5.3.11

Encuestas e imagen pública

La última encuesta Adimark ha puesto en la discusión cómo interpreta la ciudadanía el desempeño de la clases política en Chile.
No se si si el comnsultar la opinión ciudadana, mes a mes, sirve para algo. La pregunta es: ¿produce algún cambio de actitud lo que usted diga cuando se le consulta?


¿Las encuestas sirven para hacer variar el rumbo de la política? Las respuestas son variadas. Si en algo sirven es para que los favorecidos ataquen a los desfavorecidos. Nunca nadie pierde y, parece, no van más allá de ser una anécdota.
También son útiles las consultas para fantasear de posibles candidatos presidenciales, aunque sea torpe decirlo la carrera presidencial se inicia en cuanto un nuevo presidente o presidenta asume.
Influye en las respuestas las imagenes que proyectan las pesonas, los partidos y los gobiernos. Influye muco el lenguaje, la manera de hacer los anuncios importantes que siempre deja la impresión, en política, que no debe ser claro, prestarse para variadas interpretaciones y poder después definir, dependiendo de cómo sopla el viento ciudadano, un proyecto o clarificar una promesa.
Algunos ejemplos; prometer un bono cuando se cumplen cincuenta años de matrimonio. Loable iniciativa, premio para las familias que se mantien en el tiempo. Hoy la promesa no está clara,surgen interpretaciones variadas. Alguna aclaran el bono solo es para quienes cumplieron 50 años durante el bicentenario, se dijo, se publicó y no se ha dicho nada en contrario. En el parlamento anunciaron que se presentará una indicación que establece claramente que el bono es para todos los que han cumplido 50 años de matrimonio, por una sola vez, pero es permanente en el tiempo, quiere decir que cuando se cumple el medio siglo con el anillo firmemente puesto en el dedo anular, se recibe el bono. Sin embargo nadie aclara si deesa manera saldrá la legislación.
Afecta la imagen pública y la credibilidad, cuando la ciudadanía percibe que las promesas de campaña se demoran en llegar. Tecnicamente un gobernante podría cumplir sus promesas esperando hasta el último día de gobierno. Ocurre, muchas veces que se cree que un Presidente debe cumplir sus promesas rapidamente, sin considerar que hay que hacer leyes, analizarlas previo a su envío al parlamento. La oposición, como dicen los españoles, “por joder”, puede demorar su aprobación, eventuales mayorías lo permiten.
Promesas, como el 7% de los jubilados, no queda claro cuando llega al parlamento y en qué condiciones va el proyecto. ¿Se elimina el 7% de una vez, a quienes tienen sueldos similares al mínimo, por ejemplo? Cómo esas preguntas se las hacen los jubilados todos los días, una manera de crear una imagen pública favorable es dar señales, cada cierto tiempo, refiriéndose al tema, ratificando que es una iniciativa que se materializará y en lo posible aproximarse a fechas. Cuando estos requisitos comunicacionales no se cumplen, el jubilado abordado para una encuesta dirá que el gobierno no es creíble y que el Presidente tampoco.
Un ejemplo claro de mal manejo comunicacional y de pésima estrategia política fue el tema del gas de Punta Arenas. ¿Cuál fue el análisis que se hizo? Lo peor es el resultado, si algo se había ganado en encuestas anteriores todo se va por la borda cuando Punta Arenas sale a la calle, transversalmente, para protestar por una medida mal concebida. Si entre Lagos y Bachelet crearon y criaron el Transantiago, el gobierno no se demoró mucho en copiar la fórmula en el extremo más austral del país.
Cambian al ministro de energía, punto para el Presidente, pero de nada sirve. El héroe de la jornada es, el ministro Golborne. Viaja al sur y en 72 horas soluciona el problema. Raya para la suma, el ministro suma 84% de aceptación ciudadana, el Presidente 42.
No se gobierna para las encuestas, pero debe entenderse que las actitudes, los silencios y los errores, son parte del material combustible que el ciudadano común tiene como elementos de opinión.
No se trata de mentir o manipular, la opinión pública reacciona con las verdades que se deben comunicar con claridad, sin segundas interpretaciones, en el momento oportuno, cuando las cosas demoran más allá de lo prudente y razonable, la situación se complica.
El caso de la Intendenta del Bío Bío, que le ocasionó al gobierno un grave daño de imagen, habla por sí mismo.