4.5.07

Dos concertaciones diferentes y un solo gobierno.


La semana pasada me llamó por teléfono un amigo de la concertación a quien tengo en alta estima, que desempeña un alto cargo y, por cierto, muy eficientemente, para decirme que había escuchado mi comentario radial y que daba la impresión que en el gobierno todo se estaba haciendo mal y que el país prácticamente no marchaba, en consecuencias que el desarrollo y el trabajo, del ejecutivo, era intenso en diferentes frentes. Mi amigo no deja de tener razón en cuanto a lo último, no creo que estemos en un Chile detenido o frenado, hay muchas actividades y proyectos en marcha y otros a la espera de ser tratados en el congreso, como la reforma previsional, algunas modificaciones al sistema binominal, la depreciación acelerada y medidas para las PYMES, entre otras.

Mi posición, y así se lo dije, es que, normalmente, comento sobre la base de las declaraciones que los políticos, en este caso de la concertación, hacen durante el día, ni más ni menos, y cuando pareciera que el país no avanza y que todo esta al revés es, generalmente, porque alguien de la propia coalición de gobierno lo dice.

Curiosamente en el oficialismo convive un sector que apoya al gobierno y otro, que más eficientemente que la alianza, hace una férrea oposición. Si a lo señalado agregamos que su concepto de lealtad le impide, a la Presidenta, reconocer que ha debido asumir errores graves del anterior gobierno, como el pésimo diseño del transantiago, los casos de corrupción de Chiledeportes, las carencias en muchas áreas de la educación que llevaron a la revolución de los pingüinos, no cabe duda que debe enfrentar una fuerte caída en su popularidad y el desaliento y crítica de aquellos que, sin abandonar el barco, hacen oposición desde dentro.

El pasado jueves un documento de Chile 21 y varios parlamentarios, facilitan el camino para que la opinión pública crea que el timón, del gobierno, se empuña en dirección equivocada.

Cuatro DC, tres PPD, dos PRSD, y nueve PS, firman un documento que se llama “Las disyuntivas”. En diecisiete carillas los firmantes sugieren que la Concertación retorne a sus inicios y reasuma las propuestas que la llevaron a convertirse en un conglomerado exitoso. El propósito del documento es, según sus firmantes, generar un debate al interior de la Concertación, advertir sobre los riesgos que corre el oficialismo si se mantienen y consolidan las posturas neo liberales del actual gobierno.

Uno de los planes heredados, que más problemas le ha causado a la actual administración, el transantiago, provoca duros comentarios “La mayoría de los países recibe un subsidio fiscal y en el nuestro se ha optado por financiarlo exclusivamente a través de tarifas a los usuarios. Claramente eso limita el parque de los buses y cuyo funcionamiento la actual tarifa no alcanza a financiar”. “El diseño de los recorridos, más que responder a las necesidades y demandas de los usuarios debió ajustarse a las limitaciones de orden financiero”. “Los errores del Transantiago, sin duda, no sólo pasarán a engrosar manuales internacionales de estudios de caso de políticas públicas fallidas”. “Resulta imperdonable que se haya puesto en práctica una reforma, sin consulta con los interesados y a través de un sistema cuyos requerimientos pusieron por delante el negocio, la caja fiscal y la rentabilidad de los privados y no las necesidades de los usuarios”.

En otros acápites respecto del modelo económico vigente, se expresa que en el país prima una racionalidad puramente tecnocrática, y se desconfía “profundamente” de lo público”. Agregan los autores, que las satisfacciones de las necesidades de las personas quedan postergadas y advierten que, mientras ello persista, será “imposible” cumplir el programa de la Presidente Bachelet: “El escenario que de esta forma se dibuja es uno en el cual predominan las inercias, se mantienen o incluso se agravan las desigualdades”.

Más adelante señalan “Difícilmente el país conocerá otro año tan favorable. En vez de abrir paso a una política audaz e inteligente de inversión productiva en capital físico y capacidades humanas de los cuantiosos excedentes, se privilegió un enfoque conservador que condujo a una cuantiosa acumulación de recursos más allá de lo necesario para enfrentar prudentemente los vaivenes del ciclo económico y del precio del cobre, postergando una vez más la resolución de enormes carencias sociales y productivas”.

El documento es bastante extenso como para comentarlo en detalle y creará polémica en un oficialismo que tiene, muy marcadas, las dos características que ya anotamos al inicio, ser gobierno y oposición al mismo tiempo.