24.3.07

El cliente ciudadano


A muchos de los habituales lectores de esta columna dominical les puede resultar extraño el título. Pero quien domina los temas de gestión de calidad, planificación estratégica, y normas de certificación, comprenderá que me estoy refiriendo al personaje más importante en toda empresa productiva y de servicios, “el cliente”.

Hay, al respecto, una afirmación clásica, “centrarse en el cliente”, el juzga si lo que hacemos en una empresa está bien enfocado y sirve el objetivo para la cual fue creada.

Sin cliente satisfecho no hay empresa ya que a nuestro lado, un competidor hará mejor el trabajo.

Estos conceptos, de calidad en el servicio y de mejora continua, Kaizen, es la palabra que emplean los japoneses para definir los cambios, pequeños y graduales, que mejoran los productos y servicios de manera constante, no siempre se usa en política.

Cuando hablamos de cliente ciudadano nos estamos refiriendo a las mujeres y hombres que evalúan y sopesan, el servicio que reciben de los gobiernos y de sus representantes en todos los estamentos sociales de una democracia. Ellos deben comprender que el ciudadano, común y corriente, es un cliente que les está juzgando todos los días.

Antes ese cliente casi no importaba. Se le conquistaba electoralmente en un par de meses de buena campaña con explicaciones, promesas y discursos grandilocuentes. Por años, la nuestra, era una sociedad mal informada, poco interesada en los asuntos públicos.

Las costumbres han cambiado. La información es masiva y completa, llega por todos los sentidos a la mente analítica de ese cliente que, electoralmente, por encima de simpatías políticas, aprendió que puede moverse colectivamente, protestar y presionar a las autoridades que le están entregando un mal servicio.

Cuando se produce la “revolución pingüina de mayo” muchos se sorprendieron por su intensidad, transversalidad y, agreguemos, espontaneidad. En lo personal me dije, y comenté en mi espacio radial, aquí tenemos un fenómeno típico de “clientes insatisfechos”.

Hoy, el “cliente ciudadano” se expresa a través de las encuestas. Opina con claridad y decisión y, lo que es más grave para el mundo político, sabe que hay una forma de hacer reaccionar a los gobiernos y a la clase política, incluyendo a una mala oposición, ha descubierto que tiene en su mano el poder superior de toda democracia, su voto.

¿Qué opina el cliente ciudadano del Transantiago? Se debería estar ciego, sordo y mudo, para no entender que allí hay una insatisfacción tremenda. Una desilusión de quienes han apoyado a cuatro gobiernos, de una misma coalición, y ahora se sienten defraudados, porque son sometidos a toda clase de incomodidades y vejámenes.

Nadie gana en esta historia. Es claro que se trata de un sistema de cuya buena intención y propósitos no se puede dudar, pero que fue mal diseñado. Al implementarse se demostraron todas las falencias. El “cliente ciudadano” se siente engañado ante una promesa, de buen servicio, incumplida.

Lo más grave que esa sociedad no ve quien la defienda. La oposición actúa de manera poco inteligente. Elige un blanco que no es el correcto. Disparan contra el ministro Espejo, el único que ha dado la cara directamente, el único al que la ciudadanía lo aplaude en la calle, ya que percibe que en el marco de lo que le entregaron está haciendo todos los esfuerzos posibles.

La ciudadanía está castigando en las encuestas, ya en marcha, al gobierno, y a toda la clase política en general, porque se sienten burlados y mal servidos.

Miran con asombro a una coalición que, en la Cámara de Diputados, hace tibios balances del problema del transporte, pero al día siguiente piden la salida, del Ministro del Interior, de Hacienda, de Transportes y de la Secretaría General de la Presidencia.

Cuidado, damas y caballeros, el ciudadano cliente tendrá su oportunidad el 2008 y el 2009 y entonces, será “el lloro y el crujir de dientes”.

17.3.07

La política cava su propia tumba

Siempre la actividad política, con sus luces y sombras, se ha considerado necesaria en el desarrollo democrático de las naciones.

