25.4.13

Nuevamente La Haya

Bolivia presentó el miércoles, su demanda ante la Corte Internacional de la Haya para obligar a Chile a negociar una entrega de territorio con soberanía.
No invocó el tratado de 1904 que no tenía ningún destino, dado que nadie daría cabida jurídica a una postura de esa naturaleza que de ser aceptada, cambiaría el mapa de muchas naciones en el mundo.
La argumentación boliviana, se piensa, puede estar centrada en la agenda de 13 puntos (desarrollada durante el gobierno de Michelle Bachelet) y en un derecho “expectaticio" que pudo haber generado esa agenda.
Lo que hizo la administración Bachelet, no es más de los esfuerzos que muchos gobiernos de nuestro país han realizado, para mantener con Bolivia una relación fluida y hermanable.
La incontinencia política y poco democrática, que ha generado muchos de los gobiernos altiplánicos, ha impedido que la buena voluntad se plasme en resultados concretos.
Lo más cercano a una solución fueron los acuerdos de Charaña, entre el General Pinochet y el General Banzer, se reanudaron las relaciones diplomáticas a nivel de embajadas que fueron interrumpidas por el episodio del Lauca, en el Gobierno de Jorge Alessandri. Debe recordarse que el abrazo de Charaña fracasó luego que Perú negara su beneplácito a establecer un “corredor” al norte de Arica.
Con Bolivia hemos tenido otros abrazos, como el de Arica en 1955, cuando se reúnen el General Ibáñez, Presidente de Chile, con Víctor Paz Estenssoro para sellar un nuevo trato, firmado el 31 de enero en la llamada entonces “capital del nylon”.
Esfuerzos anteriores de mantener relaciones armónicas con los bolivianos lo hizo, sin éxito, el Presidente Manuel Montt.
En la primera administración de Ibáñez, en 1929, se le entregó a Bolivia la administración del ferrocarril de Arica a La Paz, en el sector de ese país.
Invitado por el gobierno de Banzer a la Paz, representando a Radio Minería y Revista “Qué Pasa”, entrevisté al ex Presidente de ese país Luis Adolfo Siles Salinas, (gobernó un año en 1969, fue derrocado por el General Alfredo Ovando Candia) me contó sus conversaciones reservadas con el Presidente Frei Montalva, en la cual se había planteado un solución parecida a la acordada en Charaña. Lamentablemente no fructificaron dado que Siles Salinas perdió la Presidencia en un golpe militar.
Por lo menos ahora las cosas se tratan de otra manera, aunque a mi parecer, sin destino.