18.3.06

La primera semana

Se ha cumplido la primera semana efectiva de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y su equipo ministerial, además de intendentes y gobernadores. No se puede juzgar lo que viene, ni siquiera presumir, por la primera semana de trabajo, pero ya hay algunos indicios de cómo viene la mano.

Bachelet no cederá en su estilo de ejercer la primera magistratura. Nadie hace la pauta si es ajena al rayado de cancha que le ha hecho a cada uno de sus colaboradoras. Dos tropiezos, que no alcanzaron a ser caída, una Gobernadora, Cautín, acusada falsamente de estar involucrada en temas de derechos humanos y que terminó renunciando. El gobernador de Chañaral que le entró ataque de pánico y sencillamente no se presentó a recibir su cargo, ambas designaciones se regularizaron el día viernes recién pasado.

Una polémica entre los diputados Tarud (PPD), Aguiló (PS), con el senador Naranjo (PS), por la nominación de la gobernadora de Linares, que fue confirmada en el cargo y a un ministro del Interior, Andrés Zaldívar, señalando que no existían problemas, sin mencionar los ataques que recibió de su propio camarada el ex Senador Rafael Moreno, tema que luego se arregló en una reunión de los ministros y ministras DC con la directiva del partido.

Pero la mano viene dura y los rezongos que aún se escuchan en los partidos oficialistas tendrán que quedar en eso, rezongos y pequeñas pataletas. En esta primera semana, la presidenta se ha reunido con los dirigentes de la concertación, con la mesa directiva de la UDI, por más de noventa minutos, con el presidente de la cámara de diputados y ha constituido la comisión que se encargará de estudiar la reforma provisional, que encuentra parece concitar la unanimidad en todas las fuerzas políticas.

No hay respiro para el ejecutivo, dos consejos de gabinete para coordinar la tareas que vienen por delante y un plazo fatal de 100 días para implementar 36 medidas, de las cuales por lo menos 20 requieren de los proyectos de ley correspondientes, no representan una tarea fácil.

Por su parte los partidos de la oposición aun no logran construir una plataforma única para ejercer una responsabilidad, esencial en todo sistema democrático, ser una oposición constructiva y propositiva, además de ejercer una fiscalización seria y responsable.

En el encuentro con la mandataria, se anticipó la UDI al pedir la audiencia. Cumplieron con ello dos propósitos, el primero conocer de primera fuente las intenciones legislativas del ejecutivo, y la segunda enviar a la disidencia y a sus bases una señal clara del reconocimiento que se les tiene, desde La Moneda, como partido de oposición.

Tanto en la UDI como en RN, comienzan a surgir voces, minoritarias aún para que esos conglomerados se democraticen al momento de elegir a sus dirigentes, un militante un voto, parece ser una consigna que aún luce débil, pero como dijo el Alcalde la Maza, parafraseando al ex presidente Allende, más temprano que tarde, deberá imponerse como una sana y transparente conducta de todos los partidos políticos.

Ya se siente, y esto incluso en la propia Concertación, un cansancio de ver que las cúpulas directivas son integradas por las mismas figuras. Existe cansancio de que las candidaturas parlamentarias se cocinan entre gallos y medianoche y, en una gran mayoría, son los mismos de siempre.

Michelle Bachelet dio una buena señal, evaluada positivamente por una mayoría de la ciudadanía, al incorporar nombres y rostros nuevos. Los partidos políticos si quieren salir de los últimos lugares en la evaluación de los chilenos, deberán aprender de lo que ha hecho la Presidenta, que sabe que los necesita para gobernar, pero a una prudente distancia.

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