15.1.11

Eduardo Frei Montalva

Hay hombres que han dejado una huella indeleble en la política chilena y latinoamericana. Uno de ellos fue don Eduardo Frei Montalva. Abogado, periodista, escritor, estadista. Hoy se cumple el primer centenario de su nacimiento un 16 de Enero de 1911. Como todo político su figura emerge en medios de admiradores y detractores pero fue, a mi modesto entender, un político honesto y consecuente.

Estimados lectores probablemente ustedes esperan una opinión sobre el cambio de gabinete y los problemas que ha enfrentado esta semana que finaliza el Presidente Piñera. No lo haré ya que es un proceso aún en desarrollo.
No es cosa de hacer comparaciones pero hay una distancia muy importante de políticos, de todos los sectores, que tenían una gran cultura. Hombres y mujeres de cartas escritas con tinta y transportadas en sobre con estampillas. Discursos profundos, bien argumentados y dichos, con fuerza y pasión, que reflejaban estilos claros y definidos.
Eduardo Frei Montalva fue uno de ellos, esas personas que pasan por la historia de Chile y dejan una profunda huella. Qué duda cabe, era un gran orador, necesario complemento que hace que un representante electo por el voto ciudadano pueda convencer, expresar sus ideas con claridad y, por sobre cualquier cosa, motivar y ser seguido en sus ideas y en sus sueños.
Escritor de temas reales. Narrador de los hechos cotidianos, los que más tocan, la visiones que cada ser normal tiene pero que no siempre puede definir, Eduardo Frei la entregaba de forma natural, con voz firme y clara.
Le conocí en mi calidad de periodista entrevistándole en varias oportunidades, tanto como candidato en 1964 como posteriormente ejerciendo la primera magistratura de la Nación.
Recuerdo que mi padre fue votante de don Eduardo. Un día el papá llegó a la casa, no recuerdo bien si fue el 57 o el 58 con un libro, “La verdad tiene su hora”, no podría asegurar si ese era el título, yo iniciaba mi camino como dirigente estudiantil y me dijo “léelo te puede servir”.
Don Eduardo incursionó en el periodismo, profesión que siempre nos hace conocer el país verdadero. Fue director de “El Tarapacá” en Iquique, entre 1934 y 1937.
Fue un hombre, además de pertenecer a la juventud conservadora, atraído por el servicio público y la política. Participaría en la creación de la Falange Nacional y posteriormente en la Democracia Cristiana, Fue senador por Atacama y Coquimbo, senador con la primera mayoría por Santiago, Presidente de la República.
Siendo periodista de Radio Minería, me tocó cubrir una de las campañas presidenciales más creativas, la de don Eduardo, con un esquema sencillo pero de gran impacto, donde la radio, más que la incipiente televisión del 64 era el medio de gran contundencia publicitaria. El formato puso a un grupo numeroso de jóvenes recorriendo el país, desde Arica por el norte y Puerto Montt por el sur, todos rumbo a Santiago, fueron los meses de “La Patria Joven” aquella de “brilla el sol de nuestras juventudes”.
A mí me tocó tomar la marcha en Antofagasta. La radio transmitía tres informes diarios uno en la mañana, otro pasado el mediodía y el último por la noche.
Turnándose los muchachos caminaron día y noche, cruzando los pueblos y ciudades del norte. En cada lugar importante un acto político.
La marcha culminó en el Parque Cousiño hoy conocido como Parque O’Higgins, allí escuché el discurso político más brillante de toda mi vida. Cuando hago clases de oratoria siempre lo pongo de ejemplo. Chile se ha distinguido por tener oradores de gran calidad, como Benjamín Vicuña Mackenna, Arturo Alessandri Palma, Salvador Allende, Raúl Rettig, Julio Durán, Luis Bossay y tantos otros, pero me quedo con el discurso de Frei a la llegada de “La Patria joven”.
Allí se congregó, en el verbo del Presidente Frei Montalva, la inspiración, la sencillez, la empatía, los sueños contenidos por generaciones y la visión de un país de progreso real, esbozadas con la mayor claridad.
Aún cuando la vida nos lleva por definiciones doctrinarias diferentes, sería injusto no resumir estas vivencias en el centenario de la muerte de un hombre de excepción cuya muerte, confiamos, sea plenamente aclarada.
Naturalmente ocupa un lugar de privilegio en la galería de aquellos presidentes más destacados en la historia republicana de Chile.