26.3.13

¡Habemus candidatam!

Que viene, que no viene, que llega ahora o no lo hace, pero al final, los voceros oficiosos que buscan aparecer como cercanos a la ex Presidenta Michelle Bachelet, viven de los anuncios que solo, la ex mandataria, ha manejado con  los resultados conocidos.
Es claro que ella entrará a la campaña presidencial y es legítimo que lo haga, me refiero que busque una segunda presidencia de la república, como en su momento lo hizo Eduardo Frei, lo curioso que el Presidente del socialismo Osvaldo Andrade, le atribuye al Presidente Piñera tener la misma intención en cuatro años más.
En política si hay algo que no existe es la sinceridad y la consecuencia. Las figuras políticas no se renuevan, envejecen en el ejecutivo y en el legislativo, en una pecha por perdurar ejerciendo un  cargo, postergando las aspiraciones de generaciones post 1973.
La falta de consecuencia se puede observar en la acusación constitucional contra el ministro de educación, por no combatir el lucro en las universidades, se olvida que con esa posición, la Concertación ataca a su propia candidata, qué duda cabe, que les representará en la carrera presidencial.
En 20 años de gobierno nada se hizo, revolución pingüina por medio, por el tema del lucro. Es más, connotados personajes del gobierno de esas dos décadas participaron en la creación de varias universidades y sus respectivas sociedades paralelas de administración de locales.
Traen, cosa que el Presidente del PPD advirtió con oportunidad, un tema del cual tendrá que hacerse cargo cada uno de los candidatos a primarias y, especialmente, la candidata Bachelet por su condición de ex Presidenta de la República.
No será una tarea fácil sacar de la agenda política una acusación a un ministro, ya que sería muy visible que la Concertación enmendara el error por la vía de ausentarse de las votaciones, pero no podrán hacerle una verónica al debate que se iniciará en la Cámara.
No es una buena manera recibir a la figura más esperada y la que, muy pronto, tendrá que hablar y meterse de lleno en la manoseada política contingente, incluyendo el tema educacional que tiene ponencias nuevas. que anteriormente no se presentaron. y deberá enfrentar.
Solo falta que en algún balcón partidario salga un Protodiácono  político que, con voz solemne, diga “Annuntio, habemus candidatam”

21.3.13

Entre algodones

Michelle Bachelet vuelve a Chile en silencio, entre algodones, que las directivas partidarias colocan en el escenario político. Surgen algunas preguntas, es legítimo que postule a un segundo período presidencial, si lo es, en democracia eso puede ocurrir. Es bueno tanto silencio y mantenerse fuera del debate, tengo mis dudas ya que vuelve a Chile.
Ningún candidato de la Concertación le ganará a Bachelet en primarias, es claro y definitivo. ¿Porqué compiten?, fundamentalmente para probar cuan cerca de la “pole position” quedan los candidatos y los partidos, la D.C. y el P.R., eso es lo que se juega en un ajedrez político que dirime quien va con las blancas y quien se defiendo con las negras.
Nada nuevo bajo el sol en un panorama donde el oficialismo se juega la opción de un segundo gobierno. Se busca ganarle a Bachelet, a su silencio en lo interno y a su prestigio de funcionaria internacional en la ONU, ¿difícil?, probablemente pero no imposible.
Tal como en su primer gobierno Bachelet fue de menos a más y lo cerró con un terremoto mal manejado, la administración Piñera ha demostrado, con claridad, que será capaz de entregar un país con más y mejores empleos, con un crecimiento extraordinariamente alto. en medio de un mundo turbulento y agitado.
Lo hecho por el actual gobierno no se puede desconocer, pese a las protestas y nuevas banderas, que la Concertación no levantó en 20 años de gestión, incluyendo, ahora, la mochila de integrar al P.C.
De regreso en Chile y pese a los algodones y cuidados, Bachelet tendrá que romper su silencio y meterse en un programa para gobernar un país que, a mayor bienestar, es más exigente, no solo en materias sociales, además, en transformaciones valóricas donde no existe unanimidad.
La simpatía, las sonrisas, no sirven frente a una clase política desgastada, enfrentada a la voluntad de votar o no, de electores antes cautivos.  
Acostumbrada por razones justificadas de su cargo, ahora deberá acostumbrarse al debate, enfrentar las contradicciones de un gobierno anterior, con propuestas que han saltado a la palestra en estos últimos tres años, cueca avivada por sus propios partidarios y a las cuales deberá responder.
Los algodones son para cuidarse de golpes y machucones, pero también necesarios para curar las heridas de una política filosa.