Tener espíritu de servicio público era una cualidad valorada y considerada, positivamente, por la comunidad, sin embargo, desde hace varios años esto no ocurre y, por el contrario, son muy pocos los que están dispuestos a entrar a una arena tan peligrosa y desprestigiada.

Si solo se trata de un problema de las personas no sería grave, pero cuando esas personas ejercen poder sobre los ingresos y gastos públicos y estos no son adecuadamente manejados, obviamente, la situación involucra a toda la ciudadanía.

Vemos como desde los gobiernos Municipales un Alcalde, tras de otro, van cayendo por diversas faltas, la mayoría de las cuales tiene que ver con la probidad.

La política se desprestigia cuando se nombran altos cargos que no alcanzan a mantenerse por más de 48 hrs. Embajadores políticos que deben renunciar porque hacen públicas conversaciones que son privadas.

No es bueno para Chile que se muestren mapas de corrupción, indicando los porcentajes que cada gobierno acumula en esa materia y cuánto dinero, esos actos, le han costado al erario nacional.

El martes debe decidirse quien preside la cámara de diputados y, pese a existir un acuerdo, nadie puede asegurar que, el parlamentario designado, cuente con los votos del conglomerado oficialista que controla la mayoría de la cámara.

La gente está perdiendo, a ojos vistas, la confianza en sus gobiernos, comunales, regionales y nacional, asumiendo, que los políticos “se roban la plata”. Naturalmente creerlo de esa manera es absolutamente injusto frente a muchas autoridades que entregan su mejor esfuerzo y trabajan, incluso, de lunes a domingo.

Hace ya un año que se terminaron los senadores designados y vitalicios. El dinero ahorrado, algo así como 400 millones de pesos, se decidió, por el propio senado, que se destinaría a pagar asesorías, lo que implicaba tener profesionales muy bien preparados que hicieran estudios que para complementar la labor legislativa.

Muchos “honorables”, de manera lamentable, se quedaron con los recursos, utilizando diversa vías. Uno contrató, como asesora, a una profesora que no puede trabajar ya que se encuentra afectada de una enfermedad Terminal, tan solo por dar un ejemplo.

Esta semana los sindicatos de Ferrocarriles del Estado denunciaron la situación, escandalosa, en las finanzas de la compañía así como millonarias indemnizaciones que se habían fijado algunos ex ejecutivos.

El año 2006 EFE, perdió $38.326 millones de pesos. Tiene $ 3.000 millones en facturas que nunca se cobraron. Compró equipos a RENFE (Ferrocarriles de España) que venían con motores fundidos y graves fallas, sin ejecutar las garantías que especificaban los contratos, sin contar, además, que el negocio se hizo sin licitación pública.

En los últimos seis años EFE, una empresa del estado, ha perdido $100 mil millones de pesos. Se le han entregado US$ 1000 millones para un plan de inversiones que nadie sabe como se está empleando.

¿Qué se puede esperar del Holding del estado SEP, que agrupa a 25 compañías? Cuando se designa como presidente a un médico. Es como poner a un Ingeniero Comercial a dirigir una unidad de cirugía o de medicina interna.

Este mes de Enero el SEP nominó a un abogado, como presidente de EFE, cuidando el cuoteo político de los cargos, tienen la misma militancia que el presidente del Sistema de Empresas Públicas. ¿Puede arreglar el problema económico de EFE un señor que viene de Enacar, empresa que el año 2006 duplicó sus perdidas, $22.355 millones de pesos, en relación al ejercicio del año 2005?

No se trata de cuestionar los títulos profesionales, pero ¿se está raspando el fondo de la olla?, en cuanto a la calidad de las competencias de los ejecutivos de las empresas estatales.

¿Así se prestigia la política?

13.3.07

Suspensión de "Epopeya", ¿atentado a la libre expresión o prudencia diplomática?


