20.1.07

¡Me mando solo!


Muchas veces hemos escuchado la afirmación, ¡yo me mando solo!, o más tajante, ¡a mí no me manda nadie! Pero en la vida familiar cuenta la esposa, los hijos, los suegros y hasta la abuela. Nadie se manda solo, menos en el trabajo.

En política es lo mismo. El partido decide y los diputados o senadores acatan los acuerdos, aunque existan algunos díscolos. El que intenta aprestos de independencia se va. Sin embargo, la semana que termina, descubrimos que Chiledeportes se manda solo, o por lo menos así lo declaró un ex Ministro de la Secretaría General de Gobierno, Francisco Vidal, y el propio titular de la cartera Ricardo Lagos Weber

De inmediato, varios parlamentarios de oposición y por lo menos un senador de la concertación, salieron a la palestra. Jorge Pizarro (DC), dijo que la aseveración ministerial resulta, por decir lo menos, incongruente y más huele a una intención de eludir una responsabilidad, que está más que clara desde el punto de vista político.

Y razones sobran. Primero, Chiledeportes no puede mandarse solo, si el Ministro Secretario General de Gobierno es quien nombra al director nacional de deportes, que tiene rango de subsecretaría, afirmación corroborada el pasado jueves por el senador Pizarro.

Segundo, no puede mandarse solo, si el ex Ministro Osvaldo Puccio reconoce que aceptó que el Director Nacional de Deportes nombrara a Juan Michel, director metropolitano, conforme una terna elaborada por el senador Adolfo Zaldívar, en ese momento presidente de la DC, según declaraciones de la ex Intendenta Ximena Rincón, actual Vicepresidente de la DC el pasado miércoles.

Tercero, no puede mandarse solo, si cuando estalla el escándalo la Presidenta Bachelet ordena a Ricardo Lagos Weber y a la subsecretaria Catalina Depassier que elaboren un proyecto, de reformulación de políticas y controles internos.

Cuarto, cuando se discute el presupuesto de Deportes, el Ministro Secretario General de Gobierno acompaña a la Subsecretaria al congreso. Si Chiledeportes se mandara solo cabría preguntarse ¿qué hacia el Ministro en todos estos afanes? Debemos recordar que, el ministro Lagos Weber, debió aceptar la renuncia de su propio jefe gabinete, a consecuencias del escándalo de las listas con asignaciones de recursos a parlamentarios del PPD.

Dice el senador Pizarro que los ex ministros de Lagos Escobar, cometen un error conceptual absoluto al decir que la cuestionada unidad no dependía de ellos, “porque quedó claramente establecido en la discusión de la ley que el ministerio con el cual se relacionaba Chiledeportes es la Secretaría General de Gobierno”.

“El ministro Vidal está equivocado, él mismo sabe que es el ministerio secretaría general de gobierno es quien coordina, dirige y supervisa todo lo que sucede en Chiledeportes. Es más, ellos en los nombramientos, han fijado los criterios políticos, han asistido a las comisiones, han estado en el Congreso, han defendido los presupuestos” – diario La Segunda, jueves 18 de enero -.

Las declaraciones del Ministro Lagos Weber obligarán a la Presidenta, nos parece, a clarificar a la ciudania quién manda en el vapuleado Chiledeportes, especialmente luego que, respondiendo a las declaraciones del senador Jorge Pizarro, el ex ministro Francisco Vidal afirmó, “el senador fue un gran gestor de la ley de deportes y, como tal, sabe que no hay dependencia jerárquica ni administrativa, entre Chiledeportes y el Ministerio Secretaria General de Gobierno”.

Para Francisco Vidal es un servicio descentralizado.

Nos preguntamos ¿Fue esta falta de control o de mando, la que facilitó que se manejaran los recursos tan discrecionalmente? Si así fuera ¿no debería, el propio Gobierno, arbitrar las medidas para que la Subsecretaría dependiera, específicamente, de un ministro de Estado?, cosa que a la mayoría de los chilenos nos parecía tan clara.

¿Mandarse solo? Todos lo quisiéramos, pero nadie puede hacerlo así como así, menos en un estado de derecho y cuando lo que se administra son recursos públicos, pomposamente aludidos como “de todos los chilenos”.

Claro está quedando que, los que se mandan solos, han echado mano por falta de control y vigilancia en este caso específico, a los “recursos” para fines bastardos.