26.10.12

Lo que se vota hoy.

Toda elección trae consigo esperanzas de renovación y cambio. Toda elección, en mayor o menor grado, provoca desilusión en los electores transcurrido un tiempo. Nuevamente hoy ese juego democrático deberá ponerse a prueba. ¿Cuánto se miente por un voto y cuánto se compromete por un  triunfo?
Lo que preocupa de nuestra democracia, es el valor relativo que algunos políticos, candidatos y partidos, le dan al voto ciudadano y a las promesas electorales.
Siempre se espera lo que importe, en elecciones municipales, sean las necesidades que la ciudadanía expresa a los candidatos y las promesas que estos hacen con gran generosidad.
Sería injusto para todos que mañana, conocidos los resultados de una elección incierta en cuanto al número de electores, el discurso dirigido al habitante de cada comuna se cambie por el del triunfo o derrota de cada coalición política.
Las necesidades ciudadanas, cuando se conocen los porcentajes, el número de alcaldes y concejales, adquiere menos relevancia que cumplir con los anhelos de chilenas y chilenos que, una y otra vez, caen en la trampa de la despiadada lucha por el poder, que enreda a la política, a la subdesarrollada política criolla.
Mañana, seguramente, los dirigentes y candidatos, que aparecieron tan transversales estrechando las manos a diestra siniestra, solo estarán interesados en el número de electos que adhieren a sus respectivas colectividades.
Las promesas caerán en el olvido y nuevamente, cada cual, marcará su territorio electoral y sacará alegres cuentas pensando en las próximas elecciones presidenciales y parlamentarias. Cómo y por quién usted votará hoy, mañana lunes no tendrá mucha importancia. Las declaraciones estarán destinadas a demostrar el triunfo partidario más que las esperanzas de progreso que deseamos para nuestras comunas.
Es probable que el “puerta a puerta”, cuando llegue el ejercicio del cargo se olvide y al sonriente candidato o candidata, lo veamos en alguna noticia celebrando con euforia el triunfo de una determinada ideología que a usted, seguramente, no le representa.
Más que una fiesta de la democracia esto será, como siempre, la ratificación de una clase socio política, la reafirmación de nuestra enfermiza y decadente partidocracia chilena.
Eso es lo que se vota hoy.