"Razones de Estado" fue el argumento esgrimido por la cancillería de nuestro país ante Televisión Nacional, con lo cual logró postergar la emisión de la serie documental "Epopeya", que nos retrotrae a la denominada Guerra del Pacífico.

¿Se trata de un atentado a la libertad de expresión o simple prudencia diplomática?

¿Debe Perú y Bolivia pautar lo que debemos ver, o no ver los chilenos?

¿Es verdaderamente TVN un canal pluralista, independiente y de todos los chilenos?

Los problemas partieron la semana pasada, en los primeros días a contar del 5 de Marzo, en medio de toda la debacle del transantiago, por lo que en sus inicios no llamó la atención.

Los videos promociónales de “Epopeya”, llamaron la atención del embajador de Perú en Chile, Hugo Otero, quien llamó, telefónicamente, a Francisco Vidal, ex ministro del Interior de la administración Lagos y, ahora, Presidente del directorio de TVN, para expresarle su preocupación por esta serie documental que se venía promocionando con imágenes de soldados representando algunas de las batallas de la guerra de 1879. Concretamente le consultó si había alguna posibilidad de que la decisión de transmitir la serie se revisara.

Vidal hizo una serie de consultas. Se comunicó con el embajador de Chile en Perú, Cristián Barros, quien le habría confirmado que la inquietud era justificada dado el clima político que existe en Perú con respecto a Chile.

El asunto fue planteado al directorio de TVN el martes 6. Muchos directores manifestaron no estar en condiciones de resolver sobre el tema, dado que no habían visto los capítulos y que, por tanto, no contaban con los antecedentes para pronunciarse al respecto.

Daniel Fernández, director ejecutivo de TVN, solo tiene derecho a voz en el directorio, describió el hilo argumental avalando que se trataba de un trabajo serio, documentado y equilibradamente justo para todos los países involucrados.

Entre las opiniones manifestadas en la reunión del pasado martes 6 de Marzo se expresó que a TVN no le corresponde administrar las relaciones exteriores de Chile.

El viernes 9, el Canciller Alejandro Foxley recibió una llamada del canciller peruano, José García Belaunde, quien le expresó la preocupación de su gobierno y le hizo ver algunas reacciones que el tema estaba generando en Perú.

En definitiva Foxley, decide pedirle formalmente, a Francisco Vidal, se suspenda la transmisión dada las implicancias, que este hecho, puede tener en nuestras relaciones con el Perú.

Curioso, cuando parlamentarios peruanos y el ex candidato presidencial Ollanta Humala, han planificado una marcha hacía la frontera con nuestro país, en el sur del Perú.

En definitiva se desata la polémica. Se sabe que, por lo menos, Lucía Santa Cruz (RN) y José Zalaquett (PPD) aunaron fuerzas para rechazar la solicitud de Foxley. Primó la opinión del resto del directorio que advirtió que si se esgrimieron "razones de Estado" hay que considerarlas. La tesis del aplazamiento se impuso por 5 votos a 2. Estos dos últimos de Santa Cruz y Zalaquett. Por aplazar la serie votaron el presidente del directorio, Francisco Vidal (PPD), el ex canciller Ignacio Walker (DC), Daniel Platovsky (RN), Juan de Dios Vial Larraín (de oposición) y María Virginia Rodríguez (PS).

Finalmente, el directorio tomó tres decisiones: felicitar a los realizadores de la serie por el buen trabajo, establecer en forma unánime que la emisión debe producirse en el año y hacer pública la decisión de postergar la difusión del documental.

Vidal ha dicho que nunca ha recibido presiones de la cancillería para suspender, por el momento, la emisión. El asunto es que no lo veremos en la fecha que inicialmente se promocionó.

¿Libertad de expresión en peligro? ¿Autonomía de TVN, sí o no? ¿Perú y Bolivia, deben pautar nuestra propia manera de ver o interpretar la historia?