15.3.13

Los bonos

Tremenda polémica en estos días en los círculos políticos por el bono de marzo. La miseria política de algunos les hace exclamar, ¡es por época de elecciones, oportunismo del gobierno! Etc.
Ellos, cuando gobernaron, también lo hicieron. Los políticos no se dan cuenta que en este país, que ha progresado notablemente en las últimas décadas, hay gente que hasta 10.000 pesos le hacen falta y si se los dan lo celebran.
Chile, actualmente, no es el mismo de los 70. La Concertación y la Coalición han  gobernado bajo un mismo signo económico. Los primeros lo hicieron con  banderas ajenas. Desde la teoría de la economía colectiva marxista, migraron a la que les heredó el gobierno militar, a la cual no le han criticado un modelo que supieron administrar, corrupciones más o menos, como siempre ocurre en gobiernos de cualquier signo.
Tuvieron 20 años con manejo económico de éxito, tratados de libre gobierno, promoción de las exportaciones, creación de muchas Universidades privadas, donde destacados personeros participaron y lo siguen haciendo, con singular éxito.
Se hicieron reformas en la salud, el Auge, obra del gobierno del Presidente Lagos, es pionero y se reconoce y agradece.
Alentaron el desarrollo de la empresa privada y se alejaron de las miradas populistas y utópicas de la U.P.
La economía, manejada con mesura y discreción gracias a ministros de Hacienda que cuidaron las finanzas públicas, permitió la entrega de bonos, en época de elecciones, además lanzar el ferrocarril al sur, gasto inútil y un total fracaso, al que agregaron el Transantiago, pero no se puede criticar a la Concertación porque, en general, administraron de manera racional, alejados de las políticas económicas y de los resquicios legales de los 70.
El gobierno, hoy, resuelve poner sobre la mesa un bono para marzo y un  sueldo mínimo superior a 200 mil pesos, y entonces la oposición dice que se trata de un acto electoral. Déjense de payasear, el gobierno inaugura su tercer año de cuatro, tiene derecho a seguir gobernando y no se puede caer en la irracionalidad de juzgar que cada medida, cada ley, solo busca un efecto electoral.
La señora “Juanita”, no sabe de la política bastarda que algunos practican. Para ella 10 0 40 mil pesos, le sirven y le alegran la vida. Para los que legislan y ganan sobre 10 millones de pesos, el bono es hacer política.

7.3.13

Política y poder

En la medida que se aproximan los eventos electorales, la política, como ya es costumbre muestra su peor cara. No hay amigos, todos son enemigos. En medio una sociedad hastiada de las ambiciones por llegar al poder, o por mantener o ganar un sillón parlamentario.
El ejercicio del poder para gobernar a Chile se ha ido degenerando. Ya no se trata de tener el manoseado “espíritu de servicio público”. Por las luchas intestinas que vemos, incluso al interior de las coaliciones políticas, se puede colegir que existe ambición por el poder, más que interés legítimo por buscar el crecimiento y el desarrollo del país y la ciudadanía.
Patética la discusión por la condonación de “intereses y multas” a una empresa. Los políticos, en su media lengua, hacen creer que se ha librado a empresas del pago de impuestos, en consecuencia que lo que se ha condonado, son intereses y multas por atrasos en los pagos.
En la política del empate se dice que la Concertación condonó a más empresas que el actual gobierno. Pero tanto la Concertación en 20 años condonó intereses y multas a muchas empresas, así como a ciudadanos comunes y corrientes, lo mismo que ha hecho el actual gobierno. Eso fue legal y ha estado regulado por leyes, decretos y reglamentos.
Los que hoy chillan en contra del actual director nacional de Impuestos Internos por un supuesto conflicto de intereses, ya que recibe junto a su familia un arriendo por un terreno, olvidan que ello ocurre desde el año 2001. No dicen que al ser nombrado declaró esa situación a la Contraloría y no se vio en ello ningún conflicto.
Los que recordamos el episodio de los sobre sueldos, no hemos olvidado que Impuestos Internos emitió un dictamen, declarando que no estaban sujetos a pago de impuestos, en consecuencia que todos los chilenos pagábamos impuestos por nuestras remuneraciones. Los que eludieron el pago, eran Ministros de Estado y altos cargos del gobierno de la época. ¿Allí no había conflicto de interés?
La política y los políticos, con honrosas excepciones, nos meten el dedo en la boca como quieren y cuando quieren.
Pero a no quejarse, nosotros somos los responsables. Nosotros los elegimos. Nosotros aplaudimos sus promesas, aunque sabemos que nos mienten. El poder soberano de la ciudadanía lo malgastamos rifando nuestro voto o sencillamente negándonos a votar.