7.2.09

Hora de propuestas.

Probablemente sea prematuro pero ya es hora que los candidatos, o pre candidatos presidenciales, tengan a bien en lugar de descalificarse mutuamente, empleen su tiempo útil, por respeto a los votantes, en convencernos por qué debemos elegir entre algunos de ellos.
Para bien o para mal la campaña presidencial y parlamentaria está lanzada. Aunque los matices sean diferentes, unos esperando primarias, la Concertación, otros tratando de encontrar acuerdos para elegir a su representante – pacto Juntos podemos - la Alianza ya tiene a Piñera.
Sin embargo, demostrando la baja calidad de la política criolla, lo que prima son las mutuas descalificaciones, tanto internas como externas. La ciudadanía espera propuestas e ideas inteligentes, en medio de los fuertes impactos que ocasiona la situación económica mundial, cesantía, falta de acceso al crédito, demora en las inversiones anunciadas por el gobierno, los episodios de corrupción de siempre, un Banco Central vacilante etc.
La concertación sabe que esta elección no viene fácil, especialmente en primera vuelta, donde aparte de la candidatura del “Juntos podemos más”, ahora se levanta la de un ex D.C., Adolfo Zaldívar, con el apoyo del PRI formado por ex votantes del oficialismo. Los efectos se notan si tomamos la última encuesta de la semana que finaliza, Imaginacción, donde por primera vez a un candidato del oficialismo le gana, incluso en segunda vuelta, el de oposición.
El pacto Juntos Podemos tiene que decidir entre cuatro postulantes, de los cuales dos son ex socialistas, que también le quitarán votos a quien resulte definitivamente la figura oficialista.
Piñera, por su parte, aún no logra, enrielar su campaña presidencial, pese a seguir figurando como el favorito. Más parece su comando un grupo de amigos personales, donde lo nombres, las fotos de cumpleaños, los viajes a Chiloé y los vuelos en helicóptero se quieren representar como una manera ejecutiva de hacer trabajo electoral. La brújula de sus asesores está lejos del azimut correcto.
El oficialismo, por su parte, no ha entendido que atacar porque a Lan Cargo le pasan una multa en Estados Unidos, no es un argumento para quitarle votos a Piñera si esa multa, la enfrentamos a los miles de millones de pesos que ha costado la corrupción desatada en algunos sectores concertacionistas. Especialmente notable cuando quienes roban han sido altos ejecutivos de Gobierno de este y otros períodos.
Frei ha desarrollado una inteligente campaña interna, digna de estudio para los politólogos, especialmente si se considera que hace ocho meses nadie daba un peso por su probable postulación. Partió bien, haciendo propuestas interesantes, incluyendo una reforma constitucional. No perdió la paciencia cuando socialistas insistían con un indeciso Insulza, o el PPD con un Lagos que no quería primarias. Frei desde un principio dijo que él las aceptaba. Fue una buena estrategia. No la ha sido tanta la de poner piedras en el camino a la candidatura Gómez, por parte de los partidos que apoyan a Frei. No faltaron zancadillas para dejar fuera al postulante Radical, incluso fraccionando las primarias para desalentarlo. Resulta difícil establecer, a la hora de la verdad, cuanto entusiasmo habrá en la coalición oficialista.
La Alianza sigue atrincherada en posturas de los 90. Insiste en mantener el sistema binominal, mayoritariamente la UDI, que facilita y da argumentos para que la Concertación haga pactos electorales con la izquierda extra parlamentaria y, especialmente, con el partido comunista.
Es claro que Piñera debe bajarse de una vez de su helicóptero y ponerse a trabajar por los votos, más que atacando, con muy malos argumentos a Frei, y mostrar con propuestas concretas cómo orientará su gobierno. Alguien, no los aduladores que pululan a su alrededor, le tiene que enseñar como tener empatía con sus electores. Tiene que caminar uno a uno los caminos de Chile, varias veces, y no mirar desde lo alto a los votantes.
Ya es el momento de terminar con las peleas baratas, que si Piñera es muy rico, ocultando, hipócritamente la verdad de aquellos que se han enriquecido metiéndole la mano al bolsillo del Estado.
Por respeto a usted que lee esta columna y por respeto a una política que tiene que renovarse y cambiar, debatan propuestas inteligentes y utilicen argumentos importantes, que sean la piedra angular de un sistema democrático renovado al servicio del país y no de las camarillas de siempre.