11.8.07

¿Salarios éticos o ética de los salarios?


Un interesante debate se ha suscitado la pasada semana ante comentarios del Obispo Goic sobre la necesidad de fijar un “salario ético”, no un salario mínimo. La respuesta de la Senadora Matthei, para algunos, las diferencias que pueden producirse en economía al hablar de estas materias.

El Presidente de la Udi recomienda a quienes pueden pagar mejores salarios, que no se escuden detrás del sueldo mínimo. El senador Escalona pide que Piñera done 100 millones de dólares al Hogar de Cristo. El Senador Longueira dice que el Obispo Goic le copió su idea de un salario diferente.

Podría parafrasear toda clase de declaraciones rimbombantes de la clase política chilena para concluir que todo no será más que fuegos artificiales. Un levantamiento inútil, como muchos, de banderas de guerra sin sentido.

Cuando se habla o escribe de ética, en el tema de salarios, es necesario tener cierta consecuencia. ¿Es ético, por ejemplo, que abolida la institución de senadores “designados y vitalicios” los dineros sobrantes se repartan entre aquellos electos, para pagar asesorías? Solo dos, entre los cuales no se encuentra el senador Escalona, que le pide generosidad al candidato Piñera, no aceptaron recibir ese dinero, los senadores Romero y Prokurica de R.N.

Recordemos que el IVA, que pagamos todos los chilenos, los que reciben un sueldo mínimo y los que reciben más de la remuneración ética que propone el Obispo Goic, debería ser solo de un 16 %, acuerdo que la clase política no respetó y que con diversos argumentos permitió subirlo aún más. Se puede ganar más sueldo, como se puede producir el mismo efecto reduciendo impuestos, especialmente aquellos que castigan a los más pobres.

Los chilenos seguimos pagando un alto impuesto a la bencina destinado a financiar los efectos de un terremoto que nos azotó hace 25 años.

¿Es ético, emplear en campañas políticas dinero destinado a gente desempleada?

¿Es ético, cuando se trató de sobresueldos a altos cargos de gobierno, que esos dineros no pagaran impuesto?

¿Es ético, decirles a los chilenos que el cobre nos pertenece a todos, cuando los sueldos mejores son para quienes trabajan en esa actividad? Legítimo para ellos, pero frustrante para quienes se forjan expectativas de una vida mejor.

Hay descontento social con los salarios, pero seamos justos, el sueldo mínimo los negocia el Gobierno con la CUT. La ley no obliga a pagar el sueldo mínimo, es solo una cantidad indicativa, por la cual no se puede pagar por debajo de esta. Sin embargo hay muchos trabajadores del estado que ganan un sueldo mínimo, que tienen contratos a honorarios y cada año se juegan su fuente laboral. ¿Es eso ético? No lo es para nadie, tampoco el sector público, que en muchas oportunidades no respeta sus propias leyes laborales.

De acuerdo a las cifras oficiales, en las últimas dos décadas, la pobreza ha bajado desde un 44% a un 13,7%. El sueldo mínimo ha subido del equivalente a 60 dólares a cifras cercanas a los 300 dólares.

El nivel de empleo sobrepasa los seis millones cuatrocientos mil trabajadores, dos millones más que hace 20 años.

Las cosas se han hecho bien, pero se pueden hacer aún mejor. Lo importante es entender la justicia de pagar la remuneración que corresponde al esfuerzo aportado, y al ingreso que cada empresa obtiene, grande, mediana o pequeña.

Hay quienes pueden pagar más y no cabe duda que, muchos, no todos, en esa situación lo hacen.

Sin embargo la ética debe ser practicada por el Estado y el sector privado, gobernantes y gobernados.

Leemos titulares, en la prensa, todos los días, que nos dicen de autoridades destituidas que pasan por los tribunales, por fraude al fisco, por malversación de recursos públicos o destituídos por errores que le cuestan al país millones de dólares. Naturalmente que los que esperan que el futuro, que la clase política nos ha prometido en cada campaña electoral, se transforme alguna vez en la vida en presente se sienten engañados.