21.3.13

Entre algodones

Michelle Bachelet vuelve a Chile en silencio, entre algodones, que las directivas partidarias colocan en el escenario político. Surgen algunas preguntas, es legítimo que postule a un segundo período presidencial, si lo es, en democracia eso puede ocurrir. Es bueno tanto silencio y mantenerse fuera del debate, tengo mis dudas ya que vuelve a Chile.
Ningún candidato de la Concertación le ganará a Bachelet en primarias, es claro y definitivo. ¿Porqué compiten?, fundamentalmente para probar cuan cerca de la “pole position” quedan los candidatos y los partidos, la D.C. y el P.R., eso es lo que se juega en un ajedrez político que dirime quien va con las blancas y quien se defiendo con las negras.
Nada nuevo bajo el sol en un panorama donde el oficialismo se juega la opción de un segundo gobierno. Se busca ganarle a Bachelet, a su silencio en lo interno y a su prestigio de funcionaria internacional en la ONU, ¿difícil?, probablemente pero no imposible.
Tal como en su primer gobierno Bachelet fue de menos a más y lo cerró con un terremoto mal manejado, la administración Piñera ha demostrado, con claridad, que será capaz de entregar un país con más y mejores empleos, con un crecimiento extraordinariamente alto. en medio de un mundo turbulento y agitado.
Lo hecho por el actual gobierno no se puede desconocer, pese a las protestas y nuevas banderas, que la Concertación no levantó en 20 años de gestión, incluyendo, ahora, la mochila de integrar al P.C.
De regreso en Chile y pese a los algodones y cuidados, Bachelet tendrá que romper su silencio y meterse en un programa para gobernar un país que, a mayor bienestar, es más exigente, no solo en materias sociales, además, en transformaciones valóricas donde no existe unanimidad.
La simpatía, las sonrisas, no sirven frente a una clase política desgastada, enfrentada a la voluntad de votar o no, de electores antes cautivos.  
Acostumbrada por razones justificadas de su cargo, ahora deberá acostumbrarse al debate, enfrentar las contradicciones de un gobierno anterior, con propuestas que han saltado a la palestra en estos últimos tres años, cueca avivada por sus propios partidarios y a las cuales deberá responder.
Los algodones son para cuidarse de golpes y machucones, pero también necesarios para curar las heridas de una política filosa.