y llega más a la médula de los problemas que “la gente” sufre, cosa que la clase política, sujeta a sus códigos y a los compromisos instrumentales, no siempre es capaz de percibir.
El debate del miércoles fue malo y aburrido, acotado por tiempos irreales para desplegar con serenidad ideas de mayor contundencia. Las patadas bajo la mesa solo mostraron que la campaña sigue ensuciándose, pese a las promesas ante el altar católico y el servicio evangélico.
Un dato, no existe el “tribunal de Transparencia Internacional”, lo que si existe es el capítulo chileno, presidido por una ex ministra de la concertación. Es una ONG, no un tribunal.
Sacar el tema de la SVS, ampliamente debatido el año 2007, no suma ni resta, así como lo mismo ocurre con el perdón de Frei a un traficante de drogas, los escándalos del Mop Gate, Chiledeportes, los programas de empleos, las indemnizaciones de los directorios de empresas públicas o los sobre sueldos. Eso ya es pasado. Son acusaciones fútiles que ya el país no quiere.
Si tuviéramos que evaluar el desempeño en un debate, donde las preguntas tenían más tiempo para formularse que las respuestas, me quedo con Jorge Arrate. Mantuvo su discurso y sus convicciones, con tranquilidad y mesura. Su discurso deja en claro que es el único y genuino representante de la izquierda chilena. Para muchos sus argumentos pudieran ser los mismos que conocimos en los años 70, pero sonaron sinceros. No fueron palabras para la galería, tampoco buscaron la conquista de votos fáciles. En el fondo fue el único sincero de los cuatro candidatos.
Por mucho que Frei pose al lado izquierdo de la fotografía presidencial, dado su historial político, no lo decimos en sentido crítico, resulta poco creíble.
Marco Enríquez Ominami hizo su juego. Mostró sus cartas como lo ha hecho en toda la campaña, una visión diferente de lo que él llama “progresismo”
Es incomprensible, al escuchar las respuestas del debate, que no perciban los contendientes que el centro político ha crecido. Cada vez que se promete mejor salud, mejor educación, más programas sociales, pareciera que el mensaje es que los 20 años que ha gobernado el oficialismo los problemas en vez de disminuir han crecido. Eso no es verdad. El país se ha desarrollado pero, en la pecha por ganar votos, se ofrece una liquidación de nuevos programas, algunos bajo la forma de aumento de impuestos, otros por un aumento del PIB que nadie puede garantizar.
Hay una clase media mayor que la de hace 20 años. ¿Qué no lo entienden? Para esa clase media no hay propuestas. ¿Quieren darles bonos a personas cuyas rentas se mueven entre los 400 mil y 700 mil pesos?
La clase media chilena quiere educar bien a sus hijos. Aspira a empleos seguros y justamente remunerados. Los planteamientos de los años 70 que hoy se repiten con un Estado sobre dimensionado, no convencen al independiente de centro. La clase media percibe, un Estado más grande, como fuente de empleo solo para operadores políticos y privilegiados del gobernante de turno. El Estado con mayor intervención, no es tema de esta clase media que desprecia la mala política. Ciudadanos que saben separar la paja, de promesas demagógicas, del grano de lo que mejor saben hacer, trabajar, luchar por sus familias y progresar con el fruto de su esfuerzo y mejores oportunidades.

17.9.09

El derecho a equivocarse

La crítica a Marco Enríquez Ominami recordando una entrevista concedida a dos medios de comunicación hace seis años, nos alerta de lo peligroso que resulta juzgar a las personas a partir de acontecimientos del pasado.
Típico de nuestras costumbres, por eso todavía disputan carreristas con O’higinianos. Balmacedistas con congresistas, o partidarios de la UP con opositores a Allende.


No fue buena la idea de Magdalena Piñera recordar en internet, una entrevista dada por Marco Enríquez a la revistas Cosas y al diario La Nación el año 2003. Error no forzado e indicios de una campaña sucia que, creo, la mayoría de los chilenos rechazan.
Afortunadamente las reacciones fueron positivas. Magdalena se disculpó. El propio Marco se distanció de esas entrevistas señalando que fueron propias de su juventud, con ideas que actualmente no sostiene, lo que parece razonable. ¿Quién de nosotros puede decir que no ha cometido errores en el pasado? Equivocarse forma parte del proceso de madurez que experimentamos en nuestra vida.
Muchas veces escuchamos a personas mayores, que les gustaría tener menos edad, pero con la experiencia del momento presente. Como tal cosa resulta imposible vamos por la vida aprendiendo y golpeándonos.
Las causas que abrazamos van cambiando, con nuevas visiones, aprendizajes, experiencias y consejos. No gusta y menos se cree a quienes dicen que nunca han cambiado, que mantienen sus ideas desde siempre.
El derecho a evolucionar es el que hace progresar a las sociedades en su conjunto. Se comprende a Marco Enríquez Ominami, cuando el mundo real que conoció era absolutamente diferente a su país de origen. El idioma que utilizó, para pronunciar sus primeras palabras, es distinto al que se habla en Chile, incluyendo paisajes, amistades e ideas políticas.
Si antes decía que le gustaría tener otra nacionalidad, respetar una bandera y escudo diferentes, no representa un pecado capital, no le desacredita para que ahora, con mayor madurez, piense diferente.
Si no aceptáramos que esta es una ley de la vida, del sentido común, nos estaríamos atribuyendo una suerte de ser absolutamente dueños de verdades absolutas y todo quien no piense igual está equivocado y es nuestro enemigo.
En política es una práctica común la descalificación y no la razón. Se acoge, se hacen alianzas, a quienes piensan distinto, por conveniencia, por estrategia o porque no hay otro remedio.
Se introdujeron las alianzas instrumentales, que son solo espejismos de una afinidad política que no se comparte.
No se puede criticar a Marco Enríquez, cuando la concertación lleva la candidatura de Eduardo Frei, opositor a la U.P. en su momento y donante económico del gobierno militar. Tampoco se puede criticar a Frei por aliarse con los comunistas.
En la vereda contraria la oposición levanta la candidatura Piñera, opositor al gobierno del general Pinochet, partidario y votante por el no en el pasado.
La candidatura opositora recibe el apoyo de un senador, prisionero en la isla Dawson, en 1973.
Todo lo que indicamos es señal que el mundo cambia, la gente cambia y las alianzas políticas fluyen en todas las direcciones y conveniencias.
Para entender la política hay que conocer los códigos de personajes que miden sus ideas y exponen sus promesas, sacando cálculos en cuanto a los votos que pueden obtener.
Nos quedan algunos meses de campaña y es de esperar que las cosas mejoren en cuanto al tono de las campañas.
Tenemos la esperanza que se piense en los ciudadanos, que en alto porcentaje ven a los candidatos como pugilistas desafiantes, golpeándose cada vez que pueden bajo la cintura y se modere el lenguaje.
La consecuencia, es uno de los valores que la política chilena ha perdido. Se critica porque Aznar viene a dar su apoyo a Piñera, pero nada se dice cuando lo propio hicieron Felipe González, Rodriguez Zapatero o Alfonsin, con candidatos presidenciales de la concertación.
Parece ser que “lo que es bueno para mí, es malo para ti” prima en muchos quienes quieren ser nuestros representantes en una democracia que dista mucho del pensamiento de Lincoln; “El gobierno del pueblo por el pueblo y para el pueblo”, entendiéndose como pueblo a todos quienes habitamos un territorio soberano.

12.9.09

Heredero de la corona

¿Quién hereda la corona y la popularidad de la Presidenta Bachelet? Es una lucha soterrada ante una realidad indesmentible, la popularidad no se traspasa, es transversal como lo demuestra la simple lógica de más de un 72% que obtiene Bachelet, ni siquiera comparable con un poco más del 50% que logra su gobierno.
Los dos corazones de la izquierda en la concertación se disputan los derechos de herencia de un legado que solo el tiempo legitimará.

Dura lucha es la que libran los candidatos del progresismo concertacionista, asumir quién es el legítimo heredero de la obra social de la presidenta Bachelet.
Frei, legitimado por la propia mandataria en sus discursos con apoyo directo al candidato del oficialismo, se declara progresista, de izquierda, además de continuador de la tarea que la actual mandataria ha desarrollado.
Marco Enríquez Ominami, por su parte, dice que el verdadero continuador es él y lo ha sido siempre apoyando la gestión Bachelet desde el congreso.
Ambos candidatos apuntan al mismo objetivo, vestirse, aunque son varones, con el exitoso ropaje político de la presidenta. Este travestismo electoral ha propiciado una interesante polémica, que los votantes de diciembre deben tomarla, con toda seguridad, casi como un chiste.
Desde el comando Frei, aseguran que Marco quiere “camuflarse con ropaje ajeno”. Desde el otro lado de la barda, Carlos Ominami, ex senador socialista, les responde que su hijo representa mucho mejor la herencia de la gobernante, puesto que comparten una misma historia y provienen de un mismo mundo que ha sufrido lo que Pizarro ni Frei ni Burgos han sufrido.
Ominami agrega: “Yo creo que no puede ser la continuidad de la Presidenta Bachelet alguien como el senador Frei, que dijo que el país no estaba preparado para ser gobernado por una mujer. Eso lo dijo el senador Frei y yo se lo rebatí en una polémica que sostuvimos a través de las páginas de El Mercurio en febrero de 2004”
En declaraciones al diario El Mercurio, edición de ayer sábado, Ominami ataca duramente al “freísmo”. “Entonces que él busque situarse en la continuidad cultural y política de la Presidenta me parece a mí que es algo que no calza y esa es la razón por la cual no le está yendo bien y es claramente una candidatura deprimente, alguien que fue un gran privatizador de todas las sanitarias de este país, tiene poco que ver con la continuidad lógica de la Presidenta y menos voceros como Pizarro y Burgos, que se instalan en la condición de administradores de un bacheletismo del cual ellos nunca han sido parte”.

4.9.09

Domingo 13

El próximo domingo 13 se terminan las especulaciones. Ese día se conocerá quién es quién en la carrera presidencial. Las trabajadas y discutidas candidaturas parlamentarias, se unirán, como factor relevante, a una campaña que hasta el momento suma más descalificaciones que propuestas.
Son los aprontes en el ring político. Saltos y fintas con los guantes sobre la cara. Ese día se inicia la verdadera campaña.

La encuesta CEP, la más calificada por la clase política, deja en el escenario presidencial solo a tres candidatos, el resto es acompañamiento o puro simbolismo.
La pregunta es, no menor por supuesto, ¿cuántos candidatos de los que marcan entre 1 y 2 por ciento seguirán en la pelea?
Queda la impresión que Zaldívar no perseverará en su candidatura. Sencillamente su propuesta no encontró eco en la ciudadanía, pese a que la encuesta CEP le muestra en cuarto lugar en atributos, pero su pre campaña fue extremadamente débil.
Hasta el momento Arrate sigue firme como el candidato del Juntos Podemos. Creo que el 1% que muestra es mentiroso. El partido comunista, ahora aliado con la Izquierda Cristiana, siempre ha obtenido sobre un 5% que la encuesta no ha mostrado, no veo razón para que ese piso desaparezca en esta elección.
No hay ninguna posibilidad que la elección se decida en primera vuelta, hay segunda y muy competitiva, incluyendo un escenario diferente donde un candidato alternativo como Marco Enríquez Ominami levanta un cerco complejo sobre el candidato del oficialismo.
Quedan más de cien días de campaña, pero es difícil, no imposible, que las posiciones cambien dramáticamente por lo que se puede anticipar que Piñera y Frei estarán en segunda vuelta.
La clase política afirma que desplegada la campaña de manera oficial las cifras pueden alinearse de manera diferente. ¿Cuánto puede variar ese escenario en relación con la última muestra de CEP?
Ya se reconoce la posibilidad cierta que Piñera pueda llegar a la Moneda, declaraciones de José Miguel Insulza en Buenos Aires el pasado jueves, pero, a mi juicio, nadie debería cantar victoria y quienes más tienen que trabajar son los comandos de Piñera y Frei. El primero para romper el cerco del 37 % que lo mantiene en primer lugar en ambas vueltas y Frei para mantener la distancia con Marco Enríquez.
Hay otro tema que la encuesta CEP deja en claro, hay dos agendas, una política que es absolutamente discordante con otra agenda, la ciudadana.
Veamos un ejemplo en estos días, en un tira y afloja entre el parlamento y el gobierno se ha vuelto a poner en tabla, con proposición de comisión investigadora incluida, el tema de los derechos humanos, a raíz de ex integrantes de la CNI contratados por el Ejército, situación que debe aclararse ya que según informaciones preliminares se trata de algunas personas sometidas a proceso, sin condena en primera instancia, y otras que no están procesadas.
En la palestra está el Comandante en Jefe del Ejército y el Ministro de Defensa. El punto es que los derechos humanos marcan en la encuesta CEP un 3% como problema a solucionar.
Los cuatro principales temas de la agenda ciudadana con 54%, la delincuencia, los asaltos y los robos. Le siguen la salud, 38%. El empleo, 37%. La educación, 33%.
Los candidatos deberían concentrarse en esas preocupaciones, no donde pequeños grupos gritan más. No se trata solo de mencionar los temas, hay que hacer propuestas concretas. Describir en el lenguaje más claro qué van a hacer para resolver las inquietudes ciudadanas.
El gran error que se comete es apegarse a libretos pre escritos por los partidos políticos tratando de hacernos sentir problemas que no nos impactan.
Da la impresión que la ciudadanía quiere seguridad, trabajo, una salud que funcione eficientemente, tranquilidad y orden.
La ventaja que tiene la Presidenta, de cuya popularidad muchos quieren colgarse, es que ella tiene una agenda cercana a la gente, incomprendida por la clase política, especialmente en el primer año de su gobierno. Su empatía de entender los aspectos sociales y transformar ese entendimiento en medidas prácticas ha sido su principal fortaleza.
Esa lección deben aprenderla los candidatos, antes que se les aparezca, con todas sus incógnitas, el 13 de Diciembre.

29.8.09

¿Qué te pasó MEO?

Debo confesar que cuando apareció la candidatura de Marco Enríquez Ominami, como muchos, sentí que aparecía una brisa de aire fresco en la casa política chilena que, con el tiempo, se nos ha puesto algo rancio. Pero en estos últimos quince días algo pasó, que lo puso, al candidato, algo agresivo, insolente y descalificador. ¿Qué le ocurrió?
Vivimos una campaña presidencial “rasca”. Curiosamente la palabra tiene varias acepciones, una de ella la define como “hambre” vale decir podríamos decir que nuestra política recibe poco alimento, en lo cultural, en lo propositivo, en el trato entre las personas.
El diccionario de la RAE señala que también significa frío. Es una campaña que hace tiritar por su falta de contenidos. No abriga con razones de peso. No calienta a la mayoría del país.
No son los únicos significados que se le atribuye a “rasca”, hay otro más representativo del momento actual, también se interpreta como “efecto de una borrachera”. En nuestro caso el exceso de libar con el poder, la ambición de disfrutar de cargos aprovechando una posición política ventajosa o algún padrino generoso.
“Rasca” se dice de quien limpiabotas, que es una actividad remunerativa honesta y sacrificada, pero cuando se ejerce en política con el fin de distinguir, privilegiar y hacer más atractivo al candidato, se lustra su calzado programático con pasta café cuando debería usarse el tinte negro o el de medias tintas.
Y, finalmente, como “rasca” se define a una persona de trato áspero y desagradable. Aquí encuentro la respuesta a la pregunta que formulo en el título de esta columna. MEO no se comportaba como un candidato “rasca”. Aparecía como un diputado joven, propositivo, con ideas originales. Fue subiendo en las encuestas de manera constante, asombrando a sus competidores que, desconcertados, y desalianzados, quedaron estupefactos, patidifusos, y pasmados.
Meo anunció sin complejos que entregaría a privados un 5% de Codelco. Que subiría los impuestos, especialmente a las empresas, para financiar el gasto social, propuestas que generaron polémicas y ataques contra él y su esposa, destacada animadora del canal del Estado.
Pero algo ha ocurrido en medio de esta “rasca” campaña presidencial, comenzó a cometer errores. Alguien le aconsejo que comunicacionalmente no parecía bueno, que le prestara su avión a Piñera para que, este último, volara a Santiago a conocer a su nieta.
El flair play en política es mal visto. Hay que ser duro. Fuerte y sentencioso. Mal consejo. Una parte del atractivo de Enríquez Ominami era su capacidad de ser simpático, sonriente, y de manera especial, era el único que no ocupaba los argumentos de sus rivales basados en una continua descalificación del contrario e invitaba constantemente a debatir cara cara
Hoy se funa a los candidatos cuando hacen sus presentaciones públicas. Se le cierra la puerta en las narices a un ministro que visita un hogar para jóvenes estudiantes mapuches.
Nadie quiere escuchar las razones del otro. Muchos jóvenes no quieren escuchar, pero ¿de qué reclamamos? si somos nosotros, especialmente los políticos, lo que hemos enseñado ese comportamiento.
Ahora MEO trata de burro a Piñera, de cobarde y flojo al ministro Viera Gallo y en definitiva se lanza en una espiral de violencia verbal que, la carencia de la misma en su discurso, era su principal fortaleza.
Esta semana que termina entra a la clase “rasca” de la política chilena. No dudo que será recibido con honores por aquellos que sentían estar solos, abandonados por uno de los suyos, que emprendía una campaña alejada de los códigos que por años los políticos quieren imponer a toda la sociedad.
Los chilenos podemos disentir, pero sin perder la amistad cívica, la discusión argumentada y entretenida, donde pasadas las elecciones respetábamos a nuestras autoridades, y si se pedía nuestro aporte para una causa justa, independiente de quien gobernara, Chile estaba primero.
Ahora todo esto suena a utopía. En períodos cortos de gobierno como es el desatino de cuatro años, solo durante dos se trabaja para gobernar. El año uno se comienza a impulsar los programas y todo el año cuatro, estamos eligiendo candidatos, haciendo las campañas y votando.
¿Qué te pasó MEO? que te mordió el vampiro de la vieja política chilena y eres, ahora, de los que duermen en el ataúd de los que medran de la ingenuidad de los votantes, para convertirte, como muchos, en un candidato “rasca”.

22.8.09

¿Cuándo interpelamos la política chilena?

La interpelación, institución muy seria en otros países, aquí es solo una chacota. Se ha convertido en el mejor camino para que los chilenos creamos menos en una parte importante de la base de una democracia. Quienes nos representan son parte de un circo pobre, en argumentos, inteligencia y sobriedad.

La interpelación al Ministro del Interior, esta semana, demostró que no tenemos la madurez necesaria para hacer preguntas fundamentadas, series y respetuosas, que nos representen en los grandes interrogantes que la sociedad enfrenta, así como de respuestas documentadas y serenas.
Interpelador e interpelado se merecieron, el uno al otro, nada aportaron más allá de un show de descalificaciones con un final de espectáculo que ni siquiera nos asombra. La manera de hacer política, las razones para interpelar, solo se hacen pensando en las ventajas electorales más que en la necesidad, de cara a la ciudadana, de aclarar acciones y conductas de la autoridad.
El espectáculo de un diputado de la UDI, faltando el respeto al Ministro del Interior, desobedeciendo los insistentes llamados al orden del Presidente de la Cámara de Diputados, solo contribuyen al aumento de la desilusión que, la mayoría de los chilenos, sentimos por esta clase política que va de mal en peor.
No existió mucha diferencia en lo ocurrido en el hemiciclo parlamentario, con el intento de fuga y la batahola correspondiente en un tribunal de menores que, con ayuda de sus familiares, intentaron escaparse luego de escuchar la sentencia.
Hace mucho tiempo que en este país deberíamos interpelar a quienes se dicen nuestros representantes. La posibilidad de hacerlo no existe. No se contempla en la constitución. Son intocables, especialmente cuando acuerdan que no pueden ser investigados por la manera en que gastan los recursos públicos que reciben para funcionar como un poder del estado.
Pero ya es tiempo que actuemos con “serena firmeza” como decía un ex Presidente de la República. Tenemos en nuestras manos la manera de interpelar a parlamentarios, no todos obviamente, que solo se preocupan de satisfacer sus intereses partidarios, su ego y sus propias fantasías electorales.
Cuando llegue el momento de votar tenemos la fuerza de sacar del congreso a aquellos equilibristas de cuerda floja, a los que usan un lenguaje desatado, más por la pasión que la razón.
Si los partidos no nos presentan a los mejores sino solo a los que tienen más influencia para ser nominados, miremos a los independientes o aquellos que por primera vez incursionan en el parlamento. Seamos estrictos en la selección. No miremos la manipulada etiqueta del partido a que pertenecen, analicemos su capacidad, y por sobre todo su honestidad.
Si no podemos interpelar, hablemos con el voto. Expresemos nuestra protesta impidiendo que nos manipulen o engañen.
Tenemos el poder para que cambien las caras y las propuestas. No permitamos que sigan diciendo lo que supuestamente pensamos y de lo cual nunca nos han preguntado.
Es necesario sanear la política, re encantar a la gente más joven que aún no encuentra una razón por la cual votar.
No solo se está envejeciendo el padrón electoral, también lo hacen los candidatos que nos proponen. Ellos están transformando el servicio público en una profesión que no se abandona nunca, ni siquiera cuando las ideas frescas, innovadoras, hace tiempo que les han dejado.
Da vergüenza ver una interpelación donde lo que prima son las preguntas sarcásticas, la sorna y la crítica, muchas veces, sin mayor fundamento. Cuando eso ocurre no podemos esperar otra cosa, más allá, que respuestas en el mismo tono.
Al final como si fuera un espectáculo de circo romano, todos se declaran vencedores y corren a felicitarse mutuamente. Las luces se encienden y los micrófonos se acercan, para escuchar las declaraciones de estos modernos gladiadores con lenguas de estilete.
¡Qué falta de respeto al ciudadano común! Hombre o mujer que ya en esta fecha, tiene un montón de cuentas que pagar sin saber con cuánto va a terminar, al debe, el mes.
En diciembre tenemos la posibilidad y el derecho de interpelar con nuestro voto. Hagámoslo con sinceridad, sin presiones, solo con nuestra conciencia, en el silencio de la cámara secreta.

15.8.09

Semana de encuestas

Con muchos medios a su disposición, tradicionales y electrónicos, además de gran cantidad de redes sociales de comunicación, las encuestas en época política adquieren una gran importancia. Las campañas se comienzan a perfilar en rumbos ganadores o perdedores según lo que dicen las encuestas.

Esta semana que termina hemos conocido cuatro encuestas de diferentes empresas. Muchos las interpretan dependiendo quien es su dueño o la organización que las realiza. Casi unánimemente entre las más prestigiada se encuentra la encuesta CEP que luego verá la luz pública en una segunda muestra. Otras también apreciadas son la encuesta CERC y Adimark, que han ganado cierto prestigio y credibilidad.
Sin embargo, aunque queda mucha campaña por delante, puntos más o puntos menos existe una apreciación ciudadana que la carrera presidencial traerá sorpresas.
Todas las muestras señalan como ganador en primera y segunda vuelta al candidato de la oposición. No está estancado y aparece con una percepción triunfante de los encuestados.
La campaña Frei, a mi juicio, en sus orígenes muy bien estructurada, golpeó fuertemente en los primeros meses mostrando una imagen de cambio y apertura de nuevos temas, renovación de cuadros dirigentes, donde su figura emblemática fue Sebastián Bowen. De figura relevante, invitado a foros y entrevistas, su nombre y su imagen se ha ido desperfilando luego del episodio descalificatorio hacia la esposa de Marco Enríquez Ominami.
La Concertación potente, ganadora desde el inicio en el pasado, se ha desperfilado completamente en una lucha odiosa por los espacios de poder parlamentario y programático.
Pese a todo lo que se diga, hay fuertes sectores concertacionistas que no están trabajando por Frei. No me refiero a los que se fueron. No escribo sobre el antiguo y frondoso árbol que puso a Chile, qué duda cabe, en el camino del desarrollo y en el enlace económico mundial. Es esta otra concertación que al desgajarse sus ramas, no es capaz de poner en la mesa electoral un candidato oficial unitario, cuando cuatro corren por fuera y se llevan con ellos un trozo, más o menos importante, de sus adherentes electorales tradicionales.
Por primera vez, desde 1990, el candidato opositor, en todas las encuestas gana en primera y segunda vuelta.
Por primera vez da la impresión que la lucha del oficialismo no es ganar en primera vuelta, es tratar de pasar a segunda vuelta. Da la impresión que dan por descontado a Piñera primero en Diciembre. Su amenaza ya no es Piñera en esa pasada, es claramente Marco Enríquez Ominami.
Pese a todo Frei hace un genuino esfuerzo por satisfacer los diversos temas “progresistas”, algunos de los cuales da la impresión no forman parte de su manera de ver las cosas. No le están dejando la libertad para que trabaje cómodo y es evidente el desgaste político que sufre mediando en las peleas internas del oficialismo.
Hay dos fotos indicativas de divisiones muy profundas. Una cuando se le proclama como candidato y la más reciente al juntarse para celebrar el cierre de la plantilla, y los radicales reciben, ahora, los insultos de la diputada Saa.
Las dos fotos de familia, salieron borrosas y eso no escapa a la visión ciudadana.
Las encuestas no solo muestran la foto del momento, cumplen un objetivo no buscado, van formando conciencia ganadora y perdedora. El electorado independiente comienza a alinearse de acuerdo a las tendencias que observa y esas tendencias se afinan mientras menos meses resten para la verdadera encuesta, la que se expresa en la boleta electoral.
Esta ha sido una de las campañas más sucias de las últimas décadas solo superada por la del plebiscito. Todos los trapitos que se ha podido salen al sol frente a los chilenos que, en su gran mayoría, preferirían proposiciones, debates civilizados y no descalificaciones de uno y otro lado.
El tema presidencial está profundamente ligado con la lucha por la influencia política de los partidos. Queda la impresión que les preocupa el tema principal, ganar el gobierno pero, casi en el mismo plano, sacar la mayor cantidad de parlamentarios posibles. No importa si en el fragor de esa batalla se pierde el objetivo principal.

8.8.09

Pena de muerte


Cuando niños son atacados, golpeados, violados y asesinados se toca a la estructura más sensible de una sociedad. Cuando la justicia, la prevención del delito, la rehabilitación del delincuente, los asaltos a mano armada, rescate y fuga incluidos, no se detienen se ataca la conciencia ciudadana que busca, con razón, responsables.

La pena de muerte volvió a la mesa de la discusión política cuando fue formalizado el asesino confeso, presunto en términos judiciales, de Francisca Silva, niña de cinco años, golpeada, violada y lanzada, aún con vida, al mar.
Un crimen que nos conmovió a todos. ¿Qué hacer para terminar con la escalada de crímenes, asaltos, y atentados a la propiedad pública y privada en estos años?
Muchos han planteado que se aplique la pena de muerte en casos calificados. Preocupa el recrudecimiento de crímenes protagonizados por niños de corta edad que, por ser inimputables, recuperan la libertad o son enviados centros que no cuentas con el personal y preparación para contener muchacho que requieren atención especial de otro nivel.
Se mira con desconfianza la justicia, desconfiando de jueces y tribunales, de fiscales que aparecen en el papel como ineficientes. La verdad es otra. Los jueces, los fiscales, deben ceñirse a la ley. Las leyes no las hacen quienes deben aplicarla. La ley la hace la autoridad política, el Ejecutivo y el Legislativo.
Hay que decir las cosas con la verdad y sin tapujos. En Chile, con el síndrome de los derechos humanos violados durante el régimen militar, se procuró dar garantías, de buena fe, a quienes fueran detenidos imputados de algún delito. Se cometió el error de dar demasiadas garantías procesales a delincuentes con amplio prontuario, incluso, a quienes se les sorprendía en delito flagrante.
La clase política no ha reaccionado para enmendar algunas leyes que deben ser revisadas. Hacen declaraciones grandilocuentes, pero en el hecho resulta descorazonador oír decir al Ministro del Interior “"En los últimos días hemos escuchado mucho hablar del Estado de Derecho, pero hay que hablar con seriedad. En cada rincón de Chile, sin excepción, la acción eficaz del Estado, de las policías, de los fiscales y jueces es garantía del efectivo cumplimiento de la ley y de la vigencia del Estado de Derecho".
Pruebas al canto. Diariamente se cometen robos y asaltos a mano armada, incluyendo atentados con explosivos, alunizajes, robos a cajeros automáticos, secuestro de personas en su hogar mientras se les somete a violencia y se roban sus pertenecías, robos al comercio establecido, ataques contra menores.
Hace un par de días varios delincuentes fueron detenidos por personal de seguridad de un mall en Santiago. Se les sorprendió en el momento en que asaltaban una joyería. Al día siguiente habían recuperado su libertad.
Al Contralor General de la República le entrar a robar a su hogar. Un juez es amenazado de muerte y tiene que ser protegido por guardaespaldas.
En la Araucanía se investiga la intervención de activistas vascos.
Profesores son golpeados y atacados en sus aulas por los alumnos o bien por sus apoderados.
La clase política no está haciendo su tarea. Son conformistas, oficialismo y oposición.
Los políticos hablan siempre que: “El pueblo sabe”, “la gente dice”, “la sociedad piensa...”
Están profundamente equivocados.
Con el tema de la pena de muerte hay opiniones contradictorias en la sociedad chilena, partidarios y no partidarios de aplicar esta medida. Al único político que le he escuchado, sobre esta materia, una propuesta inteligente es a Marco Enríquez Ominami. Señaló esta semana que termina, “no soy partidario de la pena de muerte, pero hagamos un plebiscito”. Es lo mejor.
En lo personal no soy partidario de ese castigo, soy partidario de una ley justa que garantice la seguridad del ciudadano, actúe con energía contra el delincuente. Hay que hacer reformas, hay que preguntarle a la gente.
¿Por qué los políticos y las autoridades temen preguntar directamente a los ciudadanos qué piensan sobre determinadas situaciones? ¿Siguen creyendo que tenemos una sociedad desinformada? Por el contrario, todos queremos que nuestra opinión sea consultada, no siempre interpretada por quienes se atribuyen nuestra representación, en el gobierno o el parlamento.
No será ya tiempo que nos tomen en cuenta.

1.8.09

El discurso del malestar II parte.

Si meditamos que los párrafos que transcribiremos fueron parte de un discurso de James Carter hace 30 años, los problemas persisten y casi no han cambiado ni en la sociedad estadounidense, o en nuestra propia sociedad.
El, lo que yo pienso vale y lo que tú piensas sobra, se mantiene.


La campaña política que vivimos. Lo desalentador que resulta contemplar a candidatos dedicados a denostarse mutuamente, hurgando en el pasado de cada cual, buscando con singular afán toda clase de historias que puedan perjudicar al adversario, es una falta de respeto, de la clase política, a todos los chilenos.
No se aprende algo tan simple como escuchar con respeto toda clase de propuestas, incluyendo las que no necesariamente se comparten. El votante independiente necesita escuchar argumentos, razonamientos lógicos, ejemplos específicos que le permitan, en la soledad de sus conciencias, elegir con libertad.
No mientan diciendo que saben lo que la sociedad chilena quiere cuando nunca lo han preguntado. No escandalicen a la juventud, incluyendo la que aún no tiene derecho a votar, con peleas y lenguaje de burdel.
James Carter hace 30 años le decía a su pueblo:
“La brecha entre nuestros ciudadanos y nuestro Gobierno nunca ha sido tan amplia. Las personas buscan respuestas honestas, no respuestas fáciles; claro liderazgo, no falsas proclamas y evasivas y política como de costumbre.
Lo qué usted ve con demasiada frecuencia en Washington y por todas partes alrededor del país, es un sistema del gobierno que parece incapaz de actuar. Usted ve un Congreso retorcido y jalado en todas direcciones por cientos de poderosos y bien financiados intereses especiales.
Usted ve cada posición extrema defendida hasta el último voto, casi hasta el último aliento por uno u otro grupo inflexible. Usted a menudo ve un equilibrado y un justo enfoque que demanda sacrificio, un pequeño sacrificio de parte de todos, abandonado como un huérfano sin apoyo y sin amigos.”
Enfrentados al momento político actual mucho de lo que ocurría en Estado Unidos es parte de los males del mundo de los cuales nuestro país tampoco está exento.
Tenemos un conato de pequeña guerra civil en la araucanía, que ha llegado hasta las grandes carreteras con su violencia.
Asaltos casi a diario a familias que ya no se sienten seguras en sus propias casas. No pretendo culpar al gobierno en un tema de sociedad, del cual todos somos parte y también responsables.
La razón sin embargo no se comparte. La verdad de cada cual es dogmática, no admite replicas. Los políticos instalados en la lógica personal de una sola clase, debaten frente a los ciudadanos, cada cual con su discurso. Se habla pero no se escucha a quien piensa distinto.
Triste observar que en un congreso nacional de Alcaldes cada candidato presidencial, le habla solo y exclusivamente a los ediles que son sus partidarios, de los contrario podría cundir la violencia.
Hay privilegiados que se sienten tocados por la mágica varita de la verdad absoluta, aquella que muestra lo bueno y debajo de la alfombra de las falacias esconde su propia mugre.
Pero quienes tienen el privilegio de terminar con esta forma de hacer política son los ciudadanos sin militancia. Son los votantes que mantienen la mente abierta y la capacidad de tener opinión propia, sin imposiciones de ninguna clase.
Los chilenos deben hacer escuchar en diciembre su propio discurso del malestar. No será contra el oficialismo o la oposición. El discurso debe ser discurso a favor de un Chile más unido y solidario. Que se escuche por la fuerza de lo que se cree y no solo por la imposición de las leyes.
No quiere líderes gritones o enojados.
Buscamos gente que gobierne con sabiduría, paciencia y confianza en las capacidades de cada chileno, hasta el más modesto.
No son las agendas personales o partidarias, debe ser la gran agenda de Chile.
El Presidente que elijamos, el parlamentario que vaya al congreso, debe ser honesto, éticamente responsable y trabajador.
Alguien que ejerza el poder, conociendo las virtudes y debilidades de este crisol de razas que somos todos los chilenos.
“A menudo usted ve parálisis y estancamiento y deriva. A usted no le gusta y a mí tampoco. ¿Qué podemos hacer nosotros?
Debemos simplemente tener fe el uno al otro, la fe en nuestra capacidad de gobernarnos y la fe en el futuro de esta Nación.”
James Carter (1979)

25.7.09

El discurso del malestar (I Parte)

En 1979 el Presidente de Estados Unidos James Carter dijo un discurso dirigido a todos los norteamericanos.
Ha sido recordado, en ese país, en un editorial del New York Time este mes. Lo menciono porque, pese a que han transcurrido más de 30 años que fuera pronunciado, adquiere vigencia en nuestros tiempos y en este momento en Chile
.

Estamos iniciando una campaña presidencial y parlamentaria donde las descalificaciones, los dobleces, mentiras y traiciones, son parte de la manera de hacer política. Ya es tiempo de decir ¡basta! No envenenemos más el alma de los chilenos. Que afloren los argumentos inteligentes, las propuestas realistas. Dejemos de lado la imaginación y la promesa de soluciones que nunca se cumplirán.
Es tiempo de dar paso a la verdad. James Carter le dijo a su pueblo en 1979, como si la historia hoy se repitiera: “Gradualmente, ustedes han oído cada vez más acerca de lo que el Gobierno piensa o lo que el Gobierno debería estar haciendo y cada vez menos acerca de las esperanzas de nuestra Nación, de nuestros sueños y de nuestra visión del futuro. Es claro que los verdaderos problemas de nuestra Nación son mucho más profundos, más profundos que las filas para la gasolina debidas a la escasez de energía, más profundas aún que la inflación o la recesión. Y me doy cuenta más que nunca que como Presidente necesito vuestra ayuda. Así, he decidido salir afuera y escuchar las voces de América”
Cuánto quisiéramos escuchar de nuestros candidatos discursos que grafiquen nuestra realidad, nuestras necesidades y las carencias presentes, más que un futuro esplendor.
En su discurso Carter le decía a su pueblo: “Primero que todo, obtuve mucho consejo personal. Permítanme citar algunos de los comentarios típicos que anoté.
De un Gobernador del Sur: "Sr. Presidente, usted no está liderando esta Nación, usted está solamente administrando el Gobierno".
"Usted no ve más a las personas lo suficiente".
"Algunos de los miembros de su Gabinete no parecen leales. No hay suficiente disciplina entre sus seguidores".
"No nos hable acerca de la política o del funcionamiento del gobierno, sino acerca de una comprensión de nuestro bien común".
"Sr. Presidente, estamos en problemas. Háblenos acerca de sangre y sudor y lágrimas".
"Si usted lidera, Sr. Presidente, nosotros lo seguiremos".
Muchas personas hablaron de sí mismos y acerca de la condición de nuestra Nación. Este es de una joven mujer de Pennsylvania: "Yo me siento alejada del gobierno. Yo siento que las personas comunes están excluidos del poder político".
Y esto de un joven chicano: "Algunos de nosotros hemos sufrido de la recesión toda nuestra vida".
"Algunas personas han malgastado energía, pero otros no han tenido nada para malgastar”.
¿No les parece conocido este tipo de argumentación? ¿No nos enseña algo en la manera que se comportan los actores políticos?
Si nada hemos aprendido. Si olvidamos que todos nos cobijamos bajo el mismo cielo y pisamos la misma tierra y seguimos creyendo que los buenos son los que ganan las elecciones y los malos los que las pierden, estamos dejando escapar las lecciones de nuestro pasado.
Vuelvo a citar al ex Presidente Carter: “Nosotros no podemos continuar consumiendo el 40 por ciento más energía de la que producimos. Cuándo importamos el petróleo nosotros también importamos inflación más desempleo".
"Tenemos que utilizar lo que tenemos. El Medio Oriente tiene sólo 5 por ciento de la energía mundial, pero Estados Unidos tiene el 24 por ciento".
Y esta es una de las declaraciones más vívidas: "Nuestro cuello está estirado por encima de la cerca y la OPEP tiene el cuchillo”.
30 años dichas estas palabras y, sin embargo, nos parecen tan cercanas.
Nadie reconoce errores porque somos un país acostumbrado a no perdonar, proclive a condenar, como si fuéramos infalibles. Solo capaces de ver nuestra verdad sin reconocer que esta se comparte.
¡Cuánto quisiéramos escuchar a uno de los candidatos decir cuáles son las virtudes y donde están los defectos! Que nos muestre el país real y que nos haga creer en la voluntad y la fuerza individual, para superar las dificultades.
Un candidato que no se autorretrate como un Mesías y nos diga que es como nosotros y no como un ser único e irrepetible.

