18.4.13

La peor cara

La aprobación de la acusación constitucional, que destituyó el miércoles pasado al ex Ministro de Educación Harald Beyer, obviamente que traerá cola. La clase política tendrá que dar a la ciudadanía muchas explicaciones. Se abre una “Caja de Pandora” de imprevisibles consecuencias. Las salpicaduras caerán sobre muchos de los que se alzaron como acusadores y jueces.
Los nombres de Gutemberg Martínez, de la Senadora Soledad Alvear, de Angel Maulen, Ernesto Corona, Oscar Pizarro y decenas más, serán mencionadas como parte de aquellos que han lucrado con la educación, todos con militancia política en la Concertación.
Se condena a un ministro por no combatir el lucro, lo transforman en un chivo expiatorio, y esconden la responsabilidad que tienen, gobernando 20 años, donde nada hicieron al respecto, es más, participaron directamente de esa práctica que hoy condenan, denuncian y sancionan.
La familia de Soledad Alvear, su esposo y sus hijos, son parte del negocio de la Universidad Miguel de Cervantes. Llega el tiempo de investigarla directamente, obedeciendo así las inquietudes de la Cámara y del Senado.
En el año 2007 el directorio de la Universidad Cervantes, presidido por Gutemberg Martínez, contaba entre sus directores a Ángel Maulén, ex Presidente del Sindicato de la Editorial Quimantú en 1973, quien luego funda el preuniversitario Pedro de Valdivia, y posteriormente la Universidad Pedro de Valdivia. Maulén está acusado de soborno y coehecho  a favor de quien dirigía la Comisión Nacional de Acreditación (CNA), Luis Eugenio Díaz, también concertacionista.
Probablemente muchos trapitos, transversalmente, serán puestos al sol y algunos senadores que condenaron a Beyer, serán expuestos como personajes que integraron directorios de Universidades que han lucrado.
Quedan muchas líneas por escribir para demostrar la inconsecuencia de aquellos, que no tienen moral para erigirse como jueces porque han profitado de la educación, a través de diferentes sociedades. No podrán esconder sus huellas, ni los burdos negociados, en Universidades como “Del Mar”, “La República”, “Miguel de Cervantes” o Pedro de Valdivia.
La candidata de la Concertación, a la Presidencia de la República, a partir de la ambigüedad del “paso”, deberá también de responder, qué hizo para evitar el lucro, cuando destacados participantes de su gobierno, fueron parte de lo que hoy con tanto fervor se condena.