17.11.06

La medida pro transparencia


Cuando los escándalos de Chiledeportes y PGE (programa de generación de empleo) parecen no despegarse de la agenda informativa de todos los días, surgen, paulatinamente, proposiciones de medidas para garantizar que los “eventuales funcionarios públicos, que asumen a dedo luego de cada cambio de gobierno, posean las competencias necesarias y tratándose de cargos de mayor responsabilidad deben postularse por concurso público.

Lo se no puede dejar de destacar y aplaudir, es la propuesta de la Democracia Cristiana, contenida en 25 medidas que el viernes pasado fueron entregadas al Vicepresidente de la República Belisario Velasco, por la senadora Soledad Alvear, presidenta de la colectividad oficialista.

La comisión encargada de entregar iniciativas concretas, lo hizo antes de la propia comisión instalada por la Presidenta Bachelet.

La más relevante, por lo drástica, es solicitar que renuncien todos los Jefes de servicio, demócratas cristianos, que han sido nombrados sin concurso público. Lo señalado no impide que puedan postular pero ahora no llevando por delante su militancia, lo que vale son las competencias.

La lógica de la medida, nos parece, es que el servicio público debe ser profesional y altamente competitivo. La administración pública es para todos los chilenos, no para los partidos gobernantes de turno. La experiencia ha demostrado que cuando se nombra a dedo, o porque determinado servicio es “coto de caza” de un partido específico, ocurren las cosas que hoy todo el mundo recrimina.

Un servicio público que aplica los recursos del estado, lo debe hacer con la mayor transparencia posible. Debe eliminarse la lógica del señor Farias que las cosas se saben porque metió mal el dedo y como el mismo agrega dejó “la embarrá”.

Los que algunos han hecho no es solo meter mal el dedo, han metido la mano entera.

Entre otras iniciativas se incluye modernizar la contraloría, aún acéfala, fijar el consejo de auditoría interna, crear una agencia de políticas públicas que controle la ejecución de los programas sociales, hoy cuestionados, en lo que corresponde a generación de empleos y otros.

La Democracia Cristiana propone publicar en Internet las declaraciones de patrimonio e intereses de las autoridades públicas, dar más atribuciones al Servicio Electoral para que se transforme en una superintendencia y sancione a los candidatos cuando sus rendiciones de cuentas no cumplan con lo establecido en la ley.

Otra de las medidas importantes de este programa, entregado por Soledad Alvear, es el que se refiere a establecer un límite a la reelección en los cargos de responsabilidad política y limitar las reelecciones de los cargos de elección popular.

Es una manera clara de evitar que tengamos personajes eternizados en los cargos. Diputados y senadores de los cuales, algunos, derivan a convertirse en gestores de favores y dávidas a costa del erario nacional.

Debe evitarse que los partidos políticos sean centro de dispensa de trabajos como recompensa por servicios prestados y cuna de operadores políticos. Todavía nadie se hace la pregunta ¿cómo llegó a ser Jefe de gabinete el señor Andrés Farias? ¿De qué manera obtuvo su empleo y quien lo apadrinó?

Por su parte los senadores Navarro (PS) y Ávila (PRSD), anunciaron un proyecto para suprimir las donaciones anónimas a las candidaturas y la pérdida del cargo a los electos popularmente, cuando excedan los gastos permitidos por la ley.

La confianza de la ciudadanía en la política se encuentra seriamente resentida. La confianza en el gobierno también obtiene una baja nota (encuesta UDD), sin embargo el 57,9 % de los ciudadanos le han dado un voto de confianza a la Presidenta Michelle Bachelet. En honor a esa confianza se espera que actúe con más decisión y aplicando con severidad el “caiga quien caiga” que hasta el momento solo parece una efímera promesa.

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