3.8.07

¿Y ahora quién podrá defendernos?


La mandataria, Michelle Bachelet, ha debido dar un tirón de oreja, sutil pero público, a sus ministros, algunos de los cuales entusiasmados por el clima farandulero que vive el país, han debutado como improvisados y audaces “noteros”, y muy locuaces polemizan por la prensa sin ninguna prudencia o sentido de equipo. La Presidenta dijo el viernes: "Yo creo que uno ha observado - en los ministros - mucha locuacidad más allá de toda prudencia".

Con todo esto uno exclama, cuando la política, gobierno y oposición, es la que conduce al país, ¿Y ahora quién podrá defendernos?

Sin pretender hacer una crítica amarga, por el contrario, resulta inexplicable que un país que, pese a todo, marcha bien en muchos aspectos, sin embargo, se ve desordenado, falto de una conducción real. La carta de navegación, la dirección en que nos encaminamos, el diseño estratégico de gobierno no aparece por ningún lado. Hay falta de prolijidad como lo ha demostrado la seguidilla de errores en algunos nombramientos de altos cargos públicos. Sobre estos aspectos el senador Camilo Escalona declaró el viernes pasado: "Entiendo que este es un problema que existe en el seno de la Concertación y también es un tema que tiene que resolver el gobierno a niveles de coordinación que son urgentes, que se tienen que corregir y mejorar, y por lo tanto entiendo que esa es nuestra tarea"

Lo grave, además, es que la oposición, que habla de alternancia en el poder, tampoco hace bien su tarea, luce los mismos defectos, desorden, falta de línea o decisiones claras.

Siguen atacándose entre la UDI y RN, pese a los esfuerzos de los presidentes de ambos partidos. Llamarse “Alianza” resulta casi un contrasentido.

La ciudadanía ve lo que ocurre y cuando le preguntan, en la última encuesta “Adimark” responde “Independiente de su posición política, ¿Usted aprueba o desaprueba como la Concertación está desarrollando su labor. Un 20% aprueba y un 57,8% desaprueba. Cuando la pregunta se repite, pero ahora refiriéndose a la Alianza, la respuesta es un 20% de aprobación y un 57,9% de desaprobación.

Los partidos políticos no dan el ancho y la Presidenta tampoco lo hace, si tomamos como referencia la encuesta que comentamos.

Las preguntas y las respuestas son claras. Independiente de su posición política, ¿Usted aprueba o desaprueba la forma como Michelle Bachelet está conduciendo su gobierno?, solo el 41.5 % aprueba y el 42,8% desaprueba.

Los atributos personales de la mandataria, en algunos aspectos se mantienen, pero en otros empeoran. Cuando se consulta si es querida por los chilenos 69,1% afirma “mucho + algo”, en un 63,1% que es respetada, en un 57,5% que es creíble, en un 56,9% que tiene capacidad para enfrentar situaciones de crisis, sin embargo cuando se trata de liderazgo, una de las críticas que más se escucha a su gestión de gobierno, el 47,5% cree que “mucho + algo”, pero una cifra superior, 49,6% cree que “poco + nada. Este último concepto, liderazgo, preocupa si consideramos que en marzo del presente año marcaba 61%.

La fuerte caída no puede atribuirse exclusivamente al Transantiago, ya que esta sensación, de falta de dirección, es compartida en Santiago y Regiones.

Hay respuestas preocupantes, algunas lapidarias, que afectan a todo el equipo de gobierno. En Salud 41,9% aprueba como Michelle Bachelet y su equipo de gobierno maneja el tema, el 50%, desaprueba. En educación 41,2% aprueba, el 46,4% desaprueba. En economía 35% aprueba, 50,2% desaprueba. En el tema del empleo, cosa curiosa ya que ha mejorado claramente, 31,5% aprueba, 56% desaprueba. El Transantiago sigue siendo lejos el tema más complejo para la Gobernante y su equipo, 17%, aprueba y 71,9% desaprueba. Y para el manejo del tema de la delincuencia, el Gobierno recibe un 9,9% de aprobación y un 86,2% de desaprobación.

Frente a todo lo señalado la clase política debe meditar que en este momento, el 50% de los chilenos no se identifica con ningún bloque. ¿Hora de cambiar algunas caras?