22.7.06

No por mucho madrugar amanece más temprano.


La peor oposición al gobierno de la concertación, es la propia concertación.
Parece que los políticos han perdido el foco hacia el cual tienen que apuntar sus acciones y críticas.

Ni el oficialismo, ni la oposición, muestran algún grado de consenso interno que envíe, a los ciudadanos de a pie, una señal que se están preocupando de los problemas reales que le gente siente como propios.

Una parte significativa del desorden que pareciera existir nace, a mi juicio, de las urgencias y premuras que el propio gobierno se fijó al señalar las primeras tareas. Cien días y 36 medidas crearon expectativas, en la opinión pública, superiores al cumplimiento de las mismas. Para unos se cumplió la promesa para otros no.

El sentido de urgencia marcado por la propia gobernante, con la mejores intenciones, ante un gobierno de cuatro años a impuesto una presión sobre ministros, subsecretarios, Intendentes, directores de servicios, y los propios partidos de la concertación que les obliga a auto imponerse obligaciones y responsabilidades que siempre requieren más tiempo y en mucho casos largas negociaciones.

Al no poder alcanzar con agilidad las metas de corto plazo, auto impuestas, nacen las críticas, desconfianzas, e insatisfacciones que hoy tienen enfrentados, en una suerte de guerra fría, al Partido Socialista y a la Democracia Cristiana.

En una entrevista al diario de gobierno “La Nación”, el senador Jorge Pizarro señala, al referirse a los dichos del Senador Camilo Escalona presidente del PS relativos a la salida del gabinete de Andrés Zaldívar “.el juicio político que emitió el presidente del PS es inaceptable, porque él mejor que nadie sabe que los errores son compartidos, que las descoordinaciones existen, que las indefiniciones en los papeles de cada cual también existen, que hubo poco espacio para el desarrollo de una jefatura de gabinete por parte de Andrés en términos más activos y más amplios, y también hemos tenido problemas de definición de contenidos y mucha indisciplina a nivel de los partidos y de los parlamentarios. Hacer como los cojos, echándole la culpa al empedrado, a mí no me parece”

El tema no es menor porque se cree que más ministros debieron ser reemplazados.

El gobierno juró en marzo, pero su propia base política le está exigiendo más de lo que normalmente otros han hecho en el mismo período. ¿No será mucho el apuro?, o ya la clases política están perfilándose para la próxima competencia electoral.

En nuestra Región también la pugna entre el socialismo y la DC, aplica presión y críticas a la gestión del Intendente Cifuentes, sin reconocer que ha manejado bien la estrategia regional de desarrollo, especialmente cuando la unanimidad del Core, aprueba los proyectos y planes de inversión. No hay polémicas tras un estudio serio y un accionar maduro de los integrantes del Gobierno Regional y del propio Intendente Cifuentes. Sin embargo igual recibe ataques desde la propia concertación.

Esta suerte de carrera corta, entre un gobierno de cuatro años y uno de seis, está siendo injusta para la presidencia de Michelle Bachelet. Son demasiados apuros y exigencias que no dejan visualizar con oportunidad cuales son las prioridades.

El gobierno ha debido heredar errores de la anterior administración, enmendarlos y fijar plazos prudentes para hacer las correcciones, como el transantiago, los programas de viviendas, Obras Públicas, la crisis educacional.

Esta revisión y las consecuencias del paro estudiantil, más las inundaciones de este último mes en el sur, aplican una presión mayor que, da la sensación, unidas a las críticas del propio oficialismo, que el país no marcha a la velocidad correcta.

En la oposición las cosas no están mejor. Aún no se pone a la altura de las circunstancias. Lavín con sus declaraciones más apuntadas a lo real, de alguna manera se desmarca de su propio partido. La posibilidad de un tercer referente sigue siendo una alternativa válida si se quiere cumplir un rol político serio y de propuestas, y no limitarse a la crítica liviana que abunda en boca de la alianza.

En definitiva se aplicó el acelerador a fondo, pero el motor no estaba preparado para responder, y en los “pits” de la política, mecánicos y preparadores se desesperan.

1 comentario:

Estoicolgado dijo...

razones para madrugar, varias