27.3.06

Lo que viene

Lo que viene en el campo internacional
Alejandro Pino Uribe. Periodista / Analista político
http://alejandropinouribe.blogspot.com

El gobierno de Michelle Bachelet tiene dos importantes compromisos internacionales que asumir. El primero es el tema del futuro de las relaciones diplomáticas con Bolivia y de manera especial con un gobierno, que como el de Evo Morales, con todas las simpatías que puede despertar, esta basado en un concepto económico y social muy distante del que sustenta nuestro país, libre mercadista y globalizado.

El segundo tema es cómo, de manera creativa y apegado a la realidad económica y de desarrollo de cada cual, podemos producir una integración con las naciones vecinas y el resto del continente, de la cual nos separa un modelo diferente, donde buscamos terminar con las medidas proteccionistas arancelarias internas, y una integración acorde con la economías, más desarrolladas del mundo.

A muchos gobiernos americanos les falta aprender, por ejemplo, del pragmatismo de China, que es marxista en lo ideológico, pero lo suficientemente inteligente para ser capitalista en cuanto a su desarrollo. Es difícil navegar contra corriente, y enfrentar economías integradas mediante tratados, donde la competencia es un hecho de la causa y la calidad y valor agregado hace la diferencia entre los países.

Los defectos y las virtudes de la globalización, nos distancia de algunas naciones de este continente, de allí que la integración requerirá de paciencia y mutua colaboración.

Con Argentina una parte de nuestras relaciones comerciales pasan por el tema del gas, del cumplimiento de los acuerdos y, lo que es más serio, por saber si se tiene la posibilidad de cumplir los convenios energéticos.

Mucho creyeron que bastaba la sola visita de la presidenta Bachelet, para que surgiera luz verde y nuestros procesos industriales y el consumo doméstico, encontraran la llave abierta para que fluyera el gas natural. No ocurrirá así.

Argentina también crece, y por su tamaño, un pequeño crecimiento representa una alta demanda energética. Contar con gas argentino no pasa por una decisión o expresión de buena voluntad del gobierno trasandino, sencillamente no tienen gas para vender a nadie, esa es la realidad.

La imprevisión o exceso de confianza de las autoridades chilenas hicieron creer al país que con el gas argentino todo se solucionaba, y teniendo aún recursos hídricos para la generación eléctrica no tenemos ningún proyecto en ejecución.

Los próximos dos años serán muy difíciles si no se actúa rápidamente en la diversificación de la matriz energética.

En cuanto a Bolivia, para que tenga salida al mar no bastan los gritos del court central del estadio nacional “mar para Bolivia”, es un problema diplomático más delicado que lo que para el común de la gente cree.

Chile no aceptará jamás, revisar o eliminar el tratado de 1904, ya que ello sentaría un precedente para revisar otros tratados limítrofes.

El asunto pasa, además, por el beneplácito del Perú, quien tendrá, como ya lo hizo después del abrazo de Charaña, que preguntarse ¿que gano yo con esto?

La propuesta de nuestros vecinos, en esa ocasión pasaba por aceptar una suerte de frontera de soberanía tripartita en el extremo norte, punto, aún ahora, inaceptable para Chile.

Las buenas intenciones no siempre son compatibles con las realidades diplomáticas. La política exterior de Chile ha sido siempre el respeto a los tratados firmados, a mantener relaciones diplomáticas normales y a partir de ellas establecer negociaciones.

Aquí hay dos expresiones de buena voluntad que manifestar. Chile, ofrecer un corredor con soberanía territorial entre la línea de la concordia y el aeropuerto de Chacalluta a Bolivia, a cambio de integración económica, venta de gas y otras compensaciones, no territoriales, a la cuales Perú también podría acceder, como una manera que el acuerdo también favoreciera el desarrollo del sur de ese país

Duro problema y difícil solución.

18.3.06

La primera semana

Se ha cumplido la primera semana efectiva de gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet y su equipo ministerial, además de intendentes y gobernadores. No se puede juzgar lo que viene, ni siquiera presumir, por la primera semana de trabajo, pero ya hay algunos indicios de cómo viene la mano.

Bachelet no cederá en su estilo de ejercer la primera magistratura. Nadie hace la pauta si es ajena al rayado de cancha que le ha hecho a cada uno de sus colaboradoras. Dos tropiezos, que no alcanzaron a ser caída, una Gobernadora, Cautín, acusada falsamente de estar involucrada en temas de derechos humanos y que terminó renunciando. El gobernador de Chañaral que le entró ataque de pánico y sencillamente no se presentó a recibir su cargo, ambas designaciones se regularizaron el día viernes recién pasado.

Una polémica entre los diputados Tarud (PPD), Aguiló (PS), con el senador Naranjo (PS), por la nominación de la gobernadora de Linares, que fue confirmada en el cargo y a un ministro del Interior, Andrés Zaldívar, señalando que no existían problemas, sin mencionar los ataques que recibió de su propio camarada el ex Senador Rafael Moreno, tema que luego se arregló en una reunión de los ministros y ministras DC con la directiva del partido.

Pero la mano viene dura y los rezongos que aún se escuchan en los partidos oficialistas tendrán que quedar en eso, rezongos y pequeñas pataletas. En esta primera semana, la presidenta se ha reunido con los dirigentes de la concertación, con la mesa directiva de la UDI, por más de noventa minutos, con el presidente de la cámara de diputados y ha constituido la comisión que se encargará de estudiar la reforma provisional, que encuentra parece concitar la unanimidad en todas las fuerzas políticas.

