17.11.06

La guerrilla política

Nada como un buen escándalo para mostrar las luchas internas en las colectividades políticas.

Aunque se estima que quienes son afines en sus ideas, compañeros, camaradas correligionarios etc. se unen en torno a un partido político y participan de sus actividades, elecciones internas y externas, alianzas y desarrollo estratégico para conquistar el poder, siempre queda al desnudo que la unidad que predican, al interior no se practica.

Cuando se es gobierno la responsabilidad, sin embargo, es mantener la unidad de las fuerzas políticas que le sustentan. En esta ocasión las autoridades se han auto marginado, a lo menos públicamente, lo que provoca en los partidos polémicas y desencuentros que dejan una secuela que agrava aún más la situaciones que fueron desencadenantes.

Es un efecto dominó que se produce en la medida que transcurre el tiempo, sin un golpe de timón fuerte de quién manda y puede provocar daños irreparables como la renuncia de militantes, pérdida de parlamentarios y divisiones larvarias que, más adelante, serán difíciles de controlar.

Hoy existen dos escenarios claros. Uno es el escándalo y sus efectos asociados. El otro corresponde a las recriminaciones internas que ya escapan al control partidario y golpean, duramente, a las autoridades gobernantes.

Veamos algunos ejemplos. La acusación del diputado socialista Fulvio Rossi que el gobierno impide la formación de una comisión investigadora del caso Chiledeportes en la cámara. La ratificación de la misma acusación de parte de su esposa, la diputada PPD, Carolina Tohá que dice que el gobierno, con esa actitud se ha pasado un auto gol.

La posición antagónica del senador Fernando Flores que ha complicado aún más las relaciones de uno de los principales partidos de la concertación.

Acusaciones de funcionarios públicos forzados a mentir, según ha dicho, para proteger al senador Girardi. Para orientarles legalmente, el senador Flores, ha dispuesto un equipo de abogados de alto nivel.

La guinda de la torta la ponen las declaraciones de Girardi el viernes que textualmente expresan: “Nosotros creemos que en Chiledeportes está el verdadero problema de corrupción en Chile, tal vez el más grande y grave problema de corrupción que ha habido en este país (...) No es un problema puntual, sino que es una red de corrupción que está operando en todo Chile desde Arica a Punta Arenas". Luego agrega “Queremos saber cuál fue el destino de estos dineros y quiénes fueron los beneficiarios de estos robos. Estamos hablando de un caso que no es puntual sino de una red sistemática de corrupción para apropiarse de recursos fiscales” (Diario La Segunda).

Como si esto fuera poco otro diputado, el D.C. Gabriel Ascensio, dijo el viernes pasado que era vergonzoso e inaceptable para alguien que fue diputado, el rechazo del senador Camilo Escalona a la creación de una comisión investigadora de la cámara que indague las irregularidades cometidas en Chiledeportes. En una conferencia de prensa dijo a los periodistas: “no es efectivo lo que señala el senador Escalona, en el sentido que una investigación de la cámara, paralela a una de la justicia y de la Contraloría sea innecesaria porque podría interferir en ellas, ya que nosotros perseguimos responsabilidades políticas y no legales, como lo hacen los tribunales o administrativas, como la contraloría”.

La polémica proseguirá con fuerza esta semana y como consecuencia, en algún momento del tiempo obligará a la Presidenta Bachelet a intervenir, no para reiterar sus, casi diarios, llamados a combatir la corrupción, si no que para algo más fundamental cuidar la unidad de los partidos que dan sustento a su gobierno. Seguir permaneciendo al margen, lo que parecía una buena estrategia, ahora se transforma en una actitud políticamente peligrosa.

No hay comentarios.: