5.1.07

¡Mejoren la conducta!


Debo confesar que me ha tomado dos días, por lo menos un par de horas cada uno, para sacar algunas conclusiones sensatas de la última encuesta CEP. El viernes por la tarde, en la medida del tiempo disponible, busqué cómo definir con exactitud, tomando en cuenta la magnitud de datos, algunas conclusiones ante el acostumbrado estilo de los políticos criollos de atribuirse logros y triunfos que la medición de opinión no señala.

La primera dificultad es separar la paja del grano. La encuesta nos dice algo muy claro, la política está mal calificada, por no decir desprestigiada, oficialista y opositora.

Al leer las reacciones de los dirigentes uno no puede menos que exclamar ¡no tienen remedio!. Sencillamente no escuchan a la gente. No saben interpretar adecuadamente el mensaje allí contenido.

Un 82 % de la gente le está diciendo al oficialismo y a la oposición “trabajen unidos”. La respuesta de los políticos es continuar atacándose y atribuyendose triunfos o avances que solo anidan en su propia imaginación.

Que más dice la encuesta, el 83% piensa que la corrupción penetra en la administración pública debido a que los cargos se llenan por cuoteo político y no por méritos.

De tanto leer barbaridades e interpretaciones antojadizas de presidentes de partido, dirigentes y parlamentarios, por lo menos uno encuentra una voz sensata, justificación a la buena evaluación que recibe pese a todas las contrariedades que ha debido enfrentar, esa voz es de la Presidente Michelle Bachelet. Define, valientemente, que nos está diciendo la ciudadania:

"A nombre de todos, quiero pedirle a todo el mundo que está involucrado en la política, a todos los que estamos en la política ¡pongámonos a la altura de las necesidades de la gente!"

De todos los personajes que dieron su opinión en cuanto a los resultados, nadie se enfocó en lo medular de la manera que lo ha hecho la Presidenta. Su forma de enfrentar la medición de opinión, sin rodeos, me parece sobria, clara, valiente y podría agregar algunos adjetivos más que, probablemente, sacrificarían mis permanentes esfuerzos por ser objetivo y ecúanime.

Dice la Presidenta: "Yo quiero que digamos las cosas claras, hay cierto malestar en la gran mayoría del país por la forma en cómo se está haciendo política y hay un llamado general de atención para todos los que se dedican a la política para que mejoren las conductas".

Se debe recordar que existe la percepción en un 60% de los encuestados que el gobierno gasta mal los recursos que recibe de todos los chilenos y solo un 32 % que lo hace bien.

También debe tenerse presente que la oposición, aunque mejora en cuatro puntos, solo recibe un 24% de apoyo en la forma como desarrolla su labor.
Citamos por última vez la opinión de Michelle Bachelet: "La gente quiere que los políticos hablen menos y hagan más, quiere una clase política más concentrada en los cambios que el país requiere, en buscar acuerdos, que en el Parlamento se aprueben más rápido los proyectos"

Obviamente que el desempeño del parlamento es pobre. Comisiones, como la de Chiledeportes, que por la censura a su presidente, se desarma y hoy es solo un remedo de lo que debe ser una instancia investigadora. Parlamentarios que faltan a su trabajo. Que citan a reuniones especiales a las que no concurren.

La ciudadanía quiere cambios, sin embargo, queda la impresión que corporativamente los políticos no ofrecen garantías, de allí que las opiniones se concentran en las personas.

Hoy en política al electorado no le queda otra alternativa que refugiarse en las individualidades y allí no pesa el color político. La ideología no tiene ningún significado, por ello brillan nombres como Ricardo Lagos con una evaluación positiva de un 66%. No puede la concertación atribuirse ese logro, es de la persona, como tampoco la oposición puede atribuirse el 45 % de Piñera, que supera con creces el 24 que obtiene la alianza.

En definitiva, si la clase política no mejora la conducta, lo más probable que busquemos para el futuro a Don Francisco, Al Mati Fernándes, o Claudio Borghi.