9.12.11

Cuando se pierde

La política es como el fútbol, siempre que se pierde hay alguna justificación, el mal arbitraje, el clima, falta de concentración ,lo que se quiera.
Los políticos tienen una variedad increíble de excusas. La costumbre de ver la paja en el ojo ajeno y no la viga en el propio se practica siempre.
Con las elecciones de la Fech ocurre lo mismo.


Poco a poco el P.C. reconoce que la derrota de Camila Vallejo les ha dolido y como es lógico ahora se vienen las explicaciones.
Queda en claro que el P.C. siempre estuvo detrás de las movilizaciones estudiantiles. Lo hizo a través de Vallejo, una excelente y carismática dirigente, y del bastante desgastado “profesor” Jorge Gajardo, ambos militantes del partido.
El juego fue doble, desperdiciado luego de concitar un fuerte respaldo ciudadano. El P.C. no es bueno jugando a dos bandas, primero con sus estudiantes en la calle, mientras en el parlamento negociaban una mejor posición frente a la Concertación. El dialogo, estudiantes parlamento, fue breve. Pese al empeño de Vallejo y Gajardo, el resto de los dirigentes se dieron cuenta que estaban siendo utilizados, pero cuando quisieron volver a su posiciones originales el daño estaba hecho, poco a poco, luego de casi siete meses de movilizaciones y encendidas declaraciones, los estudiantes se comenzaron a desmovilizar. El primer síntoma se produce en la Escuela de derecho de la Universidad de Chile con las simbólicas clases en el frontis de la facultad.
El P.C. mantuvo a firme sus dos caras, la juventud en la calle y los diputados negociando en el parlamento, finalmente toda la discusión llegó a donde tenía que terminar, la Cámara de Diputados y el Senado, allí los políticos, por la vía presupuestaria, tomaron la batuta con declaraciones para la galería, pero con acciones de acuerdo a sus propias agendas.
Cito una carta al director publicada el día viernes en “Emol.com”, su firmante es el periodista y profesor Abraham Santibáñez, quien en pocas líneas hace un acotado análisis sobre la causa del fracaso de la lista del P.C. en la Fech:
“Se ha insinuado que la derrota en la Fech de Camila Vallejo se debió a que ella y el PC decidieron negociar con el Gobierno y fueron rechazados. Creo que lo que ocurrió es que demoraron demasiado. Deberían haber mostrado antes una disposición positiva. En cambio, prefirieron aleonar a sus seguidores durante meses, justificando incluso los desmanes que se producían inevitablemente después de cada marcha.
El PC, arrastrando consigo el prestigio de la joven dirigenta, quiso estar simultáneamente dentro y fuera del sistema.
Acrobacias de este tipo generalmente terminan con el equilibrista no experto en el suelo”
El mismo día, en el diario “La Tercera”, Guillermo Teiller reconoce que los cálculos no fueron acertados, pero como siempre ocurre, la culpa la tiene la derecha. Pobre excusa para una campaña mal orquestada y porque estas manipulaciones mostraron que si antes el P.C. estaba al extremo de la izquierda, su línea política parece conservadora comparandola con las fuerzas que lidera Boric.
Declara el diputado Teiller, Presidente del Partido Comunista de Chile: “¿Qué análisis podemos hacer nosotros? Tal vez no haber hecho más para que ella ganara” En radio Cooperativa, el diputado expresa que el voto gremialista fue clave en el triunfo de Boric. “Hubo una cosa con la cual no contábamos, y que creo que hizo que los cálculos los hiciéramos muy tarde, y es el hecho de que los votos que traspasó la derecha a la lista de Boric fue lo determinante en nuestra derrota”. “Sacamos estas declaraciones de los propios gremialistas: lo dijeron claramente por la prensa y es un hecho que toda la universidad percibió, así que no es nada descabellado lo que estoy diciendo”.
Orgullosos deben estar en la derecha cuando el Presidente del P.C, reconoce públicamente, que fue ese grupo el que provocó la derrota de Vallejo.
No se puede jugar con cartas bajo la mesa, los estudiantes se demoraron mucho en darse cuenta que lo que Vallejo representaba, era una de las muchas caras que el marxismo siempre ha mostrado.
La ilusión de una buena causa tendrá que esperar otra oportunidad, pero sin parlamentarios comunistas que ahora negocian, con la Concertación, la sobrevivencia de su representación parlamentaria.