24.11.07

¿Debate político o pasada de cuentas?

El debate que sacudió la semana política chilena estuvo centrado en la discusión del presupuesto para el año 2008. La concertación no pudo accionar de manera cómoda porque en por lo menos, en dos oportunidades, su mayoría no funcionó en el Senado. En la cámara los problemas no fueron menores, especialmente, cuando el “Transantiago” obtuvo solo $1.000 para un financiamiento solicitado de $74.240 millones.

Las cifras las entregaremos en pesos con un dólar calculado a $512.

El sistema de transporte metropolitano, ideado por el gobierno del presidente Lagos, ha sido uno de los peores desastres económicos y políticos de las últimas décadas, salvo los costos de las catástrofes naturales, que cada cierto tiempo asolan al país. Mala suerte para el gobierno de la Presidenta Bachelet que ha producido muchos avances, especialmente en el ámbito social, no siempre bien valorados. El “Transantiago” concentra todas las pasiones, las iras y los ajustes de cuenta, en que la política ha permanecido sumida últimamente.

En la discusión presupuestaria se pudo ver pasadas de cuentas no solo de la oposición, también en la propia coalición de gobierno que debió luchar, denodadamente, utilizando, a mi juicio, un lenguaje descalificador que solo agravó las cosas alejando aún más las posiciones entre díscolos, disidentes, y endureciendo las propuestas que terminaron con una serie de descalificaciones como el “no merecen estar en la concertación” de Alvear a los diputados colorines, o “cuando yo estaba en la Moneda el 73, donde estaba el señor Escalona, haciendo qué”, del senador Fernando Flores.

Pero no solo fue el transantiago la piedra en el zapato del presupuesto para el próximo año, también se vertieron fuertes críticas al manejo de la empresas públicas a través del SEP, el despilfarro en EFE, que le significó ver recortado su presupuesto con un compromiso muy serio de controles por la comisión mixta.

Quedo claro, aunque no se quiera reconocer, que entre los propios partidos, al momento de discutir las diferentes partidas se pasaron cuentas, donde algunos recursos fueron disminuidos con votos de la oposición y de bancadas oficialistas, caso del SEP, que permitió demostrar los desacuerdos de los radicales por la firma del acuerdo político alcanzado para la reforma educacional.

En medio de todo, la discusión del reajuste al sector público que, finalmente, pese al descontento de la ANEF, quedó en un 6.9 % para todos, sin discriminación entre sueldos altos y bajos. Para los parlamentarios representará cifras cercanas a los $ 400.000 mensuales de aumento de remuneraciones.

Los Alcaldes reclaman porque no se les toma en cuenta para discutir estos reajustes. El Alcalde Quinteros, su presidente nacional, edil de Puerto Montt, agrega que las Municipalidades acumulan una deuda de $128 mil millones de pesos (250 millones de dólares) y que para ellos no hay dinero.

Los municipios ven que el Estado no tiene inconvenientes en pedir para el “transantiago”, el año que termina, algo más de $148.000 millones de pesos, mientras solicitaba, adicionalmente, para el 2008, $72.240 millones de pesos, de los cuales solo obtuvo $1000.

En el transporte metropolitano se calcula que la evasión, gente que sube sin pagar a los buses, llega en el presente año a $ 46.080 millones de pesos. Esa evasión representa el 30% del total del déficit del sistema para el 2007.

Insistir que la solución es aumentar la flota y mejorar la gestión informática de la misma ya no convence, incluyendo a los parlamentarios de gobierno que, más por lealtad que por lógica, siguen apoyando el plan Cortazar. La inclusión de 1.800 nuevos buses, representan $76.800 millones de gastos adicionales.

Ante esta danza de millones que se van por el caño por un mal programa, es difícil que los políticos no piensen en la pasada de cuenta que, también, sus propios electores les harán. La deuda histórica al magisterio en los municipios se mantiene junto a un desfinanciamiento crónico en la educación municipal.

¿Cómo explicarle a la ciudadanía, la facilidad conque funciona la chequera del estado para tapar, de alguna manera, “un programa fracasado” – lo dijo esta semana en la comisión investigadora – el ministro de transportes?

Aún resuenan en los oídos de los chilenos los gritos de algunos parlamentarios, a sus colegas de coalición, “traidores, váyanse de la concertación, vendidos”.
Sin embargo, pese a todo “presupuesto habemus”.