18.7.09

Fuga en el siglo XXI

Fue una película favorita de los aficionados a la ciencia ficción. También se le conoce como la fuga de Logan. Según informó la productora Warner, se prepara un remake. Pretende ser mucho más fiel a la novela, escrita por William F. Nolan y George Clayton Johnson, que la película de 1976 dirigida por Michael Anderson.En la campaña Presidencial y parlamentaria el argumento ya se está ejecutando.
Nada mejor para entender la política chilena del siglo XXI que inspirarse en la “ciencia ficción”. El mejor nombre “Fuga en el siglo XXI”. Ya no se trata de el escurridizo Logan que quiere escapar de su destino, donde una saturada sociedad condena a morir a todo ciudadano que cumplía 21 años.
Créanme que este artículo se ha inspirado en la propuesta del Senador Alejandro Navarro que en su programa, de futuro Presidente, ofrece derecho a voto a los mayores de 16 años. Tiene razón su idea si a los 21 ya seremos demasiados viejos.
La política Chilena a entrado en una etapa “gerontológica” precipitando la fuga, de los partidos políticos, de muchos, ante veteranos que insisten en seguir vigentes repitiéndose el plato, una de las promesas que la Presidenta Bachelet no pudo cumplir.
Aquellos que su vida, señalan, la han consagrado “al servicio público”, no quieren dejar cupos disponibles para quienes desean una parte del pastel que se sirve, a lo menos, cada cuatro años.
En la clase política del siglo XXI no se ha respetado la carrera funcionaria de muchos que, esforzadamente, se iniciaron como “Concejales”, “Alcaldes”, presidentes de partidos, todos de los más variados signos. Se hace necesario fugarse al exterior, fuera del circuito acostumbrado. No importan las ideologías, tejiendo las más extrañas alianzas para seguir o alcanzar el poder.
En Chile hemos empleado un nuevo término “descolgados”, grupo conformado en todo el espectro partidario. Luces fugaces que brillaron un momento en la constelación de los grandes bloques y que ante los primeros signos de naufragio tratan de subirse a lo pocos botes disponibles, incluyendo balseros, que navegan en procelosas aguas con olas de menos de 1%, a punto de naufragar.
Curiosamente, fugados, o descolgados, concitan la simpatía de quienes, en el inmenso océano de la democracia, buscan con ansiedad a estos náufragos que amenazan con romper doblajes e integrar alianzas variopintas que tienen a toda la ingeniería electoral, de cabeza, sacando cuentas.
Los números no calzan. ¿Cómo se cortará la torta? Nadie lo sabe porque nunca una coalición gobernante ha tenido más incongruencias. La Presidenta que obtiene el mayor apoyo histórico desde que se iniciaron las encuestas. Un gobierno que supera el 50% de aceptación, pero con una coalición de partidos que con suerte supera el 20 % de apoyo, pierden la presidencia del Senado y de la Cámara de Diputados.
Su candidato presidencial declara que solo apoyará las nominaciones parlamentarias del oficialismo y no a los descolgados, error táctico, ya que si resultan electos, los necesitará para la segunda vuelta imperiosamente.
Muchos de los fugados han sido perseguidos, políticamente, escarnecidos como fracasados, traidores, tránsfugas etc. Ellos no estarán con quienes les han maltratado.
Queda la impresión que los votantes independientes, no los que permanecen estoicamente con los lineamientos, mandatos o dictámenes de los partidos a los cuales, sin pertenecer oficialmente, siguen por la inercia de los años, darán sus votos, probablemente a los valientes que se rebelaron contra las cúpulas políticas. Otros se limitaran ver desaparecer sus cuerpos como en la película que inspira este comentario.
Sin embargo creo que viene una rebelión del pensamiento independiente, aquel que no se cree dueño de la verdad absoluta y de épicos salvadores de la patria. Probablemente seremos testigos de un desenlace diferente donde triunfarán los que creen que las ideas y visiones se pueden complementar.
Vivimos una política de blanco y negro, con perdón de los “colocolinos”. Queremos campañas con soluciones concretas, más centradas en el presente que en las promesas de futuro. Más enfocadas al cómo se cumplirá lo que se ofrece y no a las descalificaciones y desafíos entre candidatos.
Seamos serios porque el “remake” de la Fuga del siglo XXI, lo estrenaremos nosotros en diciembre.