Estas son algunas opiniones expresadas por la clase política el lunes 11 de Marzo. (Diario El Mercurio, 12 de Marzo)

SERGIO ROMERO
Senador RN

"Por una parte, no me parece que los medios deban ser influidos por los gobiernos de turno, y, por otra, el tema es delicado y hay que actuar con la debida prudencia".

JUAN ANTONIO COLOMA
Senador de la UDI

"Es grave que ante la presión de un país extranjero se tenga que omitir o poner una mordaza a lo que significa la difusión de lo que ha sido nuestra propia historia".

SERGIO BITAR
Presidente del PPD

"La libertad de expresión, la discusión de los temas del pasado ayuda a resolverlos y no se debe ocultarlos (...) Prefiero que haya 20 películas que nos hagan reaccionar y pensar a que no haya ninguna".

SOLEDAD ALVEAR
Presidenta de la DC

"Soy partidaria de la libertad de expresión e información, pero si ha surgido una razón de Estado o de política exterior, hay que ser serio y me parece bien que se indague".

MARCELO DÍAZ
Diputado del PS

"No se debe interpretar como medida de presión ante la programación del canal, sino como una evaluación de las relaciones exteriores de Chile, y lo que se considere como más oportuno para el país".

12.3.07

La platas fiscales.

Cuando estudié en la Escuela pública de Til Til y posteriormente en la Nº 82 de Ñuñoa, viejas casonas, con un letrero ovoide amarillo con el escudo nacional, nos regalaban los útiles escolares, lápices, cuadernos y silabarios, en mi caso el Matte, década del 40. Siempre me pregunté el significado de la leyenda “República de Chile, propiedad del Estado”. Nadie nos cobraba nada y los cuadernos siempre estaban disponibles.

A temprana edad, en la vida cándida de un niño no contaminado por intereses o prejuicios, era difícil definir quién era el Estado. Físicamente era imposible establecer un dueño, con un nombre y una cara conocida.

Ese Estado sin rostro, sin voz, pero que tenía tantos cuadernos y lápices y que para navidad, sagradamente, nos regalaba una bolsa de bolitas pintadas o una caja de lápices de colores, me hacía pensar en una y mil fantasías. En mi ingenuidad de los seis años imaginaba que algún día yo sería el Estado para regalar muchos cuadernos y regalos.

La vida y los años me mostraron que el Estado de Chile, de pronto, no es nadie. En su nombre se gobierna, en su nombre se cobran impuestos, en su nombre se eligen personas que pasan y se van.

República de Chile, propiedad del Estado. Es una frase que dice poco pero que representa en estos tiempos poder, autoridad, junto a una inagotable fuente de recursos que se administra, según sea su cariño, por los políticos de turno.

El grupo que gana se reparte los cargos, en función de cuantos votos e influencia electoral se posee.

No siempre importan las competencias sino, la patente política que se detenta, o lo bien emparentado que se esté con quienes hacen las designaciones. Así se asumen toda suerte de Jefaturas, Direcciones Generales, Superintendencias, Intendencias, Gobernaciones, Seremías, además de, Ministerios, subsecretarías, Jefaturas de Gabinete, que incluyen sueldos, vehículos, asignaciones, viáticos etc.

Podemos ver como Médicos asumen tareas que debería ejercer un Ingeniero comercial, civil o industrial, profesores que en lugar de ejercer en el aula, presiden directorios de grandes empresas.

Si un político no se quiere comprometer con un partido se dice, en el nuevo lenguaje corporativo de la política, que es “independiente pro XX”, lo que le habilita, como partidario del gobierno de turno, para asumir funciones en las cuales su mayor currículo es ser “pro xx”.

Todo esto lo traigo a colación frente al desprejuiciado sistema con que se administran algunos bienes del Estado, sin mayor responsabilidad. Se construyen puentes que cuestan cientos de millones de pesos que luego se caen, por una mala fiscalización de las obras y una falta de ética de la empresa privada que ganó la licitación. Se construyen poblaciones que luego deben demolerse, porque fueron mal especificadas en las bases de la propuesta, y peor construidas. Departamentos populares que se llueven de arriba abajo, por mala impermeabilización. Escuelas en las cuales nunca nadie estudiará. Becas que se otorgan a gente que se puede pagar sus estudios, mientras que alumnos pobres, pero talentosos, no siempre tienen la misma suerte.

