12.9.09

Heredero de la corona

¿Quién hereda la corona y la popularidad de la Presidenta Bachelet? Es una lucha soterrada ante una realidad indesmentible, la popularidad no se traspasa, es transversal como lo demuestra la simple lógica de más de un 72% que obtiene Bachelet, ni siquiera comparable con un poco más del 50% que logra su gobierno.
Los dos corazones de la izquierda en la concertación se disputan los derechos de herencia de un legado que solo el tiempo legitimará.

Dura lucha es la que libran los candidatos del progresismo concertacionista, asumir quién es el legítimo heredero de la obra social de la presidenta Bachelet.
Frei, legitimado por la propia mandataria en sus discursos con apoyo directo al candidato del oficialismo, se declara progresista, de izquierda, además de continuador de la tarea que la actual mandataria ha desarrollado.
Marco Enríquez Ominami, por su parte, dice que el verdadero continuador es él y lo ha sido siempre apoyando la gestión Bachelet desde el congreso.
Ambos candidatos apuntan al mismo objetivo, vestirse, aunque son varones, con el exitoso ropaje político de la presidenta. Este travestismo electoral ha propiciado una interesante polémica, que los votantes de diciembre deben tomarla, con toda seguridad, casi como un chiste.
Desde el comando Frei, aseguran que Marco quiere “camuflarse con ropaje ajeno”. Desde el otro lado de la barda, Carlos Ominami, ex senador socialista, les responde que su hijo representa mucho mejor la herencia de la gobernante, puesto que comparten una misma historia y provienen de un mismo mundo que ha sufrido lo que Pizarro ni Frei ni Burgos han sufrido.
Ominami agrega: “Yo creo que no puede ser la continuidad de la Presidenta Bachelet alguien como el senador Frei, que dijo que el país no estaba preparado para ser gobernado por una mujer. Eso lo dijo el senador Frei y yo se lo rebatí en una polémica que sostuvimos a través de las páginas de El Mercurio en febrero de 2004”
En declaraciones al diario El Mercurio, edición de ayer sábado, Ominami ataca duramente al “freísmo”. “Entonces que él busque situarse en la continuidad cultural y política de la Presidenta me parece a mí que es algo que no calza y esa es la razón por la cual no le está yendo bien y es claramente una candidatura deprimente, alguien que fue un gran privatizador de todas las sanitarias de este país, tiene poco que ver con la continuidad lógica de la Presidenta y menos voceros como Pizarro y Burgos, que se instalan en la condición de administradores de un bacheletismo del cual ellos nunca han sido parte”.