14.10.06

Un Intendente silencioso

Esta ha sido una semana donde la farandulización de la política ha estado más presente que nunca. Ya estamos siendo notificados, poco a poco, que tendremos 30 diputados más y en el senado 10 honorables.

Como una manera de cambiar el sistema binominal, pero sin perder fuerza política y dejar tranquilo al sector que se ha denominado “izquierda extra parlamentaria”, oficialismo y oposición están decidiendo un aumento de sillones parlamentarios sin ningún interés en lo que piensa la mayoritaria sociedad chilena.

El sistema binominal que a mi juicio ya es anacrónico en la vida política nacional, puede cambiarse a un sistema proporcional, algunos le llaman mejorado o lo que sea, sin tener que aumentar los cupos parlamentarios, un mayor costo fijo para el erario nacional.

Pagamos un punto más de IVA, pobres y ricos porque, nos dicen, se precisan mayores recursos, pero cuando se trata de pagarle sueldos y asignaciones adicionales a la “clase política”, siempre el dinero sobra.

Las encuestas evalúan muy mal al parlamento.

Se han aprobado leyes que después son criticadas por los mismos que las votaron favorablemente. Seguramente no las estudiaron y tampoco estuvieron muy atentos a la discusión de sala.

Muchos acusan baja asistencia ya que parte de su tiempo lo dedican a actividades político partidaria, que no agregan valor, para la mayoría de los chilenos que no tenemos militancia.

No quiero generalizar, porque hay buenos parlamentarios, estudiosos y serios y son un aporte al país, pero, lamentablemente, son minoría.

El sistema electoral permite que la votación de un buen parlamentario arrastre a una comparsa de políticos que solo quieren una foto de primera pagina, o aparecer frente a un personaje de notoriedad pero que en definitiva pasan, sin pena ni gloria.

El bochorno del homenaje a las campeonas mundiales de hockey sobre patines, no solo revela ignorancia, falta de organización si no que, además, un aprovechamiento mediático de la fama de unas muchachas que, casi a pulso, sacaron un título que enorgullece al deporte de nuestro país.

Hago estas reflexiones luego de observar la competencia, casi salvaje, que desató entre algunos parlamentarios y otras figuras públicas, la última visita de la Presidente Michelle Bachelet a la Región.

Daba pena ver a algunas personas “pechando” por estar a su lado. Buscando con ello vestirse, políticamente, con la popularidad de la mandataria.

Sin embargo no pasó desapercibida la actitud del Intendente Regional, sobrio, silencioso, desplazado, por el afán de robar cámara de algunos, en una segunda fila.

La imagen del Intendente Regional se ha visto potenciada por su sobriedad que la ciudadanía es capaz de percibir con absoluta claridad. Su actitud permanente refleja a una persona que hace mucho y habla poco.

Alguna experiencia tengo en manejo se imagen. La regla de oro es que debe responder a una verdad, a un estilo de ser y comportamiento que se pueda comprobar.

La buena evaluación no se obtiene saliendo al lado de la Presidenta en una foto, donde como dueño de casa tiene todo el derecho a estar. Esta se logra con gestión, con ideas, con un buen equipo, que lo tiene, y con un manejo sobrio de las comunicaciones personales, algo que el Intendente Ricardo Cifuentes ha logrado plenamente.

La ciudadanía busca y desea autoridades y parlamentarios que tengan un grado importante de transversalidad. No significa esconder sus visiones personales, pero entender que la verdad se compone de muchas partes y anida en variadas posiciones.

Hoy a nadie extraña la buena evaluación que obtiene, de la opinión pública, el Intendente Cifuentes, porque sentimos que nos representa con una gestión sin estridencias innecesarias.

En definitiva un Intendente silencioso pero ejecutivo y gestor.

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