República de Chile, propiedad del Estado. ¿Y quien es el Estado? podemos preguntarnos todos, si vemos tantas veces que nadie cuida sus recursos.

Para no hablar solo en general algunos detalles. La empresa de Ferrocarriles del Estado, otrora orgullosa empresa de transporte público, que recorría Chile desde Arica a Puerto Montt. Hoy vive generando perdidas siderales al Estado de Chile.

Durante el año 2006 sus pérdidas llegaron a más de 767 millones de dólares. En los últimos seis años, los Ferrocarriles del Estado, han perdido $100.000 millones de pesos. El estado le ha entregado para inversiones US$ 1,000 millones y sigue perdiendo y los trenes quedan botados a mitad de la nada la mayoría de las veces.

Esta empresa está en el “holding” estatal conocido como SEP, (Sistema de empresas públicas), que es presidido por un médico, que haría un mejor papel en un hospital o en un quirófano, que administrando empresas del Estado. El SEP, nombró en Enero a un militante, del mismo partido del médico, que es abogado, como presidente de EFE – Empresa de Ferrocarriles del Estado – y que necesita urgente de un especialista, que enderece las cuentas de una organización de transportes que acumula una perdida superior en un 51% de sus ingresos.

Uno, frente a estas designaciones, se pregunta, de dónde viene el abogado que presidirá a EFE. Es la guinda de la torta, “un especialista”, su cargo anterior fue en ENACAR, que aumentó sus perdidas, de 11.675 millones de pesos el año 2005, a $22.355 millones en el 2006. Como pueden apreciar un especialista en perdidas, que más se puede pedir.

No es cosa de seguir, ya que si recorremos la historia política y económica de Chile, nos encontraremos con casos similares.

El Estado no tiene imagen corporal, no habla, no reclama. Sus propiedades pasan por muchas manos que le administran y la mayoría de las veces le esquilman. En su nombre se pagan sueldos y sobre sueldos, estipendios de toda naturaleza, prebendas y contratos.

Ahora, cuando despierto de mis reflexiones, compartidas o no por mi amables lectores, pienso que debo hacerme una revisión completa, no sea que, sin darme cuenta, la política, como le puede pasar a cualquiera, me ha grabado en alguna parte de mi piel : “República de Chile, propiedad del Estado”.

9.3.07

¿No será mucho compañero?

Así se preguntó, en voz alta, un talquino cuando enfrentado a la disyuntiva de pagar más de 45 mil pesos, la entrada más barata, por escuchar al excelente cantautor Silvio Rodríguez, prefirió marcharse desilusionado del teatro Municipal de Talca. Pocas horas después, pese a que todas las localidades estaban vendidas, el cantante cubano suspendió el concierto sembrando la frustración entre sus miles de seguidores.

Los que no podían pagar, por lo caro, una entrada amenazaron con protestar en las afueras del hermoso teatro Municipal de la capital de la VII Región. Naturalmente para el cantante, representante muy visible del gobierno de Castro, eso era inaceptable con lo cual los “piducanos” se quedaron, sencillamente, sin pan ni pedazo.

Los abogados Rodrigo González y Eduardo del Campo demandaron a Rodríguez por incumplimiento de contrato y su productora Multimúsica.

Según explicaron los profesionales, de acogerse la querella, los responsables de la cancelación del evento se exponen a un millonario pago indemnizatorio.

El jueves el cantautor caribeño explicó en un comunicado, que las manifestaciones de inconformidad por el alto precio de las entradas, entre 42 mil y 60 mil pesos, lo llevaron a tomar esa decisión, aunque las 1.030 ubicaciones, que se vendían desde el 15 de enero, ya estaban agotadas.

