26.1.12

¿Binominal, sí o no?


No quiero llamar a engaño, pero nunca he sido partidario del sistema binominal. Es tan legítimo ser adherente como no serlo. Cada cual tiene sus razones y quien no las tiene sigue, como muchos lo hacen, a las mayorías o minorías que trabajan la prédica por uno u otro sistema.


La zaga continúa, luego de una polémica semana con serios enfrentamientos entre UDI y RN, que siempre los han tenido. En lo que más parece un matrimonio por conveniencia, ambos partidos nunca han logrado entenderse cuando se trata de temas cruciales.
El acuerdo ya comentado la semana pasada entre RN y DC sembró la discordia en el oficialismo, incluyendo una declaración del Ministro Secretario General de Gobierno que lo alejó, por decirlo elegantemente, de la verdad.
El ministro afirmó (miércoles 25) que nunca la Concertación había presentado un proyecto de reforma del sistema electoral binominal. La verdad cuando se analiza la política esto debe hacerse sobre bases objetivas y luego emitir la opinión personal, que no es objetiva ya que refleja el punto de vista del analista, pero la base es la verdad.
Bastaría tan solo consultar los datos del Congreso Nacional, con mayor razón un ministro que ha sido parlamentario, para enterarse que durante los 20 años concertacionista, buenos o malos, se presentaron diecinueve proyectos de ley o de reforma constitucional, tanto de origen en el congreso como en el respectivo gobierno, incluyendo uno generado hace alguno años por el Senador de R.N. Sebastián Piñera y que no prosperaron por oposición de la centro derecha, actuando legítimamente en cuanto a su derecho de permitir o no, dar las mayorías necesarias para que prosperaran.
Aunque no en todos los proyectos se habla directamente de eliminar el binominal, no estaba en las primeras décadas de retorno a la democracia, el horno para bollos, si contemplaban una línea común de ir a votaciones proporcionales que representaran la legítima voluntad ciudadana. La asignación de cargos parlamentarios establecido en el artículo 109 bis de la ley 18.700, y el número y magnitud de los distritos, son los aspectos más debatidos y que concentran una gran cantidad de propuestas partidarias y personales. Las primeras iniciativas se generan a contar del año 1990. Todas fueron presentadas o por el Ejecutivo o por parlamentarios de la Concertación, más una del senador Piñera (RN).
Del total, de 19 proyectos, tres promueven una reforma constitucional destinada a modificar lo dispuesto en el art. 18 de la Constitución, reemplazándolo por un sistema de representación proporcional.
Uno de ellos se basa en las conclusiones de la Comisión Boeninger, grupo técnico, integrado por el Ministro del Interior, que trabajó intensamente entre abril y junio de 2006 para consensuar una propuesta de reforma electoral y que fue dirigida por el ex ministro del Presidente Patricio Aylwin, Edgardo Boeninger.
Fueron tres propuestas para constituir, electoralmente, la Cámara de Diputados, con la base de un sistema electoral proporcional. Aumentaba el número de diputados a 150. La diferencia básica entre cada propuesta radicaba en el número de distritos. La primera proponía 32, la segunda 29 y la última 35, y en el tamaño de representación de los distritos. A lo ya se señalado debemos sumar dos proyectos presentados por el Ejecutivo que proponían modificaciones a las normas actuales para efecto de sentar bases para el establecimiento de un nuevo sistema electoral, que de acuerdo a la discusión que se dio en el Congreso sería proporcional.
La Democracia Cristiana fue particularmente activa en las propuestas de reforma constitucional en el sistema electoral.
La mayoría de las iniciativas contemplaron no solo aplicar el sistema proporcional, además incluyeron el aumento del número de parlamentarios, a mi juicio como una manera de abrir oportunidades a quienes, por conveniencia (salir de terceros electos, por el arrastre de un candidato de mayor peso) se lamentaban del sistema binominal, pero no hacían nada por cambiarlo.
Hoy la palabra la tienen las cúpulas partidarias ya que, individualmente, en ambos bandos las opiniones están divididas. El senador Novoa por ejemplo sabe que si repite la votación pasada – tercer lugar – no sale electo, salvo que el sistema electoral actual siga vigente, eso explica su virulencia en contra del Presidente Piñera y de RN.