26.12.10

¿Las sanitarias, no?

La política tiene esas cosas ingenuas y casi simpáticas, se llaman inconsecuencias y se manipulan de acuerdo a si se gobierna o se está en la oposición. Si en un momento se privatizan empresas del Estado, cuando otro gobierno, de distinto signo pretende vender lo que queda entonces se rasgan vestiduras y se deja caer ceniza sobre las cabezas en señal de luto y dolor.

La Concertación, en dos gobiernos, privatizó las sanitarias en Chile. Lo hizo sin complejos, pese a que pasaban por encima de las ideologías de izquierda que quieren todo en manos del Estado.
Es más, en el gobierno de Ricardo Lagos se dispuso que el 35% que quedaba en poder del Estado, fuera prescindible. Por ley sin necesidad de consultar al parlamento se podía vender el remanente que se había entregado limpiamente, en su mayoría, a empresas extranjeras.
Hoy, cuando el gobierno del Presidente Piñera quiere hacer uso de lo que el Gobierno de la izquierda dispuso, libertad de vender el 35% en poder del estado, surge el fuerte griterío parlamentario. Confían en la mala memoria de los chilenos, en la ingenuidad de la opinión pública.
La izquierda chilena, que gobernó durante 20 años, vendió las sanitarias y luego declara que si se estima conveniente, también pueden vender el resto, que solo da derecho a percibir una fracción de utilidades y a nominar un director, que obviamente no hace mayoría frente a la empresa privada que compró.
La explicación que ofrece el ex Presidente Lagos es, por decir lo menos, increíble: "La decisión de derogar el artículo que obligaba al Gobierno a tener el 35% de las acciones de las sanitarias, tuvo que ver con las negociaciones que Chile había terminado con la Unión Europea. Ésta había reclamado en las negociaciones con Chile la existencia de esta suerte de acción dorada, que implicaba la participación por ley del Gobierno en las sanitarias"
Reconoce Ricardo Lagos que para vender no se necesita ley alguna, menos intervención en el parlamento, como la izquierda señala ahora que, incluso, pretende ir al tribunal constitucional. Parlamentarios, opositores ni siquiera recordaban que fue la propia Concertación la que declara prescindibles las acciones. No pretendan que creamos que la Unión Europea poco menos que nos obligó a establecer ese aspecto. ¿No fue Chile que se enfrentó en la ONU a Estado Unidos, en la segunda guerra del golfo, porque le habría de temblar la mano por un 35% de acciones de las sanitarias, ante la Unión Europea?
La izquierda privatizó estas empresas, que eso quede bien claro. En ese momento nadie dijo nada. La mayoría gobernante estuvo de acuerdo y la mayoría parlamentaria votó ese acuerdo. ¿A quién quieren engañar?
Hoy, el gobierno quiere destinar los recursos que ese 35% rendirá a inversiones en empresas del Estado.
Cuando el presidente de la D.C. declara: "Aquí está la diferencia entre un Gobierno que actúa unilateralmente por vía administrativa, por decisión del Ejecutivo y de forma inconsulta, y un Gobierno como el del año 98 del Presidente Frei con el ministro Lagos Escobar, que actuó en el Parlamento, por ley y consultando a todo el mundo"
¿Se consultó a todo el mundo, alguien levantó la voz cuando se deja la libertad de vender las acciones en el Gobierno de Ricardo Lagos?
La izquierda afirma que el 35% deja una utilidad de 100 a 150 millones de dólares anuales. Pregunto: ¿Si el 35% de las acciones deja una utilidad de esa naturaleza, cuánto dejaría si el estado tuviera el 100 % que privatizó la izquierda cuando era gobierno? ¿Están ahora arrepentidos?
El senador Lagos Weber dice: "Piñera es lento para vender sus propias empresas y rápido para vender las empresas del Estado. Eso es una vergüenza" No fue Piñera el que vendió las sanitarias, fue el padre del senador Lagos. Seguramente ese capítulo de la historia lo olvidó. Fue su padre el que, además, estableció que las acciones remanentes se podían vender.
Tampoco se pretende vender ninguna empresa del Estado. ¿No fue la concertación la que privatizó las carreteras en Chile?
Cuando Lagos, padre del senador, inventó el tren al sur, no se dilapidó el dinero del Estado. Cuando el Transantiago se entrega a determinados concesionarios privados no produce el peor desastre en el transporte, provocando un subsidio permanente para que pueda seguir funcionando.
Cada cual, en política, quiere mirar con el ojo que más le conviene. El de la izquierda, parece estar tuerto.