Traigo a colación esta situación artística, económica y política, solamente por una relación de lo que representa la inconsecuencia entre lo que se dice y lo que se hace, más claro aún, entre lo que se es y lo que se aparenta ser.

Un cantante de calidad, que además hace proselitismo político, con esta actitud, cancelar un espectáculo vendido, muestra que no todo lo que brilla es oro. Podría haber dado su concierto a teatro lleno y llevarse su dinero, que nadie puede discutir se lo gana bien ganado y se lo merece. Si su imagen social no le permite que ella se vea enturbiada por las protestas de gente pobre, que le admira y que también quiere escucharle, la solución era muy sencilla dar un concierto masivo a un precio menor.

Rodríguez señaló que está dispuesto a pagar todos los daños económicos, que su insólita decisión ha provocado, aunque ahora debe enfrentar una querella judicial que llevará al cantante cubano, o a sus representantes, a los tribunales.

Nunca se sabe o se sabrá, cuánto gana Silvio Rodríguez por sus presentaciones, es algo personal, pero lo que muchos de sus seguidores talquinos van a recordar es, probablemente su inconsecuencia. El debía estar enterado de lo que la productora ha cobrado por sus conciertos, es la misma para todas las presentaciones en Chile. ¿Dará ahora instrucciones para que se bajen los precios?

Claro está que cuando el dinero está por medio, las ideologías no cuentan.

No se trata que cante gratis. Tampoco que los chilenos le digamos lo que vale una entrada a sus conciertos. Si tiene público dispuesto a pagar un elevado precio que importa, es una regla del mercado. Y dado su postura política, también legítima, que cante gratis para los que no pueden juntar el dinero.

En Talca, la entrada más cara costaba $60.000, barata para un artista de su categoría, si se toma en cuenta que la última vez que vino Luís Miguel a Chile, la más cara tenía un valor de $220.000.

Pero en definitiva es una cuestión de postura, como en la guitarra, suena distinto el gesto si es el cantautor cubano el que recibe rechiflas de gente que no tiene dinero para escucharlo. Si le pasara lo mismo a otro cantante, no tan identificado con la política como Rodríguez, que por lo demás se aloja en hoteles cinco estrellas y vuela en primera clase, la cosa no daría ni para tres líneas.

La actitud de cancelar un concierto, ya pagado, y dejar a sus admiradores y admiradoras frustrados, no tiene importancia cuando se trata de salvar las apariencias.

Una cosa es lo que se dice que se es, otra es lo que no siempre conocemos.

“Ojalá que la aurora no dé gritos que caigan en mi espalda.
Ojalá que tu nombre se le olvide a esa voz.
Ojalá las paredes no retengan tu ruido de camino cansado.
Ojalá que el deseo se vaya tras de ti,
a tu viejo gobierno de difuntos y flores.”


6.3.07

¿Porqué pocos pescan la política?

Desde hace años la política viene en descenso. Todo pareciera ser blanco o negro. Los que gobiernan, todo lo encuentran bueno y los que no gobiernan, todo lo encuentran malo.

Desde los primero albores de la política hemos partido mal. La primera junta de gobierno fue, y nadie se ofenda de ello, una hipocresía. Criollos y españoles se reúnen para acordar una forma de gobierno que preservara los territorios para el Rey Fernando VII, aunque muchos estaban enterados que lo que se buscaba era, definitivamente, librarnos del dominio español.

350 personas reunidas, en el Tribunal del Consulado en Santiago, para decidir el destino de Chile, y un partido, el “español”, oponiéndose absolutamente a este acto independentista.

De allí en adelante la política nunca ha sido un factor de unidad, por el contrario, siempre ha tenido arrestos absolutistas. Lo que cada cual cree, es lo único que vale. Si alguien piensa diferente se le descalifica o, cuando no se tienen argumentos o razones, se le insulta.

De a poco, generación tras generación los chilenos nos hemos ido alejando de la política y de los partidos. Mucha gente valiosa, sencillamente, se aparta, no participa y no se presta a postular a cargos de elección popular.

