27.6.13

¿Anarquía o democracia?

Hoy el país da una muestra de madurez democrática, votamos en elecciones primarias legales para elegir qué candidatos, que proponen los partidos y movimientos políticos,  estarán en las plantillas electorales del parlamento y presidencial.
En este primer avance, no todos han estado presentes, incluyendo los que voluntariamente iniciaron este ciclo.
Paralelamente, hay síntomas de anarquía que también son preocupantes.
Quienes gobernaron durante 20 años, incluyendo la candidata que hoy será elegida por la Concertación, no fueron capaces de solucionar el problema educacional, que es el gran tema que lidera las violentas protestas de estos últimos años.
El “pingüinazo”, del último gobierno de la Concertación no fue tomado en serio y ha traído consecuencias. Las elecciones de este año se prestan para que, aquellos que pretenden volver a la Moneda quieran hacer creer que todo lo que se critica es obra del actual gobierno.
Las situaciones de violencia, donde la materia que se aprende de química es cómo fabricar bombas incendiarias, y en física, que la fuerza destructiva de los manifestantes derriba semáforos, señales de tránsito, paraderos, la fuerza de gravedad definida por Newton, para ello solo necesitó una manzana, es algo que se aprende en las aulas tomadas.
La cueca de la violencia y de la anarquía la avivan políticos mediocres, sin agenda propia, que rápidamente se adueñan de banderas que, en dos décadas, nunca defendieron. Muchos han lucrado con Universidades, incluyendo el PC con la Universidad Arcis, vendida al ex guerrillero, Max Marambio.
Camila Vallejos, hace campaña por una candidata a la cual dijo nunca apoyaría, pero bastó que fuera nominada como candidata al parlamento para que sus convicciones, declaraciones y posturas se olvidaran.
Nuestra clase política, salvo honrosas excepciones, no tiene agenda personal, se mueve de acuerdo a conveniencias, buscando cómo hacerse de un capital de votos.
Hoy se habla de “tomas democráticas”, sin el menor sentido de crítica a quienes queman buses, destruyen el mobiliario escolar, lanzan elementos incendiarios e incluso trataron de impedir que la democracia funcionara en el proceso electoral de primarias.
La anarquía está a nuestras puertas, por eso creo que hoy el voto independiente, vale más que el extremismo de una Molotov.