3.4.09

Pacto ilícito en daño de tercero.

La palabra “colusión” ronda en las publicaciones de prensa. Una nueva forma de agredir al ciudadano. Una manera de unirse para dañar la fe pública y enriquecer el bolsillo ajeno ha causado indignación nacional.

La Real Academia de la lengua Española define la palabra “colusión” como “Pacto ilícito en daño de tercero”. Los ciudadanos han reaccionado con indignación ante una realidad ya conocida, no vivimos tiempos donde la trasparencia y la honradez sean valores cotidianos.
Esta semana la Universidad Católica Cardenal Silva Henríquez dio a conocer una encuesta que se hizo entre la población pobre de Santiago, considerando como tal a quienes individualmente no tienen un ingreso superior a $100.000. La pregunta; percepción que tienen los más pobres sobre la corrupción en Chile.
Los resultados no extrañan, el 74,3 por ciento de las personas pobres de Santiago considera que hay un “Alto” o “Muy alto” nivel de corrupción en Chile en la actualidad. La encuesta muestra que el ranking está encabezado por los senadores y diputados (73,6%), Gobierno (63,8%), Municipalidades (62,4%), Ministerios (61,9%), SII (61,9%) y Corte Suprema (60,8%). Seguido por las empresas Pública (60,8%), Contraloría (60,8%) y Juzgados (57,5%).
Un 82,2% de los entrevistados considera que “no se castiga en forma ejemplar a los corruptos”.
“Entre las personas en condición de pobreza de la capital, existe una percepción generalizada de altos niveles de corrupción en el ámbito político, gubernamental, judicial, legislativo y diversas reparticiones pública”, sostiene Marcelo Yánez, autor del estudio realizado por la Escuela de Administración y Economía de la Universidad Católica Silva Henríquez.
A esta encuesta debe agregarse todo el escándalo que se ha producido cuando una de las tres cadenas de farmacias, que dominan el mercado nacional de los remedios, reconoce que se ha coludido con otras dos, para subir los precios de un total de 222 medicamentos, muchos de ellos de alto uso por enfermos crónicos, entre ellos diabéticos e hipertensos.
Fasa, la cadena farmacéutica que se auto denunció, ofrece llegar a un acuerdo con la Fiscalía Nacional Económica, pagar una multa de un millón de dólares, se evita la petición de ser sancionada con 15 millones de dólares, y reparar el daño causado. Las otras dos cadenas proclaman su inocencia y deberán someterse a un juicio que aclare este farragoso tema.
Si a ello sumamos la lucha por el poder de parlamentarios que amenazan renunciar a sus partidos si no se les mantiene el cupo. La no renovación en el cargo de un Ministro del Tribunal Constitucional, porque en un fallo no favoreció la postura del gobierno. La petición de renuncia de un embajador porque escribe un artículo de opinión y habla de “socialismo de balneario”, refiriéndose a la última cumbre de líderes progresistas, van conformando un cuadro extraño.
Los méritos no cuentan, es el amiguismo el que manda. La opinión ciudadana no vale cuando los cupos parlamentarios siguen siendo cupulares. Las acusaciones más absurdas se cruzan en la política como hacer creer que, el 1% de acciones en una empresa hace responsable, a su propietario, de los errores que cometa un directorio mayoritario.
La percepción que tiene la gente más pobre sobre la corrupción es más cercana a la verdad porque ellos no tienen nada que perder. No se sienten comprometidos con la verdad oculta o la verdad a medias. No tienen ambiciones de “servicio público” que más se asemejan a la ambición del poder, de la hegemonía por una ciudadanía que a veces cree que la democracia debe limitarse al acto de votar cada cierto tiempo.
El día que el ciudadano se dé cuenta que el voto tiene poder, veremos que se terminarán los sobre sueldos exentos de impuesto, las gratificaciones extraordinarias que se auto aprueban directorio estatales, la lucha por los cupos etc.
Tendremos, algún día, una democracia donde el mercado mande pero sin colusión que lo distorsiona. Donde la ambición parlamentaria y la corrupción de los altos cargos, sea reemplazada por el honor del servicio público.