No quiere decir que el ejercicio del servicio público, como militante de un partido, debe terminar. Por el contrario, lo inteligente es que reflexionemos sobre esta actividad, destinada a servir a la sociedad en democracia.

Los chilenos cada vez pescamos menos a la política y a los políticos. Debemos actuar bajo sus reglas de juego aunque sean minoría, sabido es que menos de un 5% de los chilenos milita en algún partido político.

Ellos hacen las leyes y protegen un sistema que se mantiene por décadas sin variaciones. Se ha construido toda una barrera legal para evitar las candidaturas independientes, y otra, como el sistema binominal, para acotar la participación solo a las grandes mayorías y a conglomerados ideológicos contra natura.

En definitiva, votar sigue siendo obligatorio sino te multan. Participar en la fiesta como vocal, presidente o secretario de mesa, también constituye una suerte de lotería. Nunca sabes como hacen las listas y quienes se sacan el pillo. Si no concurres también debes pagar.

Los nombres de los “honorables” se repiten. Período a período son las mismas caras, iguales promesas y una lentitud para despachar leyes, casi siete años para ley del deporte, y para que al final, quienes se apitutaron con algún cargo en Chiledeportes, se robaran el dinero de los deportistas.

Las últimas encuestas muestran un fenómeno que no nos debe parecer extraño. Baja el apoyo a quienes nos gobiernan y ocurre lo mismo con quienes no están gobernando. Algo significa. ¿Es que los chilenos les estamos dando vuelta la espalda?

Durante mucho tiempo hemos creído que determinadas formulas, economía centralizada, libre mercado, globalización etc. son las únicas panaceas para que un país crezca y se desarrolle. No es así. Hay aspectos relevantes, como una educación de calidad, una reforma política que permita que todos participen, sin exclusiones, un mayor espacio para la racionalidad, más que para las ideologías, parecen ser buenas recetas.

Cambiemos el sistema de hacer política. Dejemos de lado a Diputados y Senadores, que llaman por teléfono, ellos o sus secretarias, para que le hagamos algún favor a alguno de sus electores. Elijamos a los que están dispuestos a trabajar y no permitamos ser engañados con promesas.

Cambiemos la costumbre de tener en torno a cada campaña, a profesionales de la política, los famosos operadores. Dejemos de lado los regalitos, las pelotitas de fútbol, las camisetas deportivas o los canastos familiares, el pago de las cuentas de luz y agua, que en tiempo de elecciones es una suerte de cohecho encubierto.

Cuando uno observa el panorama político y ve la disidencia al interior de los propios partidos. Cuando una gobernante no cumple un año y ya se está buscando al candidato o candidata para reemplazarla.

Resulta difícil entender a esta “clase política” enquistada con sus costumbres y códigos propios, en la sociedad chilena. Dejen gobernar primero y cuando llegue el tiempo busquen los candidatos.

Hoy ya se están peleando ¿quien presidirá la Cámara de Diputados, alguien colorín o alvearista.? En la Alianza unos quieren elecciones primarias mientras otros piensan si ello es conveniente o no.

Somos muchos los chilenos que hemos dicho basta, aunque decirlo no tenga ningún efecto o significado, porque nada cambiará.

¿Cuál es la receta para mejorar la historia?

A mi modesto entender alguna luz se ve al final del túnel y, para ello, quiero traer a colación un acuerdo del año 1998, del Partido Socialista, destinado a limitar la reelección de autoridades que se eternizan en los cargos. Esa iniciativa pionera también se está discutiendo en el PPD y en algunos sectores de RN.

Es un paso importante para alentar a nuevas voces, más jóvenes y renovadas, para que incursionen en una política seria, de gente estudiosa de los problemas y que, mirando el bien común de una sociedad como la nuestra, destierren las prácticas del compadrazgo, del amiguismo y de la influencia artera.

Menos frases para el bronce, menos descalificaciones, menos marketing político y más ideas constructivas.

