30.10.09

¿La tercera edad está demás?

La política chilena está mostrando su peor cara. Ahora resulta que la tercera edad tiene como destino retirarse a la vida privada, dar alimentos a las palomas o sencillamente preguntarse ¿Dónde está Elisa?
Si no quiere que un diputado lo trate de “demente senil”, nunca tenga la gentileza de alabar a un adversario.
La política ha demostrado, esta semana que termina, su peor cara.
Bastó que Gabriel Valdés, D.C. ex ministro, ex senador, ex diplomático, dijera que Piñera podría ser un buen presidente para que los políticos “progresistas” le tildaran de senil, demente, anciano, y que debería estar en su casa dedicándose a cualquier cosa menos a participar en la vida política activa.
Como en Chile practicamos las costumbres de las barras bravas, es pecado, para algunos diputados y senadores, tener un gesto de cortesía o reconocer cualidades al adversario. Ese fue el pecado de Gabriel Valdés para que fuera “basureado” por el diputado Aguiló, la diputada Saa y el senador de su propio partido Jorge Pizarro.
Parece que en política las buenas costumbres están interdictas y de paso los años pasan y pesan y quienes somos parte de la tercera edad, hemos perdido el derecho ciudadano y democrático de opinar diferente.
No se me ocurre pensar que Gabriel Valdés vote en diciembre por alguien diferente a Frei que, seguramente, es su candidato. Si así lo hace ¿se transforma acaso en una mala persona? Absolutamente no. Es una persona consecuente con su ideología y trayectoria.
Si Valdés opina que Piñera puede ser un buen Presidente, ¿cuál es el pecado? Los que sienten la debilidad política, la sensación de una derrota temprana, ven enemigos en cualquier lugar, incluso en su propia casa.
Lamentable la manera en que han tratado a un líder de la oposición al Gobierno militar. Los que hoy le critican aún jugaban a las bolitas cuando Gabriel Valdés salía a la calle a expresar sus ideas.
De paso se insinúa, que todos los que somos mayores de 60 años deberíamos retirarnos a la vida privada, sin estridencias. Estos políticos, como el diputado Aguiló, se olvidan que la gente mayor también vota. ¿Somos solo útiles para las elecciones? Se olvida que algún día podría tener la misma edad de Gabriel Valdés.
Pecado de soberbia y pecado de orgullo creerse dueño de la verdad absoluta y que el que piensa distinto, si tiene sus años, es un demente senil.
El ex Presidente Patricio Aylwin, que pronto cumplirá 92 años dijo claramente el jueves sobre estos comentarios de Pizarro, Aguiló y Saa: “Me parece una insolencia y una idiotez plantear las cosas en ese término”. “Gabriel tiene una vida de servicio al país, una vida pública reconocida como ministro de RR.EE., como senador y en otras actividades que merecen el respeto de todos los chilenos”
Qué dirán ahora, Aguiló y compañía, cuando lean la entrevista que publica la revista “Qué Pasa” con declaraciones del ex Ministro de Agricultura del gobierno de Patricio Aylwin, militante radical, Juan Agustín Figueroa con dichos como: “si Enríquez-Ominami pasa a la segunda vuelta, es difícil anticipar la velocidad con la que seguirá creciendo. Basta ver lo que pasó con Fujimori en 1990, cuando nadie daba un peso por él y terminó derrotando a Vargas Llosa”.
O esta otra opinión: “Respecto a la carta presidencial del oficialismo, Figueroa es claro en señalar que la campaña de Eduardo Frei se encuentra “cuesta abajo en la rodada”.
“El hecho de que algunas encuestas arrojen un empate entre Frei y Marco Enríquez-Ominami significa el desmantelamiento de la campaña de Frei, sobre todo cuando se retiran figuras relevantes de su orgánica, como ocurre con Eugenio Tironi”.
“Frei hizo un mal gobierno y, lo he dicho varias veces, es un hombre de condiciones medias, que no se destaca ni se convierte así en “el” candidato”.
¿Figueroa, también hombre de la concertación, esta con demencia senil?
No es la edad la que hace la diferencia. No se gobierna fijando una cuota de cuántos años se deben tener para ser Ministro. Hemos tenido gente brillante y muy joven, pero no es esa la única cualidad, habría que agregar preparado, con experiencia e inteligente. Por si es posible, honesto.