10.7.09

Las oligarquías políticas


La fuga desde los partidos políticos parece ser una constante en esta campaña parlamentaria y presidencial. Hay candidatos, con potencial electoral propio y transversal, que presienten un voto de castigo, hacia las colectividades, que favorecerá a díscolos y descolgados.
Hay dos definiciones de “oligarquía” que parecen calzar con el momento político que vive el país. La primera “Forma de Gobierno según la cual el poder es ejercido por un reducido número de personas”. La segunda “Conjunto de poderosos negociantes que se aúnan para que todos los negocios dependan de su arbitrio”.
Cuando me refiero a las oligarquías políticas trato de explicar el fenómeno de diputados y senadores, que renuncian a los partidos en que militan, en una suerte de ¡sálvese quien pueda!
Se siente en el ambiente el aroma, de una forma de hacer política partidaria, descompuesto que impulsa a rebelarse a candidatos y precandidatos. Los políticos de oficio, en un afán por recomponer las pérdidas, son reemplazados por caras nuevas en esa área, pero añejas y desgastadas en otras. Aparecen los actores de teleserie. Los cantantes y compositores, aprovechando su popularidad, pero sin garantías de capacidad en caso de ser electos.
A la coalición gobernante se le acaba la reserva de buenos candidatos y recurre a los reestrenos. Nuevamente en cartelera los actores del pasado que resucitan con buenos y malos recuerdos. Las caras nuevas para los comandos. La gente joven solo para la parada, por el que dirán.
En la otra coalición, la del cambio, no se aprecian muchos. El comando de Piñera sigue con la misma gente de siempre. Un grupo que no se agranda y que no incluye a figuras diferentes y menos ideas renovadas.
Volvemos a las promesas de futuro sin saber cuándo tendremos un presente, del cual no podamos quejarnos mucho.
Las acusaciones se cruzan, de un lado y de otro. ¡Intervencionismo electoral! gritan muchos. ¡Majaderos! les responden desde palacio. Son las acusaciones y descargos de siempre.
En cada elección, desde que Chile es un país independiente, los gobiernos han favorecido a los candidatos oficialistas, no rasguemos vestiduras ahora, por una costumbre que es parte de los usos de la política. En medio de todo, queda en la retina, atravesado en un lluvioso y frío camino de Chaitén, un bus, de fuerzas especiales de carabineros, que impedía que los “chaiteninos” hablaran con la Presidenta de todos los chilenos.
En la Quinta Región, dos ex, excelentes alcaldes, bajan sus candidaturas, Pinto y Cornejo, para que un cantante sea el candidato al congreso nacional. No tengo nada contra los cantantes, solo es un problema de competencias, capacidades, habilidad para legislar.
La política se ha transformado en una competencia de egos y de pequeños poderes individuales. El Alcalde de Cerro Navia, ex R.N., dice que no permitirá hacer campaña a un candidato porque no designaron al hombre de sus preferencias. ¿Es acaso ese personaje dueño del territorio? ¿Un sátrapa de la política?
Hoy estamos en manos de una oligarquía política, gobierno y oposición, que no nos representa en sus pequeñas luchas de poder. Somos mayoría los no militantes. Son mayoría aquellos que quisieran ser parte del servicio público y que ven que se están poniendo viejos, mientras se “repiten el plato” parlamentarios que ya llevan 20 años en el congreso.
Por dentro o por fuera, la ciudanía que vota, quiere ejercer un derecho más amplio que el que hoy les otorga la oligarquía política. Creo, que los chilenos que se sientan a la mesa electoral del país, no quieren comer el plato único que unos pocos les ofrecen. La comida de la casa ya no sirve, queremos ver la carta, antes que los ingredientes terminen marchándose en las más distintas y variadas direcciones.
Todos deseamos que nuestro voto valga más allá de la mera formalidad de las fiestas democráticas electorales.
Hay que crear conciencia que la democracia es algo más que elegir a un ciudadano que se nos ofrece como la única alternativa.
Si los partidos políticos no cambian su actitud, hay que legislar para que surjan candidatos independientes. Gente con criterio formado y opinión propia, alejada de los grupos de poder, político y económico.

4.7.09

¿Mafia y política?

"Si el senador DC nos va a enviar a 10 diputados a matonearme y cree que nos va a amedrentar, la respuesta es no. No le tenemos miedo al matonaje político. Yo invito al senador DC a calmarse e invito a su comando a que desmienta esa información que no le hace bien a la democracia ni al debate electoral" Marco Enríquez-Ominami.

Hoy no existe en nuestro país nada que se parezca más a la mafia y a los carteles que la Política.
Los padrinos, casi al estilo que caracterizó Marlon Brando, se repiten en la figura de directivos de partidos, e incluso en algunos que se creen tocados por el dedo del destino para ser designados, sí o sí, postulantes a un cargo parlamentario. Esa es la verdad así de clara, lo demás es música.
Nosotros, los electores, tomamos palco aunque seamos los actores principales. Nuestro voto decidirá en medio de esta pelea de gallinero. Lamentablemente las reglas no las pone la ciudadanía, por mucho que los políticos cacareen el amanecer de la democracia. Ellos son los que deciden, con puñaladas en la espalda, con emboscadas o bien arrancándose con el caballo ensillado.
Si no jugamos su juego, si no votamos por algunas de las cartas elegidas entre bambalinas, seremos multados.
¿Inscripción automática y voto voluntario? Mera palabrería. Igual ha ocurrido con eliminar el sistema binominal, se habla pero no se actúa. Oficialismo u oposición no están interesados. La oposición porque tiene sectores añorando el pasado. El oficialismo, porque la formula de luchar contra la exclusión es más rentable, en segunda vuelta, que si la izquierda tradicional sintiera que solo depende de sus votos y esfuerzo, no de pactos con el sector gobernante.
Resulta extraño observar a un candidato presidencial proclamando en Copiapó a un postulante a la Cámara, comunista, opositor acérrimo al gobierno que ese candidato representa.
La responsabilidad, de mantener un sistema electoral anticuado, es de aquellos que quieren proteger a las minorías permitiendo la ecuación política que esta, elige sobre una mayoría. ¿Llamamos a esa manera de actuar democracia?
Vivimos la política de la riñas, descalificaciones y befas. Las ideas son escazas, las propuestas no tienen concordancia. Un solo ejemplo, se promete aumentar, a niveles extraordinarios, salas cunas y jardines, pero no existe en Chile el número suficiente de Educadoras y auxiliares para que esa promesa se cumpla.
Revisen una a una las promesas y verán que las candidaturas nos hablan, en su mayoría, del qué van a hacer, nunca del como lo lograran. La falta de concordancia, que las piezas encajen para que una promesa de campaña pueda cumplirse no se dice ni se piensa.
Así vamos, engañados, sujetos a esa pequeña política de la palabra vana. Suena bien. Nos dicen lo que queremos oír y arrastrados por la palabra inflamada nos consumimos en nuestra propia complacencia.
Nuestros rostros, nuestros hijos, nuestra, familias para el político, con honrosas excepciones, son solo votos que hay que secuestrar, extorsionar, ganar con algunas prebendas y dádivas.
Por obligación profesional veo, escuchó y leo declaraciones, foros y artículos. Algunos insultan la inteligencia humana, la ingenuidad de las personas. Otros utilizan un lenguaje donde la verdad se tergiversa y las palabras se confunden.
Hoy la gente le cree más a las encuestas. Son las que mandan y a larga deciden. ¿Quién nos puede asegurar que no son manipuladas?
Una sola reflexión ¿puede tener un 1% de votación, candidatos que representan una tendencia política que obtiene como, piso en las últimas elecciones, entre un 5% y un 7%?
Hay, sin embargo, algunos dirigentes que mantienen la racionalidad y el respeto a discrepar “Las cosas no se resuelven en términos de orden y desorden. Pensar eso ha derivado en el ciclo de resta en el que se ha introducido la Concertación. Nadie puede pretender que en el PPD se actúe de manera disciplinaria porque hay un senador que tiene simpatías por otro senador que hasta ayer era un prominente dirigente del PS”. Pepe Auth, presidente del PPD.
Si muchos políticos nos engañan, y las encuestan también lo hicieran, entonces encontremos la razón a quienes creyeron, la noche de un 29 de junio, que un volcán submarino y un gran tsunami nos barrería de la faz de la tierra.