5.7.08

Aunque nos pese.

Aunque nos pese, la carrera presidencial se ha iniciado. La clase política no quiere reconocerlo pero hoy, pareciera que, más que los serios problemas de inflación, es la carrera por La Moneda, no solo la Municipal, se ha iniciado con singular brío. Por medio, toda clase de chanchullos, presiones y arreglines.¿Caras nuevas o los mismos de siempre? Ese es el dilema.

La Democracia Cristiana, debate este tema en una seria confrontación doctrinaria, además, estatutaria. El dilema está más que claro, dos nombres se disputan el derecho a ser candidatos de la D.C. Soledad Alvear, presidenta del partido y Eduardo Frei, ex presidente de la República. Ambos senadores con grupos que les respaldan. En honor a la verdad las encuestas aún no los posicionan claramente como figuras importantes, como Piñera y Lagos.
Lo más probable es que deban dilucidar este fin de semana la metodología a emplear. Primero deben ponerse de acuerdo como se interpreta la letra de sus propios estatutos en esta materia. El artículo 120, establece que “la selección de los candidatos en representación del partido a cargos de elección popular se efectuará mediante un procedimiento eleccionario denominado ¨primarias, contenido en el Reglamento de Elecciones, que al menos contemplará lo siguiente: precalificación de los postulantes o evaluación de los que pretendan su reelección, en su caso, y votación universal, directa, secreta e informada, de quienes tengan derecho a participar en él”.
La misma normativa, en cuanto a las facultades de la Junta Nacional, en la letra j del artículo 32 dice que "corresponderá a la Junta Nacional elegir al precandidato presidencial del partido".
Debe recordarse, además, que uno de los acuerdos, el número 134 del V congreso ideológico establece que "promoveremos elecciones primarias obligatorias y simultáneas para elegir candidatos de representación popular en todos los partidos".
Pero hay parlamentarios, como el diputado Gabriel Ascensio, que ya hablan de un Carmengate II, aludiendo a algunos chanchullos que culminaron con una nominación presidencial que hasta el día de hoy siembra dudas éticas, en la militancia, conocido como el Carmengate I, recordando la antigua sede partidaria de calle Carmen en Santiago (noviembre de 1988), donde se adulteró el padrón electoral del partido.
Entre sus denuncias se habla de un supuesto fraude en el fichaje de 18 mil militantes según el diputado Ascencio, agregando. “En muchos lugares los domicilios de connotados militantes y adherentes de Alvear figuran como las direcciones de los nuevos inscritos. Por ejemplo, en la VIII Región el domicilio de un dirigente aparece como de 100 militantes. Todo demuestra que es una operación de acarreo para definir el candidato presidencial”, anunció de paso “voy a pedir una investigación completa de esto al Tribunal Supremo. Nosotros ya vivimos el 'Carmengate' y esto es un 'Carmengate II', quiero buenas explicaciones. Acá puede haber un fraude electoral interno”.
Pero los movimientos presidenciales en la tienda D.C. han precipitado variadas reuniones y declaraciones, en los partidos oficialistas, de manera especial en el socialismo que ha mostrado, hace tiempo, dos cartas importantes Lagos e Insulza.
El viernes el Senador Camilo Escalona declaró “si ellos (la Democracia Cristiana) adelantaran los plazos, naturalmente que mañana domingo el comité central del partido socialista eso lo tendría que reevaluar”.
Los candidatos están moviendo sus fichas en un delicado andamiaje interno, lleno de resquemores y polémicas, especialmente en el oficialismo con una concertación que llega a este proceso debilitada en las encuestas y en sus propias relaciones internas enfrentando, además, serías discrepancias en la estrategia para bordar una, a ratos, errática conducción política, donde se celebra como un verdadero triunfo, cuando logran un acuerdo.
En la oposición deben resolver, especialmente la UDI, problemas serios como enfrentar, sin doble estandar como recomendó Piñera, los escandalos en Municipios con Alcaldes de ese partido, consolidar su nueva directiva, y buscar un candidato presidencial.
La carrera por el sillón de O’Higgins ya comenzó