Los chilenos no hemos podido despegarnos de la enrarecida atmósfera que rodea a la política interna. Nada es bueno, todo es malo. Cada cosa es o blanca o negra, los matices se han perdido.
Los actores políticos no contribuyen a calmar los ánimos. Al escándalo de unos se responden con los escándalos de los otros.
Municipios, feudos de Alcaldes que a veces no tienen la capacidad intelectual, de formación o de criterio, este último ni se vende ni se regala ya que viene con el envase genético de cada cual, suman los actos de aprovechamiento ilícito de sus atribuciones, donde el oficialismo y la oposición se esmeran en permanecer en las primeras paginas del periodismo nacional.
Todos los culpables se declaran inocentes. Todas las culpas se disculpan diciendo, son solo desórdenes administrativos, aunque ellos, los desordenes, involucren miles de millones de pesos.
Y si, aún, con mucha buena voluntad quisiéramos encontrar, en política hechos positivos, nos saltan a la cara nuevos fraudes, engaños, artimañas, jugarretas y mentiras que, a la ciudadanía, nada le aportan.
Todos nos preguntamos, en medio de esta guerrilla, de los francotiradores atrincherados en el senado o en la cámara de diputados, ¿dónde están las propuestas?, aquellas que tiñen de azul el cielo de la esperanza ciudadana.
En medio de la verborrea parlamentaria y del rapiñaje de los amigos de algunos parlamentarios, de los compadres de los dirigentes políticos, de las empresas asesoras que han florecido a lo largo y ancho del país, de los que han medrado con dineros públicos, incluso viviendo en el extranjero y pasando vacaciones pagadas en el país, u otros, recibiendo dinero porque dicen hablar el idioma araucano, los chilenos nos preguntamos ¿qué nos propone la política?, ¿cuales son los proyectos de futuro?, si aparentemente el presente ya lo hemos perdido en medio de tanta descalificación.
Chile asiste al triste espectáculo de una guerra, a través de los medios, de amenazas y descalificaciones que no nos conducirán a ninguna parte. Por lo menos, la semana que termina una voz de cordura de la Presidenta a su gabinete, cuando los llama a mejorar la gestión, evitar las ineficiencias y desterrar las ineptitudes. Palabras valientes y públicas que van de la mano con actitudes más drásticas de parte de la Primera Mandataria. Se fue un Intendente y un Director de Salud en la provincia del Maule. Se fue fuera la Subsecretaria de Transportes que destinaba horas de su cargo a vender frutillas, incluyendo la recepción de pedidos, que atendía su secretaria, demás de uso de vehículo y conductor de cargo fiscal, para atender a los clientes.
Sobre el tema del mal uso de vehículos fiscales hay mucho paño que cortar. Basta observar por las mañanas, al mediodía y en las tardes, el desfile de camionetas y autos de servicios públicos que, en nuestro país, son el medio de transporte de hijos de altos funcionarios que son trasladados a colegios particulares, privados o subvencionados, ni siquiera municipales.
Pero creo que se les viene la noche, como dicen en el campo, a los que abusan de prerrogativas que no tienen, pese a que los partidos políticos se esfuerzan en declaraciones públicas, de sus principales dirigentes, en “blindar” a quienes ven amenazados sus cargos.
Al contemplar las actitudes sinceras de la Presidenta en esta materia, que afectan la eficiencia y probidad de su gobierno, se puede comprender la enorme diferencia que se produce, en las encuestas, entre la imagen de Michelle Bachelet y la disminuida percepción que obtiene su gobierno, además del oficialismo y la oposición.
El Ministro Secretario General de Gobierno, a propósito de todos estos abusos, incluyendo el del ex – Jefe de la Escolta Presidencial, que renunció el pasado Jueves, dijo algunas frases que deberemos recordárselas, cuando se inicien las campañas electorales de este y los años venideros, y los Ministros, Subsecretarios, Jefes de Servicios, Intendentes, Seremis etc quieran salir a los tradicionales “puerta a puerta”, recuerden lo dicho por Francisco Vidal “A propósito de que hoy se habla de mejorar la gestión y con el respeto que nos merece todo ser humano, cuando uno es subsecretario, ministro o alto cargo de gobierno está dedicado las 24 horas del día, no hay espacio para otras actividades, por más legítimas que sean”. Reitero, me imagino que se refería el Ministro a todo, incluyendo las “puertas a puertas”.
En definitiva, con un oficialismo cercado por los escándalos, y con una oposición que sufre de lo mismo y, además, solo se dedica a criticar como estrategia de campaña, la oferta inteligente de ideas innovadoras para seguir desarrollándonos como país, siguen ausentes.
Aún así nos pedirán nuestro voto. Como para pensarlo.
