16.5.09

¿A quién creerle?

En un mundo informatizado como el nuestro, las encuestas son esperadas con ansiedad. Candidatos presidenciales y parlamentarios, al igual que el people meter, esperan con ansiedad estas mediciones. Nadie, aparentemente, les cree pero son un factor para cambiar las estrategias electorales.

A poco de conocerse la encuesta CERC don Marco Henríquez Ominami marcaba un 1% junto a varios candidatos presidenciales, se conoce ahora una polémica medición efectuada por la Universidad del Desarrollo. Diferencias la primera corresponde a todo el país y es “cara cara”, la segunda telefónica y representa a un 68% de la población.
¿A quién creerle?
Es una difícil pregunta ya que la tendencia generalizada es que quienes son favorecidos por la cifras, la aplauden. Quienes salen perdiendo la descalifican.
14% en una, 1% en otra da, por lo menos para una buena polémica.
Eso es lo que ha ocurrido. Duele más cuando la encuesta UDD señala que el 48% de los encuestados dice que debería haber una nueva primaria en la concertación. Que a la hora de la verdad el 13 de diciembre Henríquez Ominami estaría mejor posicionado que Frei.
Los resultados dados a conocer el viernes establecen que el diputado socialista, si fuera el candidato del oficialismo, obtendría un 37% de los votos, mientras que Piñera un 45%.
En el mismo escenario, Frei alcanzaría un 34%, siendo superado por Piñera, quien llegaría al 44% de apoyo.
Se le consultó a los entrevistados, partidarios de la Concertación por quién votarían en esa nueva primaria, resultando ganador Enríquez-Ominami con un 43%, superando por 10 puntos Eduardo Frei.
En un escenario de primera vuelta, Piñera encabeza las preferencias con un 42%, seguido por Frei (27%), Enríquez-Ominami (14%), Adolfo Zaldívar (3%) y Alejandro Navarro y Jorge Arrate, ambos con un 1% de los votos.
"Estamos frente a una acción de propaganda política más que a una encuesta. Como la opinión pública sabe, ésta es una encuesta que controla el comando de Sebastián Piñera y es supervisada por integrantes de su equipo estratégico", señaló Pablo Halpern asesor de Frei en temas comunicacionales.
Marco Henríquez – Ominami opinó sobre esta y otras encuestas señalando, “ayer, una encuesta nos daba un punto; antes de ayer se nos daban 14 puntos; antes de eso me daban 10 puntos; hoy me dan 14 y treinta y tantos. Lo tomo con calma, con cautela. Lo que importan son las 36 mil firmas notariales. Insisto, mi mayor amenaza no son las odiosidades y las caricaturas que hacen de mí políticos de otras generaciones. Mi desafío es juntar 36 mil personas, motivar a la gente a que nos patrocine".
Queda mucho camino por recorrer. Hoy la seriedad de las encuestas, están sometidas a variados cuestionamientos, dependiendo del color del cristal con que se les mira.
La política es muy dinámica pero, al final, no se podrá esconder la realidad cuando las urnas sean abiertas y los votos cantados y contados.
Sí hay algo que establecer. Las primarias de la Concertación, un activo político importante de esa coalición, no se aprovecharon bien cuando, por acortar el camino e imponer una candidatura, se votó solo en dos regiones. ¿Representaban la opinión concertacionista de todo el país?
Si el 48%, que pide en esta última encuesta una nueva primaria, habla fuerte, representa que una parte del electorado oficialista no ha quedado conforme en cuanto a si candidato elegido, independiente de sus méritos, era el mejor hombre que les podía representar.
Podemos darnos cuenta que desde 1990, por primera vez, un candidato de oposición, en todas las encuestas, obtiene la unanimidad de ganar en primera y segunda vuelta, sea quien sea el que levante los resultados. Más cuando existió una presión innegable sobre el radicalismo para que no se disputaran estas elecciones previas, sin contar los empujones arriba del escenario de proclamación del ganador.
En la Concertación la duda crece. En el electorado también.
¿A quién creerle?