21.2.09

Un libro para cerrar el verano


El viernes conocí una descripción, clara y acertada, que definía a la política y a los políticos, “politicus chilensis”, incluida en un libro, una suerte de bestiario o estudio zoológico de quienes son protagonistas, para bien o para mal, del oficialismo, excluidos y opositores, en la política de todos los días.

Tengo una costumbre, probablemente que viene en el paquete genético que cada cual hereda de su parentela directa, leer muchos libros y como lo hacemos, los periodistas desordenada y simultáneamente. En estos días leo Memorias del emperador romano Adriano, de Marguerite Yourcenar, La gesta de Cochrane, estudio sobre la vida del almirante Lord Thomas Alexander Cochrane, conde de Dundonald, de Ricardo Cox Balmaceda, Una familia bajo la dictadura de Benjamín Valdés Alfonso sobre la revolución del 91, lo que toma algunos meses no pocas confusiones.

Normalmente aeropuertos y aviones son mi sala de lectura. El viernes fui por el día a Antofagasta y los caprichosos de itinerarios me llevaron primero a Santiago y de allí al norte. Terminadas las reuniones cumplí con el sagrado rito de ingresar a una librería buscando algún título interesante. Debo aclarar que no soy muy amigo de las novelas y mis gustos literarios van más por temas de la vida real o de la historia.

En mi búsqueda, de pronto, me encuentro con una portada algo insólita, el dibujo de dos caras conocidas, casi mellizos, en cuanto a barba y corpulencia y un título famoso, el mundo entero supo de la frase ¿Por qué no te callas? Interesado por la llamativa tapa y las 158 páginas me entero que sus co autores son Sergio Melnick y Jaime Hales. Cada cual, políticamente diferente, pero unidos en torno a un tema, la política chilena.

Dedicado por 40 años al tema hice lo que todo el mundo hace en las librerías, correr algunas páginas para formarme una idea si valía la pena comprarlo. Valía la pena. Me tomó la espera en el aeropuerto nortino, las casi dos horas de vuelo a Santiago, la nueva espera en Pudahuel y los 50 minutos de vuelo a La Serena para terminar de leerlo.

¿Por qué no te callas? me hizo guardar silencio y concentrarme en la lectura de un análisis, con filo de navaja y humor de los mejores, de la clase política chilena que con sus usos y costumbres, mezcla de siglo XIX y resabios de lo peor del siglo XX, va recogiendo las historias de “Leones que son apenas gatos, elefantes que no miden más de un par de centímetros, jirafas con el cuello demasiado largo” Advierto, no se salva nadie. Es un termómetro de las inconsecuencias y el lenguaje que los políticos, independientes de la trinchera en que se encuentren, utilizan por igual.

En uno de los capítulos, con una ironía genial, se refieren a uno de candidatos presidenciales que tendremos, probablemente, en el menú electoral de diciembre, y a quien actualmente nos gobierna. En una reflexión de cómo se forman los políticos chilenos (pag.14) escriben Melnick y Hales: “Alguien decía, al ver a un ex Presidente completamente remozado, que había aprendido a ser político en un curso privado de seis años ejerciendo la Presidencia. Ahora quiere regresar, dirá él, para devolvernos lo que se le enseñó en un curso caro, pero que pudo haber sido útil. Como es una persona inteligente y un buen alumno, hoy ya entiende mejor lo que hay que hacer y cómo se hace.

Quien está haciendo el curso actualmente está en serios problemas porque se acortó la duración de la carrera y es muy probable que en los cuatro años que actualmente dura, no alcance a dominarla completamente. La historia es tan curiosa que aunque es muy poco probable, capaz que en algunos años más quiera devolver el crédito con más trabajo”

El libro se lee con facilidad, pese al humor se afirman cosas que son serias, que no siempre percibimos y que nos muestran la realidad de una política mediocre, con las honrosas excepciones de unos pocos que sienten que la cosa publica es algo serio.

Es una acuciosa investigación sobre lo que se publica de parlamentarios, gobernantes, y dirigentes partidarios. Deja al desnudo como, de alguna manera, somos engañados con un lenguaje banal, repetitivo e inconsistente.

En definitiva no conozco, personalmente, a los autores, salvo el verlos y oírlos en la televisión, pero confieso que mis ideas quedaron bastante más claras leyendo a dos personas inteligentes, de signos políticos muy distintos, que se unen para ofrecernos, con mucho humor y bastante ironía, la imagen real de una “clase política” que ocupa con razón los últimos lugares en las preferencias de los chilenos.

¿Por qué no te callas? de Sergio Melnick y Jaime Hales, un libro que vale la pena leer.