Cómo se castiga los errores de “responsabilidad política”, que han costado más de un centenar de vidas por errores flagrantes de las autoridades, Presidencia de la República, Armada de Chile, Onemi, Ministros de Estado, e Intendentes.
Aunque se pudiere tipificar como un cuasi delito de homicidio, ya que se trata de una clara negligencia de las autoridades que gobernaban el desgraciado 27F, como se trata de “responsabilidad política”, queda excluida toda pena aflictiva, los únicos afligidos serán los familiares y amigos de quienes murieron, porque los que gobernaban el país, directamente involucrados, no lo hicieron.
El Presidente del P.S. dijo en una entrevista hace un par de semanas que la ciudadanía, por la alta votación que recibe en las encuestas Michel Bachelet, ya ha sido juzgada favorablemente. ¿Pensará lo mismo la gente de Juan Fernández, de Constitución y otras localidades arrasadas? ¿Pensaran lo mismo los chilenos que vimos, con vergüenza, como otros compatriotas, de a pie o en elegantes 4x4, saqueaban tiendas y supermercados porque la fuerza pública no podía contenerles, mientras una Presidenta dubitativa y pasmada en toda la línea, por una cuestión personal, se demoraba en sacar a las Fuerzas Armadas a la calle a imponer orden y a colaborar directamente en la emergencia?
Pero la responsabilidad política se encuentra en tierra de nadie. La legalidad no contempla sanción ante la incompetencia, falta de liderazgo o prejuicios, que cuestan la vida a otros chilenos. Los delincuentes, los que matan y asesinan, van a la cárcel, pero los políticos cargan con su responsabilidad, que por ser política no significa nada, salvo la burla de siempre a los ciudadanos ingenuos que hemos confiado, la dirección de un gobierno, a quienes cuando cometen errores, son incapaces de reconocerlos, una encuesta favorable les puede absolver e intentaran volver a repetir sus mismas ingenuidades y desaciertos.
El silencio de las personas que ese 27F perdieron la vida porque sus gobernantes, tendiendo información seria, dudaron, vacilaron y no estuvieron a la altura de sus cargos.
El voto es el único poder que tenemos a mano para sancionar a los políticos incompetentes.
Entretanto quedemos con una cita del gran Presidente Abraham Lincoln: “PUEDES ENGAÑAR ALGUNAS PERSONAS SIEMPRE, Y PUEDES ENGAÑAR A TODAS LAS PERSONAS A VECES, PERO NO PUEDES ENGAÑAR A TODAS LAS PERSONAS SIEMPRE”.
