4.7.09

¿Mafia y política?

"Si el senador DC nos va a enviar a 10 diputados a matonearme y cree que nos va a amedrentar, la respuesta es no. No le tenemos miedo al matonaje político. Yo invito al senador DC a calmarse e invito a su comando a que desmienta esa información que no le hace bien a la democracia ni al debate electoral" Marco Enríquez-Ominami.

Hoy no existe en nuestro país nada que se parezca más a la mafia y a los carteles que la Política.
Los padrinos, casi al estilo que caracterizó Marlon Brando, se repiten en la figura de directivos de partidos, e incluso en algunos que se creen tocados por el dedo del destino para ser designados, sí o sí, postulantes a un cargo parlamentario. Esa es la verdad así de clara, lo demás es música.
Nosotros, los electores, tomamos palco aunque seamos los actores principales. Nuestro voto decidirá en medio de esta pelea de gallinero. Lamentablemente las reglas no las pone la ciudadanía, por mucho que los políticos cacareen el amanecer de la democracia. Ellos son los que deciden, con puñaladas en la espalda, con emboscadas o bien arrancándose con el caballo ensillado.
Si no jugamos su juego, si no votamos por algunas de las cartas elegidas entre bambalinas, seremos multados.
¿Inscripción automática y voto voluntario? Mera palabrería. Igual ha ocurrido con eliminar el sistema binominal, se habla pero no se actúa. Oficialismo u oposición no están interesados. La oposición porque tiene sectores añorando el pasado. El oficialismo, porque la formula de luchar contra la exclusión es más rentable, en segunda vuelta, que si la izquierda tradicional sintiera que solo depende de sus votos y esfuerzo, no de pactos con el sector gobernante.
Resulta extraño observar a un candidato presidencial proclamando en Copiapó a un postulante a la Cámara, comunista, opositor acérrimo al gobierno que ese candidato representa.
La responsabilidad, de mantener un sistema electoral anticuado, es de aquellos que quieren proteger a las minorías permitiendo la ecuación política que esta, elige sobre una mayoría. ¿Llamamos a esa manera de actuar democracia?
Vivimos la política de la riñas, descalificaciones y befas. Las ideas son escazas, las propuestas no tienen concordancia. Un solo ejemplo, se promete aumentar, a niveles extraordinarios, salas cunas y jardines, pero no existe en Chile el número suficiente de Educadoras y auxiliares para que esa promesa se cumpla.
Revisen una a una las promesas y verán que las candidaturas nos hablan, en su mayoría, del qué van a hacer, nunca del como lo lograran. La falta de concordancia, que las piezas encajen para que una promesa de campaña pueda cumplirse no se dice ni se piensa.
Así vamos, engañados, sujetos a esa pequeña política de la palabra vana. Suena bien. Nos dicen lo que queremos oír y arrastrados por la palabra inflamada nos consumimos en nuestra propia complacencia.
Nuestros rostros, nuestros hijos, nuestra, familias para el político, con honrosas excepciones, son solo votos que hay que secuestrar, extorsionar, ganar con algunas prebendas y dádivas.
Por obligación profesional veo, escuchó y leo declaraciones, foros y artículos. Algunos insultan la inteligencia humana, la ingenuidad de las personas. Otros utilizan un lenguaje donde la verdad se tergiversa y las palabras se confunden.
Hoy la gente le cree más a las encuestas. Son las que mandan y a larga deciden. ¿Quién nos puede asegurar que no son manipuladas?
Una sola reflexión ¿puede tener un 1% de votación, candidatos que representan una tendencia política que obtiene como, piso en las últimas elecciones, entre un 5% y un 7%?
Hay, sin embargo, algunos dirigentes que mantienen la racionalidad y el respeto a discrepar “Las cosas no se resuelven en términos de orden y desorden. Pensar eso ha derivado en el ciclo de resta en el que se ha introducido la Concertación. Nadie puede pretender que en el PPD se actúe de manera disciplinaria porque hay un senador que tiene simpatías por otro senador que hasta ayer era un prominente dirigente del PS”. Pepe Auth, presidente del PPD.
Si muchos políticos nos engañan, y las encuestan también lo hicieran, entonces encontremos la razón a quienes creyeron, la noche de un 29 de junio, que un volcán submarino y un gran tsunami nos barrería de la faz de la tierra.