Esta semana se produjo el cambio de mando en las alcaldías del país y, en algunas de ellas los que deberían entregar su cargo no se presentaron.
Los más emblemáticos, Cristian Labbe en Providencia y Pablo Zalaquett en Santiago. Entretanto los Concejales de la Concertación se retiraron de la ceremonia donde asumió, reelecto, el Alcalde UDI Jorge Carter.
Lo que forma parte de un ejercicio democrático muchas veces es también una manera de mostrar “la hilacha” o actuar “picados”, lo que en política se estila mucho. ¿Importa a los vecinos estas actitudes? creo que no.
Para algunos, especialmente en el caso de Labbe fue una actitud de prudencia ya que decidió, con anticipación tomar vacaciones. Zalaquett no concurrió por temor a manifestaciones en su contra de algunos grupos asistentes.
Toha tuvo para el ex alcalde palabras de gran cortesía pese a su ausencia cuando en su discurso inaugural dijo: “Hemos tenido un buen trabajo y una actitud colaborativa con la administración anterior. Valoro esa actitud, y diferencia claramente la actitud del ex alcalde Pablo Zalaquett y de su equipo de lo que hemos visto en otras comunas”
En definitiva los nuevos ediles están en posesión de sus cargos. De ellos se espera que sigan siendo los mismos ciudadanos - candidatos, ya que la historia política que conocemos revela que algunos, son excepciones pero pasa, cuando asumen el poder cambian la fisonomía y el estilo de ser que les ha distinguido. Actúan como patrones, preparando largas listas de quienes serán despedidos de sus cargos.
Es legítimo que cada Alcalde quiera colocar a gente de su confianza, pero los más prudentes hacen pocos cambios. La sabiduría indica que traer equipos propios en alto número, termina por transformarse en una manera elegante de pagar adhesiones y de castigar a quienes no creyeron en “el elegido”.
Incluso esta costumbre de llegar sacando gente se produce con los militantes de una misma coalición. Cuando se tiene el poder no hay amigos políticos, muchas veces llegan los más amigos.
Ahora la ciudadanía esperará que las promesas de campaña se mantengan y que el estilo de ser de cada cual no cambien. Hay Alcaldes que tienen un segundo aire como Soria, en Iquique, que se paseó por la política, desde la izquierda a la derecha.
Estas cosas pasan y seguirán pasando, así es la democracia, dicen.
