7.6.08

La política en crisis

La política en crisis

Si hay algo que perjudica los valores democráticos de una nación es cuando los actores políticos, que gobiernan al país, entran en crisis. Es una suerte de cuerpo sin cabeza, incapaz de discernir lo que es oportuno y, discriminar, de modo asertivo, lo bueno de lo malo.

Ha finalizado el paro de camioneros, dura advertencia para el gobierno que debió retroceder en muchas declaraciones, verdaderos actos de fe, realizadas en torno al impuesto específico a los combustibles. Hace un año y medio que diversos sectores venían solicitando una medida de reducción del impuesto al petróleo, ante un alza que, en menos de 12 meses, llevó a superar el precio de cien dólares el barril con creces.

La presidenta no escuchó los consejos de algunos de sus más cercanos asesores, incluyendo parlamentarios de la concertación, y se mantuvo, tozudamente, en la línea del Ministro de Hacienda, que de economía puede saber mucho pero de política nada.

Se precipitó así una situación preocupante que ha dejado la puerta abierta para otras presiones, incentivadas por el mismo motivo, el precio de los combustibles, que abarcará a otros sectores, incluyendo a todo ciudadano que se moviliza en un vehículo.

Los camioneros demostraron que pueden paralizar parte importante del país y el gobierno se compró un problema del cual, advertido oportunamente, no supo reaccionar con agilidad.

Luego de la batalla surgen muchos generales y variadas recetas.

Sebastian Piñera, “cuando se empieza a quebrar el Estado de Derecho y cada uno toma la ley en sus propias manos, es el comienzo de un proceso peligroso que Chile ya vivió en las décadas de los 60 y los 70”, agrega. “cuando el petróleo esté en la nubes, que es como está hoy día, que el impuesto baje, y cuando el petróleo caiga, que el impuesto se recupere”, y agrega “el Estado abusa de las personas cobrando impuestos desproporcionados. Soy partidario de reducir el impuesto a los combustibles no solamente para los camioneros, para todos los chilenos, para los que usan parafina, para los que usan bencina”.

Roberto León, diputado de la DC, expresó su malestar por el acuerdo del gobierno, donde ha quedado claro que “hay chilenos de primera y de segunda categoría”, agregando “no es la real solución que se requiere, sino la eliminación temporal del impuesto específico a los combustibles”
El parlamentario oficialista dijo que encuentra lamentable y atroz, que el gobierno tenga que entender en base a presiones. “Los ciudadanos de primera categoría son aquellos que pueden presionar con fuerza; y, los de segunda, aquéllos que no pueden presionar, y que tienen que aceptar esta odiosa discriminación. Y me refiero a la clase media, a los colectiveros, agricultores, pescadores, todos los que también se ven afectados por el impuesto específico; pero que no pueden salir a tomarse las carreteras”.
El senador Eduardo Frei, calificó como tardías las medidas del Gobierno en cuanto a la solución que se le dio al paro de camioneros y lamentó que no se aprovechen las amplias reservas económicas del país para estos fines. Dijo “Si el Gobierno está aceptando bajar el precio específico a los camioneros para resolver el paro, entonces está demostrando que también es posible hacerlo en los combustibles en general”.
Francisco Vidal, vocero de gobierno, anticipando futuras protestas declaró, el pasado viernes, “Que nadie se llame a engaño, ésta fue una situación especial, una situación particular, si alguien cree que lo que se trata es ponerse a la fila, se puede llevar un gran engaño”.
Afirmamos en el titular que la política está en crisis, por varias razones. La más importante, no es capaz de preveer las consecuencias que tienen para el país problemas tan básicos como los que ocasionan los combustibles. Subsidiarlos, cuando además se aplica un alto impuesto interno, no es una buena solución ante precios internacionales galopantes. Los subsidios se esfuman con la misma rapidez con que los precios suben.

Hay una crisis política cuando las coaliciones gobernantes y opositoras muestran, claramente, una desintegración interna, donde los resultados electorales parecen ser más importantes que las necesidades de la ciudadanía.

¿Cómo explicarle al país que, en plena crisis del petróleo, la Presidenta cite, a tres ex presidentes, para resolver un tema de listas separadas en el oficialismo en una elección municipal?

De seguir así los últimos 24 meses serán muy complejos para una clase política que, hace tiempo, no logra sintonizar con la gente, la misma que deberá elegirlos.