16.6.07

¡A Cerrar el Congreso!


Hay que cerrar el congreso nacional. No sirve para nada, solo gastar dinero inútilmente si algunos sectores oficialistas arman un griterío, cuando un grupo de senadores quieren hacer su trabajo, estudiar un proyecto de Gobierno y hacerle las indicaciones pertinentes.

No ahora, según el oficialismo, con las excepciones que más adelante anotaremos, pretende que todo se apruebe a fardo cerrado, sin que, a quienes la ciudadanía ha elegido, democráticamente, tengan derecho a opinar diferente. ¿No es la esencia de la democracia representativa el derecho a discrepar? ¿O el congreso por ser leal al gobierno debe transformarse en un simple buzón? Si así fuera no gastemos los miles de millones de pesos que cuesta su mantención. Mejor cerramos sus puertas y que el gobierno haga y apruebe lo que le plazca.

Empecinados en que se entreguen, a un sistema de transporte fracasado, 290 millones de dólares, sin ningún control de uso, hasta la extorsión política se está utilizando: "Los senadores Frei y Ominami fueron elegidos para desempeñar los cargos de presidente y vicepresidente del Senado por los senadores de la concertación y, por lo tanto, les corresponde la particular responsabilidad de representarlos, contribuyendo a la aprobación de los proyectos concordados entre el gobierno, la concertación y sus bancadas" (declaración el viernes en la Moneda – patio de los cañones muy apropiado para ello – de los presidentes de los partidos de la concertación)

"Tenemos que unirnos, dice la Presidenta, para sacar adelante las cosas que la gente necesita, y no colocar por encima otro tipo de discusiones, a veces estériles, porque la gente espera más de nosotros".

¿Pero que espera la gente? Casi es obvio un transporte digno, que nos los humille todos los días. Mejorías auténticas en un sistema impuesto a la fuerza, inconsulto, mal diseñado y pésimamente implementado.

Guillermo Teiller, presidente del partido Comunista, en el marco de una charla en la Universidad Alberto Hurtado dijo que no es casualidad que en el parlamento se produzcan tantas diferencias entre los legisladores oficialistas, además que nadie sabe cuántos millones de dólares se están invirtiendo en el Transantiago, que está mal diseñado desde su base porque se privilegió el negocio de las empresas privadas y no el resolver las necesidades de los usuarios, y tampoco hubo participación de la ciudadanía en el proyecto.

El senador Adolfo Zaldívar expresó el viernes que frente a la iniciativa "voy a actuar con total libertad, a mí no me van a presionar ni a inducir a la inconsecuencia".

"Tal como está el proyecto, no me convence, y por eso el Gobierno debe buscar acuerdos dentro de la Concertación. Las indicaciones al Transantiago me parecen justas y necesarias, y por eso he comprometido mi apoyo a las presentadas por Ominami, que van en la dirección correcta" Alejandro Navarro, Senador PS.

Finalmente en su columna semanal en la Web del Senado, el Senador Eduardo Frei escribe: “La transparencia, que a algunos parece tanto molestarle, es un elemento esencial en cualquier política pública. Más aún lo es en este caso, el que ha estado salpicado desde su origen por una serie de decisiones poco afortunadas como cambios reiterados en las reglas del juego, contratos abiertamente perjudiciales para los intereses del Estado y escasa claridad en los temas financieros”

“El objetivo no es otro que perfeccionar el proyecto para que sea más transparente, sobre todo porque sólo está destinado a enfrentar una emergencia y no soluciona el problema de fondo del Transantiago”

“Respecto a un tema tan delicado como éste, lo menos que puedo hacer para salvaguardar el interés colectivo y del Estado de Chile es exigir una rendición de cuentas de lo que se está haciendo en forma periódica y transparente. Conforme a ello, reitero que no estoy dispuesto a dar un cheque en blanco al Transantiago, menos cuando se trata de platas que pertenecen a todos los chilenos”

Si a Frei la concertación no le escucha y junto Ominami son públicamente descalificados, queda claro, cerremos el congreso. Sobrarían dólares para el Transantiago y no existiría ninguna discusión que moleste a los gobernantes.