No hay respiro para el ejecutivo, dos consejos de gabinete para coordinar la tareas que vienen por delante y un plazo fatal de 100 días para implementar 36 medidas, de las cuales por lo menos 20 requieren de los proyectos de ley correspondientes, no representan una tarea fácil.

Por su parte los partidos de la oposición aun no logran construir una plataforma única para ejercer una responsabilidad, esencial en todo sistema democrático, ser una oposición constructiva y propositiva, además de ejercer una fiscalización seria y responsable.

En el encuentro con la mandataria, se anticipó la UDI al pedir la audiencia. Cumplieron con ello dos propósitos, el primero conocer de primera fuente las intenciones legislativas del ejecutivo, y la segunda enviar a la disidencia y a sus bases una señal clara del reconocimiento que se les tiene, desde La Moneda, como partido de oposición.

Tanto en la UDI como en RN, comienzan a surgir voces, minoritarias aún para que esos conglomerados se democraticen al momento de elegir a sus dirigentes, un militante un voto, parece ser una consigna que aún luce débil, pero como dijo el Alcalde la Maza, parafraseando al ex presidente Allende, más temprano que tarde, deberá imponerse como una sana y transparente conducta de todos los partidos políticos.

Ya se siente, y esto incluso en la propia Concertación, un cansancio de ver que las cúpulas directivas son integradas por las mismas figuras. Existe cansancio de que las candidaturas parlamentarias se cocinan entre gallos y medianoche y, en una gran mayoría, son los mismos de siempre.

Michelle Bachelet dio una buena señal, evaluada positivamente por una mayoría de la ciudadanía, al incorporar nombres y rostros nuevos. Los partidos políticos si quieren salir de los últimos lugares en la evaluación de los chilenos, deberán aprender de lo que ha hecho la Presidenta, que sabe que los necesita para gobernar, pero a una prudente distancia.

10.3.06

Una etapa diferente

Una etapa diferente
Alejandro Pino Uribe. Periodista / Analista político
http://alejandropinouribe.blogspot.com

Tenemos Presidenta de la república y se inaugura un nuevo estilo de hacer y ver las cosas. La mano femenina relacionada siempre con la delicadeza y las tareas o “labores del sexo”, como se les llamaba antiguamente, cambian completamente en los usos y costumbres varoniles al momento de ejercer el poder.

Desde el momento de su elección todo ha sido novedoso. Los partidos políticos de la concertación, en un inicio quedaron desconcertados, atónitos y patidifusos, (que se queda parado de asombro – Diccionario de la RAE). Las nominaciones en los cargos de confianza fueron la primera señal que se venía un cambio en la política chilena, y vendrán más, no tengan la menor duda.

La mujer, a las cuales las leyes del pasado sujetaban al marido, y a sus decisiones, aparece ahora, con una dinámica diferente donde pueden demostrar capacidades que antes les fueron negadas y no se les permitió probar.

Basta solo recordar que a Eloísa Díaz Insunza, primera mujer chilena en graduarse de médico en 1887, en toda América del Sur, lo mismo que a Ernestina Pérez, graduada unos meses después, les prohibían ver los cuerpos desnudos de los pacientes y debían seguir las clases ocultas por un biombo.

Ahora las cosas han cambiado, y me atrevo a pensar que la forma de hacer política y de gobernar. De hecho somos el primer país, creo, en el mundo, donde existirá paridad de genero en los más altos cargos de la nación.

Para los que por muchos años nos hemos dedicado al análisis político, se avecina una época interesante. Intriga ver el comportamiento latino, frente a la mujer que gobierna. Inédito desde el punto de vista que se trata de una elección democrática, por un período presidencial definido.

En América hemos tenido mujeres presidentas, pero su generación ha sido diferente.

Isabel Perón en Argentina que hereda el gobierno a la muerte de su esposo y que no termina su mandato derrocada por un golpe militar. Lidia Gueiler Tejada, elegida en 1979 por el congreso de Bolivia, depuesta en 1980 por un golpe militar. Rosalía Arteaga Serrano, se autoproclamó presidenta de Ecuador, a la caída de Abdalá Bucaran, duró sólo una semana en el cargo. Ertha Pascal Trouillot, presidenta provisional de Haití, en 1990 durante seis meses.

Luego vienen las mujeres elegidas democráticamente, como Violeta Chamorro en Nicaragua, 1990, viuda del periodista Joaquín Chamorro, asesinado en la era de “Tacho” Somoza. Sila María Calderón Gobernadora de Puerto Rico, por un período de cuatro años, en el 2001. Mireya Mocoso, viuda del ex Presidente Arnulfo Arias, en Panamá, 1999.
En América Latina Michelle Bachelet es la primera mujer elegida Presidenta democráticamente.

Probablemente con su gobierno se produzca un cambio en la mentalidad de aquellos que aún discriminan a la mujer, en el trabajo, en las universidades, y en otras actividades y comencemos a reconocer las habilidades propias de su genero.

El mundo político se ha construido al estilo del hombre, a su imagen y semejanza. Veremos cuantos cambios se pueden introducir, para que gobiernen las mujeres en áreas en que antes nunca había incursionado, donde sus visiones y propuestas pueden darle a la política un aire fresco, una brisa de sutil cambio que permita a nuestro país entenderse, entre los ciudadanos, de una manera diferente.

Un mensaje que ya muestra una política diferente se aprecia cuando dice la presidenta, a su recién nominado equipo, “escuchen a la gente”. Una frase que se acerca mucho a la administración moderna basada en la gestión de calidad, “escuchen al cliente y no hagan lo que ustedes creen que el cliente quiere”.