La política Chilena necesita con urgencia recrearse.

3.3.07

En busca de la energía perdida


El debate se ha iniciado y en buena hora que así sea. ¿Cómo solucionamos la creciente necesidad de un país para contar con la energía que el desarrollo necesita?

Es un error creer, error que los políticos siempre alientan, que un país se desarrolla dependiendo solo de lo que un gobierno haga bien o mal. Sabido es que pueden elucubrarse las leyes más inteligentes, adoptarse las medidas más oportunas y contar con las riquezas naturales e industriales más poderosas pero, siempre se requerirá energía, ya sea en la forma de combustibles fósiles, atómicos, o naturales.

Chile, en general, luce una economía moderna y sana, pese a todos los cuestionamientos que se cruzan entre gobierno y oposición. Pero hay algo que hemos hecho muy mal, no preocuparnos de las fuentes energéticas que deben mover, la industria, la agricultura, la minería e incluso, el día a día de cada ciudadano.

El presidente del PPD, Sergio Bitar, ha puesto el dedo en la llaga y ha planteado un tema que para algunos, sin conocerlo y menos entenderlo a fondo, debe debatirse sin temores y con la mente abierta. Uso de la energía nuclear. De solo mencionar el tema hay gente que se siente impelida a no discutirlo.

Independiente de lo que cada cual piense, debemos dejar de lado esa suerte de “fundamentalismo” de rechazar que en el debate ciudadano se traten todos los temas. El uso de la energía atómica para mover centrales termonucleares debe ser analizado como una alternativa más, así como el aprovechamiento de otros recursos energéticos naturales.

¿Puede Chile convivir con el uso del material atómico y sus desechos? Por lo menos estudiémoslo. Si caemos en la discusión bizantina que si es bueno o malo y nos enredamos en una perdida de tiempo, que el país no puede afrontar, de pronto nos vamos a encontrar que no podemos seguir creciendo al ritmo esperado y no habrá ley que pueda solucionar ese problema.

Necesitamos una energía que cumpla varios requisitos, segura, en constante crecimiento, disponible a lo largo y ancho de la patria, y que sea económica y acorde con las estrategias productivas del país.

El tema está atrasado. Chile necesita miles de Mega Watts para la próxima década y no tenemos claro donde los conseguiremos.

Nuestra negociación con Argentina no lleva a ninguna parte. Nunca Argentina fue exportadora de gas natural. Creímos el cuento, que duró muy poco, que allí estaba la solución hasta darnos cuenta que no teníamos otras cartas que jugar, salvo aceptar el chantaje de Bolivia de gas por territorio.

En cuanto al consumo, históricamente las tasas de crecimiento de la demanda de energía eléctrica han superado a las tasas de crecimiento del PGB. Sin embargo, la tendencia, observada en los países más desarrollados, debe apuntar hacia un uso eficiente y racional de la energía. ¿Eso nos da espacio para encontrar formulas rápidas, alternativas y no contaminantes? Tenemos que verlo, pero ahora.

En algunos países europeos, que están en la búsqueda de reemplazar sus plantas nucleares o no construir nuevas La generación de energía eléctrica, a partir del viento, ha crecido el 40%, y a partir del sol, el 35% en los últimos años.

Lo que podemos hacer, entre tanto, es aprender a no consumir tanta energía y reservarla para las actividades productivas. Probablemente hoy derrochamos algo que, no solo pagamos en la cuenta mensual, lo restamos al crecimiento del país. Televisores encendidos que nadie ve, luces alumbrando recintos por los cuales nadie transita, o con nuestros equipos, tocando canciones que nadie escucha, etc.

En definitiva es un tema que se tiene que abordar en toda su crudeza. En nuestra Región ya existen estudios para el empleo de la energía Eólica. Hay pasos que se están dando frente a un problema que es más trascendente que el transantiago, y las luchas mediáticas de los políticos y, por lo menos, esa es una señal alentadora.