13.10.07

Temporada de circos

Temporada de circos

A contar del mes de septiembre es tradicional en nuestro país que los circos, aprovechando el buen tiempo, inicien sus giras recorriendo hasta los últimos rincones de Chile. Hay de todo, circos grandes y pequeños, con malabaristas, mujeres barbudas, trapecistas, tragafuegos, otros que engullen espadas y hasta algunos que salen disparados desde el interior de un cañón.

En el circo los más aplaudidos, causan risa e incontenibles aplausos, son los payasos. Cachetadas van y vienen acompañadas de aparatosas caídas al suelo, carreras y patadas, gestos burlescos y pintorescos diálogos.

¿A que vienen estas reflexiones preliminares? Si se me permite ellas se originan en un fenómeno que hoy tiene a la política sumida en una profunda autocrítica, de todos los sectores, en cuanto a su comportamiento frente a la ciudadanía.

La semana que termina nos trajo una función triple en la Cámara de Diputados. Circo de dos pistas, en una el oficialismo, en la otra la oposición. La seriedad de los parlamentarios fue cambiada por una falta de respeto increíble al país.

En cartelera se anunciaba una función especial para analizar el Gobierno de don Ricardo Lagos Escobar. Tres horas de divagaciones diversas, alegatos inconsistentes, retiro de escena de algunos actores, levantamiento de carteles, intento de agresiones, reverencias a la galería, y proclamaciones presidenciales "Se siente, se siente, Moreira Presidente", de algunos de los payasos de este gran circo de la política, que cada cierto tiempo debuta en el Congreso Nacional.

La ciudadanía contribuye, con sus impuestos, a pagarles sueldo a quienes se autodenominan nuestros representantes para que pierdan el tiempo de una manera tan lamentable.

La moda de los carteles que levantan los “honorables”, se impuso hace algunos años cuando en el senado, el oficialismo, los mostró para repudiar la incorporación, como senador vitalicio, del ex – general Augusto Pinochet. En esa época la oposición criticó esa actitud. Esta semana fueron los opositores los que llevaron carteles, demostrando que “cuando yo lo hago es bueno, cuando tu lo haces es malo”.

La inconsecuencia es uno de los aspectos que han rebajado el dialogo político. Para ser oficialista hay que apoyar lo bueno y lo malo incondicionalmente, gran error. Para ser opositor hay que repudiar todo lo que haga quien gobierna, otro grave error.

Si Lavín demuestra su disposición a colaborar con el gobierno y dice que es Bacheletista – Aliancista, se le critica y se acusa al gobierno de querer dividir a la Alianza.

Cuesta entender a los políticos, que dicen una cosa y luego hacen otra diferente. Cuesta entender a un Senador que protesta contra su propio gobierno, y en una entrevista de televisión dice que no hay que obedecer algunas leyes, siendo, por mandato constitucional, legislador.

Temporada de circo, que hace que el 54% de los chilenos estemos por declararnos absolutamente independientes, con la libertad de no ser ovejas de algún rebaño en particular, sino que personas con derecho a criticar lo que no nos parece bien y aplaudir lo que nos beneficia como ciudadanos.

El Circo se ha instalados en algunas sesiones del congreso nacional, con pocas excepciones en cuanto a sus protagonistas, y en su interior, las payasadas, los golpes, y las volteretas, ya no llaman la atención.

Cuando llegue el momento de las elecciones, es de esperar, que se entienda que hay muchos electores que no apoyaran a quienes han perdido todo atisbo de seriedad en su accionar parlamentario, transformándose en profesionales de la política y dejando el concepto de “servidor público” como una mera justificación de intereses personales.

Si no tiene dinero para ir a un circo esta temporada, vaya a las galerias de la Cámara, la entrada es gratis y la función comienza cuando usted llega.